Lo cierto y verdad es que desde Guadalajara, estoy en antena. ¿Cómo?. Sencillamente la del corazón, y el compromiso por la vida. Lo que HO y DAV hacen me interesa, lo sigo, lo comprendo y lo asimilo. También lo que hace Red Madre y el Foro de la Familia, Cruz Roja y Mil organizaciones más. Pero, por supuesto no me basta. No puedo ser mero receptor de información, ni de mensajes. Para eso está el papel, o la radio, o la televisión, como soporte.
Yo cada mañana abro mi ventana al sol del compromiso con la luz, la verdad y la defensa de los desfavorecidos. La energía vital entra y sale al mismo tiempo. Por eso estoy conectado y mi aliento se va por los aires en busca del abrazo del que lucha, en pueblos y ciudades por la misma causa.
Tengo para este año un lema, lo saben mi familia, mis amigos y contactos : MIENTRAS HAYA GANAS DE LUCHAR, HAY ESPERANZAS DE VENCER. Le ha gustado a alguno y lo ha hecho suyo. ¡No aspiraba a tanto!.
El año pasado, en el Congreso se votó la ley del aborto y se admitió a trámite. Es una ley trampa y tramposa. Enmascara la verdad, y abre la puerta a la barbarie de la muerte.
Voy a luchar con toda el alma y la razón, y las fuerzas contra ella. Lo haré junto a todo el que luche. Y mientras queramos luchar, no nos habrán vencido. Los seres en camino, hijos de un hombre y una mujer, tienen derecho a vivir. Nadie tiene derecho a matarlos, eliminarlos, a borrarlos del mapa de los vivos. ¡Nadie!, Ni el Estado, ni los políticos legisladores, ni los médicos, pero mucho menos, por favor, su propia madre. Ella al fin y al cabo es quien puede decidir el fin del ser que lleva en sus entrañas. Tenemos que ayudarla.
Lo que llaman interrupción voluntaria del embarazo, es eso, una aniquilación. Pero eso no es natural. Por eso es contra-natura. ¡Ningún ser vivo obra así!. No es un progreso. La evolución y la supremacía del ser humano sobre los animales está en el espíritu fundamentalmente, y en sus manifestaciones que son muchas. Por eso hay esperanza. Esperanza de vencer. Esperanza de que se imponga la parte más alta de nosotros, la inmortal, la del amor, la de la generosidad. Somos muchos los que pensamos así. Además, sabiéndolo o sin saberlo estamos conectados. Interconectados. No estamos solos. La corriente infinita pasa por cada uno.
En la película AVATAR, que ya ha visto una mayoría de ciudadanos, hay un diálogo, que puede pasar desapercibido, pero encaja perfectamente en la realidad de esa utopía.
Ante el inminente ataque de las fuerzas destructoras, superiores en número, armamento, y capacidad destructora, el guerrero se postró ante el Árbol de la Energía suplicando “un poco de ayuda”. “Una pequeña ayuda” porque aunque tenían el ánimo dispuesto su inferioridad era patente. En esto, la intérprete, que sabía cómo actuaba la Energía le dijo: “solo ayuda a quienes luchan a favor de la vida”. ¡Fue suficiente!.
Pues eso. De alguna manera, quienes estamos defendiendo la vida de los más indefensos, de los que no pueden defenderse, y de los que más energía tienen, no estamos solos. Creemos que no estamos solos. Esa fe también nos une. No sé si estamos unidos porque creemos, o creemos porque estamos unidos. La vida y la lucha por el derecho a la vida, es una fuerza infinita. Se puede matar a un inocente, pero no se puede derrotar la vida. Somos defensores de la vida. De toda vida. ¡No todos pueden decir lo mismo!.
PUBLICADO EN EL HERALDO DEL HENARES 23-01-2010; EL DIA 16-02-2010
Gracias José Manuel:
ResponderEliminarSigue así, incansable, si algo merece la pena es dar la vida, a cualquier otro ser humano igual a mi en dignidad, porque soy hijo de Dios...Sigamos en la brecha de la defensa de toda vida humana, para que otros no se adueñen de lo que no les pertenece, ni les ha pertenecido nunca: la vida de los demás.
Un abrazo desde Huesca
Esteban
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar¡Precioso! Te superas cada día....
ResponderEliminarSigue escribiendo. Un abarazo
Beatrtz