García Márquez se ha ido. Como
dijo en su despedida el presidente mexicano Peña Nieto: "ha partido un
grande, un hombre verdaderamente grande, pero se queda su obra".
Tal vez interese recordar algunas
frases, sobre lo que venimos haciendo diariamente: ver la vida escribiendo, que
“no es cegarse a la vida, sino verla más clara”, como dijo A. Gala.
García Márquez estuvo también ligado
al mundo del periodismo y fue un reportero que retrató el mundo con la lente
del "realismo mágico”. Vaya como sencillo
homenaje al gran Maestro.
“Cuando
uno se aburre escribiendo, el lector se aburre leyendo“.
Si uno se acostumbra a lo que hace es que ha perdido la gana de vivir y
por tanto de ilusionar. La rutina es el cáncer del periodismo, de cualquier
profesión y de la vida. Para escribir en un folio cualquiera vale, cualquiera.
Para dar una noticia, hay que
saber seleccionarla y envolverla. Escribir
es adivinar, descubrir y sorprender al
lector. Que no hagan callo las horas, “que
no se acostumbre el pie a pisar el mismo suelo”, que diría León Felipe.
Orientar la antena, ser “sensibles a todo viento/ y bajo todos los
cielos”. No importa donde se viva. Hay que hacer
entender lo que uno percibe. Y si fuera
posible, aderezado con un poco de aroma de romero y retranca.
“La mejor noticia no es
siempre la que se da primero sino muchas veces la que se da mejor”.
No se trata de inventar. Tampoco de ahondar siempre en la misma llaga política
ni humana. Otra cosa es que se mienta o se falte a la verdad de lo noticiable.
Se debe saber que hay cosas que aburren y cansan a la gente, como los
separatismos y la ideología, la demagogia y la corrupción. José Manuel Lara
dijo que “todo se empezó a joder con el café para todos”. Por eso el periodista
Arturo Sanagustín dice que: “ha resultado el café más caro de la historia” y el
que desbocó el ansia voraz de los nacionalismos.
Lo mismo pasa con las mil guerras del planeta, incluida la de Ucrania, de
las que son tan responsables quienes las empiezan como los cobardes que
pudiendo detenerlas desde el principio prefieren no mancharse.
“Los periódicos han priorizado el equipamiento
material e industrial, pero han invertido muy poco en la formación de los
periodistas. La calidad de la noticia se ha perdido por culpa de la
competencia, la rapidez y la magnificación de la primicia”.
No puede haber primicia todos los días. La investigación no está reñida con la actualidad. Las prisas no
son buenas, ni para una exclusiva. Una sólida base de formación y de saber ir un
paso por delante de la actualidad, es capital. Hay un periodismo de raza que
gana credibilidad sin hacerse notar.
Estar, ver, contar, pero sin mentir ni echar fuego. “El periodismo es
la profesión que más se parece al boxeo, con la ventaja de que siempre gana la
máquina y la desventaja de que no se permite tirar la toalla”. ¡Qué difícil
ser neutral! El tiempo apremia, es inexorable, tritura los hechos. Hay quien no
espera a que llegue la madurez para hacer la cosecha. No todo vale con una
pluma, ni con la rapidez de un móvil.
Quien tiene los ojos acostumbrados al paisaje, puede levantar una liebre,
pero no lo hará nunca antes de tiempo. “En la carrera en que andan los
periodistas debe haber un minuto de silencio para reflexionar sobre la enorme
responsabilidad que tienen”. Aunque siempre vayan contra reloj, los mejores
medios no suelen lanzarse antes de estar seguros.
En el periodismo también se
impone la humildad. “He aprendido que
todo el mundo quiere vivir en la cima de la montaña, sin saber que la verdadera
felicidad está en la forma de subir”.
“El peor daño que se puede hacer a una persona
es darle todo… evitarle el esfuerzo, impedirle que trabaje, que proponga, que
se enfrente a los problemas y (a las posibilidades) de cada día, que tenga que
resolver dificultades. Regálele todo: la comida, la diversión y todo lo que
pida. Así le evita usar todas las potencialidades que tiene, sacar recursos que
desconocía y desplegar su creatividad” (A. C. Aristizábal Uribe, anacauribe@gmail.com).
Con la ilusión con que un principiante se gana un puesto de trabajo…
”Hay que empezar con la voluntad de que aquello que escribimos va a ser lo
mejor que se ha escrito nunca, porque luego siempre queda algo de esa voluntad”.
No se puede comenzar por el tejado. Según
Gabo, “La crónica es la novela de la realidad”.
La perfección se va imponiendo. Se aprende en contacto con la vida, con
el lenguaje, con el folio en blanco, con el adelgazamiento de la piel y la sensibilidad de quien escribe. Con
imaginación, utopía y realismo. Hay que crear. "Si uno no crea, es cuando le llega la
muerte".
Para lograr alguna meta, mejor sin acritud. La oscuridad y la noche es
noche y el dolor y la injusticia están ahí. Pero es mejor buscar la aurora.
“Si yo tuviera un corazón, escribiría mi
odio sobre el hielo, y esperaría a que saliera el sol”.
A ese estado, a esa vitola de calidad, se llega, -si se llega-, poniendo
todo el empeño, con mucho sacrificio y capacidad de sufrimiento. Con fortaleza,
claridad, discreción y constancia para mantener la ilusión primera. Sin perder la capacidad de asombro y de
observación. “He aprendido que aquí existió un mundo donde prevaleció el
sufrimiento y la injusticia, pero donde conocimos el amor y donde fuimos capaces
de imaginar la felicidad”.
