No son capaces de escuchar, ni de
sumar. En España y en otros muchos países, legisladores y gobiernos no escuchan
a los sabios, ni son capaces de consensuar algo tan esencial para el futuro de
todos, como es la educación. Tienen mayoría, pero no voluntad de hacer personas
libres. Tampoco todos los docentes están
a la altura de lo que se necesita. ¿Es falta de libertad o es deseo de no
complicarse? No lo digo por el reiterado
desastre del informe PISA; tampoco por el
escalofrío de juventud que muestra el programa televisivo “Hermano mayor”. La incuria,
inercia y la violencia están ahí. Más que síntomas inquietantes, son ya realidades sociales.
Los partidos mayoritarios que han
gobernado durante los últimos 35 años, con sus Leyes educativas han robado a la
juventud el tiempo, la ilusión, el futuro, y la conciencia. Sus leyes nacen
muertas. La juventud está desorientada y desnortada; la mayoría sin trabajo, y
en la plenitud de la vida.
Un ejemplo: la Secretaria General
del Partido gobernante en España, acaba de decir que la situación educativa en España es un error, pero no tienen
voluntad de corregirlo. “La transferencia a las Comunidades Autónomas de
la gestión educativa «fue un error», pues el modelo educativo es una
de las principales «fortalezas» de un país y ese error ahora «es una realidad a
la que es muy difícil dar marcha atrás y con la que hay que trabajar».
http://www.abc.es/toledo/ciudad/20131211/abci-cospedal-ahora-estamos-pagando-201312111041.html
El coladero ideológico ha sido
perverso. El mínimo o nulo esfuerzo hizo inútil las distintas leyes. La
desvergüenza ha conducido al todo vale. Abrió la puerta para que llegaran a las
aulas, elementos de una solvencia cultural, social y moral muy discutible. Se
ha traspasado la línea roja. La sociedad se alarma y el Gobierno estudia "medidas legislativas" “para evitar
que terroristas, violadores y otros delincuentes puedan llegar a ser profesores”.
http://www.larazon.es/detalle_normal/noticias/4699451/espana/el-gobierno-trabaja-para-evitar-que-terroristas-o-violadores-sean-profesores
El fracaso escolar era sólo un
síntoma de un nivel, mientras en la sociedad la corrupción era insultante. Con
dinero, se ocultaron las miserias y se regalaron orlas, diplomas y títulos. Ahora,
con los recortes y la forzada austeridad, se redobla el antagonismo partidista y el
miedo a la verdad. No se ha logrado un
pacto de Estado para la Educación.
Las leyes no cambian nada, si no hay una revolución urgente.
Las personas capacitadas y
sensatas están lanzando, en varias partes del mundo, desde hace meses, un aviso
muy contundente: o cambiamos la
educación o este mundo se va a pique.
En España, la “Ley Wert”
posiblemente no sea peor que las anteriores. Pero no se ha tenido la claridad ni
la persuasión necesarias para superar la trifulca ideológica y partidista. Se
han perdido en un “debate político estéril, de descalificaciones personales… El
debate en el Congreso (ha sido) un diálogo de sordos” (M.Calleja). La pobreza intelectual que demuestran, llevan
a la ruina moral. Solo se escuchan a sí mismos y a su cuerda. Vamos a seguir, con menos medios, donde
estábamos.
Deberían escuchar y entender las razones
de reconocidos catedráticos y pedagogos. Por ejemplo, el italiano Francesco
Tonucci (foto izquierda) dice que "La misión principal de la escuela ya no es
enseñar cosas”.
Entonces, se necesita una
revolución educativa. La enseñanza es avanzar en la búsqueda de la verdad que
no es única ni inamovible. Y superar el debate estéril entre lo público y lo
privado. A muchos les va a ser muy costoso asimilarlo, empezando por los
legisladores y siguiendo por los profesores y los padres. No estamos hablando
de falta de motivación ni de estímulos llamados “becas”; tampoco de trastornos
de atención; ni de lenguas vehiculares; ni de familias desestructuradas. Eso existe
y hay que contar con ello y mirar más allá.
Enseñar no es embutir
Hay que asumir que “los niños no
son sacos vacíos que hay que "llenar" porque no saben nada”. Hay que
escucharlos para descubrir personas, valores y principios. La escuela "debe ser el lugar donde los chicos aprendan
a manejar y usar bien las nuevas tecnologías, donde se transmita un método de
trabajo e investigación científica, se fomente el conocimiento crítico y se
aprenda a cooperar y trabajar en equipo" (Tonucci, de 68 años).
