Nicolás Jouve, catedrático de genética y presidente de CiViCa dejaba una muestra de su saber abordando con sencillez un tema crucial, controvertido siempre, el de ciencia y fe, Una aproximación al diálogo entre el por qué el cómo de cuanto nos rodea.
El autor, en
su artículo en PaginasDigital.es (12 de marzo 2015) reconocía que el avance de los conocimientos científicos
ha contribuido al progreso y bienestar social, pero tiene también sus
limitaciones. Las preguntas sobre Dios, el origen de un ser consciente, la
finalidad del mundo o ¿qué sentido tiene nuestra vida? no pueden resolverse por
métodos científicos. Hay que respetar esa limitación. En definitiva, son las
preguntas que la Humanidad se viene haciendo desde siempre: ¿de dónde venimos y
a dónde vamos?
Descartado el materialismo
científico y el literalismo bíblico, los caminos que tienden a la verdad no
entran en conflicto, pues "la ciencia con su
constante avance nos permite explicar el cómo de los fenómenos naturales pero
no por qué se producen. (Mientras que) la religión nos da una explicación de la
finalidad y el significado del mundo".
Con esa base, que comparto, pretendo ir un
poco más allá. No somos meros espectadores ni ante la ciencia, ni ante la fe.
Por la misma razón que no somos una caja con memoria y archivos. Ni la ciencia
ni la religión, son caminos estáticos. Que el corazón descubra en la ciencia y
en la realidad, si hay algo nuevo en su profundidad. Hay que "ver los
invisibles para hacer los imposibles", como dijo Bernard Lawn al recibir
el Premio Nobel de la Paz en 1985.
Si es
posible, hay que ir hasta el infinito y más allá del universo y de la ciencia y más
allá del culto y de la religión(de todas). En un universo en expansión lo que
conocemos debe estar abierto a la luz. Descubrir que la creación y la realidad
están en movimiento y nosotros estamos
llamados a contribuir a ese devenir, como dirían los franceses. "El por-venir está por-hacer... pero
¿quién, sino todos?" según Martí i Pol. Aunque pueda parecer incorrecto,
algunas cosas que hemos aprendido, sobre el espacio, el tiempo, la muerte, el
más allá, pueden no ser exactamente como nos han enseñado. Ni siquiera Dios, lo
es. Hay que iluminarlas con sabiduría o re-descubrirlas.
La ciencia
no es para las aulas, sino para la vida, para hacer posible otro mundo y otra
sociedad. Los importantes cambios siempre van de adentro hacia afuera. Como
dijo Einstein: "en momentos de crisis sólo la imaginación es más
importante que el conocimiento".
Durante
cientos de años se ha ido trasmitiendo la idea errónea de que la ciencia y la
tecnología resolverían todos los males de la humanidad, sobre todo la
enfermedad, la pobreza, el sufrimiento, el dolor y el hambre. Hemos avanzado mucho, pero desgraciadamente la
tecnología y la ciencia, por sí mismas, son incapaces de resolver muchas
carencias; además, su utilización no siempre está en manos de las mentes más lúcidas, ni en los
corazones más generosos y altruistas.
Lo
maravilloso del universo y del ser humano es que son mucho más profundos que lo
que hasta ahora conocemos. El "hemisferio derecho", lo no lineal, sorprendentemente
puede descubrir la armonía entre ciencia e intuición. Afortunadamente, -en
contra de lo que puede parecer-,se está produciendo un despertar espiritual. El
hombre descubre su propia naturaleza para irse transformando e iluminando. El proceso
es lento y a contracorriente.
Se puede
comprobar que el ser humano es productor de actividad eléctrica, ya sea mental,
racional, emocional, espiritual o sentimental. Los físicos saben que todo es
energía. La transformación y la liberación de energía es variada y compleja y
los resultados pueden ser bombas nucleares o intercambio a nivel celular.
