viernes, 26 de noviembre de 2010

Trasplante sin rechazo


Del pasado al futuro sólo un paso, la voluntad. También algunos años. La inteligencia humaniza la ciencia. Y de la industria del tejido fetal estamos pasando a la medicina regenerativa. Aunque se siguen necesitando donantes de órganos para atender a las necesidades de cuantos están en lista de espera para ser trasplantados y mejorar su vida, ya se han dado pasos para que un día puedan darse trasplantes sin donantes.

En todos los países la donación ha sido el gran alivio de los casos urgentes. ¡Algunos no llegaron a tiempo! Pero siempre han estado condicionados: primero, por la generosidad y concienciación de la sociedad para donar; después, por el posible rechazo o incompatibilidad del receptor. Todos los países son deficitarios en órganos donados. Si a eso añadimos que no todos pueden trasplantarse a un receptor al ser incompatibles, puede darnos idea de la necesidad de buscar alternativas.

Hasta ahora, por facilidad y por dinero se ha venido usando el “tejido fetal” que “es tejido tomado de un feto humano. Incluye el feto entero o partes individuales: es decir: sangre, médula ósea, órganos, cerebro, médula espinal, ojos, brazos, piernas, etc. Los adelantos científicos más recientes han ensanchado el alcance y empleo de tejido fetal para incluir las células del embrión -el feto en su etapa más temprana-. El tejido fetal puede obtenerse éticamente de embarazos ectópicos o de abortos espontáneos (parto prematuro); pero la fuente más disponible y funcional ha sido el aborto provocado. Sus usos incluyen investigación, experimentación y desarrollo de productos”(V.Evans).

“El trasplante es un tratamiento médico complejo. Permite que órganos, tejidos o células de una persona puedan reemplazar órganos, tejidos o células enfermos”. Es una técnica médica muy desarrollada. Que funcione adecuadamente, es todo un reto y también un gran logro de la medicina. En el trasplante con más o menos fortuna, el rechazo siempre ha sido un imponderable a tener en cuenta. El factor riesgo, se ha ido minimizando, demorando o venciendo en casos concretos. El apoyo farmacéutico ha sido importante pero tenía sus limitaciones. La abundancia y asiduidad de las tomas solía afectar a otras partes del organismo.

“Varios factores han hecho del tejido fetal una fuente preferida de material de trasplante, incluyendo su potencial de crecimiento, su capacidad de diferenciarse en otros tipos de células y su capacidad de integrarse a un receptor de trasplante con aminorada posibilidad de rechazo. Estos factores son los mismos que se citan hoy para identificar las ventajas únicas de las células troncales embrionarias humanas en la investigación y en potenciales tratamientos médicos” (V.E “La Industria del tejido humano”, en FARCOSALUD).

Pero las vías éticas terminan por imponerse. La ciencia, felizmente ha encontrado células madre adultas (no embrionarias) que permiten el trasplante sin rechazo y sin necesidad de donantes. Con ellas ha comenzado el camino y la apasionante carrera para la creación de órganos bioartificiales parciales, en un primer paso, y dentro de unos años, de forma total. Y no habrá rechazo, porque esas células madre serán del propio paciente que luego será trasplantado. “La investigación se ha desarrollado en la Unidad de Producción Celular del Gregorio Marañón a partir de un corazón que no era apto para trasplante, el grupo del servicio de Cardiología del hospital, ha conseguido eliminar las células y el tejido de ese corazón utilizando detergentes a través de las arterias coronarias, hasta quedarse sólo con la matriz con el objetivo de repoblarla con células del paciente que lo pudiera necesitar, con lo que se crearía un órgano nuevo y específico para cada paciente. Este proyecto de investigación se enmarca en el proyecto SABIO, Scaffolds and Bioartificial Organs for Transplantation, y se está llevando a cabo con la Universidad de Minessota, la Organización Nacional de Trasplantes y una ayuda del Ministerio de Ciencia e Innovación”.


El “Proyecto Sabio”, en Madrid, es el primer laboratorio del mundo dedicado a crear órganos bioartificiales, con células madre adultas. Está cofinanciado por el Gobierno y la Comunidad de Madrid. Al frente del equipo de 10 profesionales de este Laboratorio, está el Doctor Francisco Fernández Avilés, jefe de Cardiología del Hospital Gregorio Marañón.

Se pretende crear un banco de órganos, para luego ser repobladas las matrices con células madre de los propios pacientes según lo que necesite el receptor que tiene que ser trasplantado. Siguiendo esta línea se ha puesto en marcha y se espera para antes de fin de año un prototipo de corazón. Dentro de unos años se espera la fabricación total de éste órgano vital, pero también lo intentarán con el hígado, páncreas, riñón, pulmones y piel. El reto es apasionante. En la medida que avance la investigación, a medio plazo, se comenzará el trasplante propiamente dicho, sin rechazos y sin donantes.

La noticia tiene una triple importancia. Terminará con la dolencia de los enfermos a los que se les podrá trasplantar su órgano defectuoso, sin los consiguientes problemas y secuelas de rechazo. Se acabará con la penuria de donaciones. Y al ser un procedimiento totalmente ético, se podrá terminar con el actual exterminio de vidas humanas embrionarias o fetales.

Por lo menos, no se podrá seguir haciéndolo, alegando razones científicas. Debemos felicitarnos de la iniciativa del “Proyecto Sabio”, porque, supone un verdadero avance y no atenta contra la vida humana, todo lo contrario. Como acaba de decir Benedicto XVI: "Todos nosotros somos conscientes de los peligros que amenazan hoy la vida humana a causa de la cultura relativista y utilitarista que ofusca la percepción de la dignidad propia de cada persona humana, cualquiera que sea el estadio de su desarrollo”.

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