martes, 9 de febrero de 2010
Peregrinos del real camino
Estamos ya en camino. No hay duda. No somos turistas. Caminantes de los de Machado, sí. Pero además, somos peregrinos. Siempre. Cada día. Algunos años, como éste, Xacobeo, se nos recuerda especialmente. Alguien lo escucha en su interior.
Cada año FITUR, es un reclamo para caminantes; mejor, para inquietos descubridores de desconocidos paraísos. ¡Que existen! Los inquietos y los paraísos. Algunos hacen la reserva. Otros buscan su camino.
Guadalajara en FITUR ha intentado que nos descubran, los que no nos conocen como paraíso. Y también, especialmente en esta ocasión afirmar que “somos un pedazo de camino”. Los peregrinos tienen aquí un camino “doble”, según los estudiosos. Un ramal del camino, documentado, en que figura la concha peregrina, pasa por El Casar, el Vellón, Guadalix, Soto del Real y Manzanares el Real, para empalmar con el Camino de Madrid y por él sigue hasta Santiago. La otra variante es el Camino que en el pasado se llamaba la Ruta de la Lana. Partiendo de Levante, atraviesa Cuenca, y por Guadalajara, pasa a Soria y empalma con el camino francés ya en Burgos. No estamos descaminados. Mas bien estamos surtidos. Quien venga nos encontrará. Quien quiera ir encontrará el camino, y el Albergue que precise.
Hay un apoyo de las administraciones, a los investigadores y escritores. Promueven también el conocimiento de los caminos y lo señalan a los peregrinos. Incluso se han planteado una cumbre de todas las Autonomías implicadas o interconectadas por los Caminos de Santiago. No quieren dejar escapar la ocasión que se les brinda, para celebrarlo. “Todo se andará”. De 9, han contactado ya 7. No esperen verles con la mochila, ni la vara, ni la calabaza, ni la concha. ¡Son otros caminos!
Para escoger el camino, lo importante es saber a dónde se quiere ir. León Felipe hablaba de un “camino virgen”. “Nadie fue ayer/ ni va hoy,/ni irá mañana hacia Dios/ por este mismo camino/ que yo voy/. Para cada hombre guarda/ un rayo de luz el sol.../ y un camino virgen/ Dios”.
Cada año son más los peregrinos. Desde la antigüedad, la tumba de Santiago ha atraído, como un imán a gentes de todo lugar, raza, y condición social. Hay un “algo especial”, que el peregrino, y sólo él, descubre pese al cansancio. Algo que le ayuda y da fuerzas. Cada uno, por ese “camino virgen” se hace preguntas y encuentra algunas respuestas. Seguro que si hay búsqueda constante hay meta, se venga de Roncesvalles, del Levante o se suba por la Ruta de la Plata.
Lo importante es el encuentro. Quien lo vivió lo sabe. Algunos incluso lo han contado. A lo largo del camino, hay leyendas. Algunas significativas se pueden ver en forma de pintura, o esculturas. Pero incluso las simples piedras apiladas, arrojadas al pasar en un lugar concreto, como la Cruz del Ferro, suelen hablar. Además el camino lleva al encuentro. La visión. El Monte do Gozo.
Yo encontré, en el Camino de Santiago, escrito lo siguiente: “ Peregrino, que el cansancio del camino, nunca te impida pensar: ¿Es importante la meta...? No será acaso el encuentro, con el monte, con el río, con el rumbo que has perdido, con el mismo Dios quizás...”.
Si al peregrino, sin saberlo, le “guarda un rayo de luz el sol” en algún lugar, ¡habrá merecido la pena!
PUBLICADO EN EL HERALDO DEL HENARES 10-02-2010; EL DIA, 6-03-2010
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