La nueva ley de Bibiana ha traspasado una raya. No se despenaliza el aborto se permite. Como señala Diego Herrera, consultor “The Family Watch”, “es como si en lugar de dejar de ser punible matar a otro en defensa propia, se autoriza matarle por que me “incomoda”. Eso sí, dentro de un plazo razonable”.
Hay que dar el primer paso. No importa lo correcto. Hay que estar convencido. Pensar y hablar, es mejor que dejarse llevar por la corriente y el rebaño. Importa ser uno mismo. Saber de qué hablamos. Ser libre siempre.
Hay que dar el primer paso. No importa lo correcto. Hay que estar convencido. Pensar y hablar, es mejor que dejarse llevar por la corriente y el rebaño. Importa ser uno mismo. Saber de qué hablamos. Ser libre siempre.
Veamos dos ejemplos: Norma McCorvey y el Dr. Bernard Nathanson. Han sido luchadores. Lo son aún. De indiferentes nada.
Norma ha sido heroína de una causa: EL ABORTO en Estados Unidos. No una mujer pro abortista más. Fue la primera que planteó su caso ante el Supremo. Y la sentencia de su causa llevó a la legalización del aborto. Su biografía es tremenda. Abandonada por su padre y maltratada por su madre, se casó a los 16. Fue maltratada por su marido al quedar embarazada. Pero llegó a tener a su hija. Sin embargo perdió la custodia de su hija, debido a sus problemas. Siguió dando bandazos entre drogas, alcohol y amantes. Se quedo embarazada de nuevo y dio su hija en adopción. Hasta que en 1969, queda embarazada y se encuentra en Dallas con dos jóvenes avispadas abogadas y empieza la batalla de su vida: “”Roe vs Wade”. Norma presentó la demanda con el seudónimo “Jane Roe”, para preservar su identidad. Ganó. Pero cuando llegó la sentencia ya había dado a luz y entregado en adopción a su nueva hija.
Fue entonces cuando sale del anonimato y se hace luchadora y abiertamente pro abortista. Obtiene un empleo en una clínica abortista. Pero es allí donde descubre el lado oscuro de la ley. Allí se encuentra el horror de los cuerpecitos destrozados. No puede soportarlo. Se da cuenta del tremendo error.
Desde entonces esta abortista arrepentida es la heroína del movimiento Pro vida. Ahora es la heroína de la causa contraria. Se ha enfrentado incluso a Obama acusándolo de “genocidio infantil”
El Dr. Nathanson, es conocido como el Rey del Aborto. Suele presentarse a sí mismo como “un asesino de masas”. “Soy el responsable de la muerte de 75.000 niños”, asegura. Pero todo tiene un principio. En 1945 se enamoró de Ruth, en la universidad. Cuando la novia quedó embarazada, escribió a su padre, consultándole la posibilidad de casarse. Pero el padre le envió 500 dólares para que eligiese entre el aborto o la carrera en Estados Unidos. Eligió su carrera, convenció a la chica que abortara, y finalmente su idilio terminó también.
Terminada su carrera llegó a dirigir la “mayor clínica abortista de Occidente, en Nueva York. Tenía 35 médicos a mi cargo, con 85 enfermeras. Hacíamos 120 abortos cada día en 10 quirófanos. Durante los 10 años que fui director realizamos 60.000 abortos. Además, yo supervisé 10.000 y personalmente realicé 5.000. Tengo 75.000 muertes inocentes en mi haber”. “Yo tenía barcos, avionetas, fincas, mujeres… pero era todo en base a una gran mentira, la mentira de que la persona en el vientre materno no vale nada”, prosigue.
Al final de los años 70 inicia un cambio radical de la muerte a la vida. Puso toda su experiencia, en sus libros como “Aborting America” y el video “ The Silent Scream” (“El Grito Silencioso”). “En él se empleó la tecnología médica más reciente para mostrar de forma definitiva todo el horror del aborto tal y como tiene realmente lugar dentro del vientre materno. Este video, junto con su continuación, “The Eclipse of Reason” (“El eclipse de la razón”) fue ampliamente exhibido no solo para el público en general a través de numerosas televisiones del mundo, sino también en sesiones especiales para parlamentarios de distintos países”.
Hay muchos otros, que han comprendido que nunca es tarde para encontrar la luz. Lo importante es no estar cerrado nunca a la verdad. Es humano equivocarse. Es peor sentarse en el error o no querer salir de la ignorancia.
Quiero recoger, para finalizar, el último testimonio, no de un abortista, sí de la evolución de un profesional, licenciado por la Universidad de Columbia. El Dr Brian Weiss, hoy conocido mundialmente, por sus libros “Muchas vidas muchos maestros”, o “Lazos de amor”. El cuenta así su experiencia: “He recorrido un largo camino desde el día en que, médico de formación clásica, catedrático de psiquiatría y escéptico empedernido, me di cuenta de que la vida humana es algo más maravilloso y más profundo de lo que me había hecho creer mi rigurosa formación médica”.
