He vivido
algún tiempo al lado de una persona con una enfermedad degenerativa
incapacitante, que ha sido alimentada directamente al estómago, por no ser
capaz de tragar o con peligro de
ahogarse.
A esa
persona le descubrieron la enfermedad, a los veintiséis años. Ya nos ha dejado.
Vivió con cuidados y cariño otros 30 años más. Murió en brazos de su mujer.
Quiero decir, que sé lo que es. No hablo de oídas y cuento a los lectores
hechos reales.
¿ Sabrás que es doloroso ver a una persona
así?
Evidentemente, tanto para el paciente, como para su familia, para los
médicos y para sus amigos, no es precisamente lo ideal, pero...tampoco una
tragedia. Mi amigo, no mejoró en ningún momento. Lenta pero paulatinamente fue
empeorando y agravándose. La sociedad, la familia y él mismo tuvieron que hacer
sacrificios. Se asumieron.
¿Por qué no le evitaron ese sufrimiento?
Porque aunque no se podía valer por sí mismo,
era un ser querido, muy querido; porque todos alguna vez somos dependientes de
otros; porque para evitar todos los sufrimientos tendríamos que eliminar -antes
o después- a gran parte de la Humanidad; porque toda vida tiene un valor y
entraña una lección para las personas y cuidadores del entorno familiar y
social; porque el brillo de sus ojos mostraba agradecimiento por las atenciones
que recibía cuando las recibía. Porque si se le quitaba la vida se estaría
abriendo la puerta al maltrato, al
acoso, a los abusos, a la ley del más fuerte, a todo tipo de injusticias.
Pero siendo eso verdad, ¿no se
puede evitar el sufrimiento?
Sí.
Siempre. Al menos hay que intentarlo. Pero nadie es perfecto. La persona, toda
persona, tiene una dignidad, esté sana o enferma. Y la dignidad es el
fundamento de todos los derechos humanos, de los cuales, el derecho a la vida
es el primero. Y está recogido en la Declaración Universal y en la mayoría de
las constituciones. No es de extrañar, además, que como reacción a las
atrocidades cometidas durante el régimen nazi, la Constitución alemana de 1949,
establece en su artículo 1° que: «La dignidad humana es intangible. Los poderes
públicos tienen el deber de respetarla y protegerla». Es decir, que hay que
acabar con el sufrimiento, no con la persona.
¿Lo dices por lo de Andrea, la niña de
12 años que padece una enfermedad degenerativa irreversible para la que sus
padres han
pedido que se provoque la muerte?
Lo digo
porque es verdad, porque he firmado que "no provoquen la muerte de
Andrea" y porque me sale del alma. Porque la dignidad se ha perdido y ni siquiera
cotiza en bolsa. Porque la capacidad de justificación de la sociedad, en los
medios de comunicación y las personas, es infinita. Porque últimamente todo
vale, hasta las mayores aberraciones, sin el menor escrúpulo. Porque, como nos
recuerdan las noticias cada día, "somos capaces de vender a nuestra madre",
acabar con los hijos de la forma más miserable (José Bretón y otros más
recientes), o como las madres anónimas que acaban con sus hijos en la clínica
abortista, y los machistas que terminan con su pareja sin que nadie ponga fin a
esa locura. Porque no puede haber paz sin respeto a la vida. Y no puede haber
respeto a la vida sin conciencia. "Es un crimen quitar la vida a otro para
que tú puedas vivir como lo deseas", dijo T. Calcuta.
Perdón, pero una enfermedad no es lo mismo.
No, ¡claro
que no! Estoy afirmando que eso se hace
en seres sanos, jóvenes, saludables, con una vida por delante. Si se acaba con ellos, si se está acabando
con ellos, si nos televisan el espectáculo de las reconstrucciones y los
juicios, en "prime time" durante meses, mientras desayunamos, comemos
o cenamos, si todo vale, para conseguir
audiencia, dinero o prestigio, ¿dónde están el respeto y la educación? ¿Dónde
está la conciencia? ¡Se perdió el sentimiento de culpa, el honor y la dignidad!
Parece que la vida hoy no vale nada.
Siempre quedará la justicia, ¿no?
Sí, pero no.
