martes, 31 de marzo de 2015

El cambio, desde ahora...


                      Los últimos acontecimientos piden  desde ahora el cambio...   para mejorar.                      
                        No conocemos bien al ser humano. No estamos preparados para la maldad, porque somos fundamentalmente buenos y tenemos fe en el hombre. No estamos preparados ni para aceptar que el mal existe y que un ser humano puede actuar mal.  Hay que estar alerta.
                        Lo que hemos vivido, con la tragedia del avión en los Alpes ha traspasado las líneas rojas de la actuación humana. Han dicho que era "inimaginable" que algo así pudiera suceder. ¡Pero ha sucedido! Eso rompe los esquemas mentales.
                      Rotos por el dolor y la compasión con quienes han perdido a sus seres queridos, los analistas y comentaristas de los medios, estaban dispuestos a admitir un fallo mecánico,  un fallo humano,  un atentado terrorista, o un infarto, pero no la maldad del ser humano. 
                    Tras el informe de los técnicos de sonido de las "cajas negras",  ha tenido que ser un fiscal francés quien, dijera al mundo la incómoda verdad de que el avión funcionó y que los mandos funcionaron; pero en la cabina había alguien con voluntad de estrellar el avión contra los Alpes. 
                    Descartado el fallo del Airbus de GermanWings, empezaron  a buscar razones, porque no es asumible que un piloto, sea un presunto asesino suicida. La sociedad necesita descubrir que  el causante de la catástrofe,  es un loco o un enfermo.  "Su anomalía", para decir que se puede  seguir viviendo, viajando, y creyendo en el ser humano.
                 No parece normal que una acción tan devastadora pueda salir de una cabeza normal, ni de forma repentina. Se le habían confiado 150 vidas. Lo sabía el comandante, que golpeando la puerta de la cabina, apeló a lo más sagrado "Por el amor de Dios, abre la puerta", grita Sondheimer. Su voz quedó grabada para siempre y,  para siempre  el silencio por respuesta, en la "caja negra".  Luego, gritos de los pasajeros... sabedores del peligro. Según lo grabado en la parte trasera del avión, los pasajeros vieron los intentos del comandante de derribar la puerta. Y conscientes del peligro muchos gritan "¡Dios mío!", en diversos idiomas y varias veces, en medio del caos, según "Paris Match", que ha traducido para sus lectores toda la grabación de la caja negra.desde la salida del avión hasta que se estrelló.
                Cuando  en un catástrofe se encuentra el fallo del factor humano... pueden haberse producido fallos en las decisiones de otros eslabones de la cadena. Hay que analizarlos para rectificar, si no se quiere que algo tan horrible se vuelva a repetir. Si hay un proceso, una historia médica, posiblemente haya que revisar los protocolos.
               Cuando una situación estalla, no es verdad que nadie sepa nada.
                 No se trata de ahorro de costes, se trata de  ahorrar vidas. Se trata de un inasumible dolor y pérdidas irreparables.  Regular la seguridad a bordo es posible y seguro que se hará. Pero también la selección de candidatos, el control de experiencia etc. Si el Estado sabe "todo" de cada ciudadano, seguro que se podrá mejorar del intercambio de información con las empresas, si afecta a terceras personas.
               El respeto a la libertad personal debe compaginarse con el principal derecho de los demás: la vida. El secreto profesional sobre la enfermedad neuronal y la baja correspondiente, ¿no se debían haber adelantado al responsable de personal o de recursos humanos, de la compañía? ¿Debe primar la locura de quien se hizo con los mandos del avión, que ni obedeció órdenes de los superiores, ni alarmas de emergencia, ni los gritos de 149 pasajeros?¿Nada logró que se encendiera en su corazón una mínima llama de compasión para cambiar de actitud?
             Lufthansa excusa su ignorancia en el secreto entre médico y paciente.  Hay que cambiar el protocolo. No hace falta que la Empresa  tenga el historial médico de sus empleados. Simplemente que el médico  que tiene conocimientos y aconseja o concede una Baja, comunique inmediatamente:  "No Apto", o  "Apto",  al Responsable de Personal. Un simple OK de éste, para saber que se ha recibido. Algo tan simple hubiera impedido que el copiloto, fuera a trabajar aunque hubiera roto la Baja.  Se habrían salvado muchas vidas.
               Algo bueno, dentro de la tragedia: la lección de que todos tenemos que estar alerta, ante estos estremecimientos de la vida y la eternidad. El misterio y la puerta del más allá posiblemente están más cerca de lo que nunca imaginamos.
               La otra gran lección del dolor ha sido la unión y la solidaridad.  No puede negarse que desde el primer momento España, Francia, Alemania y los demás países de donde procedían los pasajeros, han facilitado todo para que las victimas pudieran recibir ayuda psicológica, traslado si lo deseaban hasta el pie de la montaña, alojamiento y calor humano y atención espiritual.
              No haría falta que se produjera una tragedia, para que esa buena relación y ese buen entendimiento, esa cordialidad en el trato de los funcionarios con el personal civil, ese altruismo general, se produjera.  Pero ahí está, y bienvenido sea.  Codo con codo, personal especializado en rescate de alta montaña de varios países trabajan en unas condiciones difíciles, no tanto por la dificultad del terreno si no por lo que descubren cada momento ante sus ojos. Las fuerzas y cuerpos de seguridad se han ofrecido voluntarios apara ayudar en el rescate.  Y lo mismo el personal sanitario y asistencial, para tratar de atender a las víctimas y para identificación de los cadáveres de los familiares.
              Es un orgullo comprobar que, se puede, hacer la vida un poco menos dura a los demás. Que no se escatiman medios humanos ni recursos. Y este accidente ha sacado lo mejor que hay en la mayoría de los humanos, sean del país que sean.  Han hablado con el lenguaje del corazón. Ese que no tiene límites ni fronteras. Junto al implacable zarpazo de la muerte, se alza la bandera de la vida y la esperanza. 
              Seguro, que en esta Semana Santa, siguiendo los "pasos" del dolor  y de la fe, muchos pedirán un poco de consuelo para quienes han perdido  tanto.
             Lo escrito es un pequeño homenaje a las víctimas. Ojalá fuera también un arcoíris para su dolor. No sois extraños para nadie y menos,  para quien escucha diariamente  el corazón.
PUBLICADO EN LA BITACORA DE BELMONTE EN CIVICA: 31-03-2015: http://investigadoresyprofesionales.org/drupal/content/el-cambio-desde-ahora ; EL HERALDO DEL HENARES, COLUMNA . LA TANGENTE, 01-04-2015
http://www.elheraldodelhenares.es/pag/noticia.php?cual=25358



