Ajena a los bombardeos, una
yedra ha escalado el muro de separación. Una mancha verde que trepa, se alza y
grita muda su esperanza. Nadie sabe dónde se alimentan sus raíces, porque nadie
la riega, porque a nadie importa. ¿O sí? Algún artista aprovechó los paneles de hormigón para dejar sus sueños
en forma de grafitis.
Lo cierto es que se ha
vuelto a armar la gorda. En la franja, unos y otros, hacen silbar en el cielo
sus mortíferas armas, que explotan destructoras en los lugares más increíbles.
Columnas de humo y fuego, sirenas, gritos, carreras, dolor y muerte.
Leila y Ariel tienen nombres
míticos. Se conocieron en un hospital, donde apenas pudieron intercambiar unas
palabras y un teléfono o su wasap. Nunca han hablado por teléfono por miedo; por
miedo a propios y extraños. Están atrapados y separados por el muro. Ella en
Gaza, él, en Israel. El móvil de Leila lo encontró hace unos días una
periodista italiana, tirado junto a los escombros donde había caído una bomba. Increíblemente
no estaba roto, pero quedó abierto y funcionando el wasap. Esta es la transcripción:
-Pero ¿por qué?
-Sabes que nosotros no hemos roto la
tregua.
-Pero, han muerto demasiados, y sobre todo niños.
-Laila, a nadie le gustan las
muertes y menos de los niños. Pero había armas en los sótanos y en las
escuelas. De allí lanzaron los ataques.
-Es una locura, Ari. No quedan
edificios en pie, ni comida, ni nada. La gente está huyendo hacia los campos de
refugiados…
-Toda guerra es una locura. Esta
también. Se pueden hacer las cosas de otra manera. Tendremos que aprender a
convivir.
-Cuándo, cuándo, dime cuándo?…
a este paso, nunca.
-Hay que intentarlo, por
todos, por vosotros y por nosotros, y sobre todo por ti y por mí.
-No creo que a mi padre, ni a
mi pueblo les importemos nada. No veo más que odio, deseo de que Israel
desaparezca, todos alzan las manos al cielo pidiendo venganza.
-Nuestros soldados confirman lo
que dices, pero creo que el camino del entendimiento es posible. Somos humanos
¿no? Y tú y yo nos queremos. El amor es más fuerte. Todo es posible.
-Pero eso no para la guerra, y
está empezando el corazón a entrar en crisis. Me duele todo, no duermo, no
puedo por las bombas, las sirenas y las ambulancias y tenemos que vivir en una
especie de agujero por donde lo único que veo es un poco de cielo, pero estoy
aterrada. Esto no es vida.
-Lo siento. Tal vez sea una buena
idea no aventurarse por las calles. Dicen que hay muchos túneles, que terminan
en Israel, y que ahí también hay armamento. Quieren volar los túneles.
-¿Tendremos que volar también nosotros?
Estamos abandonados. Esto parece un campo de exterminio.
-Cariño, yo no te abandono, lo
sabes. Cuando puedes hablar me encuentras. Ahí, han bloqueado la llegada de la
Ayuda Humanitaria. ¿Cómo se puede ser tan fanático?
-No sé si es el fanatismo o
qué, pero esta situación de destrucción no creo que la tengáis ahí vosotros.
-Cierto, pero en la televisión
el mensaje es que el país tiene derecho
a defenderse de los ataques terroristas y
a existir.
-Ya, pero…esta escalada no
parece proporcional. El mundo debería parar esto. ¿Qué autoridades hay que no
detienen esta masacre? Esto es tremendo. Me ahogo aquí metida, esto no es vida,
amor.
-Mi padre me mataría si se
entera de mis intenciones… también te mataría si supiera que existes, aunque me
quieras. No lo puede ni entender ni permitir. Lo nuestro, si no me raptas no
podrá ser. La guerra es solo matar y ser matado. Y tal vez lo mejor sea acabar pronto.
-La guerra no puede matar el
amor. Por favor, no te hundas. Seguro
que ahí las sombras te entristecen, pero tendremos una casa llena de luz, donde
el amor llene cada rincón y donde todos sean bienvenidos. Somos jóvenes. Deberíamos
de tener futuro, Leila.
-Esta sombra fría, penetra hasta
los huesos y destruye sentimientos. Tendré que llegar al muro, para escalar y
darte un beso, y recuperar las fuerzas.
- Dispuesto estoy a saltar el
muro si estás tú al otro lado. A ver si esto acaba, y cesa el peligro para que
puedas salir y sacudirte el entumecimiento, mi pequeña heroína.
-¡Qué más quisiera yo que ser
una heroína! Mis hermanos sólo quieren que me ponga un cinturón cargado de
bombas y hacerlo explotar cuando haya muchos judíos.
