Un escritor además de ir un
paso por delante, debe ir contracorriente. No debe tener miedo a ser
políticamente incorrecto, e incluso ser inoportuno. Algunos, viven la vida de
ese modo. Por eso son tan importantes y tan admirados. Me gusta hablar de
ellos, los valientes, justo cuando la mayoría va por otro camino y muchos hacen
trampa.
El gran emprendedor e innovador, creador
de Apple, Steve Jobs, fue uno de ellos.
Lo dejó claro en su célebre discurso-testamento de la Universidad de Stanford.
Compartió 3 historias personales, a cual más interesantes. Quisiera recordar
hoy una de ellas. Habló de ella cuando ya no le quedaba mucho tiempo de vida y lo sabía. No podía mentir.
“Cuando tenía 17 años-dijo-, leí una cita
que decía algo como: “Si vives cada día
como si fuera el último, algún día tendrás razón”. Me marcó, y desde
entonces, durante los últimos 33 años, cada mañana me he mirado en el espejo y
me he preguntado: “Si hoy fuese el
último día de mi vida, ¿querría hacer lo que voy a hacer hoy?” Y si la
respuesta era “No” durante demasiados días seguidos, sabía que necesitaba
cambiar algo. Recordar que voy a morir pronto es la herramienta más importante
que haya encontrado para ayudarme a tomar las grandes decisiones de mi vida. Porque
prácticamente todo, las expectativas de los demás, el orgullo, el miedo al
ridículo o al fracaso se desvanece frente a la muerte, dejando sólo lo que es
verdaderamente importante. Recordar que vas a morir es la mejor forma que
conozco de evitar la trampa de pensar que tienes algo que perder. Ya estás
desnudo. No hay razón para no seguir tu corazón”.
http://mercadeoglobal.com/blog/textos-del-celebre-discurso-de-steve-jobs-en-la-universidad-de-stanford/
Ese relato me parece de una grandeza y de
una profundidad digna de un gran hombre. Por lo mismo, digno de tenerse en cuenta
y recordarlo. Ahora, cuando se acerca noviembre, los comercios se llenan de
miles de objetos relativos a Halloween. Pura quincalla (conjunto de objetos de
escaso valor) borreguil e intrascendente, para hacer fiesta de fantasmas y de
la misma muerte. Legítimo sí, como todo lo que montan los comercios para
aumentar sus ventas, pero bastante inútil. Lo malo es que a ello se suman
colegios e institutos, familias y, hasta las administraciones, importando y
subvencionando tradiciones de otras latitudes, que nada tienen que ver con
nuestra cultura. Una adquisición banal que demuestra la pérdida o el vacío de
algo importante.
En un mundo y en un país en que hemos ido
perdiendo los valores esenciales, deberíamos recuperar algunos de ellos,
por nuestro propio bien, y por el bien de todos. Seguro que seríamos más
felices. En el fondo, “Se trata de
crecer, de buscar una ayuda para tomar decisiones correctas y sensatas en el
presente”. Poner un poco de cordura en nuestro diario caminar puede ser
importante para vivir, para crecer y tal vez también para morir. La
tecnología, el alcohol, la droga y el poder no son los mejores consejeros. El
que busca la felicidad verdadera tiene que integrar la muerte en la existencia
y despojarse de sus miedos. Como decía el escritor austriaco Stefan Zweig: “No
basta con pensar en la muerte, sino que se debe tenerla siempre delante.
Entonces la vida se hace más solemne, más importante, más fecunda y alegre”. No lo dude. Tenemos derecho a ser felices, con
prosperidad salud y éxito.
Ya en la antigüedad Epicuro acuñó
esta célebre sentencia: “El
arte de morir bien y el arte de bien vivir son uno”. Eso no es despojar la
vida humana de alegría; es justo lo contrario. Si hacemos lo que nos gusta,
seremos felices. Trabajando con toda el alma, con fe en lo que hacemos,
evitaremos el sufrimiento, los excesos que producen desequilibrios y dolor.
Hay que aprender de una vez por todas la
gran lección de la autenticidad. La muerte es la oportunidad de percibir por
uno mismo la verdad completa que subyace a la existencia. ¿Qué podemos hacer
para tomar nuestra vida y nuestro futuro
en las manos? Casa, estudios, coche, educación, familia, amigos, trabajo, ideas
políticas, ocio, cuerpo físico, dinero, pueden ser importantes pero relativos.
Nadie se lleva eso al partir. No son transcendentes, o son impermanentes aún
siendo importantes. ¿Podemos influir en el futuro mientras viajamos rumbo a la
inmortalidad? Desde luego. Dicen los sabios que “la compasión, la empatía, la no violencia, la paciencia y la
espiritualidad son lecciones que todos debemos aprender”. ¿Cuándo? ¡Cuanto antes! Esas experiencias
pueden llenar la vida y llevan al futuro. No se olvide que según las
“regresiones”, el paso a un nivel superior no es automático. La vida es una
oportunidad, quien no la aprovecha no puede convertir la muerte en un chantaje
del futuro.
La certeza de la muerte es la experiencia culminante del
vivir. Tarde o temprano, todos tenemos que enfrentarnos a ella. Nadie lo hará
por ti. Es la mejor herramienta que tenemos a nuestro alcance. ¿Por qué,
entonces, ese miedo de ponerla en las manos de los hijos, de la juventud, de
los ciudadanos en general? ¿Por qué no hablar de “ella” normalmente? No se
trata de perder nada, sino de ser capaz de valorar lo que se tiene y, de
crecer. Descubrir la dimensión trascendente y la influencia de todo lo que nos
rodea. El alma no muere, es espíritu, es eterna. El más allá no es una zona espacio temporal, es otra
dimensión, íntima, divina.
