miércoles, 17 de noviembre de 2010

Toda una mujer


Hoy me apetece hablar de esta mujer. Aparentemente, y según el calendario está embarazada de 8 meses. Dará a luz a finales de diciembre. Está esperanzada. Los acontecimientos se han desarrollado tan de prisa que el tiempo se echa encima sin estar totalmente preparada. Ni siquiera sabe cómo puede haber sucedido aunque ya su estado es visible para todos.

Tendría que acudir a la ayuda psicológica y social, porque las dudas son enormes y quiere lo mejor para su hijo. Le han asegurado que será un niño. Pero es que aún es joven, el hombre con el que vive es bastante mayor que ella. Lo más terrible es que él tiene también dudas de ella. Sufre en silencio, pero las dudas no son buenas para nada. ¿Tenía derecho a decirle que no podía tener ese hijo? ¿Qué le diría el médico, si le contaba la verdad? ¿La tomaría por loca y le quitarían al niño?

Cree que es mejor arreglar las cosas en familia. No le gusta nada que los de fuera se metan en sus cosas. Ha pensado que si le cuenta sus cosas a su prima Isabel y su marido, se quedará más tranquila. Buscará el momento adecuado para convencer a su marido de que deben ir a verles. Posiblemente ese viaje le devuelva un poco la paz.

Es que para él es un papelón. La quiere, pero el embarazo no es obra suya. No sabe qué hacer, si dejarla y que ella se defienda como pueda, o continuar con ella y ayudarle a criar al niño. Va a tener que aguantar mucho, porque una cosa es ella y otra los vecinos y el público que les conoce. También él tiene dudas, y grandes. Tampoco él sabe a quién acudir. A veces sueña, y le parece oír voces que le tranquilizan. Pero llega la luz, y en la cabeza siguen los pensamientos atropellándose y dando vueltas. ¡No es normal, se dice! Pero ¿qué es lo normal?

Viven de su pequeño negocio de autónomos. Eso sí, como es serio y trabaja bien no le faltan pedidos. Pero una carpintería, tampoco es para tirar cohetes. Van saliendo adelante con estrecheces. El fantasma del paro, que algunos de sus vecinos sufren, no parece cercano. Eso sí, ha comenzado a preparar una cuna, por lo menos ya tiene la idea en la cabeza. El niño no tiene culpa de nada. Confía en que el trabajo le permita terminarla a tiempo. Le gustaría darle esa sorpresa a Mariam.

El tiempo es un misterio. Es un todo formado por el pasado, el presente y el futuro. El funcionamiento de la imaginación no siempre tiene el ritmo de los días y las horas, y menos en una aldea perdida de la geografía. No sabían que la historia también pasa por los pueblos. Ellos habían elegido el camino del valor, del esfuerzo y de la confianza. Pese a ignorar demasiadas cosas, como todos los padres, habían elegido el camino del amor.


Mientras comían, una sonrisa de su mujer, cuando el niño se movió en su vientre y le dio una patadita, le hizo olvidar todos los días de zozobra. Fue entonces, cuando ella le anunció, que habían llegado noticias de que el gobierno quería hacer un censo general. Eso iba a trastocar sus planes una vez más. Ese viaje además, no le gustaba por ella. En estas circunstancias, viajar era peligroso. Un contratiempo más.

No hay mucho que decir, cuando está dicho todo. La vida es un devenir y depende en gran medida más de la actitud que de la preparación, y más de la aceptación que de la resistencia. Lo más ordinario se puede convertir en lo más extraordinario. La energía positiva que ponemos en todo lo que hacemos, puede tener otra dimensión.


Esa mujer de la que hablo, así de sencilla y así de normal, con sus dudas y sus problemas, con las inquietudes propias de una maternidad inesperada, y las labores de un hogar abierto y lleno de encanto, ya he dicho que se llamaba Mariam.

Pasado el tiempo, mejor, siglos, todos la reconocen como una gran mujer, una gran madre, incluso como la Madre de todos los creyentes. A mí me gusta recordarla así de humana. ¡A veces olvidamos esta faceta! ¿Por qué ese error de olvidar y parecer humanos y hacer las cosas bien, como Dios manda? Esta Gran Mujer, María, sigue siendo actual y cercana. Al nacer en Belén, su hijo, no pudo tener la cuna de su padre. Pero tuvo, como todos, los brazos de su madre. Una familia así, es un ejemplo. Gaudí hizo en su honor, un sublime canto de piedra y luz.
PUBLICADO en EL HERALDO DEL HENARES[17-11-10 23:24] - Toda una mujer;La Esfera Digital, Blog A favor de los Valientes, 18-11-2010;BITACORA DE CIVICA:
http://www.investigadoresyprofesionales.org/drupal/content/toda-una-mujer;EL DIA30-11-2010

4 comentarios:

  1. Una historia maravillosa contada de una forma maravillosa.
    Saludos

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  2. C.V. gracias por tus amables palabras. Pero siendo sincero tengo que decirte que es la historia de siempre, la que todos conocemos. Sigue siendo actual y humana,que a mi me emociona.¡Es lo más grande del misterio!

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  3. La historia de siempre contada de otra forma :) y me encanta.

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  4. ROSA O´Hara de BENEGAS17 de noviembre de 2010, 22:48

    TANTAS HISTORIAS ,YA LA ESCUCHE SOBRE JESUS ,PERO NINGUNA TAN VIVENCIAL COMO LA TUYA ME PARECE VER A LA VIRGEN , A SAN JOSE Y AL NIÑO , EN ESE HOGAR SANTO DE LA SAGRADA FAMILIA ,,,QUE DIOS TE BENDIGA..

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