domingo, 31 de enero de 2016

La carta de Ania, una joya.

  
          Acababa de llegar. Ya está Ania junto a Carla. Las he visto. Se entienden.  Tiene sólo unas horas y Carla 4 años ya. Llevan mucho tiempo juntas y son inseparables. Luego, he visto la carta. La he fotografiado. Y están conmigo. 

         Bueno, en realidad están con ellos, sus padres, sus abuelos, y toda su familia. Conmigo están las fotos, el recuerdo y el temblor de los ojos, el asombro y el beso de ternura.

         Quiero decir que todo es real. Que no es un sueño, ni pura invención de imaginación que se desborda, cuando algo supera los conceptos y palabras. Recién nacida, Ania, está preciosa. No parece estar cansada. No tiene sueño. Tiene hambre.  Su hermana Carla, radiante y loca de contenta, le coge la mano y se queda absorta pendiente de ella, mira a todos, como diciendo..."es mi hermana".

           Incluso la mamá, aún exhausta por el esfuerzo del maratón del parto, acepta gustosa que su hija pase de unos brazos a otros y la puedan contemplar bien en señal de aceptación y bienvenida.

           Con ser extraordinario este encuentro, cada familia que ha pasado  por ese trance, lo vive o lo ha pasado a su manera. Es inenarrable o indescriptible, pero no único. Cambiados los nombres, las fisonomías y las sensibilidades, difiere poco de lo que puede haber experimentado cualquier familia, en cualquier país.

           Por eso, quiero prestar atención a lo que no es normal, ni sucede todos los días que hay un parto. El bebé, la alegría, los besos, el orgullo de padres y abuelos e incluso las flores y las fotos son algo extraordinario pero común.

          Así que de cara a los lectores, me interesa la carta y lo que expresa. He pedido permiso para hacerla pública.

              La dirección no deja duda sobre el destinatario. Abierto el sobre, sacamos una tarjeta con una ventanita, que guardan 4 ositos. Puede verse algo escrito en el interior que invita a abrir rápidamente. Más que copiarla, prefiero dejar la foto para  que se pueda leer directamente, sin añadir o quitar nada.


     



































             Hasta aquí, la carta. Paso a comentar, algunas cosas de esa interesantísima misiva. Debo aclarar primeramente que, aunque me lo imagine, desconozco quien escribió esta joya literaria, humana y jurídica. He preferido no preguntar para no romper la magia y poder sacar mis propias conclusiones.

            Hay una inmersión real, total y llena de fantasía, de la niña de 4 años, Carla, en el desarrollo prenatal de su hermanita, Ania, desde el primer momento. Se supone que ha sido preparada magistralmente para, comprender el desarrollo de su futura hermana a través de "las fotos" de las distintas ecografías. Por eso, aunque no la viera,  "siempre ha contado con ella" y ha deseado saber en todo momento cómo estaba. Se puede querer a alguien antes de que se vea, o sin verlo.

            Desde el primer momento, Ania, ha sido acogida e integrada en la familia, como una más. Y como una más ha sido tratada por los papás y sobre todo, por su hermana: "Desde que has sabido de mi existencia, siempre has contado conmigo", dice.

            Carla, sin conocer a su hermana, sabía dónde se encontraba. Ha hablado con ella, le ha ido contando mil cosas de la vida, de la familia y de lo que se va a encontrar cuando llegue.  Incluso le ha cantado.  Ha regalado a su hermanita todo lo que tiene. Ha puesto cerca o junto a ella, en la barriga, siempre con un beso, las cosas con las que ella juega... peluches y muñecas, etc.

             Ania. como no podía ser de otra manera, ha disfrutado de ese clima de ternura amorosa... llena de besos y esperanzas. Ha saltado de alegría, cuando Carla ha corregido a algunas personas, -familiares o no-, los posibles descuidos, haciendo que todos acepten y respeten su presencia en camino..."tres no, somos cuatro". Para ella es una evidencia. "Eso me hacía sentir bien".

             Había audacia sin visión, por parte de Carla. Había intuición. Pero también sin ver, Ania, escuchaba y sentía el cariño desde otra dimensión.  En una y otra se aprecia una voluntad de atención a todo lo que "es" por ser querido. Y los papás artistas, han manejado los tiempos y los sentimientos.

