Dicen los científicos que en
nuestro sistema solar, la Tierra y Marte son los únicos planetas rocosos.
Aunque vista desde el espacio, la Tierra parece un planeta líquido. De hecho si
se analizara la superficie del planeta, tendríamos que el 71% es agua, frente
al 29% que sería la masa continental.
Pero si se juntara ese 71% de
agua y se incluyera el agua dulce de
ríos, lagos, y la masa de agua helada, apenas representaría un 0,02% de la masa
total del planeta. El agua
representaría un volumen de 1.386 millones de kilómetros cúbicos. Y es la base
de la vida y el alimento.
Ese inmenso vaso terráqueo, contiene el principio
de vida. Sin embargo el agua no tiene en
todas partes la misma temperatura. El calentamiento oceánico afecta en
particular a las aguas superficiales más cálidas, donde empieza el milagro de
la vida. El encuentro entre la luz y el agua necesita la clorofila del
fitoplancton marino para la fotosíntesis. Ese verdor es el que sustenta toda la
"cadena trófica". Es decir, ahí se produce el proceso de
transferencia de energía alimenticia a través de una serie de organismos, en el
que cada uno se alimenta del precedente y es alimento del siguiente.
Según un estudio publicado en Science Advance, el calentamiento de esa
capa no ha cesado desde los 80 y la producción de clorofila y la capa de plancton
tampoco ha cesado de disminuir. Además, tanto las aguas superficiales como las
profundas contienen un elemento contaminante que lo daña todo: el plástico.
Alguien ha dividido la historia de
la Humanidad en Edad de Piedra, Edad de los Metales y la Edad del Plástico, en
la que nos encontramos.
Sigue siendo verdad que una
imagen vale más que 1000 palabras. El fotógrafo tinerfeño Francis Pérez,
que ha ganado hace unos días el premio World Press Photo en la
categoría de Naturaleza con una instantánea de una tortuga
boba tomada en su isla, ha agradecido el respaldo que ha recibido su “foto
denuncia”. Las redes abandonadas son un peligro.
“Espero que enseñemos esta fotografía en
grandes dimensiones porque muestra el problema del impacto del ser humano en la
vida marina”, dijo en Amsterdam a Efe el director de World Presss Photo, Lars
Boering, sobre la foto de Francis Pérez.
Los plásticos son útiles y
poco costosos. Al ser desechados y arrojados al vertedero, mal reciclados, se
degradan y dispersan por tierras y campos pero acaban en el mar. La
fragmentación y dispersión global del plástico en el medio ambiente comienza en
seguida. En partículas cada vez más pequeñas, puede ser transportado a grandes
distancias por el viento y los ríos.
Se calcula que cada año,
cerca de 14 millones de toneladas métricas de plástico terminan en el océano. Aves,
animales y peces entran en contacto con el plástico. Se convierte, unas veces,
en trampas en las que quedan atrapados y otras, ingeridos accidentalmente, termina
en su vientre. Pueden morir, pues su estómago no está preparado para digerirlo.
Los albatros son particularmente vulnerables porque se alimentan de
huevos de peces voladores, que están pegados a objetos flotantes que en la
actualidad son mayormente trozos de plástico.
Las tortugas suelen ser víctimas de las bolsas o estructuras de plástico,
porque, cuando están bajo el agua, son muy fáciles de confundir con medusas.
El plástico absorbe las toxinas del
agua. Aunque sea en pequeñas partículas, siguen siendo no biodegradables y tóxicas. Los seres microscópicos que componen
el plancton marino comen microplásticos, al igual que animales
filtrantes como los mejillones. Y de una forma u otra, más de 300 especies de animales, peces
y aves, lo ingieren, y a su vez terminan en el estómago de los seres humanos.
"La ciencia apenas está
comenzando a estudiar este fenómeno, y poco se sabe de su impacto en la salud
de los animales y las persona".
