sábado, 28 de noviembre de 2015

La excelencia ayuda a ser feliz y vivir más.

           Desde la más temprana edad hasta el final de la vida se puede intentar alcanzar metas. Con la jubilación nada se detiene, ni el tiempo ni las ganas de vivir. La educación  y la voluntad son el camino.  La voluntad es la fuerza con la que la mente humana puede ir más allá del limitado espacio biológico.

          Se viene repitiendo desde la antigüedad que "niño mimado, niño estropeado".  Si no escucha un "no" a tiempo, el niño no sabrá lo que es correcto, ni lo que merece la pena. Si no se le anima en lo que suponga esfuerzo, termina creyéndose el centro del universo. Puede tener de todo y no ser  nunca nada.

           Desde pequeños hay que superar los peligros de la flojera, desidia, pereza, negligencia, apatía, dejadez, desgana, gandulería, haraganería, indiferencia o simple vagancia porque si no se superan se pequeños, cada vez será peor. Tengan la edad que tengan, la humanidad avanza y progresa con los valientes. Desde la rutina y la monotonía no surge ninguna luz para iluminar el camino "que se hace al andar" para ser alguien.

            Sin sacrificio no hay nada que merezca la pena. Todos sufrirán la indolencia, la mala educación y los caprichos. Desde que nacemos, "el por-venir está por-hacer" (M. Martí i Pol)

Aprendizaje

           Por eso, desde pequeños hay que subir peldaños, esforzarse, enfrentarse con retos manejables, experimentar la alegría de conseguirlo. También, a veces, no superar las metas, y saber perder. De las heridas y fracasos se aprende. Respetar al contrario es aprender a valorarse uno mismo. Así se va fraguando el espíritu de superación y aprecio a los demás.

           Enseñar siendo asertivos, democráticos, comprensivos, inculcar la colaboración, formar equipos para encontrar estrategias y solucionar conflictos, es esencial. Mejoran las habilidades con un clima positivo. El resultado: quitar miedos. Conocerse y marcar pautas y logros. Es menos cuestión de utopía que de determinación y voluntad.  El resultado:  progreso y realización.

           Hay que recordar a todos que "el temor a sufrir es más dañino que el propio sufrimiento" (A. Gala). No hay que retroceder, ni huir, sino adaptarse, entrenarse, prepararse  y triunfar. Así desde niños. Cuando un niño empieza a andar, da unos pasos y se cae. Pero no se queda ahí tirado, porque no sabe andar. Se levanta y da otros pasos. Mañana lo mismo, pero ya más lejos. Pasado el tiempo anda,  y luego corre a los brazos amorosos que le aguardan. Luego ya lo hace por sí mismo, naturalmente. Y es feliz. No es "haz lo posible", sino "hacerlo posible".

            La excelencia no está reservada para una etapa concreta de la vida. Dicho de otro modo, desde pequeños, la vida nos enfrenta a muchos retos de muy diversa índole. En condiciones normales, la superación es un 30% de ADN, mientras que la voluntad, la estrategia y el espíritu con que la afrontamos, es el 70%. Cuando se pone alma, corazón y vida, todo es posible. Una entrega y un esfuerzo total suponen una victoria completa, sea en lo deportivo, en los estudios, en el trabajo, e incluso en la salud. El optimismo y la juventud, el entrenamiento y el ejercicio  hasta edades muy avanzadas,  tienen una importancia capital.

            Lógicamente no todos tienen que llegar a alcanzar el número uno del escalafón deportivo, o de la carrera elegida, ni el éxito en el trabajo, el amor o ser los más longevos de sus contemporáneos.

             Cada uno tiene las capacidades que tiene. Pero, muchas o pocas, es preciso tener ideas claras y básicas: "la excelencia no lleva más trabajo que la mediocridad"; "las heridas que uno haya podido recibir en la vida, no otorgan ningún derecho a herir o pisotear a nadie"; "lo excelente no deriva del cuánto, sino del cómo".

            Intento decir que no es lo mismo ser excelente que ser el mejor; que nada es gratis, y  que sentarse a ver pasar la vida, no es la solución. Buscar, salir del ego, tender a la solidaridad y a la empatía, a hacer algo que merezca la pena y pueda ayudar a los demás, es tener un por qué, una razón para vivir o un propósito. Incluso la generosidad no puede ser de cualquier manera.

            La vida es tan sencilla y tan exigente como: hacer las cosas bien. Si no se alcanza la perfección desde el comienzo, por lo menos intentarlo, desde el principio. Tener claro el lema: "sin exigencia, no se llega a la Excelencia" (trabajemos solos o trabajemos en equipo). De ello depende que surja, en nosotros o en el equipo, la alegría y la satisfacción.

            Aunque parezca un contrasentido, para llegar a esa acción que produce íntima recompensa, hay un camino previo que es ir hacia sí mismo. Conocerse. Controlar las emociones, los sentimientos, los pensamientos, los estados psicológicos y lo que ellos desencadenan. Lo natural puede hacerse consciente.

