jueves, 21 de mayo de 2015

La absoluta libertad de equivocarnos

Disculpen si generalizo, pero gracias a los Políticos, a la Iglesia, a todas las personas bienintencionadas que aconsejan en Internet, he aprendido que España es un variado país de 46 millones de párvulos, donde cientos de miles de personas autorizadas(supuestamente), indican, lo que se debe hacer o decidir para saber cómo se debe tapar uno la nariz mientras se toma la solemne decisión de votar.





Sin embarco, algunos reivindicamos la absoluta libertad de equivocarnos y saltar sin miedo, sin más red que la conciencia personal e intransferible, para emitir el voto o dejar de hacerlo.
Tengo 73 años y me gustaría pasar el nivel que me asignan los autoautorizados, antes de entrar directamente en el más allá, si no es mucha molestia.
Gracias.

            Y ya, puestos, también la absoluta libertad de pedir, que no se presenten, por el bien de sus partidos, y de España, ni Pedro Sánchez ni Rajoy.

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