Algunos aprovechamos estas fechas para salir, contemplar y palpar la realidad. La de aquí y la de allá.
Como escribe acertadamente un amigo
(Jaime Pereira): “Mirar, escuchar, observar… Tengo la sensación de que,
sin darme cuenta, me he convertido en un “coolhunter amateur”. Siempre
llevo mi libreta, mi móvil (cámara fotográfica)…Un “Coolhunter” es un
investigador social, con gran capacidad para observar y analizar lo que pasa y
se usa en la calle. Su reto es cuestionar constantemente su entorno y situarse
un paso más delante de la realidad presente”. http://jaimepereira.es/coolhunter-recursoshumanos/
Así, se pueden descubrir
actitudes profundas, llamamientos a la regeneración personal y social. Son “palabras clave”, de quien es capaz de
pensar. Pero también hay personas clave.
“No podemos vivir por encima de nuestras posibilidades”, ha dicho
Valls. Y ha congelado sueldos, pensiones y algunas prestaciones sociales, en
Francia.
Y justo al día siguiente de que
el Primer Ministro, el socialista recién nombrado, anunciara un duro paquete de
ajustes, la candidata socialista española, Valenciano, le ha enmendado la
plana, en Paris mismo. Ha dicho que hay que "romper con la tiranía de la austeridad para desarrollar políticas
que estimulen el crecimiento".
Como en España nadie, ni el Estado,
ni las Autonomías ni los Ayuntamientos, ni las familias, deben nada y como el
dinero público no es de nadie, pagarán los costaleros de la crisis.…
Los costaleros cargan el peso
sobre su cuello, concretamente sobre la séptima vértebra cervical, y protegen
esta zona con una tela llamada costal.
Manuel Valls, ha añadido que hay que reordenar el territorio, para
recortar gastos. Y no se ha hundido ni
la democracia, ni el país, ni los sindicatos han salido a la calle. La verdad
hay que decirla, aunque entrañe sacrificios y duela. ¡Claro, que esto sucede al
otro lado de los Pirineos!
Geográficamente más abajo de “La France”, se da la paradoja de “que un Presidente de una Comunidad Autónoma sea
un delincuente y no acate la Constitución ni legislación vigente alguna,
poniendo en peligro el Estado, no es
problema que obligue al Gobierno de la Nación a tomar medidas”(P. Reverte).
A lo sumo, se deja que Europa les diga a Catalanes y vascos que la independencia les dejaría fuera de Europa.
Valenciano sí ha alertado de los riesgos que implican "los nacionalismos excluyentes, el
fanatismo ideológico y la xenofobia". Pero su partido opta por reformar la
Constitución para acomodarles, no para saciarles.
La supresión de provincias
recientemente aprobada en Italia no está exenta de polémica, si bien las
estimaciones del primer ministro italiano, Matteo Renzi, hablan de un ahorro de 800 millones de euros y la supresión de 3.000 cargos políticos.
Aquí, levantaría ampollas. ¿Por qué? Porque siguen a
hombros de los “costaleros”,
además de Arturo Mas, los diez mil. Es
decir, el grupo de personas que gozan del privilegio de saber, que hagan o
deshagan lo que quieran, están blindados. Tienen sueldo y pensión. Son
aforados. Pueden construir aeropuertos sin aviones, autopistas ruinosas,
polideportivos sin utilidad, líneas de Alta Velocidad sin trenes ni viajeros, y
malgastar el dinero de todos los
ciudadanos, además, el que viene de Europa en forma de ayuda.
”Que unos sindicatos y políticos roben el dinero de los parados, sean
imputados por ello y la tomen con la magistrada encargada del caso, tampoco es punto de grave preocupación”(P.
Reverte).
