En la vida hay verdades, medias verdades, ficciones, y mentiras. Las ficciones, aunque falsas, no son mentiras. Exagerar la “verdad”, puede ser en sí mismo un engaño, que sirve para tapar u ocultar lo que interesa. Ocultar la realidad es una forma de mentir porque es una forma de engañar. El Gobierno saliente ocultó al gobierno entrante más de 250 datos clave de 10 Ministerios.
“Una mentira puede ser una falsedad genuina o una verdad selectiva”, depende. Las “medias verdades” pueden no ser mentiras, pero encierran más peligro real que si lo fueran. Crear unos “fondos opacos”, para favorecer a empresas, despilfarrar o evadir, es una de las formas más comunes de escamotear la verdad. Así pues, hay “mentiras” y “mentiras”. El que las diga quien está en el gobierno o en la oposición, o alguien de derechas o de izquierdas, no cambia mucho. Pero mentiras con chofer, drogas, mariscada y paraísos fiscales hacen más daño. No puede ser lo mismo “inducir al error”, que “tratar de corregir”. Por eso dice el refranero al “mentir por hacer el bien alguna disculpa se le puede dar”. La gente lo sabe.
Mentir siempre deja huella, porque mentir es mentir. Pero no sólo se miente “diciendo” algo contrario a la verdad. También los “hechos” y los “actos” pueden indicar mentira, descontrol e impunidad, aquí o en cualquier lugar del mundo. Los medios de comunicación y los “lobbies” pueden contribuir a ello, artificialmente. Crean “necesidades”, “nuevos derechos”. Es un marketing que bombardea para debilitar la resistencia ética, y cambiar las prioridades de las personas y de las sociedades. Pueden llegar a imponer candidatos y cambiar gobiernos. Es puro interés, disfrazado de progreso. La finalidad es ideología y política.
La mentira y sus formas y redes son camaleónicas. No siempre, ni todos estamos preparados para hacerles frente o desenmascararlas. Es más, incluso en algunas ocasiones tenemos que “tragar” sapos y culebras, sabiendo que lo son. Porque a veces es peor el remedio que la enfermedad. La verdad está en el interior de cada persona, de cada ciudadano. No podemos aceptarlo todo ni rechazarlo todo, como autómatas.
Alguien dijo que " mentir es como los catarros, los padece todo el mundo. Pero, ojo, no podemos ser ingenuos. Sabemos que "miente más quien mejor miente". "Miente más" quien menos tiene que perder. Las "mentiras de alta gama" nos cuestan mucho y nos dañan como seres humanos y como ciudadanos de un país. Es un recurso de trepas. "La mentira es escalera, por donde llega a rico quien pobre era". Algunos no sólo viven de la mentira, sino que intentan incluso dar lecciones de ética. Aparentar y confundir. Pero no es todo igual, ni da todo lo mismo. El presidente del BCE Mario Draghi ha dicho: No hay más que mirar a la subastas para ver lo que está pasando en España". Es decir, señala como la brújula, que se ha tomado la buena dirección.
En todo caso necesitamos estar alerta. Como decía Anaxágoras: "si me engañas una vez, tuya es la culpa; si me engañas dos, es mía". Sólo los necios no lo tienen en cuenta.
PUBLICADO EN, EL HERALDO DEL HENARES, Mentiras de alta gama [12-01-12 17:28] ; Bitácora de BELMONTE en CiViCa, 14-01-2012,http://www.investigadoresyprofesionales.org/drupal/content/mentiras-de-alta-gama;EL DIA,16-01-2012;REVISTA UTOPIA, enero 2012.
Genial amigo mio, un dechado de verdad. Emilia
ResponderEliminarHola Emilia: ¡Volvemos a encontrarnos en la batalla sin fin de las idéas. Me alegra saber de tí y de pensar que aunque distantes en el espacio, seguimos dejándonos la piel sobre el camino.Un abrazo, y gracias por tu comentario y por tu amistad.
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