8 comentarios:

  1. Llego a tu espacio por casualidad y te dejo mi huella para decirte que trasladas muy bien lo que sientes, lo que todos sentimos ante lo sucedido.

    Mi mente también viaja hacia los puntos suspensivos y el punto " final" ese que nunca sabemos cuándo o dónde tendrá lugar ... Y a veces mucho menos por qué... Hay cosas tan sumamente difíciles de entender.

    Un abrazo de luz ✴
    Si no te importa te sigo.

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  2. Gracias AtHeNeA:
    Por supuesto que no me importa que seas seguidora, y también por ello tendré una deuda de reconocimiento contigo.
    Por cierto, mi mujer te ha reconocido, y me dice que te lo diga, porque ya eres seguidora suya, MI mujer es Ángela, de Pinceladas al viento...
    Tu abrazo de luz me llega al alma.
    Yo tengo para ti uno lleno de enegía,
    Feliz semana.
    José Manuel.

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    1. No tenía ni idea ... Pero esto es una prueba más de que.. El mundo es un pañuelo y al igual que ese punto del que hablabamos antes, nunca sabemos con qué o cómo nos puede llegar a sorprender.
      Gracias José Manuel.

      Un abrazo de luz para Ángela y para ti.✴✴

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  3. Sí, el mundo es muy pequeño y lleno de sorpresas. Sin saber que una persona existe...y los hilos y los puntos, por algún misterio giran para encontrarse. Y luego resulta que...ya en el corazón había un faro.
    Gracias y un gran abrazo de parte de Ángela, y yo... no quiero ser menos.
    Feliz semana AtHeNeA.
    José Manuel

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  4. Que bien lo relatas, todos estamos unidos a los familiares de las victimas, es penoso que pasen estas cosas, porque una persona tenga unos instintos suicidas .un bso José Manuel.

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    1. Muchas gracias Pilar.
      Creo que la violencia y la falta de amor están llevando a muchos a perder la fe en el ser humano.
      Y sin embargo, posiblemente nunca haya habido en el mundo más generosidad, más voluntarios desinteresados y más gente que ayuda y colabora como puede, a otros seres humanos. Pero no se ve, porque los medios de comunicación solo muestran millones de veces la cara amarga y fea.
      Un beso Pilar, y feliz semana.
      José Manuel

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  5. La vida, y la historia, nos demuestra que en la adversidad, el ser humano, saca lo mejor de nosotros mismos. Eso reconforta ante una tragedia de tal magnitud.
    Es un punto de partida para la sanación.
    Pero no se puede obviar el mal, que ha provocado, y no seria justo, para los enfermos mentales, que sea atribuida la causa a la enfermedad. Sobre este particular, No era un comportamiento propio del enfermo depresivo, y no es justo, para estos enfermos, que puedan ser vistos como asesinos en potencia. Cuando solo son victimas, de una enfermedad, que si bien, pueden tender al suicidio, por «dejar de sufrir, y que no sufran los demás» jamás, se suicidarían, asesinando a nadie.
    Profesionales de gran catadura profesional, hablan sobre esto:
    http://www.lacronicadelpajarito.es/espana/psiquiatras-y-psicologos-descartan-depresion-copiloto-y-apuntan-al-trastorno-narcisista

    Un abrazo José Manuel. Un gran articulo, que expresa, nuestro sentir como nadie.

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    1. Hola Anónimo:
      No tengo los conocimientos suficientes, ni para juzgar al copiloto de ese avión, ni las causas que motivaron su proceder. He intentado atenerme a los hechos, y poner remedio desde la empresa y la sociedad, por el bien de los pasajeros, en el avión, en el tren, en un barco, etc.
      Es comprensible, pues que está lejos de mí un juicio de valor sobre posibles enfermos y su patología. Tienen todo mi respeto, al igual que los médicos y sus familias.
      Muchas gracias, por tu comentario.
      Un abrazo,
      José Manuel

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