En cualquier parte del mundo los
mejores deseos de los humanos llegan envueltos en adornos, en forma de regalos.
Son fechas especiales. Por unas
razones o por otras, en Navidad, las calles se iluminan y engalanan con luces y
estrellas.
Hay una tradición escrita que se
remonta más allá de dos mil años y habla de una estrella y del nacimiento de un
niño, nacido en Belén. La historia de esos acontecimientos ha llegado hasta
nuestros días, gracias a una tradición (Mat. 2,1-12).
A los humanos nos gusta mirar al
cielo o al universo. Pero no todos ven lo mismo. Aunque la mayoría suele ver
estrellas. Desde hace más de cuarenta años, gracias a la ciencia, ahí afuera
hay “Un punto azul pálido” en que estamos nosotros.
Los científicos, en 1977, decidieron
lanzar, por la NASA, dos sondas interestelares, conocidas como las Voyager 1
y 2.
Trece años después, en 1990,
la sonda espacial Voyager 1, equipada especialmente, había recorrido la
asombrosa distancia de 6 mil millones de kilómetros y estaba a punto de
salir del sistema solar.
Fue entonces cuando alguien tuvo
la gran idea de preguntarse si a esa distancia, desde la Voyager 1 se podría
captar el brillo de la Tierra, antes de abandonar el sistema solar. Hicieron
girar la cámara instalada en la nave hacia nuestro planeta. Así tomó una
última fotografía de la Tierra.
Carl Sagan al ver a nuestro
Planeta en la foto lo denominó: “Un punto azul
pálido”. (Sagan nació en 1934, y llegó a ser astrónomo,
astrofísico, astro-biólogo, pensador, escritor y el divulgador científico).
Para el científico, ese “punto”
ha pasado a la posterioridad por hacernos comprender lo insignificante que
puede resultar nuestro planeta para el cosmos.
Por imposible que parezca, ahí han estado nuestros antepasados, estamos nosotros y todo cuanto tenemos y amamos. Ahí ha estado y está toda la historia de la humanidad. Ahí están contenidas la suma y la evolución de nuestras alegrías y nuestros sufrimientos, quienes nos han precedido, quienes hoy vivimos, con toda la grandeza o miseria se ha desarrollado en un momento de “ese punto azul pálido”. Mejor leerlo y escuchar a Carl Sagan, lo que se ha vivido o sucede en esa “mota de azul pálido”, suspendida en un rayo de sol; los momentos de gloria o la cobardía y crueldades causadas por los habitantes en algún lugar de ese rincón de ese punto suspendido en la noche cósmica. Sin que podamos huir de la miseria o la arrogancia humana, y sin esperanza de que alguien pueda venir a ayudarnos (al menos de momento).
y https://youtu.be/Ot_FWE0GnAU
En agosto de 2012, la Voyager
1 se convirtió en la primera nave espacial en alcanzar el espacio
interestelar, la región fuera del sistema solar donde el viento solar
interactúa con el medio interestelar. Desde entonces, ha estado explorando esta
región desconocida y enviando datos a la Tierra.
Actualmente la Voyager 1 se
encuentra en el espacio interestelar, a más de 22.7 mil
millones de kilómetros de la Tierra. Está en buen estado y los científicos esperan
que la sonda continúe viajando por el espacio profundo durante miles de
millones de años, llevando consigo un mensaje de la Humanidad en forma de un
disco dorado, que contiene sonidos e imágenes que puedan decir algo de
nosotros, a posibles seres que puedan descubrir lo que lleva.
Todavía la comunicación con la
sonda es posible y se realiza a través de la Red del Espacio Profundo de la
NASA, que utiliza una serie de antenas en todo el mundo para recibir y enviar
señales. De hecho, continúa enviando datos sobre el espacio interestelar,
incluyendo mediciones de la densidad, temperatura y velocidad.
Por su parte, según los expertos:
“Las Voyager son los objetos hechos por el hombre más alejados de
la Tierra, y seguirán siendo nuestros ojos hasta el final de los tiempos
cósmicos”.
En España, hoy, 28 de
diciembre se celebra el día de los Inocentes o/y de los cobardes. De quienes no
han dejado nacer a seres inocentes, o traicionan
a los suyos sin consultar más que a su “ego”.
Es un buen momento para recordar al sabio Carl
Sagan: “La Tierra es el único mundo conocido hasta ahora que alberga vida.
No hay otro lugar, al menos en un futuro cercano, al que nuestra especie pueda
migrar. Visita, sí. Tranquilízate,(vivir allí) todavía no.
Se ha dicho que la
astronomía es una experiencia de humildad y formación de carácter. Quizás no
haya mejor demostración de la locura de los conceptos humanos que esta imagen
lejana de nuestro diminuto mundo. Para mí, subraya nuestra responsabilidad de
tratarnos con más amabilidad y de preservar y cuidar el punto azul pálido, el
único hogar que hemos conocido”.
Como estamos terminando el año, quiero aprovechar esta ocasión para desear a mi familia, a mis amigos, que no olvido, aunque no haya publicado en mucho tiempo, y a cuantos compartimos este Planeta Azul o ese “Un punto azul pálido”: ¡Que sea por muchos años! Y que en 2024 ¡Sean felices! ¡Un fuerte abrazo!
José Manuel Belmonte
PUBLICADO EN
ESPERANDO LA LUZ 29-12-2023
Ese punto de luz...
https://belmontajo.blogspot.com/2023/12/ese-punto-de-luz.html
CIVICA 30-12-2023
Ese punto de luz...
http://civica.com.es/ciencia/ese-punto-de-luz/
EL HERALDO DEL HENARES 31-12-2023
Ese punto de luz...
https://www.elheraldodelhenares.com/op/ese-punto-de-luz/