Se calcula que al ritmo
actual, en una década, habrá un kilo de plástico por cada 3 de pescado. Lo que
no es de extrañar si -en el mar- por
cada milla cuadrada hay 100 millones de toneladas de plástico (contando los
fragmentos en suspensión de menos de 4mm),
que tienen la propiedad de atraer componentes aceitosos (hidrofóbicos)
del agua de mar.
Incluso las playas de todo el
mundo, incluida la Antártida están contaminadas y el plástico( además del
visible a simple vista) compite con la arena. Ya se están formando playas de
plástico, como Kamilo Beach, al sur de Hawaii. No se habla de esta contaminación en las playas, mientras... se reparten
banderas de limpieza.
Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud y la UNEP han declarado
conjuntamente que la disrupción endocrina (uno de los efectos del plástico) es
una crisis global. Por eso un grupo de 10 científicos ha solicitado
que los gobiernos declaren el plástico como residuo peligroso.
Si no se hace algo y pronto,
nuestros hijos y nietos no conocerán un mar sin plástico. Y de todos modos, se
halla en toda la columna de agua e incluso en el sedimento, del fondo.
El proyecto de un joven para salvar los mares.
Como el mar está en movimiento
y hay poderosas corrientes, cualquier intento de limpiar el plástico del mar,
parece condenado al fracaso. Hasta ahora es un desafío casi imposible para
todos y poco más se ha hecho que, recomendar el reciclaje.
Se calcula que de las 288 millones
de toneladas que se producen al año, el 10% van a parar a los océanos. La
mayoría -el 80%- viene de los desechos que se producen en tierra y de ahí
llegan a los ríos o al viento, hasta que
finalmente alcanzan el mar.
Se sabe -como dato previo, que las
corrientes marinas arrastran los plásticos, y que se congregan en cinco
sistemas conocidos como remolinos, en los principales océanos. El más famoso es
"Gran mancha de basura del Pacífico", localizado entre Hawái y
California.
Boyan Slat, tiene 22 años, natural de Delft en Holanda y desde que
descubrió buceando en Grecia la suciedad del mar :"Vi más bolsas plásticas
que peces", tiene un propósito y una obsesión: limpiarlo. Este estudiante
de Ingeniería Aeronáutica decidió centrar sus esfuerzos y su talento en el
diseño de un proyecto que beneficiará a toda la humanidad.
Al preguntarse "¿por qué en
vez de tratar de perseguir los desechos no aprovechamos las fuerzas de las
corrientes y hacemos que vengan hacia nosotros?" buscó la solución.
Desarrolló la idea en un
proyecto científico escolar: aprovechar el movimiento para encerrar la basura
flotante para poderla sacar. El plástico se movería a lo largo de unas barreras
hacia una plataforma, desde donde se le podría extraer fácilmente.
Con 17 años, presentó su
innovador proyecto -en 2012- para limpiar
los océanos. Ha perfeccionado el invento y fundado una ONG cuyo nombre
es Ocean Cleannup (Limpiar el
Océano). Publicó una charla en YouTube, que no suscitó entonces mucho interés.
Para ello intenta aprovechar la innovación tecnológica y eliminar el
plástico que flota en el mar a cualquier profundidad y servirse de las
corrientes marinas. Su idea es crear
grandes barreras flotantes en forma de V de hasta 100km de longitud. Estarían
ancladas al fondo o hasta 4.000 metros de profundidad. Así capturarían los
residuos de plástico que las corrientes empujarían hacia el centro de la V. Ahí
se almacenarían en torres flotantes. Y luego recogidas por barcos que las
trasladarían a plantas de reciclaje en tierra.
En 2013 comenzó a
recibir respuestas de todo el mundo a su charla. Recibió miles de e-mails y
cientos de peticiones de medios de comunicación además de ofertas económicas.
Ciertamente también le llovieron críticas de ingeniería y oceanografía y le
dijeron que eso no iba a funcionar, porque el océano destruye todo, antes o
después. "Creo que es una tontería concentrarse en metodologías para sacar
el plástico de los océanos cuando en realidad deberíamos evitar que lleguen
hasta allí", dice Richard Thompson, de la Universidad de Plymouth.
