viernes, 20 de noviembre de 2015

La respuesta de los franceses: "¡chapeau!"

           La nación que tiene por lema oficial desde 1848: liberté, égalité, fraternité (libertad, igualdad, fraternidad) ha sabido estar a la altura de los desafíos brutales.

        Los ataques terroristas en numerosos lugares del corazón de París, dejaron un reguero de muertos y heridos de los cuales algunos siguen muy graves. De ese terrible desafío han sacado una respuesta de grandeza. Han sabido estar a la altura que de ellos se esperaba, como gobierno,  como partidos políticos, como pueblo, e incluso como ciudadanos de a pie.

            El dolor y la indignación son naturales. Pero un gran pueblo se proyecta como líder de la libertad porque es fiel a su historia. Tienen como emblema su bandera tricolor, su lema: liberté, égalité, fraternité y su himno: La Marsellesa. Son demócratas y patriotas.

            Tras los atentados, el pueblo, ha saliendo del estadio cantando su himno con orgullo. Luego, el Presidente se dirige a la nación con un discurso ante los parlamentarios de las dos cámaras legislativas en Versalles. Los representantes del pueblo,  puestos en pie, le han aplaudido y cantado con orgullo el Himno Nacional, a pesar del anuncio del estado de excepción y otras medidas urgentes. Completaba la foto de la unidad y fortaleza, el Presidente Hollande reunido con los Alcaldes de todo el país,  en un Congreso extraordinario, para informarles directamente de las medidas a tomar. Todos los alcaldes, luciendo sobre sus trajes la banda con los colores de su bandera nacional. Por último, el Ministro del Interior agradecía explícitamente a los habitantes del Barrio de Saint-Denis, su paciencia, su sangre fría y su colaboración.

           ¡Envidia de pueblo, de gobernantes y de ciudadanos! Han dado ejemplo claro e inequívoco de cómo hacer frente al desafío terrorista. Un ejemplo múltiple, de patriotismo, de unión y civismo. Nadie ha buscado culpables entre ellos, para lograr rédito electoral  ni partidista o el desgaste del gobierno. Han reaccionado como hacen los valientes, uniéndose y confiando en sus representantes y en sus fuerzas armadas, para ir a por los terroristas. No ha habido ni rojos, ni azules, ni verdes, rodeando la sede del partido en el gobierno. Sólo franceses, respondiendo sin fisuras, con orgullo, cuando su nación  ha sido atacada. Nuestro ministro de Exteriores ha reconocido: «Si tuviéramos ese patriotismo en España otro gallo nos cantaría».

          El primer ministro Valls ha advertido de que se cierne una «amenaza permanente» sobre Francia y el resto de Europa por el auge del terrorismo yihadista,  si bien se ha mostrado seguro de que «vamos a ganar esta guerra».

          ¡Son así de raros!, comentaba -con sorna- alguien en el bar.  Es que en Francia, añadió otro, incluso los de izquierdas aman a su país, no como en España donde muchos  diputados y senadores son abiertamente antiespañoles. Tampoco hay que exagerar, dijo un tercero. ¿Ah ¿no? ¿No es verdad, que aquí, se quita la bandera o se quema y no pasa nada? Claro, aquí se silba el himno y los políticos se ríen, o ¿no?  Aquí la Selección de Futbol se desplaza para jugar aquí o en otro país, y su autobús pone LA ROJA, ¿sí o sí? 

            Es verdad, estoy contigo. Me quito el sombrero ante esa nación, esos dirigentes y ese pueblo. ¡Qué envidia produce esa respuesta, a quienes recuerdan lo que sucedió aquí ante un ataque terrorista que dejó más muertos que los que ha habido en Paris! Hubo cacería política, falta de voluntad para encontrar a los culpables y ni siquiera hubo unión entre las víctimas ¿O no es verdad?