Queda mucho camino porque para el cerebro, es
tan real lo que ve como lo que siente. ¿Dónde está la realidad? En
todo caso, el hombre deja de ser un “astronauta” del destino para darse cuenta
de que puede elegir y crear de forma consciente cómo quiere interrelacionarse
con la realidad (Brad Hunter).
La energía está en la esencia. Somos
espíritus encarnados. No somos materia, ni cuerpo. El materialismos asocia la
vida con el cuerpo. Pero sabemos que el cuerpo muere. "Nos
han enseñado a creer que morimos" según el profesor de la Escuela
de Medicina de la Universidad Wake Forest de Carolina del Norte. Pero la física
cuántica demuestra que hay vida después de la muerte. Según su teoría del "biocentrismo" la muerte no puede
ser tan terminal como creemos. Las religiones, en general, han alimentado esa
esperanza en la vida más allá de la muerte. Y si allá hay vida, o en ese nivel hay vida, todos vamos al mismo
sitio, aunque los caminos sean varios. Todos tenemos la misma sustancia y el GPS
del destino está en nosotros.
Todo es energía. La paradoja es, que el amor
es la energía más básica y más universal, que está en la esencia de nuestro ser
y de nuestro universo. La transformación de esa energía es más potente que una
bomba atómica y más sutil que una gota de agua. Pero aún no hemos aprendido a
aprovechar esa energía tan universal, tan básica y tan limpia, para
transformarlo todo. Es una fuerza incondicional, absoluta e ilimitada y
conecta, entre sí, a todas las cosas y a todas las personas, y desde ese centro
conecta también con su destino, hacia el "éxtasis" o la plena
iluminación.
Como
diría, Teilhard de Chardin
"lo primero encuentra su sentido en lo postrero.., la historia del mundo
de principio a fin es una creación de realidades cada vez nuevas
y cada vez mayores, que centran sucesivamente toda etapa
precedente: cosmogénesis, biogénesis, noogénesis o antropogénesis". Lo
importante es la dirección, más que la velocidad.
Y hasta la
cosa más pequeña o insignificante, puede provocar un gran cambio en el mundo,
como el "aleteo de una mariposa" o una mínima pieza de dominó o un
simple gesto de amor o de altruismo.
Una puntualización sobre la luz, la
conciencia y el compromiso. Hemos dicho que el nivel más pequeño de la materia,
el nivel de las partículas elementales "cuánticas" es energía. "Para comprenderlo mejor digamos que la materia es
luz condensada. ...El hombre mismo está formado de esta misma sustancia
universal: luz pura y radiante. Cada uno de nosotros es un sistema de energías
en vibración continua. Es decir que las moléculas de que se compone cualquier
clase de materia, inclusive nuestros cuerpos, están en constante vibración.
Nuestros cuerpos crean, entonces, bandas de energía electromagnética con una
determinada amplitud de onda que les permite, al mismo tiempo, emitir y
absorber información".
Pero no se trata
de receptores estáticos, sino conscientes. Esa grandeza de la conciencia, es
clave. "La dinámica cuántica es un pilar clave en la unión entre la
materia y la conciencia, estableciendo una nueva concepción de nosotros mismos.
La dualidad de la existencia onda-partícula (o bien energía-materia) está
entonces determinada por nuestra observación. A esto habría que agregarle que
el perceptor (sujeto) y la fuente de emisión (objeto) están en una
interrelación de resonancia...que permite que la información sea adecuadamente
recibida. Esto puede simplificarse asegurando que cada individuo recibe la
información que merece o puede entender de acuerdo con su nivel de comprensión
y asimilación consciente de recepción".
En esa visión del mundo, donde la
clave principal es la conciencia, el siguiente paso es la responsabilidad de
cada uno, allá donde se encuentre. Si todos vamos en la misma galera, y
navegamos hacia la misma casa, habrá que valorar a quien va a nuestro lado para
mejor sortear, juntos, escollos y tormentas.