Parece, incluso, que ni la
educación ni el paro son un drama, porque iremos a Europa, tras las próximas elecciones,
(con gente que ni siquiera acabó el primer año de carrera), a reclamar más
fondos, para sostener el chiringuito andaluz y los otros. A lo sumo, se hace un
amago de ruptura de la izquierda, pero se traga, y se hace componenda para
seguir en el candelabro. Los “costaleros
de la crisis” tienen los hombros curtidos y sellados sus labios, como el
torero aquel, que “al borde, un día y otro del abismo, supo asomarse, impávido
y sereno “(G. Diego).
Sin embargo, el español que manda en el país vecino dice que el plan
de ajuste “es la base de la credibilidad y de la confianza”.
La
seriedad y la credibilidad de un Estado, son fundamentales para afrontar los
retos de salir de la crisis. Aquí, en el país de ”los 17 estados”, quien debe
reaccionar sigue su siesta. Que haya circo. Si no hay trabajo, por lo menos hay
fútbol todos los días. “Cada sociedad reacciona de forma diferente, pero hay
unas constantes comunes, en lo que se refiere a valores: perseverancia, fe, espíritu
de servicio, solidaridad”. Tal vez “hemos
subvertido el orden de valores. Hoy damos más mérito a unos goles, que a
los trasplantes, así de claro” (Luis Alejandre). La credibilidad, con Zapatero,
nula. Con Rajoy, pese a los recortes, no se ha reducido el gasto.
Todos piden a la justicia que
haga de niñera, mientras se critica a los jueces y no se asumen
responsabilidades. “Que la política
tenga prostituido al poder judicial, rompiendo con las leyes fundamentales de
toda democracia, tampoco es objeto de tomar
medida alguna al respecto”(P. Reverte).
Todos escurren el hombro sin asumir responsabilidades. En palabras de un
Magistrado: “sí tengo claro qué pasa cuando no ocurre (no hay responsabilidad)
y la policía hace de juez o viceversa; cuando quien puede modificar una norma
–sea del rango que sea-renuncia a hacerlo, para que los tribunales se erijan en
legisladores; cuando se le exige al juez que haga de padre, madre, maestro,
consejero espiritual, o que haya jueces que confunden sentencias con epístolas
a los hispanos”( J.L.Requero).
“Tiene que haber costaleros”
porque a muchos les cansa poner pie en el realismo, y no saben, o no quieren, o
no se preguntan “cómo se saldría en términos de prosperidad, de paz, y buen
orden institucional, si cada uno tuviese
el empeño de cumplir –y cumplir bien- su cometido”(J.L.R). Respira el magistrado, por la llaga de la
Doctrina Parot, la Justicia Universal, el 11M, o el 22M, etc. Reclamar a los
jueces más compromiso, cuando el Legislativo renuncia a poner las bases claras del estado de
derecho y quien gobierna deja todo en manos de Europa y del tiempo, no es el
mejor camino. La justician de hoy está
mal remunerada y es más lenta que la del siglo XVIII, y más fuerte con los
débiles.
Las manifestaciones de fe, y el anti
cristianismo militante; Semana ¿santa? No parece haber un respeto de los derechos de cada uno. El gallo, es muy
importante. No el galo “le coq”, sino el cantor de la noche y de la intriga:
“antes de que el gallo cante, me negarás”.
Las 2 Españas tienen que ir
siempre a la contra; con pasión. Mientras unos intentan profundizar en sus
creencias, otros aprovechan para atacarlas.
La ideología, el viejo mito árabe de Al-Ándalus, el gobierno Andaluz y la
Plataforma por la Expropiación de la Mezquita –con Mayor Zaragoza al frente- y apoyada
por la cadena Al Jazeera, han puesto en marcha una campaña nacional e internacional anticlerical.
Intentan difundir una falacia: “La universalidad cultural de la Mezquita
de Córdoba está en peligro”. No hay tal. Ni está en peligro, ni están restringidas las visitas.
Pretenden reescribir la historia de 400 años, impugnar los acuerdos de
2006 y arrojar dudas sobre la propiedad
legítima de la Iglesia Católica, y de la supuesta pérdida de la condición de
“Patrimonio de la Humanidad” en aras de un supuesto “ecumenismo” o de una
utilización “común” del recinto catedralicio, a favor de la “muticulturalidad”.