            Hay que tener en cuenta que "el primer impulso ante cualquier situación emocional procede del corazón y no de la cabeza. Pero existe también un segundo tipo de reacción emocional, más lenta que la anterior, que se origina en nuestros pensamientos"... "La mente  racional no suele decidir qué emociones "debemos" tener.... lo único que puede es controlar el curso que siguen esas reacciones"(D. Goleman, La inteligencia emocional y La práctica de la inteligencia emocional)... Y encauzarlas  para tomar decisiones que permitan superarse y sentirse bien.

El trabajo y la intemperie

           La excelencia no es una meta, sino una forma estratégica de partida.  Más claro, "no es un destino, sino que es una forma de viajar". A los jóvenes les encantan los retos. Tienen que saber que como diría la presidenta de Brasil "para hacer realidad los sueños, debemos traspasar los límites de lo posible". Hay que echarle imaginación y determinación.

           La juventud emprendedora. “En busca de la excelencia” la obra maestra de Tom Peters y Robert H. Waterman que marcó un antes y un después, no sólo en la literatura empresarial de los últimos treinta y tantos años, sino  también en las mentes de los profesionales y  probablemente de la historia de los negocios. Ellos identificaron las claves para alcanzar la excelencia empresarial, centrándose en las personas, los clientes y la acción. Crecer con el cliente. Lo que resumieron en 8 variables. No voy a hablar de ello, porque hoy me interesa la excelencia en general, como virtud, talento o cualidad, en cada etapa de la vida, no solo en el trabajo. Únicamente afirmar que "la inteligencia emocional constituye un requisito esencial para nuestro trabajo" (D. Meiland).

           Por su parte, en lo que se refiere a los factores biológicos y psicológicos, es necesario revisar la conexión existente entre el estrés y los trastornos de ansiedad, por un lado, y la depresión, por otro. 

           Quien no sabe qué hacer en una etapa determinada, en una encrucijada de su vida por pérdida de empleo, un contratiempo, o cuando se jubila, puede quedar afectado por factores biológicos o psicológicos. Es probable que tenga alguna conexión entre estrés, trastorno de ansiedad,  o tenga alguna forma de depresión. Esa ansiedad pone en marcha un mecanismo de defensa que provoca estados de preocupación intensos y síntomas físicos diversos. Todo depende de la fuerza que desencadena la alarma, por un lado, y  por otro, la amortiguación que su carácter, su formación, el amor de su familia y la previsión social, pueden brindar.

           A nadie le gusta  quedarse a la intemperie, ni renunciar a soñar. Pero si se abandonan las alas porque ya no se sienten ansias de volar o descubrir un mundo nuevo cada mañana, no se descansa bien, ni se recuperan fuerzas para luchar y saber  "lo que es al fin la libertad"(N.Bravo).

Última etapa activa

           ¿Cuándo termina la juventud? Los "jóvenes mayores", o los "jóvenes con arrugas", a sus muchos años, se niegan a hacerse viejos, y son una referencia, porque, sin importarle lo que diga  el Documento  Nacional de Identidad sobre su fecha de nacimiento, siguen haciendo lo que les apasiona. Muchos han desarrollado el hábito de la ilusión y coraje. Son excelentes.

         No piensan en dolores ni en medicación, sino en luchar y no rendirse. Estar activos es vivir. Disfrutar lo que tienen y compartir lo que pueden. Eso les ayuda a engañar al tiempo, y contradecir la idea que otros tienen de "envejecer". Su espíritu es joven aunque tengan años.

         Cada día es como un desafío y le ponen su experiencia y su energía. Para muchos jubilados deportistas, pensadores, escritores, científicos de cualquiera de las ramas del saber, la excelencia ya es un hábito y siguen trabajando. Enriquecen su cerebro de mil formas. Adaptándose, ejercitan su cuerpo y su mente. Mentalmente son fuertes. Tienen pasión y compromiso consigo mismos. Por eso salen, charlan y se ríen. Necesitan cada vez menos, después de darlo todo. Ayudan a los demás, incluso a niños. Hasta entregarlo todo, a la familia, a la sociedad y al universo, siendo libres. Todo, menos abandonarse, sentarse o ser pasivos. Su lógica es muy simple: el que se ejercita y trabaja, suma, el que se para, resta.

          Para llegar hasta ahí, en la excelencia, como ya he dicho, hay que descubrir la capacidad,  poner la pasión y echarle voluntad y compromiso. La excelencia se logra con esfuerzo personal, (y colectivo si se quiere conseguir en un equipo). Pero no se compra, porque no se vende en ningún mercado. Es un logro, y un descubrimiento de las capacidades de uno, o de todos, (si se trabaja en equipo). Hay que empujar hasta el límite la actividad que hacemos, y no un día sino todos. La disyuntiva es: mediocridad o liderazgo. Si se consigue, la recompensa es: la satisfacción, tal vez también, la fama y la prosperidad.

           Hay una fuente de juventud que está en la mente y es creativa en cualquier edad. Con ella cada uno puede llenar su vida y la de aquellos a quienes quiere. "Cuando aprendes a abrir esa fuente, has vencido a la edad" dijo S. Loren. Eso permite sentirse satisfecho. La felicidad llega, como resultado de una vida exigentemente bien vivida.