Si no se tiene conciencia, no hay cambio. No podemos pretender que un
juez nos diga siempre lo que está bien o lo que está mal. Para eso tenemos la
conciencia, la familia y la educación. Así no se crece, ni progresa. Se está
utilizando el caso de Andrea, para imponer el negocio de la
eutanasia en España. Si se hubiera querido, se habría dado a esa niña en
adopción, pero se busca lo que se busca. ¿Por qué se manipula y se engaña a la
gente? Prefieren matarla de hambre y sed a decir la verdad. Como dicen Polonia
Castellanos y los abogados cristianos "Lo llaman eutanasia, pero no lo es:
Andrea no necesita de ninguna máquina para sobrevivir. Respira bien y sus
órganos funcionan. Sólo la alimentan directamente al estómago (procedimiento
común llamado gastrostomía) como se hace a miles de enfermos en España... Ahora
Andrea no está sufriendo: así lo dijeron los informes médicos y los pediatras
del hospital. Tampoco está habiendo “ensañamiento terapéutico” con la
pequeña".
Es
posible, que no haya una unidad de cuidados paliativos pediátricos, y ni la
niña ni los padres hayan sido ayudados.
Cuidados paliativos creo que hay en todos los
hospitales, aunque es posible que esa
unidad especial de cuidados pediátricos puede ser que solo exista en Madrid,
Barcelona, Baleares y Canarias. Pero creo que la niña estaba perfectamente
atendida. Espero que no se esté utilizando a la niña para forzar la implantación de esa mejora.
No estoy criticando la actitud de
los padres, aunque reconozco que se
podía haber trabajado antes con ellos, además de atender a la niña. Los medios presionan
pero no ayudan para una decisión serena. Desde el momento que el caso pasó a
las televisiones y a las Redes Sociales, afirmé que la vida de esta niña estaba
vendida. Va a morir de hambre y sed, "para
que no sufra" (dicen). Eso sí que es
hipocresía y crueldad, porque aunque físicamente no sienta dolor, es hacerla
sufrir en lo más profundo de ella misma, en su dignidad. Es quitársela de el
medio.
¿Sabes
que "Dignidad" es una obra de teatro que se está representando en el
teatro Luchana de Madrid?
Sí, lo sabía. Pero esa obra solo es una FARSA
política, un juego que termina afirmando que en la dignidad solo hay una ley y, la hace quien gana. Lo que sucede realmente. Esa es la ética, de
este país y de otros. Para mí el DRAMA
de la Dignidad, está en la calle, en la sociedad, en la conciencia. Es una
cuestión de principios, de valores, no de política. Dejar de mantener una norma
de conducta, es rendirse. No es una cuestión de dinero, sino de amor. Claudicar
del amor y dejar que sea el juez quien decida sobre la alimentación de un hijo
o de un padre, existiendo unos cuidados paliativos, es entrar en la espiral de
la "indignidad". Matar a un ser humano, de hambre y sed, o
"sedarlo" para acabar con él no es que sea "una pena" o que
"dé pena" como alguno dice, es, una "indignidad". Si la conciencia no basta, tendrán que
responder ante los tribunales (Artículos 195.1 y 142 del Código Penal). No se puede
invocar a la justicia para algo y no para que juzgue las consecuencias de sus
decisiones.
Como decía al principio, hay
personas mayores o con una enfermedad degenerativa, que si no les dieran de
comer o beber se habrían muerto hace tiempo. La gastrostomía es una forma de alimentación, "no un ensañamiento".
¿Quién no ha sido alimentado en el hospital o en casa con el llamado "gota
a gota"? ¿Era ensañamiento? ¿Habría que haberlo desconectado?
Si los médicos retiran la sonda
que alimenta a la pequeña Andrea, además de incumplir el artículo 36.3 del
código de deontología médica, estarían cometiendo un grave delito penal. ¡Y si lo han hecho, que la ley se aplique! Mantener -como dicen- una hidratación mínima
para permitir la sedación es prolongar el desenlace. Pero éste se busca y
llegará.
Si algo
así se hiciera públicamente con un perro, la Ley de protección animal, sería muy severa. Creo recordar, (está en
la prensa), que su propio hermano le denunció ante la policía nacional Palma de
Mallorca. El hermano denunciado fue condenado por maltrato animal. El animal
falleció en Son Reus después de cuatro días. El juicio y la sentencia se
publicó el 29 de mayo de 2015. Los
amantes de los animales habían apostado por una reforma en materia penal, que tutelara de forma efectiva
los derechos de los animales que son maltratados. Se le impuso un año de
prisión por "dejar morir a su perro
de hambre y mantenerlo en condiciones pésimas". Pero, claro, era un perro y no una niña de 12
años, indefensa, con toda la dignidad de un ser humano.