En efecto,
“de forma consciente, imagina durante unos cuantos minutos lo que sería
tu vida sin las cosas buenas que tiene”, dice Timothy Wilson, psicólogo de la
universidad de Virginia. Experimentarás un sentimiento más fuerte de amor,
gratitud y felicidad cuando pienses lo que aportan a tu vida las personas y las
cosas que amas.”Volverán a ser especiales y sorprendentes de nuevo” (Cambia
el chip: la nueva y sorprendente ciencia de cambio psicológico).
Pero todo con una perspectiva y una finalidad,
una maravillosa locura. Lo resumiría todo, como lo hizo Bryan Dyson, ex Presidente
de Coca Cola… al dejar el cargo:
"Imagina la vida como un juego en el
que estás malabareando cinco pelotas en el aire”. Estas son: - Tu Trabajo, - Tu
Familia, - Tu Salud, - Tus Amigos y - Tu Vida Espiritual. Tú las mantienes
todas éstas en el aire. Pronto te darás cuenta que el Trabajo es como una
pelota de goma. Si la dejas caer, rebotará y regresará. Pero las otras cuatro
pelotas: Familia, Salud, Amigos y Espíritu son frágiles, como de cristal. Si
dejas caer una de estas, irrevocablemente saldrá astillada, marcada, mellada,
dañada e incluso rota. Nunca volverá a ser lo mismo. Debes entender esto:
apreciar y esforzarte por conseguir y cuidar lo más valioso. Trabaja
eficientemente en el horario regular de oficina y deja el trabajo a tiempo.
Dale el tiempo requerido a tu familia y a tus amigos. Haz ejercicio, come y
descansa adecuadamente. Y sobre todo...crece en vida interior, en lo
espiritual, que es lo más trascendental, porque es eterno. Shakespeare decía:
Siempre me siento feliz, ¿sabes por qué? Porque no espero nada de nadie.
Esperar siempre duele. Los problemas no son eternos, siempre tienen
solución. Lo único que no se resuelve es la muerte. La vida es corta, ¡por eso,
ámala! Vive intensamente y recuerda: Antes de hablar... ¡Escucha! Antes de
escribir... ¡Piensa! Antes de criticar... ¡Examínate! Antes de herir...
¡Siente! Antes de orar... ¡Perdona! Antes de gastar... ¡Gana! Antes de
rendirte... ¡Intenta!
Y… ANTES DE MORIR... ¡¡VIVE!!”
Y… ANTES DE MORIR... ¡¡VIVE!!”
PUBLICADO en: LA ESFERA DIGITAL: BLOG: A FAVOR DE LOS VALIENTES, 23-10-2012:
http://www.laesferadigital.es/blogs/a-favor-de-los-valientes/830--una-certeza-la-muerte-la-herramienta-mas-importante-.html; EL HERALDO DEL HENARES, BLOG. LA TANGENTE: 23-10-2012:http://www.elheraldodelhenares.es/pag/noticia.php?cual=15085; BITACORA DE BELMONTE, CiViCa: 26-10-2012: http://www.investigadoresyprofesionales.org/drupal/content/una-certeza-la-muerte-la-herramienta-m%C3%A1s-importante; REVISTA UTOPIA, 30-11-2012:http://revista-utopia.blogspot.com.es/2012/11/una-certeza-la-muerte-la-herramienta.html.
Muy interesante!
ResponderEliminarBueno, pues aquí estamos. Seguro que de una o de otra forma, defendemos lo mismo. Los derechos de los niños, de los no nacidos, de los mayores, de los abuelos y de los enfermos. Cualquiera que defiensa alguna de esas causas me encontraá de su parte.
EliminarUn saludo y mi disposición por si algo pueden necesitar.
muy bueno... de parte de tu homólogo políticamente incorrecto e inoportuno
ResponderEliminarNo es moda, amigo. Es necesidad de ser uno mismo, luchando contra corriente. Es curioso que cada día la televisión, los juegos, y la vida nos traigan la muerte, y nos empeñemos en no pensar en ella ni un instante.¡Como si fuera puro juego!¡Como si fuera una consecuencia de nuestro occio!
ResponderEliminarGracias.
Muy interesante estos escritos.
ResponderEliminarSaludos desde Abstracción texto y Reflexión
Hola José Ramón, me alegra que algo de lo que escribo pueda interesar. Pongo todo el interés en hacer las cosas bien. Es decir me tomo el tiempo y la molestia de pensar lo que digo y también el cómo. ¿Coincidimos? Me alegraría enormemente.
ResponderEliminarMuchas gracias.
Hola interesante tu comentario, necesitamos meditar la muerte para vivir de otro modo. Muchas veces sufrimos porque nos resistimos a un cambio. No aceptamos que las cosas no son permanentes, aceptar la vida tal como es. "Se crece si uno no esconde la cabeza bajo el ala"."No hay que temer a la muerte sino a no haber empezado nunca". Marco Aurelio
ResponderEliminarGracias a tí Anónimo compañero de camino. Seguro que esa "herramienta", de certeza de nuestra temporalidad aquí podría ayudar en las .decisiones, en los negocios y en la ética general.
EliminarDesconocía la cita de Marco Aurelio, de que "no hay que temer a la muerte, sino a no haber empezado nunca". Es la no vida, la no existencia.Pero hay algo también muy lamentable:"no dejar que alguien viva". Incluso añadiría:"creerse dueño de vidas, haciendas y destinos ajenos".
Gracias por tu comentario.