Dice el
comunicador Sergi Torres, impulsor de una nueva consciencia personal, que "algunas personas se encuentran en medio de un dilema entre dos
opciones. La opción de vivir la vida tal y como es, dando la bienvenida a todo lo que sucede, o la de ponerse manos a
la obra para hacer que sucedan las cosas que uno quiere que sucedan"(en
el capítulo sobre "La Ley de la
atracción", en su libro ¿Me acompañas?).
Personalmente creo que no hay tal
dilema. ¿Hay que aceptar todo lo que
suceda, nos llegue, o nos impongan -porque
todo está bien-, o se puede tomar parte activa
y responsable en la vida? No se trata de cambiar nada ni a nadie. Se
trata de ser. Mejor, se trata de actuar
como si ya uno fuera la persona que quiere ser. Cada cual es el impulso que
debe consumarse.
Se puede aceptar que todo es perfecto, y
por lo tanto "la persona realizada
pierde el hábito de desear y es ahí cuando nace el habito de agradecer",
dice Sergi. Perfecto. Pero no todo está acabado. Nosotros mismos somos
perfectos pero somos seres vivos que estamos en crecimiento, aquí y ahora.
Ciertamente, "nuestro cuerpo es
polvo de estrellas" y los minerales de los que se compone nuestro cuerpo
proceden de los que existen en la Tierra, que es una mota en el infinito universo;
pero la vida es vida, es espíritu infinito
y eterno. "Todo ocurre simultáneamente,
donde todo es unidad, donde tu conciencia corporal se convierte en estelar y tu
conciencia personal en un universo", pero aquí y ahora, el ser que soy
es infinito, vivo e inmortal.
No es suficiente contemplar lo que hay, sin
hacer nada. No es egoísmo querer colaborar en mejorar, en lo que se pueda, el
entorno ecológico, humano y socio-económico. Estar vivo es convivir y no es en
absoluto pasivo, para dejar todo como está. El hambre, la ignorancia, las
enfermedades, hay que descubrirlas, mirarles a la cara y hacer que desaparezcan.
La paz, no es una realidad pasiva, es un esfuerzo y un compromiso activo, cada
día. La vida misma y la felicidad, también. Ser aquí, no es una asignatura, es
descubrir el manantial de la vida, en la batalla diaria.
En la acción, se pasa del ser al actuar
y del convivir al ser. Así se descubre la grandeza de recibir cuando se da.
También se percibe que no hace falta tener para dar, porque lo importante es el
ser que es todo y con todos. Cuando sabemos quiénes somos, sabemos que somos
vida y la vida es plenitud, acción interior y exterior; cuanto más
profundo más eficaz, menos coleccionista
de cosas. No es tener, es elegir lo que se quiere ser.
No es totalmente cierto que la segunda opción,
es decir "actuar", sea una incoherencia, porque no es un deseo de
controlar nada ni a nadie, sino de colaborar en el progreso. No somos astros,
por ello, más que brillar, es preferible iluminar a quien con nosotros camina.
La consciencia personal que es una y universal, abundancia y plenitud, es
cierta, pero no excluye nada, ni a nadie. No hay incoherencia en respetarlo todo
y poner las capacidades y talentos a trabajar y colaborar dando lo mejor, para
que la plenitud, la paz y la abundancia llegue a todos, especialmente a los más
débiles y desfavorecidos. No hace falta atraer para tener algo que nos falta,
sino descubrir que lo tenemos todo en plenitud para repartirlo y crecer, nosotros
y todos. La Vida nos lo pone generosamente en las manos para convivir. La vida se nutre con vida.
Lo importante es no convertir el
silencio en pasividad "en un
obstáculo dentro de ese flujo infinito y eterno de consciencia feliz".
La vida es activa, despierta, colaboradora y solidaria para remover obstáculos
y construir un futuro en paz. Los talentos, se desarrollan en acción, por y
para los demás. (Inteligencia, inventos, profesiones, están para contribuir al
progreso que mejora la vida de todos). Nada se logra con un simple deseo desde
el sofá.