Es posible que muera de hambre o sed,
pero no sufrirá.
Andrea no va a morir de hambre ni de sed, sino
por sedación o sedación final. A eso le
llaman "una muerte dulce" o "una muerte digna". Es lo que
están vendiendo, aquí y en muchos países. Según he leído en Internet: "una
vez que se aplica sedación irreversible, es decir, para morir, el paciente no
siente ni hambre ni sed, es a nivel sensitivo del paciente como si ya hubiera
muerto, no hay padecimiento por inanición ni sed en absoluto". ¿Más claro?
Como dice el refrán: "muerto el perro se acabó la rabia".
Ya ha habido precedentes, como Terri
Schievo, Ramón Sampedro o Inmaculada Echevarría.
Cierto, cierto. Están ahí. No se pueden negar. He
escuchado en dos ocasiones la charla del
Dr. Montes,(al que muchos llaman Dr. Muerte) sobre el Derecho a Morir
Dignamente. Y afirmo, que todos tenemos derecho a morir dignamente. Dicho lo
cual me niego a admitir, que la eutanasia, el suicidio asistido, la sedación irregular
y la sedación final, sean las únicas "muertes dignas", lo diga quien
lo diga, aquí o en cualquier parte del mundo. Como dice el prestigioso
catedrático N. Jouve:"debe considerarse eutanasia todo lo que suponga una
acción voluntaria para acabar con la vida del paciente, lo que se determina por
la intención y el resultado".
Reconozco que
:"en casos de un ser humano aquejado de una enfermedad incurable, se pone
a prueba el aguante, la sensibilidad y la ética social de todos, el paciente,
sus parientes, los médicos que lo tratan y la sociedad en su conjunto"( Aclarando conceptos ante un posible caso de
eutanasia, N. Jouve). Ponerlo a prueba, es dar ocasión para que se
demuestre.
Y termino. Para
Andrea, mi afecto y mi recuerdo. El mundo tendrá menos luz sin el brillo de sus
ojos y menos calor sin su latido. Me gustaría ponerme en su lugar y en el de
tantos niños que llegan cargados de vida y no sobreviven a los 9 meses de
embarazo o de la infancia. Ser niño o niña, desde la concepción, es un periodo
de total indefensión y de estar totalmente a merced de los demás. Más que nunca
en la historia de la humanidad, la niñez es desamparo. Solo tienen su total
ternura, su total esperanza de que dentro de su madre o después, hasta la
mayoría de edad, algo no se tuerza y puedan alcanzar el sueño de vivir
independientes y libres, alegres y rodeados de gestos afables y de aprecio.
Tal vez nos
hacemos mayores y crecemos a nuestro pesar; pero nos hacemos viejos cuando pensamos
que tenemos más derechos que los niños y podemos decidir sobre su vida.
La noticia:
Es viernes 9 de
octubre de 2015. Acaban de anunciar: "La niña, de 12 años, ha fallecido
después de que el lunes el centro hospitalario accediese a retirar la alimentación
artificial como pedían sus padres para que tuviera una muerte digna" (EM).
PUBLICADO EN EK HERALDO DEL HENARES, Columna LA TANGENTE, 09-10-2015:
http://www.elheraldodelhenares.com/pag/noticia.php?cual=27620
BITACORA DE BELMONTE EN CIVICA, 11-10-2015:
http://investigadoresyprofesionales.org/drupal/content/andrea-muerte-dulce-que-duele
BITACORA DE BELMONTE EN CIVICA, 11-10-2015:
http://investigadoresyprofesionales.org/drupal/content/andrea-muerte-dulce-que-duele
que bien lo explicas....todo pasa a ser lo contrario..Eso es lo que el Engaño hace a la Humanidad. Ojalá y Andrea se lo ilumine a sus padres al menos!!
ResponderEliminarHola Gosspi:
EliminarMe alegro saber de personas como tú. Confieso que desconocía todo.
Gracias, por estar ahí y por tu comentario.
Buen fin de semana.
