Hay gente que lucha por su valor, su
capacidad y su gran humanidad, por encima de sus limitaciones. Aunque según los
entendidos hay mil millones de personas con discapacidad en el mundo, la
mayoría de la gente no está acostumbrada a tratar con esas personas. Podrían
comprobar lo normales y lo admirables que son. Algunas personas con
discapacidad pueden estar en sus casas. Pero la sociedad ha creado centros
donde pueden ser atendidas. Los centros están llenos.
Suelo ir, al menos una vez por
semana, a uno de esos Centros de Atención a Personas con Minusvalía Física
(CAPMF). Voy por algunos de ellos, pero sobre todo, por mí mismo. Algunos dicen
que las personas que están en esos centros son "especiales". El
adjetivo es lo de menos. Lo importante son ellos. Seguro que las personas que
les atienden, también son "especiales". Aunque suene extraño, voy a aprender. Ellos me
ayudan a sentirme humano y a dejar los egos.
Allí puedo ver, el valor de hombres
y mujeres, que no se rinden, que van y
vienen en silla de ruedas -adaptadas de mil formas-. Allí constato que "Nadie es
perfecto", como dijo el japonés H. Ototake. Y que al volver, eso, sigue siendo verdad en
cualquier lugar del planeta.
Una persona llamada Lizzie,
discapacitada, dijo: "deja de mirar y empieza a aprender". Eso me gustó. No dejan de sorprenderme. Pueden
parecer "raros"-todos lo somos-, pero no son monstruos. Son personas.
Puedo verlas en el bar o en la biblioteca; esperando la consulta del médico o haciendo
rehabilitación en el gimnasio. Salen a la puerta a fumar un cigarrillo; con su
lenguaje limitado, se entinen; en la medida que pueden, ayudan a otros; sueñan
y se enamoran, como hace cualquier otro ciudadano. Tienen problemas, también.
Problemas que a veces ni nos imaginamos. Pero sobre todo, esperan que algún día
la ciencia encuentre solución a problemas como los suyos.
No se pueden negar sus limitaciones. Pueden
moverse gracias a los avances tecnológicos, aunque les falte algún miembro o
tengan un cromosoma de más, o daños en la médula, o un síndrome raro...Tener
una cierta autonomía les permite una libertad con la que pueden enfocar y
afrontar su nueva vida. No olvidemos que hay personas a quienes les han
descubierto la enfermedad o han sufrido un accidente traumático, cuando la vida
les empezaba a sonreír. No es fácil comenzar de nuevo. Como ellos dicen: "Si
luchas puedes perder, si no luchas estas perdido". Le echan voluntad y esfuerzo y, suplen muchas carencias y...
muchas ausencias.
Que necesiten ayuda para darle un
rumbo a la nave de su vida, es normal. Hay situaciones que, sin ser traumáticas,
requieren orientación, apoyo y ayuda (estudios, rupturas conyugales, embargos,
etc.). Pues más si se ha sufrido o se tiene una "carencia".
Por alguna razón que desconocemos, desde el nacimiento
o por alguna circunstancia posterior, ellos están total o parcialmente a merced
de cuidadores (familiares o no) y, personal médico-sanitario. Pero en general,
a pesar del miedo a su limitación, asumen retos, son valientes, buscan un
sentido a su vida. Y es que "De lo que se trata es de potenciar nuestras
capacidades, siempre mejorando y fortaleciendo lo que tienes, en lugar de
anhelando lo que te falta... y mucho menos sufriendo y lamentándonos". Lo
ha escrito alguien que sufrió el zarpazo del terrorismo, Irene Villa. Dice más:
"poner en práctica los sencillos valores de esfuerzo, comprensión y
perseverancia, es a veces considerado algo heroico, sin embargo, a quienes
hemos de sobrellevar una discapacidad ¡no nos queda otra opción!". ¡Qué
gran lección, la de esta valiente mujer!