No se trata de juzgar, ni de hacer
suposiciones de "bueno o malo". Ni tampoco cerrar los ojos a lo que
sucede, sentarse cómodamente a aceptar
lo que hay o intentan imponer. El progreso se ha cimentado históricamente en la inteligencia y en el trabajo.
Se necesita de todo y de todos para hacer un mundo. La colaboración de los
profesionales y de los conciudadanos de a pie, es imprescindible. Ciertos
efectos, pueden repercutir negativamente en los demás humanos y en la
Naturaleza (armas, plásticos, drogas, enfermedades, desastres, etc.) pero no es
mejor callar o no hacer nada.
Contemplar es importante, actuar es estar vivo y sentir el impulso de
crecer. Dice sabiamente una amiga sevillana, Manuela Fernández, "lo que
sucede conviene, lo que no sucede también". Y añado: "también lo que hacemos que
suceda", aunque a veces los resultados no sean los esperados.
Ante los desastres medioambientales y ecológicos,
Paul Kingsnorth ha dicho:
"Los mundos siempre se están
acabando, los imperios siempre están derrumbándose, no es la primera vez que el
clima cambia; el cambio es, al fin y al cabo, la única constante".
Pero no deja de ser verdad, que "el cambio climático es la mayor crisis
a la que la Humanidad se ha tenido que enfrentar", y por lo tanto...no está
preparada. Eso no implica no hacer nada. Hay que actuar, atender, colaborar,
mejor hoy que mañana. Y para mayor eficacia, juntos o "en compañía".
Y así, contra los desastres, contra el hambre, contra la ignorancia, contra la
injusticia o la enfermedad.
¿Se imagina que ante un desastre natural,
una desgracia colectiva, la contaminación creciente, la enfermedad, la gente se cruce de brazos, no
ayude ni haga nada porque así es feliz? ¿No viviríamos aún en la prehistoria o antes
de la rueda y del fuego? ¡Todas las conquistas nos han traído hasta aquí! Reconocerlo
es una antorcha encendida con la que ver el hoy y debemos entregar a nuestros
hijos.
Algún día podremos llegar a saber que las
oportunidades no son casualidades que ocurren, sino retos que creamos. Ser importa, porque la vida importa. Se lucha por la vida porque los seres nos importan, de principio a fin.
En Francia, la gente se ha movilizado, antes
siquiera de que se conozcan los detalles de una "reforma histórica de las pensiones" que pretende
"unificar" más de cuarenta sistemas de pensiones. El viernes 13, han
provocado más de 300 kilómetros de
atascos. Es un aviso a Macron. En España, se conoce la necesidad de la reforma,
pero, llevan legislaturas sin que los partidos y el Parlamento se enfrenten a
este "tema".
Cierto que "se ha demostrado que (rebelión, protesta, manifestación)...no
funciona y que ese discurso tiene que ser actualizado". Pero no es, como a veces se nos vende,
"un problema simple". Si "queremos que la situación cambie, pero no
queremos cambiar nuestro estilo de
vida", nada va a cambiar.
El reto de actuar es la sabiduría del
ser, demostrar que se está vivo.
José Manuel Belmonte
PUBLICADO EN
ESPERANDO LA LUZ
16-09-2019
EL HERALDO DEL HENARES
18-09-2019
https://www.elheraldodelhenares.com/op/ser-y-actuar-el-dilema-no-existe/
CIVICA 20-09-2019
http://civica.com.es/blog/actuar-dilema-no-existe/
Buenas noches José Manuel: al leer tú artículo, me doy cuenta que en la medida en que actuamos, se alcanzan objetivos deseados que pueden conducir a la paz. El "impulso" que citas es vital para verificarlo, de hecho al crecer como persona constantemente y dar todo lo mejor de uno mismo la vida se encarga de devolverlo. Somos seres inter-relacionados, unidos por una cadena.
ResponderEliminar¡Gracias! Un abrazo. Marina PF.