Lo primero
es que sepamos que el cuerpo es un vehículo que utilizamos para vivir en esta
dimensión. Que lo importante es el espíritu que lo conduce. Y que "tenemos
que dejar que la mente vuelva a lo importante ( el amor, la paz, la vida
eterna, los pensamientos y las prácticas espirituales) y dejar de lado lo que
no lo es (lo material, el orgullo, el ego, la violencia, el miedo, las
preocupaciones y el odio)" Brian Weiss.
Un ejemplo de estos días en Sarajevo. El Papa, dijo, muy claro: «No es
suficiente hablar de paz, se debe hacer la paz. Quien habla solamente de paz y
no hace la paz, se contradice. Quien habla de paz y favorece la guerra, por
ejemplo con la venta de armas, es un hipócrita».
PUBLICADO EN EL HERALDO DEL HENARES, COLUMNA LA TANGENTE, 09-06-2015:
http://www.elheraldodelhenares.es/pag/noticia.php?cual=26307 ,
BITACORA DE BELMONTE EN CIVICA, 10-06-2015:
http://investigadoresyprofesionales.org/drupal/content/conectados-por-la-esencia-y-el-destino
BITACORA DE BELMONTE EN CIVICA, 10-06-2015:
http://investigadoresyprofesionales.org/drupal/content/conectados-por-la-esencia-y-el-destino
José Manuel Muy intensa esta entrada, la existencia muy enigmática para el ser humano y cada cual la acomoda según sus intereses Saludos Amigo
ResponderEliminarHola José Ramón:
EliminarLas eternas preguntas, rondan la mente humana cada día. La verdad está en camino, pero ya forma parte de la esencia que tenemos. Posiblemente muchos no saben aún que TODOS vamos hacia ella.
Si uno no rema en la galera, los demás tendrán que hacer su parte.
Un abrazo, y muchas gracias.
José Manuel
Muchas gracias Jose Manuel por tu generosa y como seiempre acertada contribución...
ResponderEliminarUn abrazo
N.
Gracias a ti:
EliminarEs un placer caminar con sabios a nuestro lado, que son sencillos y llenos de luz.
Un gran abrazo,
José Manuel
La esencia es lo más puro atribuído al ser humano, por ejemplo la esencia de la amistad es la confianza, esos pasos desde el Yo para alcanzar el fin es el destino.
ResponderEliminarEl interrogante existencial relativo a nuestros orígenes, la ciencia-fe estan contrapuestos, como sabemos la primera basada en la experimentación, da origen a principios y leyes, la segunda como deidad, promesas.
Quiero llegar a la energia de nuestro cuerpo-mente, estos dias experimenté todo tipo de negativismo que finalmente terminó positivamente, en cuanto a reunir personas de diferentes crencias, estatus, opiniones y demás, compartiendo buenos momentos.
Totalmente de acuerdo que podemos redescubrir nuevas cosas de la vida con tan sólo potenciar la imaginación y la observación de nuestro entorno.
Desde luego que para un giro en nuestras vidas debe ser de dentro hacía el exterior con total responsabilidad.
Me resultó llamativa la comparación que estableces cuerpo-vehículo, nunca lo había visto de esa forma, totalmente cierto, es más puedo elegir un Mercedes de alta gama, última generación.
Desde nuestros ancestros, hasta hoy y generaciones venideras seguiran luchando por ejercer la paz, y todo tipo de vida espiritual que conlleve al bienestar propio y de los demás.
Un abrazo José Manuel y hasta otro momento. Como siempre un placer leer tús argumentaciones.
Marinita P.F.
Gracias Marinita por tu comentario.
EliminarHas leído generosamente y pensado e incluso aplicado las líneas del escrito. No hay duda de que todo enseña, y la amistad también.
No podemos quedarnos en la simple teoría, porque nuestra esencia es espíritu y no materia, es vida y no muerte, es verdad y no engaño. Y eso exige lucha, atención, claridad y bondad.
Un abrazo,
José Manuel.