            Carla no se ha contentado con imaginar, ni con ver las fotos y saber cosas de su hermana; ha querido "palpar" a su hermana a través de la barriga, poniendo sobre ella su manita, y acercando su oído para escuchar su latido acelerado. Ha podido comprobar con su manita y con sus propios ojos cómo se movía la pequeña. E incluso ha sufrido sus travesuras, al estar junto a su madre, y sufrir "una patadita en el culete".

           Después de conocer el sexo del concebido, al conocer que era una niña, los papás estuvieron un tiempo buscando "nombre" para su hija.  Había varios, pero por unas razones o por otras no había unanimidad para aceptarlo y dudaban. Y ahí también, el concurso de Carla, fue definitivo. Un día, ya cercano al noveno mes, Carla, cogió un rotulador y con trazos perfectos y seguros escribió sobre la barriga de su madre ANIA: "gracias por ayudar a papá y a mamá a elegir mi nombre".

           Hubo otro momento muy especial, el de los Reyes Magos.  Carla, que había sido una niña buena y estudiosa, quería, como todos los niños, escribir su carta. Pero los Reyes podían llegar incluso antes de que su hermana hubiera nacido. Ella no podía olvidarse de su hermana, ni dejar que los Reyes  pasaran y no se acordaran de ella:"hasta le has escrito la carta a los Reyes poniendo también mi nombre".

           ¿Puede extrañar, que una hija y una hermana tan deseada y tan integrada en el amor de la familia, deseara también conocerlos? Seguro que estaba deseando que su hermana le enseñara a jugar, escribir, cantar, bailar, andar en bici y muchas más cosas que ella le ha contado que sabía hacer.

             Un bebé tan querido y deseado como Ania, seguro está deseando salir para decir lo que siente. Lo expresa a su manera. Lo resume en las últimas líneas de su carta: "estoy feliz de estar ya al lado de toda nuestra familia, y en especial por tener la gran suerte de que seas mi hermana mayor, ese es mi mayor regalo, eres la mejor hermana que puedo tener".     

               Pero es que esta carta, tan entrañable, es un ejemplo de cómo afrontar y vivir un embarazo. Puede comprobarse cómo se aprecia la vida del "hijo/a en camino" y cómo se puede educar a los hijos que se tengan ya, en el cariño a su hermano. En un lenguaje actual, puede decirse que es un ejemplo práctico de coaching familiar que ayuda a prevenir o solucionar conflictos o situaciones inéditas entre padres e hijos.

               La vida es el don y el camino que nos llega por la familia. Nos lleva hacia nosotros mismos y nos lanza a la hazaña irrepetible y maravillosa de vivir con los otros.

               Nada tiene que ver este clima de confianza, amor y la vivencia incuestionable del primer derecho humano, con los debates jurídicos. La vida  humana y su dignidad es siempre anterior a la ley. La familia es la base de la sociedad y del futuro. Hay que protegerla siempre.

             Si es verdad que se sale del paraíso cuando se nace, la llave del camino de vuelta siempre la tienen la familia y la compañía.  El Edén verdadero, la fuente de la eterna juventud es un reencuentro con esa primitiva e inocente felicidad que Dios da y está en todos, a un lado y a otro de la dimensión que une sin separar. Aunque no se vea. Al llegar, porque aún no hemos nacido; y al final, porque desde aquí no se puede vivir en la dimensión del piso superior.

Sobre el nombre Ania:
            Significa... gracia, benéfica, compasiva con todos. Según otras fuentes, también significa, lo incansable, la exactitud, lo firme y estable...también la continuidad, retorno perpetuo y por tanto, vida juventud y longevidad.     