Ella, como otras víctimas de
enfermedades, accidentes o terrorismo han caído en la cuenta de que, las
limitaciones o la discapacidad no detiene la vida, ni hunde el mundo, ni los
sueños. Pero eso les obliga a modificar sus formas de vida, sus hábitos, y sus
metas. La sociedad sí ha cambiado respecto
a ellos. Su carencia, les aísla. Los poderes
públicos, los medios de comunicación, las empresas, y los ciudadanos en
general, se ponen una coraza mental rígida -casi lejana- respecto a las
personas con discapacidad. Cuando la enfermedad se prolonga en el tiempo, la
actitud hacia ellos se retrae. No es la
que venía siendo habitual. Para justificarse, suelen decir, que ahora "son
personas especiales".
No son raros, por ser
diferentes. Ellos tienen que sacar provecho de sus limitaciones o
"capacidades diferentes", como se dice ahora. ¿Por qué nosotros, no?
Una cosa es que ellos cambien, y otra que nosotros sigamos a nuestra bola, y
los dejemos ahí solos. Solos con sigo mismos y su trauma, solos con sus
familiares, si los tienen, o solos con el personal de la institución cuidadora.
¿Puede extrañar que a veces se derrumben y depriman?
En las largas horas de
silencio, de día o por la noche, hay una lucha entre ellos mismos y el destino,
ellos y el entorno, ellos y sus nuevas metas, ellos y su sueño, ellos y el
horizonte nuevo donde podrán desarrollar los nuevos proyectos. Les cuesta o ha
costado: lágrimas y sangre, abandono o marginación social. No siempre, claro,
porque si encuentran apoyo, comprensión y amistad, lo superan mejor o vencen
antes. Como cualquiera, también ellos,
además de todo el cariño, necesitan ayuda psicológica para "no
rendirse"(M. Benedetti).
Por eso, otra de las lecciones
valiosas que se pueden aprender en estos lugares es el comportamiento de la
familia y los amigos, respecto a ellos (tanto si es positivo como si es
negativo). Es muy bonito, disfrutar de sus éxitos en los Juegos Paralímpicos,
por ejemplo. Pero pocos saben de su esfuerzo. Nadie sabe lo que es el éxito
hasta el final. En el fondo, en esta vida, no se trata de ser un perdedor ni un
ganador, sino ser uno mismo y ayudar a los demás.
"Nadie es perfecto",
para ellos es evidente. Pero la gente de la calle,-con su actitud- cree que sí
es perfecta, o que son "normales", cuando les olvidan. La sociedad
simplemente sabe que no es lo mismo un sano que un enfermo. Pero a éstos, les
tiene poco en cuenta. Eso hace daño. La persona discapacitada piensa y sabe, -como todos-, que la vida es un regalo.
Tienen derecho a disfrutar de todos sus derechos y ser felices. Pero muchos se
los niegan.
Estar enfermo, no es ser menor
persona, ni menos sujeto de derechos. ¿Qué sabe nadie lo que es adaptarse a una
enfermedad o con una discapacidad de por vida? Pues hay quien lo confunde todo, y los quiere
eliminar. Son numerosos. Me permito
citar al político Oscar Puente para quien “los hijos deformes” no merecen vivir;
o a Rosa Regàs, que los llama "monstruos", o el mismo Arcadi Espada que escribió hace algún tiempo: “Si alguien deja nacer a alguien enfermo, pudiéndolo haberlo
evitado, ese alguien deberá someterse a la posibilidad, no solo de que el
enfermo lo denuncie por su crimen..."
http://www.elmundo.es/blogs/elmundo/elmundopordentro/2013/05/09/un-crimen-contra-la-humanidad.html
Sí, es terrible, pero es así. Como
si solo tuvieran derecho a vivir los "perfectos", "sanos",
"listos" o "ricos". Y...
Justo en ese momento de mi
reflexión saltó la noticia:
"Catorce
muertos y varios heridos, tras un tiroteo en
un centro de discapacitados en San Bernardino, California". Según el locutor: se estaba celebrando una fiesta,
cuando 3 personas fuertemente armadas, entraron en el edificio y comenzaron a disparar.
Allí trabajan más de 600 empleados y hay más de mil pacientes. El Corresponsal añadió: "Se investiga
quienes son los autores y cual el motivo del atentado. De momento han huido".
