Reanudamos la entrevista a
Teresita, si bien para mejor entender su vida y su obra, ofrecemos algo de la
realidad a que se enfrenta.
En Paraguay la necesidad
es mucha y la ayuda oficial escasa: falta apoyo a la familia, a la mujer y a la
niñez. Las cifras son abrumadoras. De los 2.600.000 niños y adolescentes que
habitan en el país, 1.100.000 viven en la pobreza, que es mayor en zonas
rurales, urbanas marginales y pueblos indígenas.
El periódico ABC Color decía
en agosto que urge aumentar la inversión para combatir desnutrición.
Pero además, hay niños maltratados, abusados,
pero sobre todo faltos de hogar y de cariño. También la juventud y la mujer están muy desprotegidas.
Decía Teresita, que en
ocasiones, como consecuencia de ese abandono y de la falta de apoyo, algunas
mujeres no ven otra salida que abandonar a sus hijos en los lugares más
inverosímiles. Esos niños y esas madres deberían hacer brotar una solidaridad en
torno a unos principios constitucionales de justicia, pero sobre todo unos
valores de humanidad y cristianismo, como han brillado siempre en Paraguay.
Algo de eso existe, pero puntual.
¿Qué es lo que más se necesita, Teresita?
-Antes
de nada, se necesita AMOR. Ni se pueden cerrar los ojos, ni se puede mirar para otro lado. Cada niño es un mundo. Son
el futuro. Necesitan el calor de una
familia. Y de las familias se
necesita su tiempo, su atención, su cariño, su abrazo. Una inmensa entrega de
AMOR. Nuestra entrega al amarlos tanto, hace al chiquito fuerte y sano. Es un
AMOR con desapego total, sabemos que debemos recibirlos sin retenerlos y un día
debemos dejarlos ir. Es una experiencia indescriptible.
-Hablas por tu experiencia como "familia
acogedora" en Corazones por la Infancia. Nos dijiste en la charla anterior
que en tu familia habías recibido ya a 12 bebés. Cuéntanos, por favor, cómo los
acogéis y por cuánto tiempo.
-Después de haber decidido el tema en familia y luego de que vinieran y
nos preguntaran, (era como si pasáramos el examen de capacitación) decidimos
embanderarnos en "Familias
Acogedoras". Todos apoyamos y colaboramos.
Ya dentro
comprobamos 1) que se necesitan más familias así y 2) que la gente tiene un poco de miedo a lanzarse y
ser solidaria. Pero, si se quiere ¡¡se
puede, claro que se puede!!
Y el proceso
es...que después de embanderarse cuando hay un niño nos llaman. Nos lo entregan
y queda un tiempo a nuestro cuidado. Este tiempo puede abarcar de 6 a 8 meses,
a veces incluso 1 año, pues ese es el tiempo que puede tardar el proceso legal
de cada caso. Los chiquitos llegan a casa para ser abrazados, amados, cuidados,
alimentados.
-Los pediatras dicen que los primeros meses de
la vida de un niño son muy importantes,
¿tanto bien les hace el ser "acogidos" en una familia?
-Yo, he constatado
que "nos" hace y "les" hace mucho bien. Es un tiempo de
GRACIA, de BENDICIONES. La familia que acoge no se rompe, se implica y se multiplica. Cuanto más damos más
recibimos. Nos hacen mejores y más generosos como personas y como familia. Y
los niños al ser amados reviven. Todos necesitamos ser amados para vivir. El
amor es más necesario que el pan. Hemos visto
cambiar la textura de su piel, el brillo de sus ojos; hemos visto brotar
dientes y pelo a los pocos días de llegar, y muchos de ellos por fin, pudieron
esbozar una sonrisa. Hemos percibido -casi palpado- lo que es capaz de hacer el
AMOR en un ser humano. Hemos visto la transformación que es capaz de hacer un
abrazo y un mimo en un niño.
Y, la otra cara,
siendo todo eso verdad... hay que saber que estos niñitos no pueden quedarse
con nosotros; todos deben partir. Algunos con sus lazos sanguíneos, sus
abuelitas o tíos, si se dan las condiciones.
- ¿Qué sucede entonces en los otros casos?
-Si
el estado no consigue su reinserción, entonces
el niño es declarado en adopción y conjuntamente con el Centro de
Adopciones se procede a las entrevistas con familias de la lista de espera.
Aquí es donde se nota perfectamente lo importante de la colaboración de la
ciudadanía con la tarea del estado, es vital nuestra ayuda desde nuestras
casas.
-De una forma u otra, la
realidad es que los niños se van. Entrega total y "desapego", parecen
opuestos. En todo casos, ese desprendimiento entraña un reto y un riesgo, sufrir.
-Es difícil
explicar. Por supuesto que sufrimos, por supuesto que nos cuesta muchísimo
cuando se van, pero entendemos que esa es nuestra misión. El amor es así o no es
amor. Como decía una amiga mía, "si
hablamos de dificultad hay que afirmar que no todo es fácil, pero si me
preguntan si merece la pena, rotundamente sí que merece la pena". Nuestro
cariño hace que ese pequeño crezca sano y feliz mientras está con nosotros.