POR SI ALGÚN LECTOR NO HA PODIDO LEER LA CARTA FOTOGRAFIADA PONGO A CONTINUACIÓN LA TRANSCRIPCIÓN:
 Hola Carla:
                    Lo primero darte las gracias por cómo me has cuidado estando en la barriquita de mami. Sé que has preguntado  por mí a papá y a mamá cada vez que iban al médico, porque querías saber  qué tal estaba y te gustaba ver mis fotos.
                     A mí me ha gustado mucho que me cantaras canciones, que me pusieras peluches y muñecas cerquita, y me ha encantado que me hablaras, que me contaras cosas, y me dieras taaaaantos besos. Eres tan amorosa...¡qué ganas tenía de verte y abrazarte, Carla!
                   Además, desde que has sabido de mi existencia, siempre has estado conmigo, hasta le has escrito la carta a los Reyes Magos poniendo también mi nombre, y corregías a cualquier persona que no me contaba, decías "tres no, ¡¡¡somos cuatro!!!"y... es me hacía sentir muy bien.
                  También he sentido cómo me ponías la mano o cualquier parte de tu cuerpo en la barriga de mami, para comprobar que me movía, y yo te daba patadistas porque te notaba, y a ti te hacía mucha gracia, sobre todo el día que te dí una patadita en el culete.
                 Y gracias por ayudar a papá y a mamá a elegir mi nombre, lo escribes muy bien y es precioso, igual de precioso que el tuyo, Carla.
                  Estoy deseando hacer muchas cosas contigo Carla, y más cuando sea un poquito mayor, seguro que vamos a jugar mucho.
                  Por eso te regalo esas dos muñecas, que como nosotras son hermanas, y se quieren mucho. Ya me enseñarás a jugar, a saltar, a nadar, a andar en bici, a pintar, a escribir, a cantar, a bailar...y muuuchas cosas más que sé que ya sabes hacer.
                 Bueno, que estoy feliz de estar ya al lado de toda nuestra familia, y en especial por tener la gran suerte de que seas mi hermana mayor, ese es mi mayor regalo. Eres la mejor hermana que yo puedo tener. ¡¡¡Gracias!!!
                 ¡Te quiero Carla! ¡Muchos besines!
Tu hermana pequeña,
                                      Ania.

PUBLICADO EN EL HERALDO DEL HENARES, 31-01-2016: 
http://www.elheraldodelhenares.com/pag/noticia.php?cual=28980
BITACORA DE BELMONTE EN CIVICA: 02-02-2016:
http://investigadoresyprofesionales.org/drupal/content/la-carta-de-ania-una-joya

6 comentarios:

  1. Que entrada tan emotiva,la carta de Carla dirigida a su hermanita me ha emocionado! Que alegría tener un bebé en la familia,que regalo tan precioso para Carla,y para sus papas y familia por supuesto.Mi enhorabuena a toda la familia.
    Un abrazo amigo

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    1. Hola Pilar:
      Te he respondido, ya querida amiga. Pero algo sucedió que no aparece el comentario.
      Lo repito gustoso, aunque ya no lo podrás leerlo hasta la vuelta.
      Simplemente decía, que tu que tienes ya tantos nietos encantadores, además de los hijos ya mayores, sabes mucho del cariño y el ambiente que se respira en la familia, en algunas familias.
      Como todos somos como somos, individual y familiarmente, todo depende, como sabes, de la sensibilidad de cada uno, para apreciar algo o sencillamente pasar de lo que a otros puede parecer encantador.
      A mi también me emocionó, desde el principio esa carta, porque habla de todos, de los padres sobre todo y del cariño con que las dos hermanitas esperan y desean el momento de conocerse.
      Un abrazo grande. Pasadlo bien
      José Manuel

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  2. ¡Que maravilla! Ya conocía de antemano, por ti de esta hermosa historia.
    Es emocionante, como Carla vive esa experiencia, con tanta ilusion.
    ¡Tiene potencial Pro Vida!

    Un gran abrazo para toda la familia, y mi enhorabuena, por Anía, pero también por Carla, que es maravillosa.

    La familia, es sin duda como dices, la llave de vuelta al paraíso.

    Gracias por compartirlo. Se ve que de casta, le viene al galgo...

    Besos Emilia

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    1. Gracias Emilia:
      Desconozco el por qué el Blog, algunas veces, no acepta directamente los comentarios. Me llegan en privado. Y el hecho de que tu hayas tenido que comentar o entrar de forma de Anónimo, confirma esa anomalía.
      Desde el primer momento, a mi me impactó la carta, por lo que tiene de vivencia de amor en familia, sobre todo con una niña tan pequeña como Carla, que desde el primer momento ha querido a su hermanita como si su presencia física no fuera un impedimento. Y creo que no lo ha sido. Se ha nutrido su imaginación y su cariño,de lo que los papás le han hablado y lo que ella ha comprobado a través del latido, el movimiento y las distintas fotos de las ecografías.
      Gracias por estar ahí y dedicarte tanto a ayudar a las mamás y a los niños.
      Un abrazo,
      José Manuel

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  3. José Manuel Muy enternecedora esta entrada Feliz Domingo Saludos

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    1. Muchas gracias José Ramón:
      Es difícil no serlo cuando hay niños por medio.
      Feliz fin de semana.
      José Manuel

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