El progreso es eso:
desprenderse de las corazas y avanzar. Pero hay un peligro: sentirse
vulnerable. No es fácil dejar la comodidad del traje a la medida y quedar a la
intemperie; no tanto por el frío, sino por los depredadores dispuestos a
abalanzarse sobre una presa desprotegida.
En la naturaleza, el
dermoesqueleto o el exoesqueleto, suele cubrir toda la superficie del cuerpo de
animales, proporcionándoles una función de protección; es el caso de arácnidos, insectos, crustáceos, etc.
VIDEO de 6 mudas de piel impresionantes.
También facilita el sostén
necesario para poder moverse, con lo que contribuyen a la eficacia del aparato
muscular y locomotor. El esqueleto humano sostiene el cuerpo humano, pero desde
dentro. Actualmente, en personas con algunas carencias o con desordenes de
movilidad se han inventado ya y, se usan, los exoesqueletos.
En la naturaleza, los seres
dotados de dermoesqueletos, a pesar de los peligros, cuando se sienten
constreñidos, apretados, limitados o cohibidos por el exoesqueleto, tienen que
hacer algo para seguir creciendo y sobrevivir. Y lo hacen. Ese proceso cuesta y
es un riesgo. pero no dudan en encontrar la forma de deshacerse de él. Nosotros
le llamamos cambio de muda. Son procesos, puede durar horas o días.
Desconocemos si es doloroso o estresante
el proceso de muda, pero desde luego, implica ruptura física, o abandono, de la
situación anterior. (Un catedrático ha dicho que si cuando se sienten mal, o se
sienten oprimidos, tuvieran un "médico" veterinario que les
proporcionara una medicación, nunca se enfrentarían al trauma del cambio). Está
sugiriendo que para crecer o entrar en la dimensión nueva, tienen que
arriesgar, porque "oprime". Aceptar que el dolor y la inquietud que
produce, es natural y ayuda a la toma de decisión.
La naturaleza sabe que hay que dar ese paso
y empuja para que se haga. Para seguir con vida y hacer algo diferente no puede
seguir encorsetado indefinidamente. Abandonan lo viejo y salen. Lo hacen,
aunque el esfuerzo les deje exhaustos y aunque puedan perecer en el intento.
Las nuevas oportunidades lo requieren. Además los rivales han crecido y no se
les puede hacer frente crecer, adaptarse y encarar situaciones nuevas y
desconocidas.
(Langosta Australiana azul mudando la piel: increible)
Los humanos, como he dicho ,
no tenemos exoesqueletos. La naturaleza no nos dota de ellos, porque no los necesitamos, a no ser
que tengamos alguna enfermedad. Pero la experiencia dice que, de alguna forma,
se recubren de capas o de corazas tanto para vivir cómodamente, como para
imponerse a los demás.
Se oye a veces: "tienes más capas que una cebolla". Por ejemplo para
ir a la montaña la idea de la cebolla es bien simple : cuanto más capas de ropa
nos pongamos más caliente nos sentiremos, sin olvidar que dichas capas deben
ser fáciles de quitar para conseguir algo de frescura.
La cultura abre la mente al
mundo. Cuanto más sabios e instruidos, cuanto más se ha viajado y más se ha
visto; cuanto más se ha meditado y comprendido, se sale más fácilmente del ego
y del entorno protector y se afronta la vida, -cada día-, con su dosis de
sorpresa, sin miedo y con decisión.
Pero no todos los humanos
están preparados para ser sus propios maestros, ni siquiera para educar a los
demás. Se van recibiendo capas de pátinas culturales, capas ideológicas, tanto
políticas como religiosas, imposiciones de leyes o costumbres, que terminan
siendo no alas para poder volar, sino corsés o corazas, a donde el aire entra con
dificultad, y de las que es cada vez más difícil salir. Condicionan y oprimen
la libertad de pensamiento y sentimientos.
Algunos se dan cuenta, pero
el ruido de la sociedad, de los medios de comunicación y el entorno, oprimen y condicionan. Producen, se quiera o no, un exoesqueleto del que a la
persona, le es más difícil salir. Lo adormecen, lo hacen dócil, y fácilmente
manipulable.
Cierto que en las aulas se
enseñan conocimientos, pero en la sociedad hay menos educación y, en general,
menos respeto. Hay una quiebra ética. Aunque parece democracia, no es más que
imposición ideológica y partidista. Perdidos los valores, solo hay interés.
Defensa retórica de caprichos de los centros de poder y del dinero. Y la
corrupción es eso.