José Manuel
Todo es noticia y hay que terminarla es una historia mas en la que se utliza la dignidad de la persona para triturarla es la falta de concepto nadie puede dar a nadie muerte ni siquiera con el apelativo de"DIGNA" . Así se tranquilizan conciencias y se convierte en banal lo qie es fundamenta
ResponderEliminarGracias por recordarnos valores
Un abrazo
Gracias Antonio:
EliminarTu comentario me trae el recuerdo del Senador de Estados Unidos, sobre la manipulación de los temas y de las palabras. Dice:Steve Russell: Podemos descuartizar a un niño y llamarlo "una elección", podemos destruir la vida humana y llamarlo "cuidado de la salud", podemos hacer legal el asesinato de niños y pretender que es beneficioso, podemos cubrir actos de barbarie con una apariencia de civismo pero NO podemos escapar de nuestra responsabilidad delante del Creador de la vida.
Creo que alguna vez tendremos que afrontar la verdad y las consecuencias de las decisiones.
Un fuerte abrazo, y buen fin de semana.
José Manuel
Cuanto lo lamento , ojala con esta tu nota se puedan evitar mas asesinatos de inocentes en el futuro -
ResponderEliminarHola:
EliminarDesconozco la repercusión de mi escrito, ni cuantos lo leerán y estarán en contra o a favor. Tampoco siento por ello especial preocupación. Creo que es importante decir lo que uno piensa, tratar de hacer pensar y que cada cual responda de sus decisiones.
Un abrazo,
José Manuel
hola José Manuel, gracias por tú texto y por compartir tús sentimientos.
ResponderEliminarAmo la vida, amo a mi hijo, daría mi vida por él.
No quiero juzgar a los padres de Andrea, han tenido que ver y sentir un dolor desgarrador viendo como su niña se les iba irremediablemente y con los dolores que tendria, sólo ellos lo saben, la niña que los padeció y los sanitarios que la atendieron.
Deseo que los padres encuentren el consuelo y Andrea el descanso.
Con todo respeto hacia tí, hacia esta familia y a Andrea.
Un abrazo, Marinita.
Hola Marinita:
EliminarCuando escribo y lo publico, bien en el Blog o en el periódico, por supuesto que comparo los sentimientos y los pongo en manos del lector.
Intento mantenerme en el plano de ética y los principios, sin juzgar lo que otros hagan o dejen de hacer. Respeto su libertad y sus decisiones aunque se confronten con lo que yo pueda opinar.
Me gusta hacer pensar y provocar que algo sea capaz de mejorar. Otra cosa es que lo consiga o no, que eso ya no está en mi mano.
Un abrazo y gracias
José Manuel
Jose Manuel,normalmente tus comentarios son certeros además de variados,pero este en el enfoque de pregunta-respuesta esta muy bien llevado y explicado para el que quiera entenderlo,pero claro,hay que querer hacerlo.Desgraciadamente es verdad que en cuanto pasan estos temas a los medios de comunicación actuales siempre terminan así y en dos días,nadie vuelve a hablar del tema y un problema menos.Enhorabuena por expresar tus sentimientos,sin restricciones y por lo derecho.Un abrazo.
ResponderEliminarHola Domingo:
EliminarSiempre me alegra saber de ti. Nos conocemos de hace tiempo, pero no siempre tenemos tiempo para hablar e intercambiar lo que pensamos.
Unas veces con más acierto y otras con menos, sabes que siempre intento decir algo. Trato de arrojar una idea al lago de la indiferencia o ponerme ante las olas y contracorriente alzar la permanencia de un valor o de un principio contra el que rompen día y noche los vientos, las tormentas y las olas.
Deseo que tú y los tuyos estéis bien.
Un abrazo,
José Manuel
Amigo, he compartido este escrito tuyo en un grupo de Facebook, donde ral como presentan la noticia, consigue, su objetivo, que es sensibilizar a las gente, a favor de su propuesta. Es curioso, que utilicen.a familias desesperadas, para meterles esa idea.
ResponderEliminarCiertamente, el amor es la diferencia, cuando, se nos complica la vida, ¿mejor que acabe pronto la complicación?. ¿Hay diferencia con la niña adoptada, que presuntamente mataron sus padres en Santiago?
