Pero dicen los sabios que la grandeza, la ternura y la generosidad son dones que puede encarnar tanto una mujer como un hombre. En todo caso no será cuestión de palabras, ni de filosofía, sino de actitudes. ¿No puede haber ángeles varones?
En puertas de la gran fiesta de la maternidad, que es la Navidad, suena paradójico atribuir algo de ternura o de generosidad a un varón. Puede ser. Por eso quiero resaltarlo. Espero que se me entienda. No se trata de una reivindicación machista. El mundo tiene cambiar. Si alguien va delante, muchos le seguirán. El cambio principal tiene que estar en la actitud, en el amor, en la vida. De este cambio y de este nuevo nacimiento nadie está excluido. Si es posible que todos veamos esa luz, esa necesidad, mejor; pero no hay que esperar. ¡Es urgente!
De hecho también es paradójico reclamar como un derecho el abortar al tiempo que se pone en casa o en la calle el “Nacimiento”, o el “Portal de Belén”. ¿O no? También considero paradójico no ponerlo “para no molestar”. ¿A quién puede molestar el Niño? ¿La representación de la Familia de Nazaret, o los cánticos de alegría pueden molestar? ¿Incluso el cantar Noche de Paz? Vean los carteles de las mujeres comprometidas: “ we must have peace”,”We want peace now”, “Our nation need peace”, “wwomen are cryinng for peace”. Ellas y Leymah Growee lo consiguieron. El Nóbel de la Paz en 2011 fue para esa mujer.
Lo que quiero decir, es que incluso cuando la mujer embarazada, renuncia a ser madre, puede hacer mucho más que firmar papel para que “otra persona” mate al hijo de sus entrañas. Lo justo y lo deseable, es posible. Eso sí, se necesita voluntad y generosidad.
El inmenso corazón de Teresa de Calcuta, sufría por ese genocidio. Gritaba: “no los matéis, dádmelos a mi”. Ella que había fundado una congregación para ir recogiendo moribundos y desahuciados, aún tenía sitio para recoger a los hijos de las madres que no querían serlo.
Pero esa generosidad y esa sinceridad, ni es exclusivo de una mujer como Teresa de Calcuta, ni de su orden religiosa. Hay otras organizaciones que los recogen, y también hay hombres dispuestos a acoger a esos bebés, antes de que los hagan desaparecer. Son los ángeles de la vida.
De hecho, en Vietnam un hombre ha adoptado a decenas de niños cuando iban a ser abortados. Se ha convertido en “padre” de 50 niños, rescatados de la muerte. Este héroe, de inmenso corazón de madre, ha agrandado sus brazos, su casa, y ha contagiado a sus amigos. Gracias a su iniciativa viven felices, tanto los niños como sus colaboradores y colaboradoras y él mismo. Hay un camino hacia el amor que es la dedicación y la entrega. ¿Sorprende que haya ángeles de carne y hueso que apuesten por la vida? El hombre vietnamita al que nos referimos se llama Tong Phuoc Phuc.
Uno no puede obligar a nadie a percibir lo evidente, que es el derecho a la vida de estos seres indefensos, ni siquiera pretendo que se sorprendan, de que haya gente buena. ¿Puede haber algo más entrañable que este ejemplo para la Navidad? Es el ayer y el hoy. Los niños son el futuro. ¡Shalom! ¡Inshalá!
Ver video: http://www.godvine.com/Man-Saves-50-Rejected-Babies-From-Abortion-883.html
PUBLICADO en Bitácora de BELMONTE en CiViCa, 20-12-2011http://www.investigadoresyprofesionales.org/drupal/content/la-madre-era-%C3%A9l; El Heraldo del Henares,[19-12-11 19:00] - La madre era él. EL DIA, 27-12-2011;LA ESFERA DIGITAL, Blog A FAVOR DE LOS VALIENTES, 22-12-2011 http://www.laesferadigital. com/component/option,com_jb2/ PostID,362/lang,es/view,post/;
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