viernes, 1 de mayo de 2015

Las madres.

          Solo las madres tienen el privilegio de sentir y escuchar el comienzo misterioso del  latido de un nuevo ser que late y anida junto a su corazón. Es un milagro. El amor se multiplica. Un reto que les acompañará mientras vivan.

           Las madres sostienen el mundo. Por ellas la Humanidad progresa. Gracias a la magia de su inteligencia, de su corazón y de sus manos, multiplican las existencias de que disponen para dar de comer día a día hasta donde pueden, y llegar a fin de mes. Trasformando alimentos en manjar, de la forma más variada, dan de comer a más personas que todos los restauradores de todos los países.
          Para ellas, vivir es más urgente que pensar. Sin detenerse, su mente inventa lo que tiene que hacer ahora mismo y cómo y preparar el mañana de los suyos al mismo tiempo. No cuentan el combate porque están en primera línea. Tienen el valor de no rendirse y se meten en la lucha desde que amanece hasta que los suyos descansan, cada noche. Nunca se resignan, ni aceptan la derrota, porque cada minuto para ellas es una victoria. Necesitan el alma entera, el corazón entero y el cuerpo entero para vivir y dar la vida 24 horas cada día.
            Es su vida la que lleva a la vida, la que sueña la vida, la que inventa y agradece la sonrisa de estar vivo. Las madres, todas, tienen más iniciativa y deciden  por intuición más y mejor que políticos y economistas juntos, con asesores, incluidos. Despiertan y espolean la sociedad para que siga avanzando. Ponen todo el amor y la energía para que la rueda del mundo siga girando. Y cuando llegan los logros de los suyos y se alcanza la perfección en algo, lo celebran, se regocijan y lo multiplican.
             Crean un ambiente especial, es decir, normal, sano, agradable, que atrae la bondad y amistad. Son capaces de crear cierta sensación de abundancia, sin necesidad de riqueza. En su hogar, puede verse la alegría y la esperanza, porque es en la paz  donde la vida crece y los niños aprenden, sobre todo con el ejemplo y la confianza. Ahí se asimila lo que no poseemos porque no lo hemos heredado con los genes. Se comparte lo principal en el trato y en la mesa: el cariño. Un don mutuo, recíproco, inagotable que seguirá manando cuando los hijos vuelen, o ellas se vayan.
            En ese ambiente, se respira salud sin monotonía. Se inventa el futuro y se afronta con confianza. Cuando se ama con locura, el amor-lo-cura-todo (heridas y lágrimas). El amor de la madre afecta al cerebro y al corazón de los hijos.
            Las madres sueñan, literalmente, situaciones imaginarias. Se inventan historias o cuentos que atraen y absorben totalmente la atención de sus hijos mientras comen. El relato termina justo al darles la última cucharada de comida. Y por la noche, con las estrellas, dejan al hijo envuelto, entre la fantasía de otros cuentos, otras nanas y otros besos, para que siga creciendo mientras duerme.  Y al despertar, con un beso de ternura, la madre le acercará el sol, para que sienta la magia de ser querido, de ser único e insustituible, y que  sepa que merece la pena vivir un nuevo día.
            Las madres son únicas; cada madre, lo es. Para cada uno la mejor, la suya. Y es verdad siempre. Incluso es verdad entre los animales. Tiene un encanto especial, un aroma especial, una música especial e inconfundible y reconocible entre cientos. En eso coincidimos los humanos y los pajarillos, las mascotas y los animales salvajes. Tal vez ellos, por tener algunos sentidos más desarrollados, lo perciben mejor.
              Pero tal vez la madre humana les supera en el gozar con la alegría de los momentos grandes de los seres queridos; las fechas en que la felicidad se hace palpable con los logros de los hijos, fiestas, cursos, carrera, trabajo, compromisos de amor, nietos etc. etc.
              Las madres, cuidan, velan, y son ángeles guardianes. Están a la cabecera cuando una indisposición, una fiebre o una enfermedad aqueja. No les basta con acompañar. Rezan, imploran y mueven cielo y tierra para encontrar el remedio y la salud hasta devolver la sonrisa al hijo de sus entrañas.
              Ellas enseñan lo que está bien o lo que no se debe hacer. Ahí está el ejemplo de la madre del Baltimore. Desde el momento de nacer, un par de ojos la observan, y unos pies la siguen. Aprenden, archivan, imitan. El respeto, la ética, la filosofía y la gramática se maman desde la cuna. También la dignidad y la trascendencia de la vida humana, es decir la creencia en un Ser Superior, (lo entiendan como lo entiendan).
              Todo eso no se pierde, porque se grava de forma indeleble en el alma.  Conozco alguna madre, que cuando llega la edad en que comienzan a fallar las conexiones neuronales, o alguna enfermedad deteriora la memoria y no encuentran las palabras adecuadas... cuando tienen enfrente a un ser querido, porque aunque conocen, dudan... Su vida y su sabiduría encuentra el recurso, para acertar siempre... Si alguien le pregunta
               -¿Quién es?
               La respuesta, mirando a los ojos, con un gesto de cariño fue... mover su mano hacia su pecho, una o dos veces. (Como diciendo: en estos momentos no sé decirlo bien, o temo equivocarme, pero es...  "algo de mí").
               Algunas, ya no están con nosotros. Muchas madres  se han ido. Pasar a otra dimensión no es dejar de vivir. El día de la madre, es su día. Nos dejaron el mejor regalo: la vida. ¡Impagable! ¡Qué menos que apreciarlo agradecidos!
               Y es también  el día de "las otras madres". Las madres que tuvieron un hijo, pero... no llegó a nacer. También pasaron a otra dimensión.  Lo cierto es que hoy no tienen quien las escriba, pinte un dibujo o le regalen un abrazo. El día de la madre,  puede ser un día triste, casi un drama personal. El silencio, no es la mejor felicitación. Sin quitar a nadie la parte de responsabilidad que le corresponda... tal vez, en su momento, no encontraron el apoyo, la orientación, los medios económicos y sociales y sobre todo el cariño, de quien podían esperarlo. Es justo reconocerlo, aunque no sea un consuelo.