Estamos preparando un pequeño para que sea el hijo de alguien a quien no
conocemos, para que haga feliz a alguien que no conocemos, para que complete
una familia que no conocemos.
Suelo comparar lo
que estoy haciendo con mis propios hijos: a mis 4 hijos estoy preparándolos, si
deciden casarse, para una persona a
quien no conozco, para que sea el esposo/a de alguien a quien no conozco, para
que haga feliz a esa pareja y a los hijos que vendrán. Y en el futuro, Dios lo
quiera, los niños amados serán los adultos que saben amar.
-Lo explicas admirablemente. Creo que no
hacéis drama al partir, sino aceptación. Pero...después del adiós, ¿qué pasa?
Se cierra la puerta y cada cual por su camino, o ¿siempre queda algo?
-Gracias por hacerme esa pregunta, porque me permite precisar. Hace 15
días entregamos nuestra pequeña numero 12. Se fue de casa luego de 6 meses. Esa
niña llego cuando tenía un mes. Regresó con su abuelita. Este regreso siempre
es muy cuidado, es muy sano, se van luego de hacer un relacionamiento
tranquilo, el tiempo depende de cómo el niño va adaptándose a su nueva familia.
Sus padres adoptivos o sus abuelitos, vienen a nuestra casa el tiempo que sea
necesario y empiezan a compartir con los pequeños, nosotros vamos saliendo de
escena, sobre todo yo, con quien el chiquito siempre está más apegado. Una vez
que vemos que el bebé reconoce, se alegra y festeja el encuentro con su nueva
familia, el está listo para marcharse.
Muchas veces seguimos
teniendo relación con ellos, incluso mis hijos mayores, mi esposo y yo, hemos
sido elegidos padrinos de algunos de ellos. Esto se respeta mucho y es total
decisión de sus padres adoptivos.
-Y ustedes, la familia acogedora, ¿no sienten
un vacio, cuando se van?
-Cada uno de los
chiquitos ha sido toda una enseñanza en nuestra familia, hemos dado muchísimo
de nosotros a cada uno de ellos, les hemos querido tanto que nada de lo suyo
nos es ajeno. Pero mi conclusión es que
ellos siempre nos dieron más. Nunca han causado problemas en nuestra casa, muy
al contrario han llenado de bendición nuestro hogar, y podría decir que he
vivido milagros de amor con la llegada de cada pequeño a casa. Han dejado en
nosotros una huella profunda de amor, nos enseñaron sobre la simpleza de la
vida y la fuerza del amor, y a DAR sin medidas, hemos crecido tanto como
familia.
A mí, como mamá me
han enseñado que nuestros hijos se van, que mis hijos se irán y sea corto o
largo el tiempo que compartan conmigo lo que terminan llevando es la fuerza de
mi abrazo. Cada niño nos ayudo a fortalecernos como familia, nos hizo crecer
como cristianos, nos hizo crecer como personas. Estoy segura que cada uno de
mis hijos será una futura Familia Acogedora.
-Escuchándote, me viene a la memoria
lo que Claudia Jovellanos tras leer la entrevista que publicamos hace una
semana, comentaba: "Excelente.
Una descripción de una Mujer auténtica, carismática, dulce, con un corazón puro
que irradia amor y luz ante la indiferencia de un mundo tan hostil...ella solo
tiene ojos y manos solidarias para tanta gente...orgullosas de que existan
personas con tantos valores y esa esencia única...Te quiero mucho Tere".
-Desconocía eso y me abruma escuchar lo que
dijo Claudia. Simplemente hago lo que hago porque estoy convencida, pero también
porque tengo el apoyo absoluto y el cariño total de mi familia. Esta es una
gran misión. Si nosotros pudimos hacerlo, claro que se puede hacer lo mismo aquí
y en cualquier país. Es increíble ver como Dios ordena todo cuando llega un
chiquito a la casa.
A todas las familias les digo: ¡Den!
Es bello dar. Debemos dar, porque solo dando uno recibe de nuevo. Busquen vivir
la magia, la bendición del dar, y ni se imaginan todo lo que recibirán. Por
experiencia lo digo, solo importa lo que amé, cuánto di y cuanto compartí junto
con mi familia. Es algo indescriptible
también recibir. Y hablo de recibir paz en casa, recibir alegría en casa,
recibir el pan en casa, recibir la salud en casa, la armonía en nuestra vida.
Cuando llegas del trabajo es maravilloso. Los pequeños nos reciben con un grito
de felicidad porque reconocen nuestra voz apenas entramos. Ni les cuento los
besos y abrazos que recibimos.