Necesitamos salir de ese
caparazón para progresar en lo personal y en lo social. Con el caparazón ideológico
del sectarismo y el fantasma del miedo, se tiene votantes cautivos y los sacan
a pasear cuando les conviene.
El bloqueo al que ha sido
sometido España, por la cerrazón ideológica es elocuente. La degradación de la
sociedad, puesta de manifiesto en el propio Parlamento, han obligado a
denunciarlo y a que se intente rectificar y romper los moldes ideológicos y
partidistas. Ahora y mañana, gobierne
quien gobierne. “El camino de la reconciliación, el de la paz y el perdón; el
camino de la desaparición para siempre del odio, de la violencia y de la
imposición”. Ese camino y esa aptitud, debe servir para hablar, negociar,
pactar y pensar en el bien de España y de todos.
El Rey en la apertura de la
nueva Legislatura, recordó la compleja situación de bloqueo político que ha
vivido España, y que ha provocado “inquietud y malestar en la sociedad,
desencanto y distanciamiento de nuestra vida política en muchos ciudadanos y
preocupación en nuestros socios y aliados”.
Y en lo personal, hay que
hacerse también conscientes del espíritu.
Somos espíritus encarnados en un cuerpo. Antes o después tendremos que ir dejando este "coche", que
llevamos y nos lleva, como un caparazón. Es necesario para progresar y pasar a
un estado nuevo, o como dicen algunos, para entrar en otra dimensión. Es
posible que haya que "cambiar de coche". De hecho hoy se escribe de
"vidas pasadas y futuras" y por lo tanto de "muchos cuerpos y
una misma alma". Todas las capas,
caparazones, armaduras, o pátinas se romperán y toda la vida quedará al
descubierto y a la luz, sin paraguas ni casco protector.
El Caballero de la armadura
oxidada es una experiencia que expande la mente. Revela que después de
luchar en mil batallas, se puede quedar prisionero en la armadura, si no sabe cómo
acabar con ella.
Algunos solo perciben lo que
palpan o sienten de manera sensorial. Pero hay algo que transciende. Las
preguntas se abren paso en el plano de la consciencia. El más allá no es un
juego, ni una pregunta que podemos ir dejando para mañana. Cuando el esqueleto
actual y lo que sostiene, se niegue a seguir, en la nueva vida, habrá llegado
el momento. La transformación se produce y hay que ser conscientes y aceptarla.
Tenemos que tomar conciencia de
lo que somos y ser felices. Tener un motivo para
existir, es algo que confiere satisfacción, felicidad y significado a la vida.
Da paz y esperanza.
Antes o después vamos a
desencarnar, dejar lo que llamamos cuerpo físico, para entrar en otra
dimensión. La vida es única y la forma de vivirla nos afecta y repercute en los
que nos rodean. El progreso es tomar conciencia de que todo efecto tuvo o tiene
su causa. Somos actores libres y
responsables. Ese es el precio de la grandeza de ser hombres y ser libres.Pero eso sí, la vida no se acaba y la consciencia sigue. ¡Nadie se muere!
PUBLICADO EN
ESPERANDO LA LUZ 19-11-2016
http://belmontajo.blogspot.com.es/2016/11/abandonar-los-exoesqueletos-para.html
EL HERAALDO DEL HENARES 20-11-2016
http://www.elheraldodelhenares.com/pag/noticia.php?cual=32658
CIVICA 20-11-2016
http://www.investigadoresyprofesionales.org/drupal/content/abandonar-los-exoesqueletos-para-progresar
Hola José Manuel, leí dos veces tú texto, es lo más profundo, bello, sencillo y real.Es como el caballero de la armadura de hierro que leí hacen años. Que razón tienes en todo.Hay que mutar en todos los aspectos...y hacernos libres y hacer libres a la sociedad.Gracias amigo.Feliz domingo!!.Marinita.
ResponderEliminarHola Marinita:
EliminarAlguien más me ha dicho que había leído dos veces el texto. Espero que sea por placer y no por que sea difícil entender.
Esos seres tan pequeños, que a veces no valoramos, en lo que son y lo que hacen... están ahí por alguna razón y pueden enseñar y lo hacen. En este caso es con la muda, pero también con su energía para cambiar y exponerse sin miedo y crecer y progresar. Además lo tienen que hacer algunos, varias veces.
¡Todo enseña a quien con humildad quiere aprender!
Un fuerte abrazo y Feliz semana.
José Manuel