           Allí lo tienen claro desde el primero hasta el último. ¡Es una guerra!  Con la decisión y lo que hay que tener, Hollande dijo: "Los ataques, son una agresión contra nuestro país, nuestros valores, nuestros jóvenes y nuestro estilo de vida". "Francia ha triunfado ante adversarios mucho más temibles que estos cobardes asesinos". Por eso, continuó "es duro decirlo, pero hay que ser implacables". Es decir que, aunque la fraternité y la égalité, están ahí, hay que defender entre todos la liberté

               A eso se llama claridad. La sociedad necesita defender los derechos y libertades de sus conciudadanos. No duda en pedir ayuda: "Lo que necesitamos es una acción común de todos los que combaten al terrorismo". "Siria se ha convertido en la fábrica de terrorismo más grande del mundo y la comunidad internacional está dividida al respecto". Pero la verdad es esta: los ataques fueron "planificados en Siria, organizados en Bélgica y perpetrados en nuestros suelo, con complicidades en Francia" y en ellos "murió gente de 19 países".

                También españoles, claro. Pero aquí, algunos hablan de que la respuesta francesa es una venganza. "Con esta mierda de líderes, que se creen que las guerras las ganan las ONG y no la Infantería poniendo el pie sobre el terreno conquistado al enemigo, porque o matas o te matan...aquí no sabemos quiénes son ellos, y menos quiénes son los nuestros" (A.Burgos).

               Otra cosa es la gente que no tiene responsabilidades políticas, y que en Francia han estado también geniales, "¡chapeau!". Lo han demostrado saliendo a la calle con una actitud valiente. La ya llamada Generación Bataclan proclama que "no tiene sentido tener miedo". Que no hay que estar solo en contra de la guerra y de los enemigos de la libertad.  Recuerdan la vida como era ayer.  Para memoria se ha hecho pública la descripción de un joven que muere, pero por curiosa y tremenda paradoja,  acierta a trasmitir lo siguiente:

           "Me llamo John. Cumpli 20 años ayer por la tarde. Salí con amigos para festejarlo en Paris. ¡No se tienen 20 años todos los días! Nos sentamos en una terraza para comenzar suavemente una noche memorable...en ese momento me di cuenta de lo maravillosa que es la vida. Y entonces, se escucha un disparo. Me sube la adrenalina a la velocidad de un cohete. Desconcierto, gritos, pánico, sangre, lágrimas, la muerte. Corro, no sé hacia dónde correr. Nuevos disparos. Mi vida se oscurece. El mundo se tambalea. Cierro los ojos. No veo ya nada, mi último pensamiento es para esta humanidad que me llorará mañana como llorará a todos los otros. Me llamo John,  ayer cumplí 20 años".           
        
               Cientos de personas ayudaron o acogieron a los que huían o estaban heridos, y algunos incluso defendieron con su cuerpo y con su vida a otras personas. Resumo esa actitud en tres anécdotas.

                1) En la Plaza de la República en París, un hombre desconocido, se ha vendado los ojos. Ha dejado unos letreros en el suelo y ha abierto los brazos. En los carteles puede leerse: Soy musulmán y me han dicho que soy un terrorista" y " "Yo confío en tí, ¿tu confías en mí? Si es así, abrázame". Y se han acercado, hombres y mujeres, jóvenes y mayores y le han abrazado.  Después, emocionado ha dado las gracias a todos. Eso ayuda a la claridad y a no confundir ni personas ni términos.

               2) Una de las imágenes más impactantes de la tragedia de Paris fue la imagen de una mujer, colgada en el vacío exterior de la sala Bataclan, intentando escapar de los terroristas. "Estoy embarazada", gritaba. Desde el interior, alguien la escuchó, la cogió por el brazo tirando para ponerla a salvo. Todos vieron el vídeo que se convirtió en viral. Pero ¿qué paso después?
 

                  Los protagonistas pudieron escapar del horror y se salvaron. Luego, recobrada la calma, los amigos de la muchacha hicieron lo posible para ponerse en contacto con el valiente que le salvo la vida a ella y a su hijo. "La mujer embarazada que visteis en el vídeo quiere encontrar al hombre que la salvó. Sólo para decirle gracias. Si conocéis su nombre o una manera de contactar con él, escribidme por Twitter o por mail".