Ellos han estado en dos frentes. Posiblemente su experiencia tenga poco de ideología y mucho de libertad. Han sido capaces de autocrítica. Suena más a autenticidad de lo que estamos acostumbrados por estas latitudes. Algo se aprende... si se quiere, claro. Nunca es tarde.
Norma ha sido heroína de una causa: EL ABORTO en Estados Unidos. No una mujer pro abortista más. Fue la primera que planteó su caso ante el Supremo. Y la sentencia de su causa llevó a la legalización del aborto. Su biografía es tremenda. Abandonada por su padre y maltratada por su madre, se casó a los 16. Fue maltratada por su marido al quedar embarazada. Pero llegó a tener a su hija. Sin embargo perdió la custodia de su hija, debido a sus problemas. Siguió dando bandazos entre drogas, alcohol y amantes. Se quedo embarazada de nuevo y dio su hija en adopción. Hasta que en 1969, queda embarazada y se encuentra en Dallas con dos jóvenes avispadas abogadas y empieza la batalla de su vida: “”Roe vs Wade”. Norma presentó la demanda con el seudónimo “Jane Roe”, para preservar su identidad. Ganó. Pero cuando llegó la sentencia ya había dado a luz y entregado en adopción a su nueva hija.
Fue entonces cuando sale del anonimato y se hace luchadora y abiertamente pro abortista. Obtiene un empleo en una clínica abortista. Pero es allí donde descubre el lado oscuro de la ley. Allí se encuentra el horror de los cuerpecitos destrozados. No puede soportarlo. Se da cuenta del tremendo error.
Desde entonces esta abortista arrepentida es la heroína del movimiento Pro vida. Ahora es la heroína de la causa contraria. Se ha enfrentado incluso a Obama acusándolo de “genocidio infantil”
El Dr. Nathanson, es conocido como el Rey del Aborto. Suele presentarse a sí mismo como “un asesino de masas”. “Soy el responsable de la muerte de 75.000 niños”, asegura. Pero todo tiene un principio. En 1945 se enamoró de Ruth, en la universidad. Cuando la novia quedó embarazada, escribió a su padre, consultándole la posibilidad de casarse. Pero el padre le envió 500 dólares para que eligiese entre el aborto o la carrera en Estados Unidos. Eligió su carrera, convenció a la chica que abortara, y finalmente su idilio terminó también.
Terminada su carrera llegó a dirigir la “mayor clínica abortista de Occidente, en Nueva York. Tenía 35 médicos a mi cargo, con 85 enfermeras. Hacíamos 120 abortos cada día en 10 quirófanos. Durante los 10 años que fui director realizamos 60.000 abortos. Además, yo supervisé 10.000 y personalmente realicé 5.000. Tengo 75.000 muertes inocentes en mi haber”. “Yo tenía barcos, avionetas, fincas, mujeres… pero era todo en base a una gran mentira, la mentira de que la persona en el vientre materno no vale nada”, prosigue.
Al final de los años 70 inicia un cambio radical de la muerte a la vida. Puso toda su experiencia, en sus libros como “Aborting America” y el video “ The Silent Scream” (“El Grito Silencioso”). “En él se empleó la tecnología médica más reciente para mostrar de forma definitiva todo el horror del aborto tal y como tiene realmente lugar dentro del vientre materno. Este video, junto con su continuación, “The Eclipse of Reason” (“El eclipse de la razón”) fue ampliamente exhibido no solo para el público en general a través de numerosas televisiones del mundo, sino también en sesiones especiales para parlamentarios de distintos países”.
Hay muchos otros, que han comprendido que nunca es tarde para encontrar la luz. Lo importante es no estar cerrado nunca a la verdad. Es humano equivocarse. Es peor sentarse en el error o no querer salir de la ignorancia.
Quiero recoger, para finalizar, el último testimonio, no de un abortista, sí de la evolución de un profesional, licenciado por la Universidad de Columbia. El Dr Brian Weiss, hoy conocido mundialmente, por sus libros “Muchas vidas muchos maestros”, o “Lazos de amor”. El cuenta así su experiencia: “He recorrido un largo camino desde el día en que, médico de formación clásica, catedrático de psiquiatría y escéptico empedernido, me di cuenta de que la vida humana es algo más maravilloso y más profundo de lo que me había hecho creer mi rigurosa formación médica”.
Ellos han estado en dos frentes. Posiblemente su experiencia tenga poco de ideología y mucho de libertad. Han sido capaces de autocrítica. Suena más a autenticidad de lo que estamos acostumbrados por estas latitudes. Algo se aprende... si se quiere, claro. Nunca es tarde.
PUBLICADO en EL HERALDO DEL HENARES el 17-11-09
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