Cuando los genios nos dejan
algo de su arte, invitan a pensar. No importa ni el siglo, ni la modalidad en
que se expresan. Da igual que sea verano o Navidad. Son capaces de captar o
interpretar lo que la mayoría no ve o no puede ver, aunque esté ante sus ojos.
Ellos, dotan a su obra de un
carácter simbólico lleno de significados y de relaciones implícitas entre lo
lejano y lo cercano, lo profundo y lo sublime, lo material y lo sobrenatural.
Es como si en lo tangible se
sobrepusieran dos planos, o una vida con varias dimensiones, que no se excluyen
porque son complementarias.
En estos días, las fotos de los
pintores de la Navidad han viajado a millones de una parte a otra del mundo, por
correo, por el wasap llevando deseos de paz y felicidad.
Dioramas
de belenistas y Belenes propiamente dichos han encontrado un rincón en
el mar, la montaña, la arena de la playa, las plazas de los pueblos, y por supuesto en hogares
y templos.
Las ciudades de todo el mundo han
sido engalanadas, con un derroche de imaginación para atraer a visitantes y
potenciales compradores en sus comercios y puestos navideños. Los miedos y
temores las han hecho reforzar su seguridad por el bien de todos.
Cada niño que nace es una fiesta.
Sin embargo hoy, importa más la fiesta
que el Niño.
Cada día hay más personas que no les
gusta la Navidad. Están estresadas desde principios de diciembre hasta que
vuelven a la rutina después de Reyes. Tal vez han sucumbido a los reclamos del
comercio, el agobio de las cenas extraordinarias y el capricho de los hijos.
Para un pensador, Navidad no es un
tiempo perdido filosófica ni teológicamente. Las luces, el consumo, las
felicitaciones e incluso las reproducciones del "Portal" y el estrés
de las familias para hacer felices a los suyos, o a la familia que llega y se
reúne en estas fechas, pueden dejar indiferente porque eso no es la Navidad.
Las Cabalgatas y los Reyes, tampoco. Ni los adornos, luces de colores y música.
Todo lo superficial puede ocultar lo esencial.
Hay mucho de farsa en todo lo que se
ha montado. La genialidad es que alguien lo descubra y lo grite.
¿Qué relación puede haber entre Calderón
de la Barca, Mérida, la Navidad y Charles Chaplin?
Gracias al ingenio de Jesús Díaz, un
artista de Guadalajara, quedé admirado y desconcertado. Descubrí su obra por casualidad.
Para quien no sea español, o no conozca la historia de España, aclaro
que Pedro Calderón de la Barca es un gran escritor del siglo XVII, autor de obras
emblemáticas, como "La vida es sueño"
o "El gran teatro del mundo".
Sabemos que el teatro Romano de Mérida, (Extremadura) es el lugar donde cada año se viene celebrando
un Festival Internacional de Teatro Clásico.
Que lo que llamamos Navidad, es el nacimiento de un niño, que es hijo de
Dios encarnado en María y nació en Belén de Judea, según las profecías y consta
en las Escrituras.
Y también todo el mundo sabe que Chaplin, es
el inmortal genio, que con sus
actuaciones ha hecho reír y pensar a grandes y pequeños.
El artista alcarreño, ha trabajado mucho y bien para realizar a
escala el Teatro Romano de Mérida, y
colocar ahí el "Misterio de Belén", y los personajes que intervienen,
según las Escrituras y la Tradición.
Ha interpretado que la vida es una
representación y los hombres son los actores que "interpretan" su
papel en el espacio escénico concreto, que es el Mundo.
El autor alcarreño da un paso más, y al meter
el Nacimiento en el escenario más internacionalmente famoso de España, realiza
una reconstrucción simbólica, para indicar que Jesús, el Niño recién nacido, ha
querido hacerse hombre para representar su papel junto a los demás actores. No
uno más. Único e irrepetible.
Como se decía en una obra de
Quevedo que algunos señalan como fuente de la inspiración de la obra de Calderón:
"Acuérdate que Dios, de esta comedia
de argumento tan grande y tan difuso,
es autor, que la hizo y la compuso.
Al que dio vida breve
solo le tocó hacerle como debe".
Son muchos los papeles y variados. Los actores distintos, escogidos o elegidos cada uno para representar el suyo.
"Si te mandó que hicieses
la persona de un pobre o un esclavo,
de un rey o de un tullido,
haz el papel que Dios te ha repartido;
hacer con perfección el personaje,
en obras, en acciones, en lenguaje".
La representación de cada uno,
comienza en la cuna. No importa que sea
regia o se encuentre en una casa normal, en un pesebre o una gruta.
En el auto teatral de Calderón, hay dos puertas, una de entrada a escena: la
cuna; y otra de salida: la sepultura. De una puerta a otra, el tiempo de la
representación de cada uno, que coincide con su edad. El tiempo pasa por todos,
el que sea. El tiempo escénico es la vida.
"La
representación o mucha o poca
solo al autor de la comedia toca".
Los actores, representarán su papel en el espacio escénico,
total: el Mundo. Nadie es ajeno a los
demás. De ahí que los diálogos sean una reflexión sobre la vida del ser humano.
Por eso, el artista alcarreño, toma las palabras del actor británico para encuadrar
su obra, como hizo Don Pedro Calderón de la Barca, con "signos
verbales" literarios y "signos
no-verbales" teatro-escenario-acción. Cada cual, en su lugar, viste y
actúa de forma acorde con su época.
