Pedro Sánchez
se ha erigido en "portavoz de toda su generación" al decir
textualmente: "La prioridad política de mi generación, entre otras, será reformar
el Estado y convertirlo
en laico. No significa ir contra la religión. No soy un radical que ponga en
cuestión la creencia de nadie".
Para imponer la laicidad, el cabeza de lista del PSOE, quiere sacar la Religión (como asignatura) de las aulas,
en horario escolar, en todos los centros de enseñanza, tanto públicos como
privados. Además propone modificar el Concordato con la Santa Sede para tener
una educación laica. Y para ello quiere también, derogar la ley LOMCE y
alcanzar una nueva legislación educativa. Concluye que hay que reducir la
religión al ámbito privado, sin manifestaciones públicas.
Cada uno es muy libre de opinar y
decir lo que quiera. Pero ateniéndose a todas sus consecuencias. Ser cabeza de lista de una fuerza política,
no es ser representativo, como dice, de toda "mi generación", ni "sus
prioridades". Puede intentar "atraer
al elector próximo a Podemos, pero es un error mayúsculo que le va a privar de
los votos de amplios sectores de la sociedad española" (V. Prego).
En todo caso, la pretensión presupone una
reforma previa de la Constitución que garantiza a los padres el derecho a que
eduquen a sus hijos conforme a sus convicciones religiosas y morales. No parece
muy acertado comenzar una campaña anunciando "una ley mordaza" contra
el art.27 de la Constitución y contra el art. 18 de los Derechos Humanos, que
ampara a los ciudadanos.
Meterse en tantos charcos al dar el
primer paso, sin tener siquiera aún el programa, es difícilmente comprensible.
Y peor si en el segundo paso, siembra el malestar en sus propias filas con "las
personas que encabezan su lista".
No tengo nada en contra del personaje
y sus traspiés políticos. Paso
totalmente de éste político y de los otros. Este país no necesita más pirómanos
ni llamadas a la violencia revanchista, al anticlericalismo, ni a la desunión.
Es hora, no de religión sino de regeneración. Es de agradecer que Felipe VI,
haya recomendado: "Que nadie construya muros con los sentimientos". No
sólo patrióticos, sino también religiosos.
Con tanta corrupción y tanta manipulación,
cada vez más gente ignora de dónde venimos y quienes somos. Se está
menospreciando la dignidad que nos iguala como personas, que es única,
inviolable y básica para cimentar un Estado y la Comunidad Internacional. Se
han perdido o se olvidan valores fundamentales. Esa amnesia es dañina a nivel
personal, y a nivel político-social se ha convirtiendo en una pérfida
complicidad con la mentira y el fango. Se arrinconaron la ética y la filosofía,
que ayudan a los estudiantes a ser decentes y a pensar por sí mismos, pero...eso
no interesa."El analfabetismo unánime sigue siendo la
gran ambición de la clase dirigente y de la clase política en España"
(Antonio Muñoz Molina).
Y ahora se quiere eliminar "la religión", porque sale gratis y agrada a posibles socios en caso de "pactos".
Y ahora se quiere eliminar "la religión", porque sale gratis y agrada a posibles socios en caso de "pactos".
No hay valentía para asumir que somos
responsables de lo que hacemos. Nos ocultamos tras lo que otros hacen, dicen, o
legislan. Con ello prestamos nuestro apoyo y nuestro concurso a que sea la
justicia y la policía, quien regenere y decida. Olvidamos que la voluntad y el
libre albedrío son la verdadera fuerza que permita salir del hundimiento y de
la complicidad. Estamos llegando a un nivel de saturación de errores y
actitudes, con la forma de vida que soportamos o aceptamos. Son vendas en los
ojos. Parecen querer enterrar la historia, la conciencia y cerrar las puertas
al futuro.
Darse cuenta de eso, sería positivo.
Supondría un abandono de la contaminación ideológica y, un acercamiento desnudo
y humilde a la verdad. Podría ser el inicio de un camino de liberación. Una
muestra de lucidez para salir del autoengaño o autobloqueo emocional.
No es fácil la regeneración; no es
un tema únicamente personal, aunque es imprescindible. Tampoco es un problema
puntual de la sociedad española, sino una situación europea y global. Es como
el aire que respiramos, individualmente, pero trasciende las fronteras. Como saben los
ecologistas, lo que contaminamos repercute en todos. Hay quienes llegan al
poder y pretenden dirigir la vida de los ciudadanos, sin preparación, sin
cultura, sin experiencia y sin formas.
La decencia tendría que ser el
objetivo del individuo, de la familia y del político. El contacto con la
realidad y la ayuda a los conciudadanos, la meta. Hay que ayudar a quien lo
necesita. Además de la desunión de aquí, hay una crisis humanitaria. Pero ni
los políticos tienen ideas claras, ni son capaces de marcar directrices claras
y consensuadas, ni aquí ni en Europa.
