viernes, 12 de octubre de 2012

Malos tiempos para los niños; peores para las niñas.



Malala Yousaffzai, de 14 años, defensora de la educación de las niñas en Pakistán, sobre vive a la furia talibán. La amenazaron de muerte por querer ir al colegio. Fue tiroteada, al volver del colegio junto a otras dos compañeras, en la escuela de su región natal. Sigue en el hospital en estado crítico. Esta niña ya había recibido en 2011 el Premio Nacional de la Paz del gobierno de Pakistán. Con sólo 11 años había comenzado su lucha en un Blog en la BBC, en Urdu, enfrentándose a los talibanes.


        El derecho a la educación es un Derecho Fundamental, recuerdan la ONU y la UE. El de la Educación lo es, pero hay que recordar el primero y básico Derecho Fundamental, es el de la Vida y la dignidad. ¡Nadie es demasiado joven para tener esos derechos, ni para defenderlos! Ella, era un referente que despertaba  la conciencia de la mujer y de los líderes. Por eso KidsRights la había propuesto para el Premio Nobel de la Paz para niños. El cobarde atentado ha dado esta niña, a su lucha y a su valentía una escalofriante dimensión internacional.

        Es hora de despertar, porque no es un caso aislado. En 2008 en una escuela de Kabul fue atacada con granadas y murieron más de 100. En 2010, 13 niñas y sus profesores fueron rociados, por los talibanes,  con ácido. Dos niñas quedaron ciegas. En 2011 se produjeron más de 185 ataques a escuelas. Este mismo año 2012,  150 alumnos y 3 profesores fueron envenenados por los talibanes y tuvieron que ser hospitalizados. El fanatismo es ciego e insaciable.
 
        Digo que no es un caso aislado, y si la presión internacional no se intensifica, el nulo respeto a los Derechos Humanos, termina por tratar a las niñas como objetos de propiedad, como animales o como moneda de cambio. En estos días una simple disputa tribal lo ha desvelado. Hemos sabido que:“ 13 menores de entre 4 y 16 años de edad y del mismo clan han sido entregadas para ser casadas con hombres de otra familia en el centro de Pakistán, a raíz de una disputa entre las dos tribus por un homicidio, informan hoy medios locales. La asamblea tribal o 'yirga' convocada para resolver la disputa decretó una compensación de tres millones de rupias (unos 30.000 dólares) y las trece menores. Es una tradición conocida como "vani" y que es habitual en la resolución de choques tribales en Pakistán”.

        Si no se respeta la vida, ni el derecho a la educación, pisotear la dignidad de la persona humana en general y de la mujer en particular, es el siguiente paso. ¿Humanidad? Unas costumbres miserables, que no son castigadas por las autoridades, además (algo inaudito) parece que cuentan con el consentimiento de los padres de estas criaturas. ¿Estamos en el siglo XXI?
 
        No veo ni entre los árabes, ni entre el feminismo de las sociedades occidentales una manifestación de protesta por estos atropellos a la niña y a la mujer. Ni los jueces estrella, ni los otros, se interesan  ni toman en sus manos la causa de las desfavorecidas.  A lo sumo, en occidente, se llega a un gesto de asombro hipócrita seguido de un silencio cómplice, cuando estas noticias llegan al gran público.

        Y llueve sobre mojado. ¿Alguien recuerda a algún grupo feminista, jueces, o políticos que fueran más allá de una condena verbal en 2009?  Si en ese año, se produjo un acontecimiento capaz de sonrojar a los políticos, a los jueces y a cualquier ser humano con entrañas. Un dirigente palestino de entre los organizadores, lo reivindicó de este modo: “Así le decimos al mundo y a los Estados Unidos que los palestinos tienen derecho a la felicidad y la alegría”. ¿Recuerdan cual era ese derecho a la felicidad y a la alegría? Pues que 450 niñas menores de 10 años fueron entregadas en matrimonio en una ceremonia multitudinaria organizada por Hamas. 