El colofón de la alianza de civilizaciones.
La UNESCO dice que no peligra el estatus de la Mezquita de Córdoba. Bastante
más sufridos y con más fe, que los corifeos ideológicos y los autodenominados intelectuales,
los
costaleros, cargarán con el peso de la verdad, y de la imagen de este país.
Y por último, «La Resurrección no es el "happy end" de la
película sino la prueba de que Dios actúa en el momento más difícil», ha
dicho el Papa en estos días.
Seguro que “los costaleros de la crisis de fe”, lo entienden, y se ofrecen a
pasear las imágenes del dolor y la esperanza, del amor y el perdón, de la
muerte y de la vida. "Tú fuiste mi Redentor y yo fui tu costalero. Yo abajo, Tú en el madero, por amor"( dice el texto, de José, el costalero que murió el miércoles santo).
Hay que ponerse en lugar de los que llevan el peso realmente, para saber
que son ¡impagables! Y además, una
semana sí y otra también, ¡Imprescindibles!
PUBLICADO EN EL HERALDO DEL HENARES: BLOG LA TANGENTE, 20-04-2014:
http://www.elheraldodelhenares.es/pag/noticia.php?cual=21104; BITACORA DE BELMONTE en CiViCa: 24-04-2014: http://www.investigadoresyprofesionales.org/drupal/content/los-costaleros-de-la-crisis-invisibles-pero-necesarios
Besos.
ResponderEliminarGracias Amapola Azul.
EliminarBesos
José Manuel
Que razón tienes, yo añadiría, los parásitos, a esa carga de los costaleros, para hacer más llaga
ResponderEliminarHola ProViDAV Lugo:
EliminarEs una alegría encontrar a una Asociación Defensora de la Vida y que se implica totalmente en la ayuda a la familia en situación de precariedad y con hijos menores.
Gracias porlo que hacéis tan bien y tan desinteresadamente. Que Dios os siga ayudando a ser en Lugo costaleros de los desfavorecidos.
Un abrazo,
José Manuel,
Lo suscribo de cabo a rabo.
ResponderEliminarHola Anónimo:
EliminarSi lo suscribes es que tienes la parabólica orientada en la misma dirección.
Gracias,
José Manmuel
Tienes toda la razon un "viva" a todos los costaleros, pese a la crisis estan año tras año cargando su cruz y la de todos.
ResponderEliminarbsos
Hola Pilar:
EliminarMe uno a tu "viva" por ellos. Creo que un recocimiento y un homenaje sí merecen.
Un beso.
José Mamuel
Me ha encantado la comparación José Manuel, pues es muy inteligente. Por cierto, a modo de curiosidad, comentar que el azulejo se encuentra en la Plaza de la Alfalfa de Sevilla. Bueno, que me ha encantado lo que has escrito. Espero que hayas tenido buena Semana Santa, yo ya estoy de vuelta y he puesto algunas fotos en el blog por si quieres verlas. Un fuerte abrazo y feliz fin de semana amigo.
ResponderEliminarGracias Pepe:
ResponderEliminarDurante la Semana Santa, estuve pendiente del tiempo y pensé en tí. Seguro. Sé cuanto amor, cuanta fe y cuanto arte se pone de manifiesto por las calles de las ciudades españolas. Me desplacé a una ciudad y pude ver en vivo muchas cosas. Me di cuenta que sin los costaleros, todo o casi todo queda en nada. Las imágenes, las autoridades eclesiasticas y civiles, los penintentes, las flores, el comercio, y hasta los espectadores ...pierden brillo y razón. Los humildes costaleros, que nadie ve, pocos valoran y todos necesitan, son los que llevan la crisis que pacedecemos, y la muerte de quien vino a darlo todo hasta la última gota.
Ya me pasé por tu blog, y me ha encantado, una vez más.
Un fuerte abrazo, y gracias por tu comentario y por tu post.
José Manuel