La carretera y el camino han sido trágicos,
no por la misma razón, aunque las consecuencias finales fueron las mismas. En
la carretera, los accidentes han dejado
ese balance de muerte. La segunda cifra no es accidental. Los números de la
carretera son visibles y tienen nombre y apellidos; los otros, en camino, son invisibles,
innombrables e indecibles. Les echaron antes de nacer. ¡Que no se sepa quiénes
son, ni que se hable de ellos!
Los primeros iban en el coche, pero
no eran el coche. Los segundos iban en vientre de su madre, pero no eran su cuerpo.
Los primeros son "casuales", accidentales. Los segundos, "la
primera causa de de mortalidad no natural", en España.
Por 1.160 quieren endurecer la ley
de circulación o revisar el carnet por puntos, para que haya menos muertos en
las carreteras. La sociedad hace campañas para prevenir y minorar esas cifras.
El gobierno por su parte, los heridos y empresas suman iniciativas, como
"Ponle freno". Una carrera anual con miles de participantes tiene
como objetivo que en 2020 sean CERO los fallecimientos en carretera.
Sin embargo por 94.188 fallecidos,
se ha intentado que "la cifra" y la realidad pase inadvertida. Ni el gobierno ni la
sociedad quieren asumirlo. La ministra de Sanidad ha dado la cifra el último
viernes del año a las dos y media de la tarde, víspera de Nochevieja, cuando ya
la gente viaja. La " noticia" quedará sepultada por la parafernalia
del cotillón y los excesos del año nuevo, porque al día siguiente, no hay periódicos. Cuando se vuelva a la
normalidad y al trabajo el día 9, la gente estará ya en otra cosa.
Tan solo un pequeño grupo de personas
de una asociación Pro-Vida se
manifestaron ante las puertas del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad.
Pretendían denunciar "las palabas de la ministra Dolors Montserrat: que ha
dicho que no va a cambiar "ni un ápice" la posición del PP sobre el
aborto pese a los 94.188 bebés muertos " (G. Joya).
No estamos acostumbrados a que los
números sean más elocuentes que las palabras, aunque sean terribles. Lo son. Se
empeñan que el número pase como una simple anécdota, como "un apunte
contable" en la estadística del INE, como si "nada". Los
políticos y los directamente implicados pretenden que la sociedad ignore -un
año más- lo sucedido con el aborto. Pretenden que se mantenga, en la sociedad,
el caldo de cultivo de la ignorancia, el miedo y la falta de apoyos económicos.
¿Alguien se imagina que al
finalizar 2016, los habitantes de una de estas ciudades, con igual o parecido
número de habitantes, como Lugo, Girona/Gerona, San Fernando, Santiago de Compostela, Cáceres, Guadalajara, Toledo,
Pontevedra, Palencia, Ciudad Real, Cuenca, Segovia o Huesca- hubieran desaparecido del mapa? ¿Se tomaría
alguna medida, se haría alguna manifestación? ¿Se cambiaría la ley?
Sean clarividentes por un momento. Si 94.188
equivalen no a los alumnos de una clase, ni siquiera un colegio entero, sino a
toda una ciudad, y se la hace desaparecer de forma voluntaria...interiorice y sienta
el escalofrío si su hijo/a viviera en
ella.
Además, según los datos del INE, la población española ha caído en crecimiento
vegetativo negativo. Con lo que habría que fomentar la natalidad, ¿ no? De ahí
que para la citada portavoz de HO "Es una vergüenza que el Ministerio de
Sanidad intente que pasen desapercibidas las cifras de muertes por aborto
publicadas en su web en el último minuto laboral del año, a diferencia de otros
datos que saca a la luz a bombo y platillo, con nota y comparecencia de prensa,
llenándose la boca de orgullo. Si se avergüenza el Gobierno de los miles de
niños abortados en España debería hacer algo para que bajaran de una manera
drástica". Y lo primero...informarse y no mentir.
¿Se puede seguir otro año sin tomar conciencia
de la cifra, ni hacer nada?
1) No son números. Las víctimas, en la carretera, en cualquier guerra
o "en camino" nunca son números, aunque se las pueda contabilizar.
Son personas humanas, como nosotros. Esa es la realidad y los hechos. El dato oficial: 94.188 son la mayor tragedia
de fallecimientos "no naturales".