Para hacer frente a las
críticas, Slat elaboró un informe de viabilidad de 530 páginas en 2014. Su
investigación, que realizó de forma conjunta con más de 70 ingenieros y
científicos, está basada en pruebas extensas y modelos de simulación por
computadora.
En 2015 el proyecto Ocean Cleannup se alzó como uno de los 25 mejores inventos, según
la revista Time. Además, al Gobierno
holandés le pareció interesante y útil. Donó 500.000 euros para ayudar a su
financiación. El coste del proyecto es
enorme, pero por algo comenzaba, y señalaba el camino. De hecho Slat fue el ganador más joven del premio global de medioambiente de Naciones
Unidas. Le ha sido concedido también
el premio Campeones de la Tierra.
En 2016 probó a pequeña escala, en el Mar del
Norte, un prototipo de su proyecto.
Slat dedica casi 15 horas diarias a su Ocean Cleanup, aunque afirma que el dinero no le importa ya que lo
que quiere es que su sueño se convierta en realidad.
El y su equipo plurinacional
siguen trabajando incansablemente en su planta de Delft, la ciudad del corazón
azul. El dinero para el proyecto ha venido de empresas y particulares. El
proyecto le absorbe todo el tiempo. No ha podido terminar su carrera, pero
dirige a su equipo multidisciplinar donde todos se comunican en ingles.
Han realizado mapas para
evaluar la posición exacta de la mayor parte de basura. También han realizado estudios desde el aire que les
permiten ver hasta una profundidad de 80 metros bajo la superficie, para
analizar cuanto plástico puede haber a esa profundidad.
Con 30 barcos de vela en 30
días, recogieron más toneladas de plástico que todo lo recolectado en los
últimos 40 años.
El proyecto promete. Boyan
Slat, acaba de ser nombrado "Europeo
del Año" siendo el ganador número 22 de ese reconocimiento único de
Selecciones Reader´s Digest (febrero).
Y, si todo sale como está
previsto, a partir de 2018 la primera formación de V completa puede estar en el
mar. El equipo de Slat podría
realizar la construcción de las barreras flotantes de la plataforma, bien en el
Atlántico Norte o en el Pacífico Norte.
Como en cualquier invento, no
suelen dar muchas pistas. Si además de Ocean
Cleanup alguien más puede limpiar los mares, mejor que mejor. "Si
quieres hacer algo, tienes que hacerlo lo más pronto posible". Lo
importante es que alguien lo haga y lo antes posible.
Se necesitan fotos y videos
que denuncien y alerten del peligro, y sobre todo proyectos con talento que
demuestren al mundo que lo que parece imposible, no lo es.
PUBLICADO
EN
ESPERANDO
LA LUZ 28-02-2017
http://belmontajo.blogspot.com.es/2017/02/mar-y-plastico-vida-en-peligro.html
EL
HERALDO DEL HENARES 28-02-2017
http://www.elheraldodelhenares.com/pag/noticia.php?cual=33738
CIVICA 06-03-2017
http://www.investigadoresyprofesionales.org/drupal/content/mar-y-pl%C3%A1stico-%C2%BFvida-en-peligro
Hola José Manuel, fantástico y de vital importancia el relato que acabo de leer y la fuerte labor de Slat...
ResponderEliminarAhora me siento todavia con más conciencia al tener más datos científicos...Pondré mayor empeño por mí parte para que mi familia y mis descendientes podamos disfrutar y tener un ecosistema normalizado. Muy valioso tú artículo.Manos a la obra...Un fortísimo abrazo.Marinita PF.
Gracias Marinita:
EliminarTomar conciencia de lo mal que hemos tratado al Planeta y a los océanos es el primer paso para actuar de otra manera.
Es una suerte, que de vez en cuando surjan personas, como Slat, que nos indiquen cómo podemos hacer para no contaminar , o limpiar los ríos, los mares y el aire. La vida de las plantas, animales y la nuestra, está en peligro, pero si se toma conciencia entre todos podemos mejorar.
Un gran abrazo,
José Manuel