                 Fue Sébastien. Después de recibir el agradecimiento por su gesto, les contó que trataba de escapar por las escaleras que llevan a los palcos. Fue entonces, cuando se dio cuenta del peligro de la mujer colgando en el vacío y la ayudó a remontar. Tras haberla salvado, él se escondió, no muy bien. "Sentí el cañón de una Kalashnikov contra mi pierna". Uno de los terroristas me dijo: "Baja de ahí". Los atacantes lo tomaron como rehén junto a otra quincena de personas y... fue liberado por las fuerzas especiales de la policía (RAID).

              Y 3) La carta abierta de Antoine Leiris, respondiendo a los terroristas  y publicada en Facebook. El periodista de France Bleu, acababa de perder a su mujer el viernes 13 en Bataclan. Dice así:

              "El viernes por la noche me habéis robado la vida de un ser excepcional, el amor de mi vida, la madre de mi hijo, pero no tendréis mi odio. No sé quiénes sois, ni quiero saberlo. Sois almas muertas. Si el Dios por el cual matáis ciegamente, nos ha hecho a su imagen, cada bala en el cuerpo de mi mujer habrá sido una herida en su corazón.

                Entonces no, no os voy a hacer el regalo de odiaros, aunque bien que lo habéis buscado. Responder al odio con la ira sería ceder a la misma ignorancia que hace de vosotros lo que en realidad sois. Queréis que tenga miedo, que mire a mis conciudadanos con desconfianza, que sacrifique mi libertad por la seguridad. Ni hablar.  El mismo jugador sigue jugando aún.

                 La he visto esta mañana, después de esperar noche y día. Estaba tan bella como cuando partió este viernes por la noche, tan bella  como cuando me enamoré perdidamente de ella hace ya más de 12 años.  Ciertamente estoy destrozado por la pena, os concedo esa pequeña victoria, pero será por poco tiempo. Sé que ella nos acompañará cada día y que nos reencontraremos en ese paraíso de las almas libres al que vosotros nunca tendréis acceso.

                  Y concluyo. Nosotros somos dos, mi hijo y yo, pero somos más fuertes que todos los ejércitos del mundo. Por lo demás, no tengo que dedicaros ni un minuto más. Tengo que atender a Melvil que se despierta de su siesta. Tiene casi 17 meses, va a tomar su merienda, como cada día. Después iremos a jugar, como cada día. Y toda su vida, este niñito os hará la afrenta de ser feliz y libre. Porque no, tampoco vais a tener su odio".

                   Hace falta ser muy valiente y muy sabio para escribir estas líneas. Además de hacer temblar el alma, invitan a pensar. No podemos olvidar a las víctimas y pedir toda la fuerza  para ellas y todo el ánimo porque lo van a necesitar.

                   Siguiendo el pensamiento de éste padre,  se podría resumir con el siguiente video y el  diálogo  con un niño, recogido por un periodista del programa Le Petit Journal "Nosotros tenemos flores", lo sucedido estos días en París. Una respuesta de grandeza. Una lección más: ¡Pase lo que pase, defiende la vida...educa!

PUBLICADO EN. EL HERALDO DEL HENARES, 20-11-2015: http://www.elheraldodelhenares.com/pag/noticia.php?cual=28130

BITACORA DE BELMONTE EN CIVICA:22-11-2015:

http://investigadoresyprofesionales.org/drupal/content/la-respuesta-de-los-franceses-%C2%A1chapeau

2 comentarios:

  1. Que momentos tan tragicos, que de vidas truncadas y cuanto valiente que da todavia,esta gente no nos puede amargar la vida tenemos que seguir y luchar por toda esta gente que ha perdido la vidaEste video del niño con su padre es muy emotivo.
    un abrazo amigo.

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    1. Gracias Pilar:
      Los atentados de Francia y de Mali, han puesto a la Comunidad Internacional alerta.
      Contra este fanatismo de odio, nadie estamos seguros en ningún lugar. Hay que luchar y hacerles frente, para que no atemoricen al mundo y destruyan las libertades. Y cada uno tenemos que responder con valentía, siguiendo haciendo lo que cada uno tenemos que hacer.
      Muchas gracias por estar ahí. Hay mucha gente buena y la respuesta de los franceses en general ha sido ejemplar.
      Un abrazo grande,
      José Manuel

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