El cuento de Antoine de Saint-Exupéry, es una obra mágica, (para niños y adultos) que invita constantemente a ver más allá del aspecto de las cosas.
Cuando el principito, que procede de otro planeta y se encuentra por aquí explorando y descubriendo la Tierra, se topa con un zorro, comienzan a hablar. Hablando entienden que pueden ser amigos, pero deben aprender algunas cosas. Cada uno tendrá que descubrir algo muy sencillo, pero muy importante. La amistad es un descubrimiento maravilloso que tiene también un riesgo.
En un momento, el zorro le pide al Principito que lo domestique. Pero eso supone una lección vital porque entonces será para él único. Serán amigos y se necesitarán, pero se echarán de menos y, al despedirse, pueden estar tristes o sufrir.
El Principito a su vez le hace la confidencia de que tiene una rosa muy importante para él, que ha dejado en su planeta al emprender el viaje por el universo. Su rosa es más que especial porque la ha domesticado, para él es única, aunque se parezcan a todas las otras rosas del jardín. Lo que la ha hecho tan importante para él ha sido todo el tiempo que ha pasado con ella.
Justo en ese momento el zorro se da cuenta que El Principito está listo para escuchar su secreto, su enseñanza. El zorro le dice: “solo con el corazón se puede ver bien; lo esencial es invisible a los ojos”.
Lo cotidiano, puede no ser lo esencial.
Ayer he recibido un número importante de mensajes sobre "la situación actual", he hablado con personas de aquí y con otros más lejanos físicamente, por Internet. Eso hace pensar, porque la ética y la estética no pueden ser ajenas a la realidad. Lo que vemos o los medios quieren hacernos ver, "no es lo esencial, ni lo parece".
Entre tanta noche, tanto virus, tanto confinamiento, tanto miedo a la enfermedad, a perder el trabajo, al futuro más o menos lejano, y la "gana de vomitar" de muchos ciudadanos ¿hemos perdido la luz y acaso el rumbo? ¿O hemos cerrado los ojos ante la mentira, el engaño, la decepción y la corrupción? Sigue siendo verdad lo que decía el zorro: “solo con el corazón se puede ver bien; lo esencial es invisible a los ojos”. Puede ser, que lo hayamos olvidado y el progreso
personal, en la vida, no sea más que un intento de recordarlo y tomar consciencia, como afirman
los grandes maestros.
Buscar unos momentos de silencio y entrar dentro de nosotros, puede sonar raro, máxime si descubrimos que algunos ciudadanos de a pie, hablan, escriben o viven en una dimensión distinta, llena de belleza trascendente, espiritual.
Un sabio amigo, Ricard Pardo (noxeus), bloguero, artista de la luz, fotógrafo, conocedor de la teosofía y de los amigos que la interiorizan, viven y escriben, nos sorprendió hace unos días en su Blog, con ese "padremadrenuestro", de su amigo Josep Ma Llauger.
https://denoxeus.blogspot.com/2020/11/padremadrenuestro.html
Quedé tan gratamente impresionado que, me gustaría compartirlo y darlo a conocer a mis lectores, por supuesto respetando la evolución personal de cada uno. Descubro que cada día más, el mundo es más pequeño, pero su magia llega hasta el último rincón y lo ilumina, porque " lo esencial es invisible a los ojos". Ricard señalaba que Josep Ma: "Lleva muchos años escribiendo (en catalán) sobre aquello que tiene que ver con nuestra naturaleza inmaterial".
"Quizás tenga la justa y merecida pretensión de poder expresar su sensibilidad espiritual. Sencillamente, estamos ante un alma encendida por aquello que nuestra naturaleza más transcendente, en mayor o menor medida, sabe detectar: el reconocimiento de lo bello, el resonar de las verdades profundas que vuelan por encima de cualquier creencia y la distinción prístina entre luz y oscuridad; en suma una espiritualidad que se expresa, porque lo necesita y lo hace sin pretensiones; como aquel que ofrece tímidamente un regalo y luego se va silenciosa y discretamente".
Sin dudarlo me puse en contacto con Ricard y luego con Josep Ma. Su respuesta rápida y amable, por privado, fue: "No necesitas permiso alguno para compartir, publicar, rebloguear, o difundir la invocación, oración que ha hecho Josep Maria. Puedes hacerlo. En su lengua vernácula (el catalán) estuvo publicando, durante unos 15 años, artículos en la prensa local de Girona, siempre sobre temas relacionados con la espiritualidad. Ahora los recoge en su blog".
"Esta es la invocación, oración, poema o como más te guste entenderlo que nos ha regalado" concluye el amigo fotógrafo.