Si nada cambia, si nadie cambia,
si el Tribunal Constitucional sigue también sin pronunciarse, van a seguir -un
año más- los números. Se rondarán las cien mil víctimas a finales de 2017. Comparativamente,
otra ciudad será borrada del mapa. ¿Cuántas van desde 2010 que se aprobó el
aborto libre? ¿Por qué no hacer
posible que algo cambie y -ellos, los concebidos y nosotros- podamos seguir
juntos en camino?
2) La violencia contra los inocentes nunca puede ser normal. Puede ser
legal, pero su muerte violenta, no es justa. Ninguna lo es. Mejor comprobar que
mientras el amor es vida y da vida, la ignorancia y el odio aniquilan. El amor
abre el corazón a la comprensión, la
empatía y el perdón. La violencia, todo lo contrario.
Lo más básico en la
convivencia debe ser el respeto. "Ellos", en la carretera o en camino,
también tienen derechos. La falta de respeto nunca es amor. Puede ser una
injusticia y acabar en violencia, que padecen los seres más inocentes e
indefensos. ¿Cómo que nadie es responsable? ¿Cómo que no se puede hacer que los
gobiernos ayuden a las madres, para que puedan serlo, si es un bien social? ¿Cómo
que una ley no se puede cambiar para amparar la vida, si hasta la Constitución
se puede cambiar?
Los interesados directos, los políticos y gobiernos, jueces y ciudadanos, aquí, o en cualquier lugar del
mundo, ¿no son responsables de nada? "Somos tan culpables de lo que hace
un político español como el propio político. ¿No nos representan? ¡Pues claro
que nos representan! Igual a ti no pero sí al sentir general, a la mediocre
catadura moral que a veces los españoles tenemos frente a los grandes desafíos.
Ese oportunismo, esa vileza de los políticos es nuestra también", (Pérez
Reverte, hace unos días en una entrevista a la periodista Marta
Caballero).
Pertenecer a un partido,
pertenecer a un gobierno, o ser el presidente de una nación elegido por los
votos de la mayoría, no da derecho a hacer lo que le dé la gana o saltarse los
derechos humanos o los principios éticos de convivencia. Lo ha dicho, alto y claro y para todo el
mundo, Meryl Streep: “La falta de respeto incita a más faltas de respeto. La
violencia, a más violencia”.
El eminente pensador Bertrand Russell, había
dicho que tenemos que aprender a respetarnos y tolerarnos. Primero en familia y
luego en la calle. Ese mínimo ético es absolutamente vital para la continuidad
de la vida humana en este Planeta. No quedan muchos avisadores que inviten a
vivir y dejar vivir.
3) La paz empieza en el respeto a
la vida.
El
3 de febrero de 1994 la Madre Teresa de Calcuta dijo en Washington: “La amenaza
más grande que sufre la paz hoy en día es el aborto, porque el aborto es hacer
la guerra al niño, al niño inocente que muere a manos de su propia madre. Si
aceptamos que una madre pueda matar a su propio hijo, ¿cómo podremos decir a
otros que no se maten? ¿Cómo persuadir a una mujer de que no se practique un
aborto? Como siempre, hay que hacerlo con amor y recordar que amar significa
dar hasta que duela”.
Acostumbrarse a una
vida en paz, en familia, con amor y sin egoísmos, en libertad y respeto al
otro, es esencial, si se quiere erradicar la violencia y parar los atentados y
las guerras.
La Paz está amenazada. El Planeta ha
vivido la Navidad pasada, pendiente de la amenaza terrorista. La vida está
amenazada. 94.188 inocentes en camino en España, lo demuestran. Y cada nación
tiene los suyos que sumar a esa tremenda realidad.
Cada año el día primero del año,
se conmemora la Jornada Mundial de la Paz. Este año su lema: "La no
violencia: un estilo de política para la paz". Sería más justo decir: "La no violencia, un estilo de vida para la paz", porque... no es solo para políticos.
Desde Roma, el Papa hizo un llamamiento ese
día a las madres, y a la maternidad
"como antídoto del egoísmo". Porque, dijo: “una sociedad sin madres
sería una sociedad sin piedad que ha dejado lugar sólo al cálculo y a la
especulación. Porque las madres, incluso en los peores momentos, saben dar
testimonio de la ternura, de la entrega incondicional, de la fuerza y de la
esperanza”.
