(Continúa..."algo de lo que estoy convencido"y 2)
–No hemos aprendido. Entra en vigor la
nueva ley, que considera el aborto “un derecho de la mujer”, es decir, que la madre tiene derecho según esta ley, a dar muerte a su hijo. No se protege para nada al indefenso inocente “no nacido”. Se permite eliminarlo, sin causa ni razón, hasta la semana que arbitrariamente el gobierno ha establecido. Jurídicamente es una aberración, porque se legitima la violencia gratuita contra un inocente. Como dice Benigno Blanco “España promueve el aborto desde el gobierno y con dinero de todos”. Y añade, “se trata de facilitar el negocio mercantil del aborto, privando a la mujer de toda información”.
–Lo primero es vender a la mujer el aborto, luego se vende el feto, entero o por partes. Algunas industrias y laboratorios farmacéuticos, y algunas industrias o laboratorios cosméticos, están usando, fetos y embriones, abortados o no, para productos de belleza, nutricosmética y regenerativas. El hecho saltó a la luz en 1988. Pero desde entonces nada se ha detenido, si acaso se ha espesado el velo de la impunidad.
-La sociedad civil, nosotros, tenemos que tomar conciencia de nuestro poder y de nuestra responsabilidad. El poder está en el pueblo. Está en nuestra mano decidir democráticamente a quien le damos nuestro voto y nuestra confianza, cuando llegue el momento. Los abortos nos salpican a todos, debido a nuestro voto. Hay un teléfono para denunciar los malos tratos. Pero donde hay que llamar es a la concicencia. Hay una conciencia humana que tiene que despertar. No da igual todo. La tragedia de un embarazo imprevisto no se soluciona quitando una vida. ¡No queremos embellecernos con los hijos abortados de nadie! No por que seamos o no cristianos, si no porque se esta poniendo en peligro la salud de la Humanidad.
–La violencia, antes o después, engendra violencia. Nos lleva a la destrucción. El aborto es violencia. La violencia machista es deplorable. La ideología es violencia y engendra miedo. Tenemos que abandonar la barbarie para inculcar a nuestros hijos el respeto. La violencia da la naturaleza parece ciega, pero nuestro corazón, influye en ella.
–Cuando, pasemos a otro nivel, y vayamos al encuentro de la Luz descubriremos que la indiferencia no existe. Todos somos responsables de todos. Todos estamos interconectados. Tendremos más energía cuanto más hayamos entregado para cambiar el mal por el bien, las tinieblas por la luz, y el odio por el amor. Somos eternos, pero nuestra felicidad, presente y futura, según los sabios, está en nuestro libre albedrío. En los niveles superiores de conciencia vamos a encontrar que los seres con los nos cruzamos y nuestro comportamiento con ellos, es de vital importancia. Los más débiles y los enfermos y los ancianos interpelan a cada uno, no solo a los médicos.
–No somos esclavos de esta ley, injusta, innecesaria e inhumana. Aunque entre en vigor, vamos ha hacer todo lo posible para cambiarla, porque es perversa e inconstitucional. Es más, altera el marco profesional de médicos y personal sanitario, a quienes se les obliga no sólo a aprender a matar inocentes si no a "practicarlo". A los catedráticos les obligaa enseñar a los estudiantes de medicina, a matar. A las Comunidades Autónomas que tienen transferida la Sanidad se les obliga a ofrecer "este servivio". La ley atenta jurídica y éticamente contra la conciencia de muchos colectivos. Cambiar la ley también es cosa nuestra.
–No más abortos. Paremos el negocio. No queremos pagar con nuestros impuestos la muerte y la locura. Queremos, que nuestros impuestos se destinen a ayudar a las madres embarazadas que necesitan ayuda y comprensión.
-No nos van a callar ni vamos a parar hasta que esto cambie. Nuestra Selección de fútbol nos ha demostrado que no pasa nada por perder el primer partido, si se sabe reaccionar. No tenemos la fuerza ni poder pero tenemos la razón. Creemos en la vida y también en la familia. Y por supuesto, creemos en el Ser Supremo, pura Energía que atrae todo, y lo llena todo, le llamen como la llamen.
¡Podemos! “Mientras haya ganas de luchar hay esperanza de vencer”.
La vida triunfará, y será gracias a las personas generosas y luchadoras como vosotros. Tenemos derecho a la ESPERANZA, pero no a quedarnos sentados esperando.
La Vida vencerá. Lo bonito es que quiere nuestra colaboración.
Hemos celebrado una velada de luto por los que no han nacido, por los que han apagado, pero se nos ofrecen cada año 365 días para apoyar a los que van a nacer. Y los vamos a apoyar estoy seguro.
Gracias a todos los convocantes y a los que habéis venido. Una vida importa. La nuestra también. Seguimos unidos. Seguimos en la lucha, en la lucha por la vida. ¡Merece la pena!
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