Desconozco si la escribió o recita por la mañana, simplemente yo la copio de donde se encuentra, que textualmente es como sigue:
Al amanecer.
Me gusta mucho tu entrada de hoy, "ver con el corazón". El Principito es uno de mis libros preferidos, ni sé cuántas veces lo he leído. En cuanto a la obra de J.M.Llauger es una maravilla.
ResponderEliminarSAludos.
Como extraordinaria cuentista, tienes razón Manuela, sobre el relato de El Principito, que iba para niños y nos encanta a los mayores.
EliminarTambién, en tu apreciación de que "la obra de J.M.Llauger es una maravilla". Yo no la conocía hasta que nuestro amigo común, Ricard, nos la pusiera ante los ojos.
Un abrazo.
Lo importante no lo vemos, lo sentimos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Puede ser, Aldred. Pero tal vez la realidad más terrible es, que ¡muchos parecen olvidarlo y para otros muchos "lo esencial" es indiferente!
EliminarOtro abrazo para ti.
Nos estamos volviendo ciegos en un mundo lleno de luz y ya no nos dejan apreciar el brillo de los gestos, las sonrisas y expresiones a las que estábamos acostumbrados. Menos mal que nos queda la mirada, con la que seguimos iluminando, a pesar de algunos, muchos momentos de esperanza. Gracias por este rayo de luz. Un fuerte abrazo José Manuel.
ResponderEliminar¡Qué alegría poder verte y leerte, tras unas circunstancias de difícil convivencia ciudadana! Hasta la música y el ensayo es virtual. Por supuesto la vida y la familia son lo primero, y como responsables, apreciamos lo esencial en cada uno. Esta mañana hemos podido dar un codazo a tu hermano y regalarle una sonrisa y una palabra agradecida, tras la mascarilla.
EliminarPor supuesto seguimos agarrados a ese rayo de luz y esa esperanza, vínculo que nos une a quienes apreciamos. ¡Cuidaros, por favor!
Un abrazo también para ti y los tuyos.
Buenos dias José Manuel, admiro mucho el relato de El Principito, siempre lo leí desde niña. El Padre nuestro de Josep María me gustó mucho, todo tú artículo de hoy para mí es símbolo de esperanza.
ResponderEliminar"Donde te encuentres hoy es donde debes estar, confía..." esto lo siento desde el corazón.
Siento mucha belleza, tranquilidad y paz al leer tú artículo de hoy.
¡¡Gracias Amigo!!
Feliz Domingo. Un abrazo grande.
Marina, saber que desde el corazón te salen esas palabras que hablan de esperanza, de belleza y paz, me animan a seguir en esa línea.
EliminarLa vida en la distancia, el recuerdo de quienes sabemos que lo están pasando regular, han sido operados o están en los hospitales, nos anima intentar llevarles un poco de luz y de cariño. La soledad impuesta es difícil y lo sería más si no hacemos por ellos lo que esté en nuestra mano.
Gracias. Un abrazo. Y... si alguna vez te olvidas de poner tu nombre indícamelo por un WhatsApp.
Lo esencial, se encuentra en el corazón, en la bondad, la caridad, y el respeto. Con ello, solo puede haber armonía con el prójimo y el entorno. Así lo veo yo.
ResponderEliminarY el mejor de los padre nuestros, es El Padre Nuestro
Lo esencial es difícil de definir, porque lo abarca todo, es todo, como la vida misma, la belleza y el amor, pero es invisible a los ojos. Cuando dices: "así lo veo yo", estás dando tu opinión, que es respetable, pero diferente. Y eso mismo sucede cuando dices... "el mejor de los padrenuestros".
EliminarEl "Padremadrenuestro" de Josep María, es un poema y una oración muy bello, diciendo una verdad pura y simple: Dios es Padre y también Madre, absoluto, luz y belleza, amor y origen y fin de todo; engloba y hermana en el cántico y alabanza a todo cuanto existe, material e inmaterial, humanos y animales, en todas las dimensiones, llamados a crecer "según Tu voluntad", trabajando y dando pasos para retornar a la Luz, nuestro origen.
No me parece que vaya contra creencia o religión alguna. Respeta la evolución de todos y lejos de juzgar, desea que "no abrumemos a los demás con el peso de sus faltas".
Pienso que cualquier persona, en cualquier lugar del mundo, puede decir esos versos, esa oración con la seguridad de ser escuchada.
Si la he puesto aquí, es porque estoy convencido que debe leerse sin juzgar, ni siquiera comparar. Es para todos, incluso para quienes no creen o no tienen religión. Si se vuelve a recitar sin pasión (de tal o cual religión) puede ser de una grandeza mística que da paz, esperanza y gozo espiritual.
Un abrazo, Emilia.