La
ideología y el terror saben, como dice Pérez Reverte que "Occidente y Europa...son viejos, cobardes, caducos y no se
atreven a defenderse". Hay 94.188
razones vitales para denunciar su desaparición injusticia y rebelarse contra la
acción que se comete en perjuicio de esos
inocentes.
56.3 millones de
abortos anuales , en el Mundo, en el periodo de tiempo entre 2010 y
2014 debería ser un aldabonazo para la conciencia moral de cada uno.
Cada es vida un regalo que nunca
valoraremos y agradeceremos suficientemente. La vida. se salta las
previsiones, las barreras y las leyes. Nunca, por la ley se puede acabar con la
vida. La consciencia es anterior a la ley. Se debe recordar que la vida cambia,
pero no se acaba. Los que se han ido nos esperan.
PUBLICADO EN
ESPERANDO LA LUZ:
14-01-2016
http://belmontajo.blogspot.com.es/2017/01/en-carretera-1160-en-camino-94188.html
EL HERALDO DEL HENARES :
14-01-2016
http://www.elheraldodelhenares.com/pag/noticia.php?cual=33235
CiViCa 16-01-2017
http://www.investigadoresyprofesionales.org/drupal/content/en-carretera-1160-en-camino-94188
Gracias José Manuel, por tu encendida defensa de la vida en gestación.
ResponderEliminarMás que leyes que la defiendan, que ya no tienen aplicación posible, salvo con una imposición, que la sociedad (mayoría) no acepta, hemos de dirigir nuestra defensa de la vida no nacida, a ayudar, dar cobijo a las madres que determinan liquidarla.
Luchar contra los miedos, la incultura, la miseria que se enquista en grupos sociales, incapaces de de hacer frente y luchar por esas vidas.
Hay que defender la vida en los primeros estadios ayudando a las madres. Sí. Proporcionar medios y defensa moral y social a la mujer, es el camino y parte de la solución.
Que el Señor y Dios de la Vida, Espíritu Santo, ilumine a aquellos que disponen de medios y voluntad para mitigar el dolor humano de tal genocidios.
Alberto
Hola Alberto:
EliminarEs verdad que hay mucho que hacer, contra los miedos, la incultura, la apatía y la miseria cobarde. Pero no es menos verdad que, muchos niños son eliminados,sin causa que lo justifique, por esa ley inicua del aborto libre, que no iba en el programa del partido que la promovió y aprobó y que el partido que después prometió derogar si ganaba, y ganó, no se atrevió a modificar. Una ley contra la vida de esos inocentes, burlando a los ciudadanos, que deja 300 niños menos cada día.
Hay que apoyar a las madres, desde el principio, con información y medios económicos. También a las niñas embarazadas. También los padres apoyando a sus niñas de 14, 15 y 16 años, sabiendo que la mayoría de los médicos, solo les ofrecen el aborto libre, y el estado paga.
Hay mucho dolor que no sale a la luz, por la tragedia del aborto y por haber abortado y el SPA síndrome post aborto, del que no quieren hablar.
Ojalá el Dios del Amor y de la Vida, ayude como tu dices, en ese genocidio.
Gracias, y un fuerte abrazo.
José Manuel
Hola José Manuel:
ResponderEliminarRazones de peso y bien expuesto.
Casi 100.000, cifra a la que quieren aspirar esas ciudades que citas. Y muy explicativo también el Vídeo.
Gracias, un abrazo,
Julia M.
Hola Julia:
EliminarBusqué en Google ciudades españolas cercanas a los cien mil habitantes, según el I.N.E y me salieron esas, a parte de otras poblaciones menos conocidas.
Gracias por estar ahí y por tu comentario.
Un abrazo y buen fin de semana,
José Manuel
Estimado Jose Manuel; Buenisimo comentario y video. ¿No nos mueve ni un ápice los 94.188 inocentes? un abrazo, Frank W.
ResponderEliminarHola amigo Frank:
EliminarDesde nuestras andanzas y trabajo conjunto en FARCOSALUD, no había vuelto a saber de ti, por eso tu comentario me ha alegrado, sobre todo por traerme tu sensibilidad y tu amistad.
Muchas gracias, y un fuerte abrazo,
José Manuel.