Quedé consternado. Pensé en mis
amigos del CAPMF. Me vino a la memoria el atentado de Paris. No se sabía si la
matanza tenía o no relación con los yijadistas. DAESH significa "intolerante" o "el que siembra la
discordia”. ¿Sería obra suya como en los últimos atentados? No me extrañaría. Si
son capaces de asesinar a sangre fría a cualquiera que se encuentra en una Sala
de Fiesta, o degüellan a niños, a mujeres o periodistas...
Les faltaba dar otro salto
cualitativo: atentar en un Centro de
Discapacitados. En las guerras anteriores, estos centros, los hospitales y
los lugares de oración eran sagrados e inviolables. Ahora ya no respetan nada
ni a nadie. No me extrañaría que fuera obra de esos descerebrados. ¿No se puede
parar esta locura?
Lo que es cierto es que el fanatismo de los radicales de DAESH convierte
a quienes capta, en un enemigo diabólico, potencialmente mortífero. Tienen que
estar dispuestos a matar y morir en cualquier parte del mundo, a cualquier
hora.
Creo que habrá que combatirlos
de una forma diferente a lo que se piensa en Estados Unidos. Me refiero a que en
una población de 320 millones de habitantes, cada uno tiene un arma de uso
privado, (porque tiene derecho a defenderse). Según los datos de la Compañía
Brady sobre la violencia con las armas, cada día 297 personas reciben disparos,
y 89 fallecen cada día. ¡Es una barbaridad!
El negocio de la muerte, no
entiende ni de personas, ni derechos, ni edad, ni color, ni sexo, ni religión,
ni nacionalidad. Y hoy sabemos que... tampoco de salud o discapacidad.
Y
mientras, Occidente, sin poner pie en tierra, arroja regalos desde el cielo...en
una guerra contra enemigos que golpean, huyen de la batalla, se hacen
invisibles y aparecen en sus propias ciudades. No entienden que para cada
enemigo se necesita un arma que lo derrote y una estrategia.
¿Y si fueran musulmanes -solos
o acompañados- quienes pudieran y
debieran acabar con el Daesh?
PUBLICADO EN EL HERALDO DEL
HENARES: 06-12-2015:
http://www.elheraldodelhenares.com/pag/noticia.php?cual=28339BITACORA DE BELMONTE EN CIVICA: 11.12-2015
http://investigadoresyprofesionales.org/drupal/content/hay-discapacitados-internados-y-descerebrados-en-libertad
También yo tuve la oportunidad de estar con ellos y comentarles el libro de "La fuerza de la decadencia"...y una persona (ya fallecida) desde su silla... me decía..,"Mi silla", es la CRUZ a la que me abrazo y me fortalece"...estando con ellos se aprende a vivir la VIDA...TE FELICITO POR ACERCARTE A ELLOS...
ResponderEliminarJ. Varona
Muchas gracias J. Varona:
EliminarQuien lo ha vivido de cerca, sabe que no mentimos. La fuerza de lo que parece debilidad, y la humanidad de quien sufre alguna carencia es un incomprensible misterio que nos recuerda que "los milagros existen".
Feliz día y un gran abrazo.
José Manuel
hola José Manuel, me gustó enormemente tú texto, hace tiempo visité discapacitados en un campamento de verano, al principio me asusté por ser fuertes y grandes, eran chicos y chicas distintos, cariñosos e inteligentes, enseguida conversaron conmigo, ......, nos hicimos amigos, más tarde fuí a verles al centro dónde realizan con gran profesionabilidad talleres.
ResponderEliminarTambién conocí a un compañero que tenía una minusvalia física, una pierna era mucho mayor que la otra, y aunque al principio me llamó la atención, luego sentí que era uno más, era feliz.
Una de mis amigas, tiene una minusvalia en el brazo y mano izquierdos, recuerdo que al principio se lo tapaba, ahora trabaja y no le da importancia.
Se de una madre con una hija que tiene esquizofrenia, antes de detectarlo, sé que la hija pegaba a la madre, y no sabía porqué, la hija tras varios ingresos en centros psiquicos sé que mejoró, va a clase, ya no pega a su madre porque conoce lo que le pasa y cuando está al borde de una crisis incontrolada, ella misma le pide a la madre que sea ingresada en centro, y así viven. Son felices.