Dotar de instrumentos para conseguir seres humanos
capaces y capacitados, sensibles e imaginativos, innovadores y participativos. Padres y educadores, desde el inicio
tienen que saber que nada es gratis ni
exclusivo. "No hay que considerar a los adultos (profesionales) como
propietarios de la verdad que anuncian desde una tarima". El esfuerzo de superación, debe ser de padres
y de hijos, de alumnos y profesores. El talento se descubre, se potencia y se ejercita.
Eso repercutirá en su futuro personal y
en beneficio de la sociedad.
“La crisis de la educación no es una crisis más
entre las muchas crisis que tenemos, sino que la educación está en el centro
del problema. El mundo está en una
crisis profunda porque no tenemos una educación para la conciencia. Tenemos
una educación que en cierto modo le está robando a la gente su conciencia, su
tiempo y su vida. El modelo de desarrollo económico de hoy ha eclipsado el
desarrollo de la persona”(Claudio Naranjo, 75 años, Psicólogo, Escritor y
Profesor foto adjunta).
La libertad, conciencia y democracia
Lo que hasta ahora se ha hecho es
“usar la educación como una manera de meter en la cabeza de la gente una manera de ver las cosas que le conviene
al sistema, a la burocracia. Nuestra mayor necesidad es la de una educación
para evolucionar, para que la gente sea lo que podría ser” (C. Naranjo). Quienes
llegan a la vida y al aula son personas. Debemos fomentar la coherencia. Quien
no tiene principios no los quebranta nunca. La mente es importante, pero hemos
olvidado el corazón. Los padres son importantes: "El nivel educativo de
los padres tiene un enorme impacto en la formación que reciben sus hijos”( https://t.co/gZsJm5AaMT).
Se arrojó la conciencia por la borda. No se puede navegar
con más desidia. Más dinero y más becas, y más subvenciones no son la panacea.
En la familia y en la sociedad hay que recuperar los principios de bondad,
honradez, sinceridad, esfuerzo, el altruismo y tener en cuenta al más débil y al más
desfavorecido. Los hijos antes de ir a la escuela o a la Universidad, imitan. Antes de emprender, “viven y sienten” en casa y en la calle.
Tiene su historia. Escucharla es importante. Hay que enseñar también con el
ejemplo y proponer ejemplos humanos,
políticos y espirituales. Hay que dejar el materialismo y volver al
humanismo.
Más que enseñar contenidos es
importante enseñar a interrogarse y aprender.
Actualmente la mayoría de los estudiantes, son “escuchantes” y “hacedores de
deberes”. Eso les aburre porque no se les implica. La mayoría de los
profesores, no escuchan, ni proponen métodos y experiencias interesantes de
aprendizaje y debate. Parecen funcionarios, no “maestros”.
Hay que recuperar la ciudad de
los niños. Hemos hecho unos “forzados” a deberes. Juegan muy poco. Su mundo se
reduce a móviles y videojuegos. “La desaparición de los niños de las
calles afecta mucho a la ciudad; la ciudad sin niños es peor”. Hay que educar
para vivir la alegría. Fomentar el ejercicio y los juegos al aire libre para
evitar la obesidad. “El mundo no es un regalo de nuestros padres, sino un
préstamo de nuestros hijos”.
La ambición y el dinero, a toda
costa, nos llevaron a la quiebra económica y humana. Enderezar la salida de la
crisis en base al desarrollo económico, sigue eclipsado el desarrollo de la
persona. Hay que ser inteligentes para aprender de los fracasos.
La revolución cultural tiene que integrar todas nuestras capacidades
intuitivas, afectivas y cognitivas. Descubrir la interrelación de unas con
otras, y su proyección y sus
consecuencias en el entorno cercano y en
el mundo. Tanto lo que se hace mal o se deja de hacer, como lo que se hace
bien, tiene consecuencias. Hay que
recuperar la conciencia y saber en casa,
en la escuela y en la calle lo que está bien y lo que está mal.
(En la imagen, el atleta segundo, pudo ganar, porque el primero se equivocó y pensó que había llegado. No todo vale, le indica el camino.)