           Las madres, en general y por mayoría, han elegido el camino del corazón. Ahí reside su fuerza. Y también la energía para dar pasos decididos hacia su destino. El orgullo de ser madre, no se pierde con las emociones, ni con las circunstancias. Es posible que lleguen momentos duros, días grises y también penas. No hay que negar que la vida tiene rosas y también espinas, para ellas. Igual que para todos. Pero no tienen miedo.
              Cada uno tenemos una deuda impagable de amor. ¿Cómo se devuelve el amor si  ni siquiera es exigible? El amor se da o no se da. Cuando se entrega de forma total, crea vida. Y esa vida, hoy, tiene nombre y es independiente.
            ¿Qué sería del mundo sin las madres?  Con todo mi ser: ¡gracias,  madre! ¡Gracias madres!

PUBLICADO EN EL HERALDO DEL HENARES, COLUMNA LA TANGENTE, 01-05-2015:

http://www.elheraldodelhenares.es/pag/noticia.php?cual=25767
BITACORA DE BELMONTE EN CIVICA: 04-04-2015:
http://investigadoresyprofesionales.org/drupal/content/las-madres



20 comentarios:

  1. Las madres mueven el mundo y hacen que el sol acaricie sin llegar nunca a quemar.
    Una madre es una luz que nos acompaña y guía. Da sentido a la palabra incondicional y pilar.

    Mi abrazo✳

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Cierto AtHeNeA ellas mueven el mundo y en cierto modo lo sostienen... son un pilar y no solo las pilares.
      Un gran abrazo,
      José Manuel

      Eliminar
  2. Respuestas
    1. Quiere decir, Emilia que lo estas viendo cada día.... en ese plantel de hermosos niños que ayudas a venir y que sostienes junto con sus madres.
      Gracias a ti.
      Un abrazo,
      José Manuel

      Eliminar
  3. Sí Jose, más urgente vivir que pensar.
    ¡Gracias madre!
    Un abrazo inmenso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es que las madres, como tu sabes, viven, actúan.y cuando tienen un poquito de tiempo para pensar es para ver de qué forma pueden ayudar mejor a sus hijos.
      Un beso, y gracias por ayudarme a pensar y a vivir.
      Gracias,
      José Manuel

      Eliminar
  4. Respuestas
    1. Gracias Pilar:
      Aunque nadie dice que sea fácil, todas estáis orgullosas de serlo. ¡Merece la pena!.
      Un abrazo,
      José Manuel

      Eliminar
  5. Precioso.Ojalá lo lean muchas madres y muchos hijos.
    Un beso

    Charo Uriarte

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tal vez Charo, si no lo leen las madres, seguro que lo viven. Los hijos, sí que tenemos que leerlo, porque ellas lo son 365 días al año y no solo el DÍA DE LA MADRE.
      Un abrazo, y gracias
      José Manuel

      Eliminar
  6. Que preciosidad, muchas gracias Jose
    Un abrazo Beli

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por tus palabras Beli.
      Me encanta saber que estás ahí y merece la pena aunque cueste. Por eso sois impagables.
      Un abrazo,
      José Manuel

      Eliminar
  7. Feliz dia de la madre.querida.Amgela.
    Bendiciones cruzamdo los mares
    CARIÑOS DESDE PARAGUAY

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Quiere decir, que aunque hoy no se celebre el día de la madre, en Paraguay,
      tu has estado atenta.
      Le diré a Ángela que lea tu mensaje. Y...seguro que te envía un beso
      Un abrazo,
      José Manuel

      Eliminar
  8. José Enhorabuena por esta fabulosa dedicación a las Madres, gracias por su visita me agrada siempre sus letras Saludos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. José Ramón, el aprecio es mutuo, porque tus creaciones son muy originales.
      Gracias por tus palabras.
      Un abrazo,
      José Manuel

      Eliminar
  9. Tus artículos como siempre,enriquecedores.Pero como todo no ha de ser tan serio Aqui te envió una dirección para que veas algunas diferencias entre las madres,aunque como bien dices,todas,y especialmente las nuestras son las mejores.
    Saludos.Domingo

    http://matadornetwork.com/network/12-differences-normal-mother-spanish-mother/

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Jajajaja, Domingo, muy bueno.
      Todas esas y más son auténticas.... pero la de la tortilla de patata,,, es ontológica.
      Un fuerte abrazo, y gracias por tener el humor de leerme.
      Muchas gracias,
      José Manuel

      Eliminar
  10. Me ha encantado leerte José Manuel, las madres se merecen todo, nuestro cuidado y nuestro amor como ellas hacen siempre con nosotros. Hay una frase de una canción que cantábamos en misa de pequeños cuyas letras siempre llevo en el corazón. "El regalo más hermoso que a los hijos da el Señor, es su madre y el regalo de su amor". Un fuerte abrazo y buen fin de semana. @Pepe_Lasala

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Pepe.
      Sí, es el mayor regalo, el más hermoso. Tengamos a la madre aún con nosotros, o se haya ido para prepararnos el camino en otra parte, nuestro reconocimiento y nuestro amor sigue igual de vivo.
      Que tengas un feliz fin de semana.
      Un fuerte abrazo,
      José Manuel.

      Eliminar