miércoles, 16 de diciembre de 2009

EL 17 D EN EL CONGRESO


Mañana jueves estaré en el Congreso. Va a ser un día histórico, como lo fue el pasado 17 de Octubre. Ese día, con muchos españoles, y como ellos estuve en Madrid; y también aquel día de hace exactamente dos meses fue inolvidable. Los ciudadanos, por segunda vez en 2009, de forma masiva decían, a quien quisiera oírlo, pero sobre todo a Zapatero y su gobierno, que ni hacía falta, ni queremos esta reforma de la ley del aborto.
Mañana tendrá lugar en el Congreso de los Diputados la primera votación del proyecto de ley del aborto. De este modo podrá seguir los trámites oportunos. pase al Senado y vuelva al Congreso para su aprobación o rechazo en el Congreso hacia el mes de marzo de 2010.
No hay que olvidar que ningún partido político llevó en su programa la reforma de la ley del aborto. Por lo tanto, nuestros representantes, en este caso, van a atribuirse una delegación que no les ha sido conferida por la soberanía popular. Y los ciudadanos ni antes, ni después van a tener posibilidad de influir, incluso aunque cambien su voto. Nos lo quieren “vender” como ”un derecho”.
Mañana, las Plataformas de las Asociaciones Hazte Oír, Derecho a Vivir, Médicos por la Vida, Universitarios por la Vida, Nasciturus, Fundación Madrina y Adolescentes por la Vida, estarán fuera desde mucho antes de la votación, para hacer sentir a los Diputados, la importancia de la decisión que tomen. Ellos van a representar de manera silenciosa y pacífica a esa mayoría de españoles que se opone a una ley injusta que considera el aborto como la última aberración “humanitaria” de nuestra civilización.
Quienes estemos en la tribuna del Congreso, seremos testigos de lo que los Diputados votan y de la orientación de su voto. Quiero decir, simplemente, que vamos a ser testigos de la votación global, pero también de la votación particular de los Diputados de cada provincia. Y es muy importante que haya testigos para poder contarlo, porque los ciudadanos de cada provincia deben estar informados. Por la televisión hemos sido testigos del “trapicheo” para conseguir los votos necesarios.
Escribía yo mismo en el mes de octubre, que “Al menos, en el tema tan delicado y tan contestado del aborto, los parlamentarios deberían reclamar la libertad de voto. Incluso el que fuera secreto. La ley del aborto pone a prueba las convicciones íntimas de la persona, que son anteriores y están por encima de la ideología. La conciencia de cada uno no puede ser sustituida por la disciplina de partido. Todos los partidos deberían anticiparse a dar libertad a los componentes de su grupo, antes de que los que tengan un poquito de dignidad se la reclamen. “Una vida cuenta”. También en el Parlamento”.
Se va a votar una ley que afectará a padres y a hijos, a adolescentes y personas adultas, españoles y emigrantes, pero sobre todo a mujeres, y sobre todo al feto de las gestantes, a quienes tienen fe y a los que nada creen. Me voy a permitir hacer público un correo que me llegaba ayer mismo, y que sitúa un poco las cosas: “Yo quiero agradecerte muchísimo el tremendo trabajo que estas haciendo en defensa de la VIDA. No doy crédito cada día al nivel de degradación que estamos llegando cuando desde el gobierno y peor desde políticos que se dicen católicos se intenta defender lo indefendible,¡¡¡que valientes todos cargándose a los indefensos¡¡¡¡ Es una época de oscurantismo que seguro que gracias a ti y gente como tu, un día veremos que se les cae la venda de los ojos. Yo como medico tengo muy claras mis prioridades”.
De momento hay 37 asociaciones científicas que exigen el derecho a objetar esta ley, comenzando por los ginecólogos. No se trata tanto de la conciencia, como de ciencia. El derecho a la objeción es irrenunciable. El derecho a la ética profesional lo es también. Es más, los docentes de alguna Universidad se están oponiendo a tener que enseñar a hacer abortos a todos los médicos, porque lo que tienen que aprender los médicos, incluso por su juramento, es a defender la vida, mejorar y curar cualquier dolencia, y siempre tener un compromiso solidario con el débil.
Y no olvidemos que, aunque no lo dice la ley, se pretende adoctrinar en los colegios a nuestros adolescentes sobre el aborto.
No se ha agotado el tema. Ser testigo es un privilegio.
PUBLICADO en EL HERALDO DEL HENARES 16-12-09

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