En octubre de 1959, desde el cosmódromo soviético Baikonur en Kazajstán, fue lanzada al espacio la sonda Lunik (Luna)3, con una película fotográfica. Su misión: fotografiar el lado oculto de la Luna. Calcularon que llegaría a su destino en 2 días.Por entonces, la carrera espacial entre la URSS y los Estados Unidos estaba en auge, con el telón de la guerra fría de fondo. El mismo año habían lanzado el Luna 2 que estrellaron a propósito en la superficie del satélite, con propaganda esparcida en el suelo lunar, para dejar constancia de que habían estado allí.
Los ingenieros soviéticos tenían la presión de ganar la carrera espacial y sabían que su tarea no era fácil. La tecnología había dado un paso importante al lograr poner, por primera vez en la historia, un satélite en órbita, reto que lograron con el Spunik1, en 1957.
Situarse en la cara oculta de la Luna y fotografiarla era problemático porque había que intentar realizar la misión casi automáticamente, sabiendo que la Luna misma se interponía entre la sonda y el equipo de la dirección terrestre.
Al quedar oculta por la luna, cuando la fotocélula detectó superficie iluminada en el visor y encuadrar, comenzó a tomar una secuencia de fotos del lado oculto, mientras la recorría hacia el norte y la gravedad de la Luna hacía que rodease el astro hasta aparecer por la parte norte de la misma y comenzar el regreso.
Hacer la foto de la parte oculta y traerla: una aventura.
Aunque la película fotográfica contenía ya las
imágenes, al atravesar la atmósfera podía quemarse y destruirse ese tesoro
fotográfico.
La solución ideada fue que se hiciese el revelado en
el espacio. La nave Luna 3 iba
provista, además de la cámara, de un cuarto oscuro, diseñado para revelar
imágenes en el espacio y de forma automática. Cuando Luna 3 al salir por el norte de la cara oculta, al restablecerse la
comunicación, pudo comenzar dicha operación modulado en blanco o negro, para
seguidamente enviar los datos a la Tierra por una señal de radio analógica. El
equipo de ingenieros en tierra, con los datos recogidos, despacio, fueron haciendo
posible la obtención de una imagen completa.El 26 de octubre de 1959 finalmente, la URSS
compartió con el mundo su hazaña, de la primera foto del lado oculto de la
luna.
La
tecnología ha avanzado mucho y el 3 de
enero de 2019, la sonda china Chang'e-4
ha enviado a la Tierra, la imagen de la cara oculta de la Luna, 60 años después
de la nave Lunik 3. Es más perfecta y
nítida, gracias a los avances, pero la similitud confirma que las 2 aventuras merecieron
la pena, y son históricas.
La fecha, 26 de octubre, 61 años después, coincide. ¿Hay casualidades? Ahora más que una foto, es una prueba: ¡Hay agua en la Luna! Y en la cara visible, donde teóricamente no debía haberla al estar expuesta al los rayos del Sol. https://youtu.be/Y18NYGlIukM
https://youtu.be/g5z6fZKOtP4?list=TLPQMjkxMDIwMjDxbmvR20ZLLg
Partiendo de que cualquier misión espacial tripulada debe hacer frente al
gran reto de que los astronautas tengan comida y bebida suficiente para
subsistir, el agua es clave. Permitirá
reducir el peso del lanzamiento de la nave, con los suministros si se puede obtener el agua in situ. Paul Hayne cree que este agua podría ser
extraída por los astronautas. Podría ser utilizada como recurso para futuras misiones
y asentamientos permanentes.
"Es increíble que este descubrimiento surgiera de lo que esencialmente era una prueba. Ahora que sabemos que podemos hacerlo, estamos planeando más vuelos para realizar más observaciones". De todos modos, la Agencia quiere aprender todo lo que pueda sobre la presencia de agua en la Luna antes de enviar, bajo el programa Artemisa, a la primera mujer y al próximo hombre a la superficie lunar en 2024 para el salto gigante posterior: la exploración humana de Marte ya en la década de 2030.
No se discute si esta última conquista es relativamente pequeña o no. Baste decir que hemos recuperado la confianza para seguir investigando. ¿Y si no tuviéramos la Luna? Pero la tenemos. La vida de los humanos en la Tierra sería muy diferente.
https://youtu.be/PU08pxwh2gs
Está ahí a 384.400 Km, a 30 Tierras de distancia. Sabiendo cómo están las cosas por aquí, cada vez parece menos imposible y más necesario, dar un paso, como el que se ha logrado, aunque solo es un paso que abre la esperanza de futuro. La gente sigue mirando a la luna, por su atracción y por el poder que tiene sobre la Tierra en las mareas, cosechas, pesca, etc.
¿Es otro paso hacia lo que pronosticaba Hawking? El dijo: "Debemos continuar con nuestros viajes al espacio por el futuro de la Humanidad. No creo que sobrevivamos más de mil años si no escapamos más allá de nuestro frágil planeta".
José Manuel Belmonte
PUBLICADO EN
https://youtu.be/PU08pxwh2gs















