viernes, 9 de abril de 2010

De la dictadura de las minorías al relativismo jurídico

Hemos llegado hasta aquí por la vía de los hechos consumados. En España las minorías imponen su criterio cuando a ellos les conviene, porque a los demás les interesa. Dinero y poder son la vaselina y el calzador que hace entrar a la sociedad en la horma, “quiera o no quiera”. Si quien manda paga, la decisión se impone. La decisión es la ley. Y se impone porque se consigue mayoría. ¿Es democrático? ¡Es lo que hay!, mientras no cambie.

Así se puede llevar a cabo un programa, si lo hay, anunciado o no. El último ejemplo es la Ley del aborto. Pero ha habido otras leyes y se preparan otras nuevas, ya que por lo menos hay un plan.

De ese plan, estamos viendo pasos. Pasos son impulsar la sociedad hacia la laicidad, el feminismo radical y el adoctrinamiento( que no educación).

Con la vaselina suave del talante y la firmeza de la intransigencia, las cosas van sin prisa pero sin pausa. Con la ayuda de la “semántica”, va una carga de profundidad.

Sutilmente se sustituye la familia por “opciones sexuales”; a los padres por “progenitores”, la excelencia y capacitación por “la igualdad” y la “paridad”, el derecho a la vida por el “derecho al aborto”, y el derecho a la educación por “la educación para la ciudadanía”.

Se anuncia ya la Ley de la libertad religiosa, con lo que se juega, o “vuela”, otra de las libertades básicas de los ciudadanos y ciertos símbolos religiosos.

Algunas voces ciudadanas denuncian lo que se esconde detrás de las ambigüedades, para despertar a la sociedad adormecida. Pero el veneno ideológico ha sido servido en vasos dorados y con un buen vino. A muchos se les ha nublado la vista, adormecido la conciencia, y trastocado los valores. El incremento del paro no parece haber sido suficiente aldabonazo, porque de la forma que todos saben, se ha puesto a los sindicatos a mirar para otro lado; o se han uncido al mismo carro. Se prefiere, junto con un sindicato, eliminar a Blancanieves y otros cuentos sexistas y meter la historia del feminismo en EpC.
Con la colaboración de los terminales de apoyo, se va abriendo paso la construcción de una nueva sociedad. Aprovechando la crisis se potencia el Carné Joven con rebajas hasta del 20%, para el aborto o la píldora.

Tal vez el último recurso sea la justicia en general, y el Tribunal Constitucional en particular. En cuanto a lo primero, según ha dicho Chaves en una entrevista en TVE: "algo ha ocurrido en el seno del estamento judicial para que se haya llegado a esta situación".

En el segundo caso, mejor escuchar una autoridad en la materia, que conoce el tema desde dentro. El Tribunal Constitucional “ hace mucho tiempo que dejó de ser lo que en principio fue; ahora no es un órgano de Derecho, sino una tercera cámara en la que la lucha política sigue con otros actores y otro lenguaje. Allí se ha mudado la razón jurídica por el peso del número de miembros que coloque el Partido. Es el relativismo llevado a lo jurídico” (José Luis Requero, Magistrado).

El análisis parece muy grave y desalentador. El poder lo ha contaminado todo. Parece que habría que cambiar el sistema electoral en primer lugar. Y en segundo lugar que se pudiera volver a la división real de poderes.

Lo que interesa es el voto y no el poner las cartas boca arriba. El partido que gobierna no lo va a hacer porque sería otra sangría de votos que se le escaparían. Y el Partido Popular tampoco, porque no atraviesa un buen momento para mover ficha. Las minorías, viven muy bien mientras conserven el estatus actual. Únicamente Rosa Diez ha planteado que se cambie el sistema electoral. Su opinión, no ha sido tomada en consideración, pues de momento tiene escasa representación parlamentaria.

¿No es urgente una reflexión serena sobre nuestro Estado de Derecho?
PUBLICADO en EL HERALDO DEL HENARES 09-04-2010

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