         Las fotos y los videos de aquella ceremonia dieron la vuelta al mundo. Se podía ver a hombres adultos con un traje negro llevando de la mano a pequeñas niñas de vestido blanco.  No eran padres con sus hijas. Eran hombres con sus esposas en pederastia legal. ¿Alguien alzó la voz entre los musulmanes, vivieran en países musulmanes o residieran en países occidentales? ¿Dónde está el amor y el respeto por la mujer y por la propia hija? ¿Comprar a una niña para casarse con ella es parte del poder adquisitivo de un varón? ¿A eso le llaman felicidad? Ellos, los varones, los esposos, recibieron encima 500 dólares de Hamas. Ellas, las niñas, las novias, las menores de edad, nada, ni pudieron festejarlo debido a su edad. 

        ¿Alguien, entre los palestinos, entre los amigos de los palestinos, entre los independientes, de países extranjeros se ha preocupado por el paradero de esas 450 niñas, porque lo siguen siendo, después de 3 años? ¿Tenía alguien el derecho de propiedad sobre ellas,  para robarles su infancia, su educación y su futuro? ¿Y en Irán? ¿Dónde está la justicia y el Derecho Internacional Humanitario? ¿Ningún juez o dirigente político tiene una hija de 7 años que le mire a los ojos y le pregunte, por qué esa violación de los derechos de una niña de su misma edad? ¿Pueden imaginarse las consecuencias del trauma psicológico de esas criaturas?

        Si a lo dicho añadimos, como escribí en su día (“Que se vea: lo que no se ve no existe”) la discriminación negativa contra el nacimiento de “niñas” en grandes países, tenemos un panorama bastante oscuro para ellas.   Hay que añadir que según la Organización Mundial de la Salud, 140 millones de niñas y mujeres sufren en la actualidad las consecuencias de la mutilación genital femenina. 

        De Iberoamérica, el 12 de octubre de 2012 (en Elmundo.es),  Salud Hernández Mora desde Bogotá ofrecía unas cifras  escalofriantes: 214 niñas fueron asesinadas en Colombia en el 2011. De ellas, treinta y tres eran menores de nueve años. La inmensa mayoría de esos crímenes pasaron desapercibidos, sólo en contados casos son noticia en una sociedad que tampoco se alarmó por las 18.077 pequeñas que sufrieron algún tipo de agresión sexual en ese mismo periodo. De éste grupo, 2.172 contaban con edades que oscilaban entre cero y cuatro años”.

        “Así mismo, -añade-, las menores de edad son las que llevan la peor parte en los hogares cuando son violentos. Cada dos horas una niña sufre maltrato en su familia. Si sumáramos a los anteriores los casos que jamás llegan a una denuncia, habría que multiplicar por dos o tres, puesto que la mayoría de las víctimas prefiere guardar silencio. Y ahí no acaba la desgracia de las niñas. Cerca de medio millón, según señala el Ministerio de Educación, no van a la escuela por quedarse en casa cuidando de otros hermanos o haciendo trabajos domésticos. Tampoco son alentadores los números de adolescentes embarazadas -una de cada cinco- y cada vez es menos raro en Colombia encontrar madres de once o doce años de edad”.

        Claro que si un pueblo -como España- sale a la calle para que se defienda a los más inocentes, los no nacidos, que son condenados a muerte en el vientre de su madre, por su propia madre, ¿de qué nos vamos a extrañar? Si aquí, cada día mueren, cruel y violentamente, más de 300 concebidos y el partido con mayoría absoluta, que llevaba en su programa cambiar la injusta Ley Aido, después de 10 meses en el poder sigue sin cumplir su propio compromiso, ¿qué podemos esperar? El 23 de febrero de 1994, en una carta al Presidente de Estados Unidos Bill. Clinton, Teresa de Calcuta le dijo: ”el mayor enemigo de la paz es el aborto. Si todo un país acepta el aborto entonces se trata de un país que no sabe amar”. 