Este es, textualmente, el
encabezamiento del texto que encuadra el Belén de Jesús Díaz: "La vida es
una obra de teatro que no permite ensayos... por eso ríe, canta, baila, llora y
vive intensamente cada momento de tu vida...antes que el telón baje y la obra
termine sin aplausos".
Con la Navidad metida en el
espacio escénico de un teatro que ha traspasado los siglos, intenta que
realicemos la tarea más bella: reflexionar sobre el propio origen y volver a
ser un poco niños, llenos de ilusión.
Pero además, el Nacimiento de
Jesús de Nazaret como principio histórico de un mundo nuevo: la
"Redención". "Nos ha nacido un Salvador". Para quien tiene fe, una fuente de alegría, de
paz hermandad y esperanza.
Y, por fin, claro está, haciendo
lo que de cada uno se espera: progresar, sin pisar, según el trasfondo ético
religioso de la Navidad: "Sube... haz de los obstáculos, escalones para lo
que quieres alcanzar. Pero no te olvides de aquellos que no consiguieron subir
en la escalera de la vida" (Charles Chaplin).
El encuadre del artista de
Guadalajara no es superficial. Es un monumento ambicioso y original que reúne historia
y teatro; filosofía y ética; pero sobre todo, vida y fe. Me parece. ¿Usted qué opina? En el fondo, está ahí, también para usted.
PUBLICADO EN
ESPERANDO LA LUZ: 06-01-2017
http://belmontajo.blogspot.com.es/2017/01/el-teatro-no-baja-el-telon-en-navidad.html
EL HERALDO DEL HENARES: 06-01-2017
http://www.elheraldodelhenares.com/pag/noticia.php?cual=33168
CIVICA: 11-01-2017
http://www.investigadoresyprofesionales.org/drupal/content/el-teatro-no-baja-el-tel%C3%B3n-en-navidad
Una obra de arte impresionante, un artista. Feliz Epifanía
ResponderEliminarGracias, ProVidaVLugo:
EliminarSinceramente que Jesús es un artista, y tiene ideas geniales que hablan tanto a creyentes como a no creyentes. ¿No era eso la Epifanía?
Un abrazo, y feliz 2017.
José Mamnuel
Querido José Manuel, muchas gracias por tú texto.
ResponderEliminarEs la primera vez que veo un escenario navideño tan original y bello, el autor plasmó la mayor representación de lo cotidiano, la vida, la fe y el arte.
Cada personaje representa su papel como cada persona lo hacemos en la vida.
Yo también escuché a algunas personas que deseaban que pasase cuanto antes estas fiestas...
Para los que tenemos fe, es un momento especial que deseamos compartir con alegría y esperanza con los seres queridos.
También compruebo a medida que crezco que la vida es un soplo y está llena de buenos y malos recuerdos, de alegrías y tristezas, se sigue caminando con ilusión y dando en cada momento lo mejor de uno mismo.
Un fuerte abrazo.Marinita PF.
Hola Marinita:
EliminarMuchas gracias por compartir tu gusto y tu experiencia con nosotros.
Es verdad, que el escenario que ha imaginado el artista alcarreño es muy original, y su texto ayuda a la comprensión.
La vida ofrece variedad y momentos de alegría y tristeza, lo importante es que cada día ofrezcamos lo mejor de nosotros, sin dar mucha importancia a lo negativo ni a lo positivo. Lo verdaderamente importante es la vida misma, que como dices, es muy breve.
Un fuerte abrazo, y que tú y los tuyos tengáis un año lleno de bendición, con todo lo mejor.
José Manuel
Hola José Manuel:
ResponderEliminarMe ha gustado mucho tu artículo, por diversas razones. Por descubrir el sentido de lo que es la Navidad y expresarlo con meridiana claridad. Segundo, porque no he visto ningún otro comentario sobre el marco incomparable que escogió su autor para enmarcar su idea. Tercero, porque creo que no ha sido valorado, ni dado a conocer, ni visitado como se merecía. Así que pocos se han dado cuenta de esa magnífica obra expuesta en la Iglesia de Santiago de Guadalajara. Si algunos, por fin la conocen, gracias a ti creo que eso habla mucho y bien de tu sensibilidad. Cuarto, no ha entrado en ningún concurso y por ello no se va a llevar ningún premio, pero gracias a ti , el artista de Guadalajara ha tenido su reconocimiento, en tu Blog y en los medios que lo has publicado.
Es una pena que haya artistas y obras que están entre nosotros y merecerían un poco más de apoyo público, para que la sociedad los aprecie.
Muchas gracias y un abrazo.
Ángel
Hola Ángel:
EliminarMuchas gracias por tu comentario.
Cada ciudadano es libre de visitar y apreciar lo que le parece. Si coincido contigo, en que Jesús es un artista, lo demuestra cada año y no tiene más que el reconocimiento anónimo de los ciudadanos, y muy poco interés por las instituciones. Pero...el miedo es libre. Quiero decir que las instituciones ahora, son muy plurales y para inclinarse a promocionar o premiar a alguien fuera de concurso... tienen que andarse con tiento, y a veces prefieren mirar hacia otro lado.
Me alegra que en muchas cosas tu apreciación coincida con mi artículo.
Un abrazo,
José Manuel