El hijo de una compañera de trabajo nació que un grave problema celebral, aquí no hay otra solución más que cariño y cuidados muy limitados.
Lo que hay en común son personas limitadas que luchan dentro de sus posibilidades así como sus familias por salir adelante, aprendes de ellos y sus cuidadoras y el NEXO más importante la HUMANIDAD que tienen y te transmiten.
Un abrazo muy fuerte.
Marinita P.F.
Hola amiga:
EliminarHaces un recorrido por distintos momentos y lugares y momentos de tu vida, en los que has tenido ocasión de contactar y conocer a esas personas diferentes y extraordinarias, con una energía para comunicar y tocar el corazón de quien a ellos se acerca.
Parece muy duro y terrible ese mundo, pero cautiva y humaniza. Después de verlos a ellos y a sus familias, todo lo que nos pasa a nosotros pasa a un segundo plano y es más relativo.
Salen adelante, creen, y luchan, porque no están solos. ¡No puede ser de otra manera!
Me alegro, que hayas tenido esa experiencia fuerte que no deja a nadie indiferente. Seguro que te ha ayudado,en los momentos difíciles por los que tuviste que pasar.
Otro abrazo fuerte para ti. Que tengas feliz semana.
José Manuel
Hola Jose Manuel, que quieres que te diga de esta magnifico articulo , por varias razones pero por una muy importante para mi, como tu bien conoces, me has emocionado.
ResponderEliminarLlevas razón son unas personas "especiales" y necesitan un apoyo una compañía y un cariño diferente, y aunque es verdad que muchas personas - normales- asi lo reconocen y entienden , todos teníamos que pasar - no digo por una de esas situaciones - sino pasar por un Centro de Atención de esas personas para poder entender, comprender y tratar a esas personas y asi potenciar nuestras capacidades y descubrir valores humanos tan necesitados últimamente.
Estoy de acuerdo con toda tu exposición un abrazo
Ángel
Hola Ángel:
EliminarHas estado conmigo alguna vez, en esos Centros. Hemos compartido mesa, conversación y experiencia. También hemos sacado a alguien y hemos compartido con otros familiares de ellos, lo poco que sin ser familiares se puede, que es el respeto y la amistad.
Además, vivo muy cerca lo maravilloso que cada día te regala, es ser tan especial que es tu nieto Nico.
Gracias, por cuanto haces, vives, sientes y compartes.
¡Qué gran corazón tienes!,amigo.
Un abrazo,
José Manuel
Hola Jose Manuel, no se lo que me ha emocionado mas si tu articulo o tu contestación , pero si te puedo decir que se me han caído unas lagrimas y tengo un nudo en la garganta, ya veremos como me levanto mañana, por que me voy a la cama que no se si es con una gran alegría o con tristeza , con pena , no se .... Y tu lo sabes , un abrazo y hasta mañana.
EliminarÁngel.
Gracias Josema , una ves mas tu escrito a tocado la parte mas sensible de mis sentimientos , Gracias por lo mucho que haces por defender la vida, por estar siempre al lado de los mas necesitados -
ResponderEliminarGracias Rossy:
EliminarSé lo que tu tienes y el cariño con que vives ayudando a tu hijo durante toda su vida, de una forma tan especial.
Escribía, especialmente de los que, por las circunstancias que sea, no están o no pueden estar, en la casa familiar a cargo de los padres o familiares directos.
Pero no tengo ninguna duda, de que los familiares directos, con su atención, cuidado y cariño, hacéis casi imperceptibles las carencias y más llevaderas, siempre.
A tu lado, todos tus hijos han aprendido los auténticos valores, para defenderse en la vida y ayudar a los demás. Tu difunto marido y tú formasteis una familia admirable. Pero, un hijo especial, tiene una lección especial para los suyos. Y tu aprendes, trabajas, y oras diariamente en esa lección de humanidad y de ternura que es Josema.
Que Dios os siga bendiciendo.
Con todo mi afecto,
José Manuel