viernes, 21 de enero de 2011
Algo vamos sabiendo…
Lo que pasa ahí dentro, es importante. Incluso quienes viven de ello no quieren saberlo. Mucha gente de fuera también lo ignora, o prefiere hacerse el loco. Pero interesa y mucho. ¿Y si nos confirma lo que imaginamos? Algún día tenía que salir una mujer y contarlo. ¡Es mucho peor de lo que intuíamos! Lo que venden como un derecho, es el mayor atentado machista contra la mujer. Es un crimen contra la humanidad.
El día 22 es una fecha fatídica. Es el 38 aniversario de la aprobación de la ley del aborto en EE.UU. ¡La puerta legal para atentar contra una vida! Y eso pasa ahí, entre cuatro paredes. ¿La madre? La segunda víctima.
Hoy pretendo dos cosas: 1) que sepan que el feto que va a ser abortado, sufre y es capaz de padecer “un dolor intenso y prolongado”; 2) que lo que sucede en los abortorios no es lo mismo imaginarlo que vivirlo.
Lo primero lo ha confirmado una organización estadounidense sin ánimo de lucro Family Research Council. Vivette Glover psicóloga y experta en asuntos prenatales al decir que el feto humano puede ser consciente y capaz de sentir dolor una vez que las estructuras del cerebro han tomado forma. El dolor es importante, cierto. Algunos científicos señalan que esto sucede antes de los 3 meses de gestación. Aconsejan poner atención tanto en técnicas invasivas como en la injusticia del aborto (Tony Parkins). Pero discutir que sienta o no dolor el hijo que va a ser abortado, tiene poco sentido, por la sencilla razón de que lo esencial es el derecho primario a la vida de ese ser indefenso. ¿Está claro?
En cuanto a lo segundo, lo cuenta Abby Jonhson, Directora de una clínica abortista. Había entrado joven en Planned Parentthood (PP). Se había creído algunas mentiras y las repetía desde su despacho. Pero un día, por falta de personal tuvo que presenciar y colaborar. “Nunca me gustó entrar en esta habitación durante un procedimiento de aborto, ya que nunca acepté lo que sucedía detrás de esa puerta. Pero ya que todos teníamos que estar listos en cualquier momento para arrimar el hombro y hacer el trabajo, abrí la puerta y entré”(cuenta en su libro “Unplanned”(No planificado).“Yo no había imaginado cómo los siguientes 10 minutos sacudirían los cimientos de mis valores y cambiarían el curso de mi vida”.
Tuvo que manejar una sonda de ultrasonido para permitir al abortista la visión de su objetivo. En el monitor apareció nítidamente la escena de un bebé de 13 semanas. “Se ve como Grace a las 12 semanas” pensé sorprendida, recordando la primera visión que tuve de mi hija, tres años antes, acurrucada y protegida dentro de mi vientre. La imagen que tenía ahora frente a mí parecía la misma, sólo que más clara y más nítida. El detalle me sorprendió. Pude ver claramente el perfil de la cabeza, ambos brazos, las piernas e incluso los pequeñísimos dedos de las manos y los pies. Era una imagen perfecta”.
A medida que el abortista insertaba la cánula de aspiración pudo ver que el bebé luchaba, se retorcía e intentaba apartarse. No tuvo escapatoria. “Al principio, el bebé no parecía consciente de la cánula. (La cánula) se situó suavemente al lado del bebé, y por un instante sentí un rápido alivio. Por supuesto, pensé, el feto no siente dolor. Yo había tranquilizado a un sinnúmero de mujeres sobre esto, tal como me habían enseñado en Planned Parenthood”. Pero no era verdad. “El siguiente movimiento fue la sacudida repentina de un pie pequeño, en el momento que el bebé comenzó a patear, como si estuviera tratando de alejarse de la sonda invasora. A medida que la cánula lo apretaba al costado, el bebé empezó a luchar para girar y girar de inmediato. Me pareció claro que podía sentir la cánula, y que no le gustaba lo que estaba sintiendo”.
“Mis ojos se sumergieron de nuevo en la pantalla. El médico giraba ya la cánula y entonces pude ver el pequeño cuerpo retorciéndose violentamente con ello. En el brevísimo momento en que el bebé se veía como si estuviera siendo exprimido como un trapo de cocina, giró y se encogió. Y luego se desplomó y comenzó a desaparecer dentro de la cánula ante mis ojos. Lo último que vi fue la espina dorsal pequeña, perfectamente formada, succionada por el tubo, y luego se fue”( Datos del primer capítulo).
Abby quedó tan horrorizada, que dijo “nunca más”. Se juró a sí misma que nunca más apoyaría el aborto. Salió de la clínica y gracias al apoyo de su familia y sus amigos ha podido realizar una conversión personal. Fruto de esa transición y esa experiencia es su libro, que aún no ha llegado a España.
No ha sido fácil contar la verdad, porque su testimonio fue considerado una amenaza contra el aborto y sus beneficiarios. Trataron de impedírselo. La clínica la demandó pretendiendo silenciarla. En 2009 un juez desestimó la denuncia de Planned Parenthood. Pero la prensa estadounidense difundió su caso. Gracias a Shawn Carney y otros pro-vida es hoy una figura pública que ayuda a otras mujeres. El 11 de enero, en una entrevista, con motivo de la publicación de su libro, ha querido dejar claro dos cosas: dejó el trabajo y se unió al movimiento pro-vida para ayudar a las mujeres a entender la verdad sobre el aborto no para convertirse en figura pública; y fue su clínica y no el movimiento pro-vida la que le impulsó a publicar su experiencia (http://www.aciprensa.com).
Quiero recoger para terminar la síntesis de esta experiencia, contada por ella misma: “Cuando estuviste embarazada de Grace, ella no era un feto, sino que un bebé”, dijo Doug(su marido). Y ahora esto me golpea como un rayo: ¡Tenía razón! Lo que estaba en el vientre de esta mujer hace un momento era algo vivo. No era solamente tejidos o células. Era un bebé humano. ¡Y estaba luchando por su vida! Una batalla que perdió en un abrir y cerrar de ojos. Lo que he dicho a la gente durante años, lo que he creído y enseñado y defendido, es una mentira”.
VER EL TESTIMONIO DE CRISTINA EN ESPAÑA:
http://www.youtube.com/watch?v=cfhx-ZhQArs&feature=player_embedded#
Es icreíble! le dicen que está de 8 semanas en la Dator y un dia más tarde de dicen el la seguridad social, que está de 4 meses. Para más gordas las mentiras le dicen que tiene la bosa rota que el niño viene mal y que tiene que abortar, es incríble. Pero la doctora de la seguridad social, no se queda corta, ya que le dice que ella no le puede hacer el aborto porque está de 4 meses pero que si quiere hacerlo le tramitaba para que lo hiciera en la Dator.
• CHag3
http://www.youtube.com/
PUBLICADO EN EL HERALDO DEL HENARES,[21-01-11 19:40] - Algo vamos sabiendo…
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