-¿A eso le llaman heroísmo?
-Sí. Pero el otro día cuando
llevaban un herido al hospital, no se
dieron cuenta que tenía un cinturón de esos, y como iban a la carrera explotó y
murieron muchos de los que le llevaban.
Mi padre dice que fue horrible.
-¡No me extraña! ¡Cuídate! Por
cierto, han anunciado que Hamas acaba de romper la tregua de alto el fuego que habían acordado de 72 horas. Seguro que
Israel no va a cruzarse de brazos.
-¡Que locura! ¡Ojo por ojo! Otra vez. Y …más vidas, más familias rotas,
más dolor y más odio. ¿Qué podemos hacer para detener esta escalada?
-No lo sé Leila. Creo que
tenemos que seguir queriéndonos, esperarnos, pensando en un futuro más humano,
un futuro en paz, donde vosotros y nosotros podamos vivir sin sobresaltos.
-No lo es Leila. Tenemos que
hacer que sea posible. Tiene que ser posible por nuestros hijos. Seguro que el
terror no arregla nada, las armas no arreglan nada.
-Me alegra que pienses así. ¡Seguro que
tienes un gran corazón, aunque seas tan joven!
-Siempre lo he creído, siempre
creo que la utopía de una vida en paz, tiene que ser posible. Si no te lo he
dicho antes es, porque tal vez no hubo ocasión.
-Pues yo te voy a decir algo
que estoy viviendo, en lo más hondo. Lo peor de la guerra no son las bombas, ni
siquiera la carga de muerte cuando explotan. Lo peor es la falta de amor, y la
muerte de un amor tan grande como el nuestro. Me muero a cada paso, pensando en
ti. Es horrible pensar que no podamos
hacer realidad lo que sentimos.
-Seguro. Tienes razón. Yo
también lo creo…. Leila, Leila… ¿estás ahí?
Dime algo, por favor, por favor….¡¡¡¡maldita
guerra!!!
¿De verdad esto ha existido? La
periodista extranjera no sabe qué pasó, ni dónde está Leila. Señala que su
pretensión era la transcripción del wasap que pudo enviar a algunos medios. Ella se limitó a decir:
-“¿Qué fue más real, la
guerra de los Montesco y los Capuleto, o el romance narrado en la obra shakesperiana? En todo caso, yo me
limito a decir lo que encontré en un móvil. ¿Puede negarse que estos jóvenes
sean reales?”.
http://www.elheraldodelhenares.es/pag/noticia.php?cual=22232; BITACORA DE BELMONTE EN CIVICA, 16-082014: http://www.investigadoresyprofesionales.org/drupal/content/lo-peor-de-la-guerra-no-es-el-horror-es-la-carencia-de-sentimientos.
Gracias a vos querido amigo , que siempre nos tenes al tanto de los horrores cometidos en el mundo, para que podamos meditar sobre ellos y por lo menos orar juntos en la distancia -- -- BENDICIONES.
ResponderEliminarGracias a tí, querida amiga. He intentado ir contra los medios, que siempre ponen la carga de los desastres desde una perspectiva. La guerra es un fracaso de los humanos y afecta a todos. Debemos superar las formas de venganza, de odio y de muerte, poniendo todo lo mejor de los humanos, los sentimientos, el diálogo, la paz y la convivencia. Tenemos que aprender a convivir, o nos destruiremos y destruiremos nuestro planeta..Que Dios nos ayude en ese intento.
EliminarBendiciones.
José Manuel
..Sigamos luchando en defensa de la paz y sobre todo por los inocentes niños a quienes las guerras los matan sin piedad --El 16/08. se conmemora en mi pais con mucha tristeza, la horrible matanza de niños Paraguayos de 4 a 9 añitos ,en manos de los 3 paices que se confabularon contra nosotros en la triple alianza(1869/70.)los mutilaban , degollaban en presencia de sus desesperadas madres que los recogían destrozados en los campos de batalla (puedes creer tamaño horror)Hay veses que me siento impotente , por no poder ya salir como lo hacia antes a gritar en defensa de la paz y la justicia ,pero se que puedo seguir orando con mi Jose y que nuestro buen Dios se apiadara de nosotros y a todos juntos en la distancia """El nos ayudara en ese intento""cariños amigo --Bendiciones.. .
ResponderEliminarAmiga, la historia se repite, pero las atrocidades ahora con más saña y dolor. Creo que la Humanidad entera, y cada uno en particular, deberíamos aaprender de los errores y poner un poco de bondad,perdón y amor en lo que tenemos entre manos. ¡Los gritos no ayudan mucho! Tal vez estás haciendo lo mejor de lo que se puede hacer..
EliminarUn abrazo, y gracias.