"Con
la llegada masiva de inmigrantes, Europa sufre una transformación que está
fuera del control de los gobiernos" dice Hermann Tertsch (ABC). Y añade: "Mientras no cesa la
oleada migratoria mayor desde la II Guerra Mundial que comenzó con su máxima
intensidad en agosto y se mantiene. Aunque haya desaparecido de las noticias
aquí en España. Porque estamos entretenidos con nuestro golpista que baladronea
aún impune en Cataluña. Con nuestro presidente que se declara satisfecho con su
partido en naufragio y sus grumetes ministeriales de reyerta. Con nuestros
socialistas que juegan a comunistas y separatistas, los comunistas que se
pretenden socialdemócratas y castristas y toda España que parece decidida ya a
lanzarse al camino hacia el Estado ingobernable en el 2016. Porque la
indolencia de los unos y el delirio revanchista de los otros harán más
imposible que nunca una España firme y respetuosa con sus leyes y consigo
mismo. Así, liados como estamos, nadie
prepara a los españoles para lo que se les vendrá también encima en los
próximos años" .
Se equivoca el líder socialista: no
es un problema de religión sino de ética. No es un problema de creencias, ni de
miembros de una religión en particular, sino un problema ético de cada uno y de
todos. La ética, es más importante que la religión. "No llegamos a este
mundo ni a éste país, como miembros de una religión", sino con una ética
innata. Se necesita más respeto a ese humanismo, y también a la historia de la
civilización.
La ética trasciende a todas las
religiones y llega hasta los últimos rincones del ser humano, de cualquier ser
humano en el planeta. Es el fundamento de la conciencia porque está en la
esencia humana. Se puede ser ateo o agnóstico, pero no se puede vivir sin
valores que indiquen lo que está bien o está mal. Es natural que el respeto a
los demás, el altruismo, la no violencia, sean más valorados por todos. Y cuanto
más espiritual, más libre es el hombre y
más humano. Hay que educar el corazón y el espíritu. ¡La fe está a otro nivel!
Si uno lleva en su interior la paz,
puede hacer que la paz en el exterior también sea posible. La ética está en el
corazón y de ahí brota lo que podemos ser y todo lo que podremos hacer por los demás.
La coherencia entre lo que se dice y lo que se hace.
Además de que no todos los ciudadanos se
comportan al mismo nivel de ética, las ideologías sectarias, la xenofobia, los
nacionalismos, los fanatismos religiosos, pueden ser incendiarios. Todos los
fundamentalismos son perjudiciales y peligrosos. Pero tienen un poder
demoledor, si se amparan en los medios de comunicación y las Redes Sociales.
Se sabe que mientras se quiere
suprimir "una manifestación religiosa" se está financiando a otras
religiones o creencias, además de utilizar la enseñanza para un ambiciosos
proyecto de reingeniería social y sexual amparado desde el poder.
La "laicidad" que todos
aceptarían, sería la verdad y la decencia. Dicho de otro modo, "la única religión" en la que todos
creemos: La ética y el imperio de la Ley, para todos y siempre. Claridad, condiciones
y reglas de conducta para los nativos y para los que decidan venir o hayan
llegado. Los inmigrantes y los refugiados traen su historia, su religión y su
proselitismo. Puede ser enriquecedor, pero sin olvidar lo acontecido en
Francia, el Reino Unido, Turquía, Suecia, y en el sur de España. El radicalismo
islamita está más cerca de lo que pensamos. Que cada uno sepa a qué atenerse en
todo el territorio. Privilegios para nadie. ¿Es tan difícil? ¿Hay que reformar
la Constitución para poderlo hacer? Seriamos los ciudadanos más felices si algún
líder se atreviera a tenerlo en cuenta, llevarlo a su programa y ponerlo en
práctica. Hay que dialogar, tender puentes y cuidar las promesas. Mentir al
ciudadano, es un riesgo, porque ¡tiene memoria!
A los políticos no les
corresponde quitar o poner "religiones" sino señalar los principios
éticos de convivencia, y facilitar las condiciones para crear puestos de
trabajo a fin de que cada uno pueda llevar a su mesa el alimento que necesita
cada día.
PUBLICADO EN EL HERALDO DEL HENARES, columna LA TANGENTE, 24-10-2015:
Hola José Manuel, gracias por tú texto, me gustó.
ResponderEliminarLlegar a la verdad, considero que es lo más grande que el ser puede alcanzar.
Todos debemos de respetar nuestras creencias y las de lis demás, sin necesidad de imponer.
Me quedo con el buen corazón de las personas, la flexibilidad, la ayuda mutua.
Hace unos dias escuché al Rey decir que nadie construya muros con los sentimientos,.... ardua tarea de construcción....ojalá sea así.
Un abrazo.
