La rutina va imponiendo su criterio en casi todo, si uno no está atento
para defenderse del engaño, tomando consciencia. El respeto en política, no es
aceptación ni equiparación de todos los partidos. Que haya ideologías y creencias,
no obliga a aceptar todo sino a tener una opinión. La mayoría sabe que lo que
nos llega cada día como "noticias" no es la realidad. ¡Sería
terrible! Pero tienen cierta base.
Cuando llegan imágenes, tan fuertes que golpean la sensibilidad y la
conciencia, no se pueden cerrar los ojos, ni mirar hacia otro lado. Las
catástrofes humanitarias, los desplazados, los niños de la guerra, la
deforestación o los fuegos provocados, la gestión desastrosa de quien ha
llegado al poder y lo toma como un modus
vivendi, ignorando las aspiraciones y problemas de las minorías, deben
cambiar.
Los criterios democráticos deben imponerse para respetar los derechos, la justicia
y la igualdad.
¿También en las religiones y
creencias? ¡Con más razón! Para educar en la verdad, la democracia es respeto y
diálogo, ilusionar y descubrir lo mejor de cada uno. No se puede ignorar lo que hay. El corazón tiene su tiempo
para descubrir la luz y aceptarla. La fe es libre, une, y hace libres, pero no
convierte en miembros de un ejército y unas normas.
La sociedad ha evolucionado a lo largo de la historia. Sigue progresando en
derechos y perfeccionándose en el aspecto humano. En la igualdad se ha
avanzado, pero sigue siendo un objetivo a conquistar. Aún estamos lejos.
El machismo es una realidad.
Esa conquista no ha seguido los mismos pasos en el aspecto religioso.
Cuando estudiaba en la universidad, en los años 70, pude captar aspiraciones y
criterios de evolución, sobre todo en el centro y norte de Europa y en América.
Encontré mujeres liberales y cultas, progresistas o no. Había convivencia interétnica
e interreligiosa. No encontrábamos puertas cerradas. Discutíamos mucho, nos
respetábamos. En Estrasburgo o en Bruxelas, los estudiantes de diversos países asistíamos
a conferencias, y debates apasionantes.
El feminismo era, por entonces, un
embrión que todos apoyábamos en aspectos socioeconómicos e interculturales. Nada
nos era extraño. Teníamos la gran suerte de vivir en ciudades fronterizas pero integradoras
políticamente. Allí estaba y está la
base de la Unión Europea, con su Parlamento (Estrasburgo y Bruselas).
Además de ese privilegio,
vivimos y convivimos con las diversas
culturas religiosas: católica, protestante, ortodoxa, judía, además de
ecuménica. Taizé atraía a muchos jóvenes
y lo ha seguido haciendo.
Esta semana he vuelto a recordar aquella etapa como una vuelta a la
realidad. ¿Por qué? El Comité de la Jupe
(falda), vía Change.org, ha dirigido un escrito al Papa Francisco, para que
sea escuchada la voz de la mujer. Algunas amigas europeas me lo han hecho llegar.
Esta organización feminista, nació hace 10 años. Lleva luchando desde entonces, contra la discriminación de las mujeres, en particular
en la Iglesia Católica. Cada vez están menos solas. Quiero decir que se han unido a su lucha,
mujeres y hombres, cada vez más conscientes de que la situación actual- que
lleva así siglos-, tiene que cambiar. El 50/50
es una conquista en las sociedades humanas: civiles y religiosas. La
libertad y la igualdad distan mucho de ser una realidad.
Dos imágenes que he recibido, hablan por sí mismas. Valen por todo un
tratado.
En la primera imagen invitan: ¡Buscar
a las mujeres!
En la segunda imagen la desoladora respuesta: Encontradas... ¡en la última fila!
Espero que lo que dicen, y yo apoyo, será mejor comprendido si los lectores
ven sus denuncias, porque los derechos de la mujer, son parte integrante e indivisible
de todos los derechos humanos y de las libertades fundamentales. !Basta ya!
·
"En
la Iglesia Católica todas las responsabilidades, todo el poder está en manos de
los hombres célibes, únicos habilitados para decidir, gobernar, enseñar y, que pretenden
ser los mediadores de la relación a Dios
y lo sagrado".
·
"Las mujeres (se ven) despreciadas, sin derecho a la palabra, sin derecho a la decisión...
¡Basta ya!"