Hola Marinita:
EliminarCuando la vida y la experiencia, son más importantes que todas las teorías y opiniones. Hay una conexión íntima entre todo lo creado y los seres vivos, y los seres conscientes no la podemos ver físicamente pero podemos descubrirla, porque además de lo visible y la apariencia y detrás de ella, está la esencia. El amor no se ve, pero lo sostiene y da sentido a todo, al presente, y al futuro. El amor es vida, siempre, en cada instante y para siempre.
Gracias a ti y otro abrazo.
Fuerte abrazo José Manuel.
ResponderEliminarEspero que las lluvias no os hayan afectado.
Buen día.
EliminarHa caído por aquí el agua de la lluvia y casi todo ha reverdecido. No ha producido daños y tanto para la tierra, como para las reservas de los pantanos ha venido bien y fue de agradecer.
Espero que por ahí haya venido también de forma saludable ,
Gracias Ernesto por estar ahí.
Un abrazo.
No puedo estar mas de acuerdo contigo, Josemanuel.
ResponderEliminarEs algo vital, que se siente dentro, inevitable: desear y tratar de ser feliz, pero siempre pensando en los otros...
"No puedo ni quiero ser feliz, cuando otros sufren", digo en un poema y es que lo siento así, que lo he sentido siempre.
Un placer compartir sentimientos. Un abrazo.
Esa grandeza de ser-con-todos, a veces duele, otras veces es grandiosa y vital, depende del estado de consciencia. En general, más intensa y más vital cuando los seres vivos y el entorno cercano despiertan las fibras íntimas de los sentimientos, unas veces con dolor o con alegrías. Entonces nos ponemos en acción de forma natural, sin esperar nada a cambio, porque lo demos todo.
EliminarGracias Soco, por tu riqueza y profundidad, porque "es que lo siento así, que lo he sentido siempre".
Un fuerte abrazo.
Yo tampoco creo que haya ese dilema. Pienso que todo el mundo en mayor o menor medida intenta adaptar su entorno, intenta que le sea favorable y en consecuencia actúa. La cuestión es el radio en el que actúa, pero incluso que solo sea en su beneficio propio y en su círculo más cercano ya modifica el entorno.
ResponderEliminarAfortunadamente hay quien siente la necesidad de ir más allá de su proximidad y se involucra en lo que piensa que debe, y lo digo así porque es algo que nace dentro de uno, una necesidad de mejorar el mundo de los demás. Causas hay muchas como tú muy bien indicas: hambre, desforestación, cambio climático…, es importantísimo cualquier aportación por pequeña que parezca, todo el mundo puede ayudar. Recuerdo un libro que leí que se llama: “Las lagrimas de la jirafa” de Alexander McCall Smith donde cuentan cómo hasta las jirafas pueden ayudar, ellas dan sus lágrimas a las mujeres de Francistown para que con ellas hagan el trenzado de las cestas que después venden. Todo un ejemplo.
SAludos.
Cada día, afortunadamente, somos más numerosos y más conscientes, no solo de que no puede haber dilema, sino de que el mundo es más pequeño o nosotros tenemos un corazón que llega a todo el mundo, recibe de todos y se implica con lo que se necesita y con quien lo necesita. Y ello, ayuda a paliar algunos errores, que los males derivados del progreso se puedan minimizar, y en la ayuda a quienes -cercanos o lejanos- se sienten desamparados, desvalidos o necesitados.
EliminarCierto que "todos podemos ayudar", pero no solo por ser conscientes de las necesidades y de los necesitados, también por nuestro propio bien; porque eso redunda en nuestro propio beneficio. De ahí el refrán: "haz bien y no mires a quien".
Y en la medida que "actuamos", nos volcamos, y vivimos pensando más en los demás adquirimos una mayor consciencia de "unidad", de que todos somos uno y todos necesarios y en camino hacia la plenitud. Hasta "las lágrimas de las jirafas", que desconocía.
Gracias por estar ahí y dejar esas pequeñas gotas de sabiduría.
Un abrazo.