No es lo mismo estar en la calle que ver la lluvia tras los cristales. No es lo mismo quedarse en casa a ver si escampa, que defender en la calle las propias convicciones.
Parece que da igual todo porque la palabra ha perdido valor. Se transmiten ideas y mensajes que dicen lo contrario de lo que reflejan las palabras. Se puede decir una cosa y la contraria. Y lo peor de todo es que la ambigüedad es buscada, y se vende como un logro. La confusión y la demagogia están servidas.
Quiero analizar el hecho, porque yo mismo me he visto sorprendido, al encontrar en la prensa la “utilización” de las palabras, incluso de las mías, aquí y ahora. Copio titulares.
“Mesa Redonda sobre el aborto”. E inmediatamente: "Una serie de organizaciones y asociaciones contrarias al aborto han convocado...una mesa redonda en el Campus Universitario de Guadalajara”.
Otro ejemplo: “Distintas organizaciones convocan para mañana un coloquio sobre el aborto”.
Pues no es verdad. Todas las Asociaciones Convocantes eran Asociaciones pro-vida. A la Mesa Redonda venían 3 ponentes de prestigio defensores de la Vida. Y el título general de la Mesa era: “Al Hilo de la Vida”.
Al dar la noticia a los lectores, se carga el lenguaje, con un matiz “positivo” o “negativo”. ¡Las palabras llevan un virus muy sutil!. Predisponen al lector a favor o en contra de lo que va a leer a continuación..
La noticia se da, pero no es correcta. Puede parecer lo mismo pero no lo es. Para empezar, la vida y el aborto no son lo mismo, por la misma razón que no es lo mismo vida que muerte. La paz no es simplemente lo contrario de la guerra. Ni es lo mismo mama, que mamá. Depende dónde pongamos el acento, nunca mejor dicho. La cultura de la vida no puede ser lo mismo que la cultura de la muerte. No es igual “dar” que “quitar”.
Se ha cargado tanto la sociedad con el veneno ideológico, que ya quien no está a favor está en contra. ¡Y no es verdad!. Se puede estar a favor de algo tan hermoso como la vida, y pasar olímpicamente de lo que no sea eso. Las Asociaciones Pro-Vida, tienen un ideario positivo, lleno de energía que atrae y engancha. ¡Eso es lo que importa!
Las Asociaciones Pro-Vida, no van contra el “gobierno”, ni contra una ministra, ni contra una ley. Van contra la mentira, y contra la sin razón, contra la imposición. Si el gobierno, el parlamento, o quien sea están en esa línea, por fuerza se sentirán concernidos. Es bueno que así sea. Para pasar la mano y aplaudir, tienen a otros.
Derecho a vivir, lo mismo que otras asociaciones buscan la verdad, defienden la verdad, y ni siquiera se refugian en sus creencias sino en la razón y en la ciencia. Su mayor, yo diría que único enemigo es “la ignorancia”, “la comodidad”, el “enmascaramiento de la verdad”, lo que todo eso tiene de “inhumano”. Y el que ante el genocidio inocente, y ante la injusticia más vil, la sociedad mire hacia otra parte, y no se rebele cuando se vulneran derechos humanos básicos, como en el aborto. No es lo mismo tampoco ayudar a la mujer, que utilizarla. Si una ley va contra la igualdad, hay que decirlo, y luchar para que cambie.
Perversión del lenguaje es llamar “interrupción voluntaria del embarazo”, para no decir aborto. Es un sarcasmo llamar “derecho” al aborto, tras la votación parlamentaria. Así lo entiende un rotativo nacional, tras la aprobación de la ley que lo lleva en primera y a toda plana : “Los 115.812 abortos anuales ahora ya son un “derecho”.
Incomprensible y contradictorio es votar en contra de la muerte de los toros, y votar a favor del aborto de un ser humano.
Decir que el aborto no es un asesinato mas que para el que lo cree, es pura demagogia. El aborto es la muerte de un ser humano, objetivamente. No para los que creen, sino para los que saben. Es cuestión de biología. No es que sea mejor no creer y hacer lo que uno quiera. Elena Valenciano, ha dicho que el aborto no es un asesinato, porque “Es tan solo la verdad de los que consideran que hay vida en el mismo momento de la fecundación y anteponen el derecho del embrión al derecho de la madre”. ¿Por qué no nos demuestra que la vida empieza a los 65 años?. ¡Eso sí que es vida!
Ningún periódico local llevó a primera, la noticia de la concentración contra el aborto. Y hubo 2, una en el centro de la ciudad y otra en Molina de Aragón. Ambas, al igual que las de toda España fueron un clamor a favor de la vida. España vida sí. Miles de ciudadanos desafiando el frío y la lluvia reunidos por una causa justa, por lo visto no se ven. Su clamor por la vida de los más desfavorecidos... no tiene la categoría de noticia. ¿?
No hay atajos. El lenguaje no puede ser un atajo. Pero tampoco la imagen puede manipular los hechos. Llevar como “El Periódico” la foto de unas monjas con hábitos negros, en la Marcha por la Vida, tanto en Barcelona como en Extremadura, y el comentario al pie de foto: “la protesta antiabortista pierde fuelle”, es sencillamente manipular. Un periodista tiene una obligación consigo mismo y con la gente que le lee.
Ni es verdad si quiera que las frases aparentemente “neutras” como la de Pajín : “Que las mujeres que no lo desean no se queden embarazadas". Yo suscribo eso. Pero en ella lleva la carga ideológica, de “cero embarazos” no deseados que es lo que está trasmitiendo su formación, incluso a la puerta de los colegios. Que no son cero embarazos lo que quiere decir, con lo que sería necesario prevenir, sino lisa y llana mente: ante un embarazo no deseado, “derecho a abortar”, y fuera . Si tienes 1 y restas 1 te quedas a 0.
“La Ley de salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo”, no lleva por casualidad todas esas palabras. ¡No es un ropaje de palabras neutral! La sociedad puede ser interesada, pero no tonta.
PUBLICADO en EL HERALDO DEL HENARES, el 11-o3-2010
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