Fueron las últimas palabras de Jesús de Nazaret, clavado en la cruz, agonizante, justo en el instante antes de morir: "Todo está consumado, todo está cumplido".
Son importantes, porque son las últimas, las que lo dicen todo, resumen todo y lo encierran todo. Pero además por ser las últimas, antes de partir, del ser más importante que ha pisado la tierra.
En el viernes, lejos de ruidos y tambores, en silencio, alguien busca entender, algo de lo que dijo el moribundo ajusticiado, a las afueras de Jerusalén.
Lejos de las trompetas y tambores de las procesiones, lejos de las saetas, se fue a hablar con el hermano jardinero, al comenzar la primavera en Silos. El jardinero le explicó cómo la secuoya y el ciprés siguen creciendo desde dentro con 135 años. Y lo hacen en silencio. Eso es lo esencial, dijo, para entender algo: el silencio y el interior. Y se fue... porque pronto comenzaban los oficios.
El viajero, se acomodó en un rincón. Le pareció escuchar aquella última palabra: Todo está acabado y perfecto. Todo está decidido y realizado. Todo terminado y logrado. Todo completo y cabal. Todo íntegro y total. Todo finalizado y resuelto. Todo hecho y único. Todo lo programado se ha cumplido. Todo lo anunciado y profetizado está presente. Todo lo empezado concluido. Y todo lo que se buscaba o se pueda buscar está aquí. Todo, por amor en un madero, levantado entre la tierra y el cielo, terminado. Todo perfecto, para siempre. La vida entregada hasta la última gota y el último aliento humano del Dios - hombre, único. Un cuerpo apuntando a los cuatro puntos cardinales, infinitud del infinito. Todo, para siempre, aquí y ahora.
Solo hay que crecer en silencio. Nada está perdido. Todo ha sido alcanzado. Todo es posible. De una forma o de otra, cada uno a su manera. Para todos y por todos, para siempre.
Como no sabía rezar, al ver la Cruz, pensó en el Cristo de la Buena Muerte. "Tú, Rey de las bondades, que mueres por tu bondad, muéstrame con claridad la Verdad de las verdades, que es sobre todo verdad" (Pemán).
"Quiero decirte mil cosas, que no sé cómo decirte". Si está todo consumado y todo dicho..., ¿para qué decirte nada? Mejor será ser consciente y ver. Solo admirar y vivir. Sentir y compartir. Sentirse amado y ... agradecer. Pero...¡No sé rezar!
Pensó, para sus adentros...Hay tantos que intentan salvar y lo empeoran todo, cada día. Tal vez sería mejor no hacer nada, y aceptar que solo hay un Salvador, que lo dio todo y lo ha consumado todo, o todo se acaba en él, o por él. Fue su palabra última. La tuya, claro, Jesús.
No sé por qué, he dejado el camino de peregrino que traía para llegar hasta aquí, y verte clavado, como siempre en esa cruz.
Se estremeció con su pensamiento. Cerró los ojos... para recordar el poema que le vino a la mente. Sin darse cuenta donde estaba, terminó murmurando parte del soneto..."pues aunque lo que espero no esperara,/lo mismo que te quiero te quisiera".
Salió a la calle, envuelto en sus " delirios verticales, mudo ciprés en el fervor de Silos". Iba despacio y pensativo, al caminar por la acera que bordea el histórico muro de la Abadía Benedictina.
PUBLICADO
EN
ESPERANDO
LA LUZ: 15-04-2017
http://belmontajo.blogspot.com.es/2017/04/todo-esta-consumado-todo-esta-cumplido.html
EL
HERALDO DEL HENARES:15-04-2017
https://www.elheraldodelhenares.com/pag/noticia.php?cual=34263
CIVICA 18-04-2017
http://www.investigadoresyprofesionales.org/drupal/content/todo-est%C3%A1-consumado-todo-est%C3%A1-cumplido-jn-1930
Muy entrañable ese interior meditativo.
ResponderEliminarMe gustaría aportar la mía propia.
Siempre me pregunte, aunque lo aceptaba sin entender, esperando, la luz para llegar a el entendimiento.
Casualmente, viendo una conferencia, de un sacerdote, que formó parte de los colaboradores de la película La pasión de Cristo, pude entenderlo. Aquel Dios mio, Dios mio, porqué me has abandonado, que me llenaba de preguntas, como quien era ajusticiado, por decirse ser Dios, preguntaba a Dios, ¿como dudaba de sí mismo? El siempre se dirigía a Dios como Padre. Nunca como Dios. Mio, como lo hacia cualquier judio. Así, pues ese Dios mio porque me has abandonado, cuando un momento antes le decía al buen ladrón, de cierto que hoy estarás conmigo, en el paraíso, lo que hacia era recitar el salmo 21. Para concluir, sus últimas palabras, sobre las últimas de «Todo está cumplido». «PADRE, EN TUS MANOS ENCOMIENFO MI ESPÍRITU»
Comparto enlace de la conferencia del sacerdote, que tuvo lugar en la, sede de Fundación Madrina. In abrazo Emilia:
https://youtu.be/hjkhldKQGoM
Muchas gracias Emilia:
EliminarRealmente,la explicación de ese sacerdote sobre la Pasión y la película de la Pasión es muy acertada, muy oportuna y puede ayudar a comprender lo que Cristo pasó y el realismo de la película.
Hay un entramado de casualidades increíbles pero reales, -se intenta decir lo que hay, cómo pudo ser, y cómo se llevó a filmar, con los actores, ayudantes y demás. La verdad es que, después de escuchar se puede volver a ver y vivir la película de otra manera.
Muchas gracias. Seguro que quien lea tu comentario y ponga el enlace sentirá tal vez de otra manera.
Un fuerte abrazo,
José Manuel
Mil besos. Me ha gustado mucho
ResponderEliminarMC
Muchas gracias MC.
EliminarEse viaje se hizo, saliendo de la ruta del peregrino. Es verdad que la charla con el jardinero del monasterio, tal vez hortelano, tuvo lugar, lo mismo que los datos sobre el ciprés y la secuoya.
También es verdad el recuerdo poético de Pemán, Gerardo Diego y el soneto anónimo: No me mueve señor, para quererte... en el interior de la iglesia de Silos.
Cuando no se sabe orar, el silencio se llena o se rompe, con lo que otros fueron capaces de expresar, porque eran sabios o creyentes o las dos cosas.
Mil gracias.
José Manuel
Sinceramente José Manuel, decirte de corazón que me has emocionado. Gracias amigo. Un fuerte abrazo y buen fin de Semana. @Pepe_Lasala
ResponderEliminarGracias Pepe:
EliminarAcabo de ver tu comentario. Te estaba esperando, pero aún no podido entrar en tu Bloc, aunque he pensado mucho
últimamente, por una semana Santa tan brillante, con tan buen tiempo y tan tristemente accidentada.
Seguro que ni tu trabajo, ni tus sentimientos se han alterado. Sinceramente lo creo así y conociéndote, creo que creo que habrás salido reforzado.
Un fuerte abrazo, y feliz fin de semana.
José Manuel