Marinita
Hola Marinita:
EliminarLa ética es básica y progresiva, primero lo esencial, respeto. Luego ayuda y colaboración. Después ponerse en lugar del otro, empatía. Y después amor y no discriminación. Otro peldaño es amar a los enemigos, pero eso entra en un nivel nuevo de iluminación y espiritualidad.
Un fuerte abrazo y muchas gracias.
José Manuel
Hola Jose Manuel...despues de la experiencia en Puerto Vallarta....pues nada pasó he pasado a visitarte..y aunque todas las religiones tienen mis respetos la que gracias a Dios recibí y poco despues elegí , soy Iglesia Católica y mi descanso Cristo crucificado , pues su cruz la hace Gloriosa..hay una diferencia con las demas fundamental...y es que la Gracia que nos trajo Cristo con su vida y con su muerte hace que entre cada dia en la eternidad..sin buscar el nirvana...sino entrando en los acontecimientos de sufrimiento que mi cabecita no logra entender....Y que el amor al enemigo es posible ...eso no lo predica nadie nada más que mi Rey y Señor...Jesucristo. Me alegra visitarte...No he pretendido darte sermon eh? un saludo
ResponderEliminarHola Gosspi:
EliminarMe alegra tu regreso.Disfrutar lo que se tiene, en lo que se cree y con lo que se lucha cada día, es un don. Tu confesión de católica es gratificante.
Hablando en general y para todos, creyentes o no, cristianos , budistas, mahometanos etc. no pretendí resaltar una sobre otra religión, ni tampoco poner de manifiestos sus diferencias. Pretendí que la ética es anterior a todas y está en la base del comportamiento humano y de la convivencia.
Creo que hay que volver a los valores éticos que todos apreciamos, la verdad, la honestidad, la decencia, el comportamiento justo, la ayuda a quien lo necesita y el trabajo y el esfuerzo para situarse y progresar haciendo avanzar a la Humanidad. En una palabra: ser buena persona, que las hay en todos los lugares y en todas las religiones.
Gracias por tu comentario,
Un abrazo y ánimo para luchar cada día por lo que creees. Ese Rey y Señor, del que hablas no lo solo de unos pocos, y algún día lo veremos.
José Manuel
José Manuel, me he leído atentamente tu artículo.
ResponderEliminarLa ética y la moral es importante, que duda cabe, pero la religión también lo es... y mucho.
Como es de esperar, a los partidos de izquierda y extrema izquierda se les cae la careta y empiezan a menospreciar y a atacar a los católicos, entre los que me cuento...cuando no asaltan y profanan capillas universitarias como todos sabemos.
Y es que no han aprendido nada de la Historia....
Sólo les preocupa imponer su 'etica' totalitaria con asignaturas ideologizantes en ideología de género que es masónica, implantar el crimen del aborto y restringir derechos y otras libertades....
Y lo del laicismo es una burda excusa.... se empieza cuestionando la clase de religión católica y al final llegamos, como en el año 1931, y siguientes a la quema de iglesias y conventos y a la persecución religiosa.
No saben lo que es respeto y tolerancia...
Pero espero que la gente reaccione...
Pero eso sí, no tocarán el islam de las escuelas... con eso no se atreven...
Más de lo mismo, anticlericalismo y anticatolicismo.... odio y revancha guerracivilista... vergüenza da vivir en este país...
Hola David:
EliminarEs verdad que lo que uno cree y lo que uno piensa es importante. Pero cuando hay más de uno que cree y piensa, lo importante es lo básico: la ética, el respeto a la persona y a la verdad, la bondad y el bien.
Eso no niega la creencia de nadie, ni la libertad de nadie, católicos incluidos (yo también lo soy).
Ningún político debería meterse a redentor, es decir a quitar o poner religiones, ni en la escuela ni en la calle, porque no le eligieron para eso. Por eso hay que exigirles respeto a los ciudadanos, a sus creencias y a su historia. No hacerlo si lleva al odio, destrucción o muerte de los que no piensan o creen lo que ellos dicen. Así ha sido muchas veces en la historia, no solo en el siglo pasado.
Las religiones y sus representantes también tienen que tener cuidado, el fanatismo no solo es político. El fanatismo religioso actualmente esta masacrando a los ciudadanos normales y a los que no profesan su religión (sabes de lo que hablo). Eso no lo origino Pedro Sánchez, ni Zapatero con su memoria histórica).
Lo que si es cierto es que ha habido Guerras de Religión, que es un contradios. Los mártires en muchas ocasiones han sufrido la persecución y la muerte por otros creyentes.
En este país, algunos ayuntamientos de izquierdas están autorizando, y cobrando, por reservar y por hacer "primeras comuniones"
ateas.
¿Te extraña que reivindique la ética, cuando en la sociedad, el cinismo, la intolerancia, la corrupción y la indecencia, campan por sus fueros, en la política y en el poder?
Gracias David. Un abrazo.
José Manuel