Un abrazo
Hola DAV Lugo:
EliminarHe intentado defender la vida y a los débiles, como sabes. Por eso coincido con el Magistrado Luis Reguero en "rechazar el uso engañoso que se hace de la expresión «muerte digna»; con todo el peligro que tiene el lenguaje manipulado. Concibo digna la muerte que llega rodeado de la familia; si se aplican, en su caso, cuidados paliativos; si no hay empeño en prolongar lo inevitable y bajo control, la naturaleza sigue su curso hasta la muerte natural. Y en paz y en gracia de Dios, añado". No juzgo a estos padres, ni a los de la niña adoptada. Cada uno es responsable y antes o después tendrá que responde de sus actos.
Un abrazo,
José Manuel
Mi hermana con ocho añitos estuvo ingresada casi un año en un hospital, entró en coma meses, y jamás se les ocurrió a los médicos y menos a mis padres pedir que le quitaran los medios que gracias a la ciencia le ayudaban a vivir,.Ví como mis Padres se aferraron a la fe, la esperanza, pero sobre todo al amor, y aunque los médicos ya no daban esperanzas de su gravísima enfermedad extendida en todo su cuerpecito, Resulta que un buen día empieza a salir de ese coma, han pasado 22 años y mi preciosa hermana salió del coma, ¡VIVE! y ahora es una madre corage feliz que vive sin secuelas, y las cicatrices son historias. La vida es sagrada en mi familia, vivimos un verdadero milagro, con amor y respeto, todo lo contrario de una parte de esta generación actual que se conmueve con un perro, y quitan el alimento a una niña indefensa,... pasa cuando se humaniza a los animales, y se des-humaniza al propio ser, y otros factores..... realmente comparto tu visión José Manuel. ¡Gracias José Manuel Belmonte!
ResponderEliminarTania
Tu testimonio, Tania, es muy esclarecedor. Tu hermana de 8 años, en coma, "con una gravísima enfermedad extendida por todo el cuerpo, y a quien los médicos no daban esperanza, tus padres se aferraron a la fe, la esperanza, pero sobre todo al amor", VIVE.
EliminarEso sí que contrasta y es un ejemplo para esta sociedad actual. Dices que " La vida es sagrada en mi familia, vivimos un verdadero milagro, con amor y respeto". ¡Enhorabuena!
Para quien quiera entender está todo dicho. Para quien necesite otros argumentos... si los hechos, la fe, y el amor, no les convencen, será difícil dejarse convencer por teorías o palabras más o menos acertadas o bonitas.
Un fuerte abrazo, y gracias.
José Manuel
ResponderEliminarIndependientemente del amor de los padres de Andrea y de la dura lucha a la que han tenido que hacer frente durante los 12 años que ha vivido, la realidad es que se ha adelantado su muerte de manera artificial, por muy terminal que fuera su estado, que los padres recibieron apoyo de la asociación del doctor "muerte", muy interesado en expandir el lucrativo y macabro negocio de la eutanasia, que los medios de manipulación de masas han aprovechado miserablemente el caso para hacer apología de la eutanasia y que por falta de presupuesto, el hospital de Santiago no contaba con una unidad de cuidados paliativos pediátricos, lo que refleja la desigualdad que existe entre comunidades y evidencia una vez más el fracaso de la España de las autonomías.
José Manuel, como muy bien transmites, el principal derecho que tenemos todos es el derecho a la vida y a la dignidad de la persona, desde la concepción hasta la muerte natural.
Ante todo, la vida tiene que ser considerada como un valor absoluto: la sociedad no puede entregar a nadie el derecho a prescindir libremente de la vida de otro, porque en ese caso abriríamos una puerta de inseguridad e indefensión. Después, la muerte natural forma parte del ciclo de la vida, es legítimo enfrentarse a ella por todos los medios médicos disponibles y, del mismo modo, es legítimo atenuar médicamente el sufrimiento cuando el desenlace es inevitable. Asimismo, la eutanasia, entendida como administración deliberada de la muerte a un cuerpo que puede seguir viviendo, no puede ser una opción, porque abre una casuística incontrolable sobre quién toma la decisión final y, por tanto, fragiliza el derecho a la vida.
En este tema no caben medias tintas, todo lo que no sea defender una muerte natural, con los debidos cuidados paliativos, es defender la eutanasia voluntaria, camuflada bajo el eufemismo de “muerte digna”.
Ramiro Montes
Ramiro, lo has dicho muy bien. La realidad es que se ha buscado adelantar la muerte, Y creo que se ha conseguido. Aunque sea solamente un minuto, alguien ha dispuesto de lo que no es suyo. Paliar el sufrimiento tiene límites. Un abrazo.
EliminarJosé Manuel