Ni padres, ni políticos, ni
profesores pueden tirar por la borda lo mejor que tenemos, la conciencia. El hombre es un espíritu encarnado, un caminante que
no se agota en el tiempo. Hay que descubrirlo. Que no venga ningún iluminado a
decir que eso no se enseña en la escuela laica. Intentan con ello encubrir su
miedo diciendo que eso es “religión”. ¡Se equivocan! El espíritu humano es
anterior a cualquier religión y a cualquier creencia. La pérdida de la
conciencia, es la pérdida del sentido de la vida. “Es una parte importante de
la vida interior que se está perdiendo de la misma manera en que se están
perdiendo los espacios bellos de la superficie de la Tierra, a medida que se
construye y se urbaniza”. http://www.webislam.com/articulos/60921-la_educacion_que_tenemos_roba_a_los_jovenes_la_conciencia_el_tiempo_y_la_vida.html
“Los valores deberían ser
cultivados a través de un proceso de transformación de la persona y esta
transformación está muy lejos de la educación actual” (C. Naranjo, que llegaba estos
días a Madrid para un simposio los días 13,14 y 15 de las “Dimensiones de la Única búsqueda”).
El esfuerzo es imprescindible para conseguir cualquier meta y, también
la disciplina del orden y el silencio, como se practica en todas las tradiciones espirituales,
para los diálogos internos.
El psiquiatra chileno recordaba:
“Si vamos a educar a toda la persona, hemos de tener en cuenta que la persona
no es solo razón…La educación también
tiene que incluir un aspecto terapéutico. Desarrollarse como persona no se
puede separar del crecimiento emocional. Los jóvenes están muy dañados afectiva
y emocionalmente por el hecho de que el mercado laboral se traga a los padres y
ya no tienen disponibilidad para los hijos. Hay mucha carencia amorosa y muchos
desequilibrios en los niños. No puede aprender intelectualmente una persona que
está dañada emocionalmente”.
Padres y
pedagogos no pueden ignorarlo. El programa televisivo “El Hermano mayor” ha
revelado muy bien el componente de violencia, la necesidad de ayuda y carencia
afectiva. Los psicólogos son cada vez más necesarios.
PUBLICADO EN EL HERALDO DEL HENARES, Columna , LA TANGENTE; 14-12-2013: http://www.elheraldodelhenares.es/pag/noticia.php?cual=19723;
CiCVCa, 15-12-2013http://www.investigadoresyprofesionales.org/drupal/content/roban-tiempo-conciencia-y-vida-con-esta-educaci%C3%B3n.
Artículo maravilloso y completo. No se puede decir mejor y con tanta verdad.
ResponderEliminarAh! me encanta como te defines en tu perfil. Es una suerte conocerte.
Ah, si yo supiera tanto como tú!!!!. También podría decir que me encanta conocwerte... pero..de tdos modos, amigo/a Anónimo, GRACIAS por tu comentario,
EliminarUn abrazo,
José Manuel
“Revolución” en la educación, en España
ResponderEliminarDado el fraccionamiento ideológico en España, con la consiguiente dificultad en definir un camino educativo común en las escuelas, hay que recordar que la responsabilidad primaria para la educación de los hijos es de los padres, y la de los responsables públicos es subsidiaria. El episodio de la EpC debe habernos alertado al tema del adoctrinamiento estatal. Debe de haber suficiente libertad para satisfacer a los padres primero, y a la sociedad después. Esto puede suponer el reconocimiento de medios como el “cheque escolar” y el “homeschooling” (educación en casa), aparte de la escuela pública o privada. En cuanto al ideario, propongo a Dios como diseñador/creador del universo; la moralidad/ética (incluyendo consciencia); la religión; ciencias filosóficas, físicas y sociales; tecnología y técnicas; deportes. Dios no tiene por qué ser desahuciado del currículo; la filosofía de la naturaleza y del ser ya muestra vastos horizontes para ver la coherencia del orden y ser en el universo. Por su derecho propio deberá respetar a los padres en la creación/aplicación del ideario. F. Kures 25.12.13
Amigo Frank: Gracias por tu comentario. Los padres son los primeros educadores. Las escuelas, colegios, institutos y universidades, tienen su razón de ser, siempre que se eduque respetando a la persona, sin demagogia ideológica, en libertad y para la conciencia y la responsabilidad.
EliminarUn fuerte abrazo, y
FELIZ 2014
José Manuel