        Si en occidente, tampoco se respeta la vida, lo más hermosos que tenemos, ¿qué porvenir nos espera? ¿Son el desprecio a la vida, la vulneración del derecho a la educación y la dignidad de una hija, el maltrato a la mujer, independientes de la crisis mundial o están en la misma raíz del problema? ¿Para cuándo la regeneración? ¿Va a venir de fuera? Puedes optar por mirar hacia otro lado, pero nunca más podrás decir que no lo sabías” (W. Wilberforce). La crisis económica a la que todos intentan dar respuesta, con ser importante, es sólo una variante de la crisis de valores humanos que padecemos. El mayor precio de la crisis lo pagan siempre los inocentes.

        Parecía tan lejano,  pero… está a la puerta. Acabamos de saber, que hay un total de 760.000 hogares españoles con niños, donde ningún adulto trabaja, lo que supone 46.000 más que hace un año. Traducido,  o en lenguaje  más crudo: uno de cada cuatro niños está en el umbral de la pobreza. Aunque, "ser un niño pobre en España no significa pasar hambre, es poder estar malnutrido; no significa no acceder a la educación, pero sí tener dificultades para afrontar gastos o abandonar de forma temprana los estudios" afirma la directora del estudio realizado por Unicef. En la Unión Europea, tan solo Rumanía, Bulgaria, Letonia e Italia, superarían a España. ¡Para pensar! ¿No para cambiar? 
SI ALGUIEN TIENE DUDAS: vea esgte enlace:
 http://mail.google.com/mail/u/0/?shva=1#inbox/13a8c6f6af609dc5

PUBLICADO en: LA ESFERA DIGITAL, Blog A FAVOR DE LOS VALIENTES, 12-10-2012:  http://www.laesferadigital.es/blogs/a-favor-de-los-valientes/818-malos-tiempos-para-los-ninos-peores-para-las-ninas.html; BITACORA DE BELMONTE, en CiViCa, 14-10-2012: http://www.investigadoresyprofesionales.org/drupal/content/malos-tiempos-para-los-ni%C3%B1os-peores-para-las-ni%C3%B1; El HERALDO DEL HENARES, Blog LA TANGENTE: 14-10-2012:http://www.elheraldodelhenares.es/pag/noticia.php?cual=14986;REVISTA UTOPIA, 04-11-2012: http://revista-utopia.blogspot.com.es/2012/11/malos-tiempos-para-los-ninos-peores.html.


12 comentarios:

  1. Como quisiera cambiar esta situación, DE TANTO HORROR. Cuando leo ,pienso y me doy cuenta lo poco o nada que hacemos, quiero gritar ""Señor ten piedad de nosotros por ser tan pasivos e insensibles"" SR. Belmonte, que Dios lo siga iluminando y siga poniendo en su blook estos mensajes que nos abren la conciencia y nos hacen meditar profundamente , sobre la tibieza comodona de los que nos llamamos cristianos ..

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    1. Creo que el cambio tiene que ser doble: Primero interior y personal. Luego tiene que llegar a la sociedad, y cambiarla también porque su in fluencia es tan perniciosa como si alguien malvado manejara los hilos para hacer cadavez más daño. Tienes razón ANONIMO, no hay tiempo para los tibios. O se está por la Vida y los Derechos Humanos, o se está en contra, por cobardía. Tenemos que implicarnos.
      Gracias. Un abrazo.

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  2. José Manuel, que dolor me causan estas noticias, es una dura y cruel realidad que quisiera creer que es una pesadilla, pero no es así, una realidad silenciada y como gran defensora de los derechos de los niños, no puedo dejar pasar por alto este artículo, lo compartiré todo lo que pueda, ante estas atrocidades hemos de unirnos y no dejar de denunciar estas barbaridades. :(

    Gracias por anunciar, denunciar el mal que nos acecha y que muchos hipócritas hacen la vista gorda. Al final de esta vida nos examinarán...