             Si no es así,  podemos perdernos. "El tiempo no se pierde, nosotros nos perdemos... si matamos el tiempo, morimos con él" (A. Gala). La mediocridad no está en el error, o en cometer errores cuando se intenta la excelencia, sino en la renuncia. Del error se aprende. Tal vez haya que descubrir habilidades mediante programas de formación, pero renunciar es, negarse a  aprender y por ello a vivir.

            Por distintos lugares de la geografía, en estas fechas, viene siendo habitual la entrega de los Premios de la Excelencia. ¿Coincidencia? Aunque no siempre se acierta con los premiados, lo cierto es que son un reconocimiento y un homenaje al trabajo bien hecho, que distingue a empresas, entidades, despachos profesionales, y personas de diferentes ámbitos sociales. No hay que luchar por el reconocimiento. Como dijo García Márquez,:"He aprendido que todo el mundo quiere vivir en la cima de la montaña, sin saber que la verdadera felicidad está en la forma de subir”.
  El premio y la satisfacción es...Ser Excelente.

PUBLICADO EN EL HERALDO DEL HENARES: Columna: La Tangente: 28-11-2015:

11 comentarios:

  1. No voy a ser muy pesado en mis comentarios.Voy a ser muy simple: excelente.
    Se lo he mandado a mis hijos,todos casados y cuarentones,para que se enteren de que va esto de la vida,el esfuerzo,las quejas,..en fin todo eso que parece muy muy muy simple pero que cuesta meterlo en la mollera.
    Felicidades..Un abrazo. Domingo

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    1. Domingo:
      Tampoco voy a comentar mucho lo que acabas de decir. Simplemente GRACIAS. Gracias por estar ahí. Gracias por tu experiencia y por saber apreciar el hábito del trabajo y la excelencia. Gracias, finalmente, por compartir.
      Un gran abrazo. Que tengas una feliz semana. Y todo lo mejor para ti y los tuyos.
      José Manuel

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  2. hola Jose Manuel, excelente trabajo, me gustó muchísimo, es como un manual para tenerlo siempre presente, se lo mostraré a mi hijo y seres queridos, merece la pena, que importante es dar de
    tí todo tú esfuerzo, y cuando lo alcanzas que felicidad se siente por haber hecho las cosas bien.
    Gracias por todo lo que escribes y por la alegria y entusiasmo que transmites, me ayuda a seguir caminando y a ser mejor persona.
    Un beso muy fuerte.

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    1. Gracias Marinita:
      Seguro que no necesitabas leer esto, porque siempre procuras hacer las cosas bien. Además tu has salido adelante con el esfuerzo diario, y has enseñado a tu hijo y a quien lo quiera ver, que si se quiere, se puede.
      Un fuerte abrazo y que tengas feliz semana.
      José Manuel

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  3. Yo que puedo decirte, a parte de la excelencia de tu artículo, sino, que es el vivo retrato de li que eres tu, en tu vida, en tu trabajo, rn tido lo que emprendes, y en todo lo que crees, y no te quedas cono meto espectador.
    Un manual, para mostrar el camino a los que se aman. Como son las madres de Providavlugo Gracias por este regalo, que no es el único.
    ¡Con vida cualquier reto!
    Con gran aprecio. Emilia

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  4. Gracias Emilia:
    La vida no viene con manual de instrucciones. Vamos aprendiendo a medida que trabajamos, nos equivocamos, fracasamos y caemos. Por eso es tan importante no pararse, hacer, crear y ayudar para encontrar el camino. El sacrificio termina por no ser tanto, cuando se ve la recompensa de hacer las cosas bien. Providav, esa gran familia que crece sin parar, es el mejor ejemplo. Ahí das todo, pero como reciben muchos, sobre todo niños, al final puedes ver su sonrisa y su bienestar, y todo lo que costó ponerlo en marcha y mantenerlo día a día, no desaparece, pero ya...o no importa demasiado o Alguien lo verá y lo tendrá en cuenta.
    Un abrazo y gracias, amiga, por todo lo que haces.
    José Manuel

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  5. Gracias Josema ,lo compartiré , especialmente para que lo lean mis hijos y nietos. BENDICIONES CRUZANDO LOS MARES.

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  6. Gracias Rossy:
    Vosotros apreciáis la excelencia desde siempre, porque como personas, como familia, y como pequeña empresa, sois excelentes y lo dais todo.
    Un gran abrazo,
    José Manuel

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  7. Amigo, si utiliza textos de otros, debería citar la fuente. ¿O me equivoco?

    Daniel Mordecki.
    Artículo fuente de las citas
    Qué es la excelencia
    http://www.mordecki.com/html/excelencia.php

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    1. Hola Daniel:
      Es cierto l0 que dices y tienes toda ala razón. Pido disculpas. Siempre di por supuesto que lo había citado, -igual que otros muchos autores- y no lo repasé, lo veo ahora. A cada uno lo suyo.
      Gracias, por tu excelente trabajo y por tu amable puntualización.
      Un abrazo,
      José Manuel

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