“Mis padres durmieron tranquilos desde que les hice saber que en el
periódico ganaba bastante para sobrevivir. No era cierto. El sueldo mensual de
aprendiz no me alcanzaba para una semana”.
La inspiración suele llegar si nos encuentra en la brecha, trabajando. Y
si llega, será tanto una fuente de creación como una recompensa y una
satisfacción. “El periodismo me ha ayudado a establecer un estrecho contacto
con la vida y me ha enseñado a escribir. La obra creativa, de fantasía, ha dado
valor literario a mis trabajos como periodista” (1979). Esa experiencia de grandeza, tiene la
maduración silenciosa y constante de la buena solera. Termina siendo un regalo
si se respeta la libertad de creación y de expresión. Es pasar un folio por el
alma.
Su obra es una joya, que se apreciará y valorará mejor con la distancia del tiempo.
Gracias al hábito de la escritura, se puede llegar a la excelencia. El verso
existe, porque hay momentos especiales. Colombia y Méjico, o mejor toda
Iberoamérica vive en sus obras, en su soledad.
La gloria, que en algunos casos se disfruta, puede estar físicamente
lejos de la tierra natal y, paradójicamente no estar a la luz del día, sino a muchos
metros bajo tierra. Puede llegar de forma estática o ser contemplada en
movimiento. Puede verse, en el idioma
original o en otro idioma del planeta. Así, pueden leerse fragmentos de su obra
o una antología. La vida loca de los genios, encuentra a su
manera la ocasión propicia. Suelen confluir o sincronizar el gusto por la cultura
y las artes, los mitos y el dinero.
“Le jour de gloire”, le llegó a García Márquez, en la tierra de
Tolstoi, Pushkin, Dostoievski o Chéjov. Allí, en abril de 2012 fue homenajeado
a los 85 años. Lo fue durante muchos meses. El Metro de Moscú, y concretamente
la estación “Mezhdunaródnaya” fue la sede del lanzamiento del proyecto “La Poesía
en el Metro” que comprendía la circulación del “tren temático” de ocho vagones,
cada uno de los cuales fue decorado con fotografías del escritor y paneles con
fragmentos de sus obras, poesía y prosa, en español y en ruso. Aquel tren
circulaba por la “línea celeste” del
metro de dicha ciudad.
Allí pudieron disfrutar los pasajeros del subterráneo, lo que él había regalado al mundo. La ciudad y la embajada de Colombia, lo inmortalizaron, sobre todo, con el famoso soneto al amor:
Allí pudieron disfrutar los pasajeros del subterráneo, lo que él había regalado al mundo. La ciudad y la embajada de Colombia, lo inmortalizaron, sobre todo, con el famoso soneto al amor:
“Si alguien llama
a tu puerta, amiga mía,
y algo en tu sangre late y no reposa
y en su tallo de
agua, temblorosa,
la fuente es una líquida armonía.
Si alguien llama a tu puerta y todavía
te sobra tiempo para ser hermosa
y
cabe todo abril en una rosa
y por la rosa se desangra el día.
Si alguien llama a tu puerta una mañana
sonora de palomas y campanas
y aún
crees en el dolor y en la poesía.
Si aún la vida es verdad y el verso existe,
Si alguien llama a tu puerta y
estás triste,
abre, que es el amor, amiga mía”.
abre, que es el amor, amiga mía”.
http://video.latam.msn.com/watch/video/los-viajeros-del-metro-de-moscu-descubren-a-garcia-marquez/1gjuibzmm?cpkey=6cd76983-216a-4e9c-b3af-7f753a38d969%257c%257c%257c%257c
PUBLICADO EN EL HERALDO DEL HENARES. blog LA TANGENTE,08-05-2014: http://www.elheraldodelhenares.es/pag/noticia.php?cual=21299; BITACORA DE BELMONTE en CiViCa, 10-05-2012:
http://www.investigadoresyprofesionales.org/drupal/content/del-periodismo-la-excelencia-seg%C3%BAn-gabo
Grande él y grande tú por este homenaje. Siempre estará en nosotros, su esencia quedará viva. Qué bonito, la mirada es preciosa. Un fuerte abrazo y buen fin de semana José Manuel.
ResponderEliminarSi amigo mio , grande EL y grande TU ..--
ResponderEliminarMuchas gracis por tu comentario.
EliminarGracias Pepe, por tu amable comentario. Efectivamente, creo que mientras podamos leer sus oabras, su memoria estará con nosotros.
ResponderEliminarUn abrazo a tí, y buen fin de semana también.
José Manuel
Un gran Hombre (con mayúsculas) sin duda, como lo eres tu. Gracias por este homenaje a este personaje que es admirado por tantas personas. Un abrazo amigo mio
ResponderEliminarGracias amiga Emilia.
EliminarEl es un reconocido universdalmente. No he descubierto nada. Un pequeño tributo para señalar que no debe quedar en el olvido.
Un fuerte abrazo
José Manuel
Querido José Manuel,
ResponderEliminarMuy bueno tu "post" Del periodismo a la excelencia, según Gabo.
Un abrazo, Jaime
Hola Jaime:
EliminarSimplemente un pequeño acto de gratitud, para que no se quede en el olvido.
Un gran abrazo a tí,
José Manuel