Estos pequeños han sido Angelitos que el Señor nos prestó un tiempo, y
estamos abiertos a que nos lo siga enviando. Hace 15 días como digo, se
fue nuestra última bebé y mis hijos ya me hacen la pregunta de siempre: ¿Cuando
viene el siguiente, mami?
-Hablas con una fuerza, que convence. Las
fotos que nos has mostrado, demuestran que la esperanza y el amor son más
fuertes que el miedo; y también, que sois una familia normal pero
extraordinaria que acoge con normalidad y deja ir con grandeza. Da igual si llega niña o niño. Y si llegan mellizos también abrís los brazos, para que nada pueda separarles. Con familias
acogedoras como la tuya podemos seguir creyendo que este mundo tiene futuro. Acoger
es obra de todos, como se puede apreciar.
-Llegan porque quieres, pero no se retienen. (13.01.16) dijo:
"Los preparamos para irse, para que hagan felices a otros, a personas que ni siquiera conocemos; y nos quedamos nosotros, esposo mio, siguiendo el camino juntos, con la bendición de Dios.
De nuestra vida se han ido 13 chiquitos, que mucho nos han educado!!"
-Llegan porque quieres, pero no se retienen. (13.01.16) dijo:
"Los preparamos para irse, para que hagan felices a otros, a personas que ni siquiera conocemos; y nos quedamos nosotros, esposo mio, siguiendo el camino juntos, con la bendición de Dios.
De nuestra vida se han ido 13 chiquitos, que mucho nos han educado!!"
Gracias por esta gran lección de humanidad.
SE PUBLICO EN:
ESPERANDO LA LUZ, 11-09-2015: http://belmontajo.blogspot.com.es/2015/09/teresita-de-corazones-por-la-infancia-y.html
BITACORA DE BELMONTE EN CIVICA, 11-09-2015:
http://investigadoresyprofesionales.org/drupal/content/teresita-corazones-por-la-infancia-y-ii
José Manuel Belmonte
Cuando se da, se es feliz; dar a los demás produce un bien estar al saber que has servido de ayuda. Caridad humana, caridad cristiana. Espero que hayas pasado un buen verano. Yo ya estoy de vuelta de las vacaciones y ando de nuevo por este mundillo bloguero. Un fuerte abrazo. @Pepe_Lasala
ResponderEliminarGracias Pepe:
EliminarPuedo decir que aún no he disfrutado de las vacaciones. Será ya muy pronto. Sí te eché de menos a ti y tus magnificas entradas.
Es verdad, como dices, que cuando se da, se es feliz. Esta gran mujer y su familia nos lo han demostrado.
Un abrazo y buen fin de semana.
Hola José Manuel, soy Marinita, creí que a estas alturas de mi vida ya habría poco que me impresionara, afortunadamente me equivoqué, la entrevista que le haces a Teresita así como las respuestas son tan directas, sencillas, trasparentes y maravillosas como lo es el AMOR, que en o consiste en dar y multiplicar ese afeto a la máxima potencia. Hoy aprendí un poco más de la vida.....
ResponderEliminarMuchas gracias José Manuel, un abrazo
Hola Marinita:
EliminarSabemos algo de lo mucho que podemos saber, pero nunca todo, y menos del amor.
La familia de Teresita, nos ha demostrado que el amor sorprende siempre, y ellos nos han sorprendido con una generosidad, una alegría y una profundidad, que de verdad contagia. Me gustaría que muchos pudieran leer ésto, para que como tu y como yo mismo, descubrieran el poder de dar y sobre todo de dar amor.
Muchas gracias por tu comentario y por estar ahi.
Un abrazo,
José Manuel.
Gracias Josema :Es admirable la entrevista que pudiste tener con mi hija Teresita Benegas O'Hara ,
ResponderEliminarMuchas gracias cruzando los mares
Hola Rossy:
EliminarSoy yo el agradecido a Ti, por ser la madre de Teresita y de esa gran familia que todos admiran cada vez más cuanto más la conocen.
A esta parte del mar, desconocemos tanto la grandeza de tu país, como el gran corazón de tus conciudadanos. Ojalá, gracias a esta entrevista, pueda acercar a mucha gente a su belleza, su arte, su fe y sobre todo su generoso amor y entrega.
Una vez más, gracias a ti como principio y origen de la familia, la educación y la empresa.
Con afecto,
José Manuel
Manuel, me ha gustado mucho conocer la historia de Teresita, su gran labor, callada y discreta, me impresiona ver todo lo que podemos hacer sin grandes parafernalias, con una labor de hormigas, constante y bien organizada, con pocos medios y un gran sentido de solidaridad humana.
ResponderEliminarUn gusto leerte, amigo. Abrazo
ocos
Hola Maria:
EliminarSiempre es bueno, conocer personas que lo dan todo, con la sencillez y generosidad. Pero cuando esas acciones solidarias se repiten una y otra vez, como las de Teresita y su familia, no solo causan admiración, sino que nos interrogan, y nos ayudan a no cruzarnos de brazos.
Gracias, por todo.
Un abrazo,
José Manuel