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    1. Tania, amiga siento tu dolor que nace de tu sensibilidad. Comprendo que no se puede andar con paños calientes hay que mostrar la realidad tal cual, para intentar ponerle remedio. Sabes que nos examinarán por el amor, no por elo dinero. Y no podremos sobornar. De momento parece que la mayoría tiene invertidos los valores.
      Un abrazo y sigue con ese coraje. Gracias por compartirlo con tus amistades.

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  3. Son horrores, pero tienen causas humanas, y protagonistas a los más idefensos. Creo que debemos tener el compromiso de que no se repitan, de que tienen que desaparecer, y ni la justicia, ni el poder deben consentirlos. ¡Quiero un frente activo, valiente y solidario con los niños! ¡Son el futuro! Tienen que vivir la infancia, no sufrir enm la infancia la bárbara influencia del machismo.
    Daniel Jesùs, gracias.

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  4. Cerrar los ojos y dar la espalda a los problemas ajenos es y ha sido siempre la aptitud normal de la gran masa. Cambiar las leyes puede servir para algo, pero el verdadero cambio llega cuando cambia el corazón. pero, ¿cómo cambiar un corazón?, ¿con formación?.

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  5. Hola Juanjo. Tus preguntas, nos las deberíamos hacer todos. La respuesta a cada una de ellas, hay que encontrarlas entrando en el interior. Solo quien puede cambiar un corazón de piedra y convertirlo en en un corazón de amor, podrá ayudar a encontrar la luz. ¿La formación? Sí, cuando es hacer propio el conocimiento. Pero hoy prevalece la información, y eso puede ayudar a dispersar o apartar de lo esencial. Es mi opinión. Veo poca gente que mira hacia dentro. Y mucho ruido entorno a la cartera.
    Gracias. Un abrazo.

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  6. ¿Cómo cambiar un corazón? "Acercaos a Dios, y El se acercará a vosotros. Lávaos las manos, pecadores, y purificaos vuestros corazones, almas dobles... Humillaos delante del Señor y El os ensalzará" (Sant. 4:7,10) Para un cristiano, la Confesión frecuente, la oración, los sacramentos, la práctica de la caridad,la dirección espiritual,... Para el pagano o el ateo: "El que es de Dios oye las palabras de Dios" (Jn 8:47). Dice Jesús: "Todo el que es de la verdad oye mi voz" (Jn 18:37). Oir. Supone que alguien predica. ¿Estamos dispuestos a predicar? 13.10.12 F. Kures

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  7. Gracias, Frank. A tu pregunta final, respondo simplemente
    que No me gusta. Ni los del púlpito, ni los de la tribuna. He hecho una elección que es vivir. Vivir y sentir. Mirar hacia el interior. Tratar de comprender lo que sea posible.Y denunciar lo que me parezca injustica, hipocresia y falsedad. Pero todo ello de forma vivencial. El que tenga ojos y quiera ver, que vea.Creo que sobran palabras y faltan ejemplos.
    Un gran abrazo. Te echaba de menos.

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  8. Es incrible que en este siglo ocurran estos casos de horror, ¡dónde están los que definden los derechos hunamos?. Hace mucha falta conciencia moral,en todos que de alguna forma están involucrados en estos problemas que delinquen contra la sociedad.Gracias por tu coraje y valentía de luchar por la vida. Saludos.

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  9. Amigo Anonimo: Quiero darte las gracias, por tus palabras que son muestra de un gran corazón que sangra ante la injusticia por los horrores. Dicen que los profesores tienen que bajar el nivel de exigencia para poder aprobar a los que no se esfuerzan en el estudio. ¡No estsoy de acuerdo! Tenemos que exigir el respeto y el cumplimiento de los DERECHOS HUMANOS! Si no exigimos, si nadie se esfuerza, perdemos los valores y nosotros mismos nos devaluamos. ¡Cualquiera nos puede comprar o vender, como a algunos políticos, como monedas de cambio, como baratijas! La dignidad no está en venta.

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