·
"Tal
situación está en el origen de los abusos hacia las mujeres, los niños y las
personas vulnerables. Eso no puede
sostenerse. Es preciso que cambie".
·
"En
materia de derechos no hay complementariedad, no hay diferencia, sólo hay
igualdad. Una igualdad originaria: "Dios creó al hombre a su imagen,
hombre y mujer, los creó".
CONSECUENCIAS:
1.-
Alejamiento social.
La iglesia,
en manos de "hombres célibes", se ha alejado cada vez más de una sociedad
que ha evolucionado y cambiado. Los puestos
de responsabilidad en lo político y también en sus estructuras, partidos, ejércitos,
policías y profesiones varias que hasta el siglo pasado estaban en manos de varones,
hoy la mujer ha sido integrada.
Mientras
-en la iglesia- no ha habido voluntad real de acoger e integrar a la mujer. En
general, aunque no se hable de ello, el machismo eclesial parte de un desconocimiento
ancestral de la mujer, de sus derechos y su capacidad. Lo resumió el primado
francés, muy desacertadamente, -por lo que fue denunciado y se retractó- pero
lo dijo, en respuesta a la pregunta sobre la integración de la mujer en los
ministerios litúrgicos: "Le plus
difficile, c’est d’avoir des femmes qui soient formées. Le tout n’est pas
d’avoir une jupe, encore faut-il avoir quelque chose dans la tête". "No
se trata de tener una falda, sino tener algo en la cabeza". (Francamente
desafortunado).
2.- El
envejecimiento generacional normal,
multiplica el trabajo, no la eficacia.
El clero
tradicional envejece. Además, mientras hace años las vocaciones sacerdotales disminuyen,
se sigue apartando del culto a las mujeres, por serlo.
Ni
siquiera se las permite tomar la palabra en las homilías. Aunque hay mujeres
muy preparadas, según constataban en Francia: "el pasado septiembre, las
iglesias protestantes de Suiza, organizaron un concurso de predicaciones y las
ganadoras fueron tres mujeres".
3.- Por lo que a España respecta, los datos no
son mejores.
El
culto religioso, en España, es un servicio del clero o de religiosos célibes
ordenados. La mujer y el varón, son bautizados y "asistentes", pero
poco integrados, o desafectos.
El Centro de Investigación Sociológica publicó en 2018 una encuesta realizada a 2.485 adultos residentes en España. Según dicha encuesta, el 66,3% de los encuestados se definían como "católico".
A la pregunta sobre asistencia a ritos (católicos o no) más allá de ocasiones sociales (bodas, primeras comuniones), un 62,5% afirmó no ir "casi nunca"; un 13,4% acudía "varias veces al año"; un 8,7% acudía "alguna vez al mes" y un 12,4% "casi todos los domingos y festivos". Un 1,9% afirmó acudir "varias veces a la semana".
https://es.wikipedia.org/wiki/Iglesia_cat%C3%B3lica_en_Espa%C3%B1a
Termino con el slogan del encabezamiento del escrito dirigido al Vaticano:
Église catholique: « Ça suffit ! », (Iglesia católica: ¡Ya basta!)
Puedes pensar que generalizar no es bueno; pero ocultar la verdad es peor y la situación lleva ya demasiado tiempo. ¿O no?
El Centro de Investigación Sociológica publicó en 2018 una encuesta realizada a 2.485 adultos residentes en España. Según dicha encuesta, el 66,3% de los encuestados se definían como "católico".
A la pregunta sobre asistencia a ritos (católicos o no) más allá de ocasiones sociales (bodas, primeras comuniones), un 62,5% afirmó no ir "casi nunca"; un 13,4% acudía "varias veces al año"; un 8,7% acudía "alguna vez al mes" y un 12,4% "casi todos los domingos y festivos". Un 1,9% afirmó acudir "varias veces a la semana".
https://es.wikipedia.org/wiki/Iglesia_cat%C3%B3lica_en_Espa%C3%B1a
Termino con el slogan del encabezamiento del escrito dirigido al Vaticano:
Église catholique: « Ça suffit ! », (Iglesia católica: ¡Ya basta!)
Puedes pensar que generalizar no es bueno; pero ocultar la verdad es peor y la situación lleva ya demasiado tiempo. ¿O no?
José Manuel Belmonte
PUBLICADO EN
ESPERANDO LA LUZ 30-03-2019
EL HERALDO DEL
HENARES 31-03-2019