sábado, 27 de octubre de 2018

"Siempre sale el sol".

              En cualquier situación y de cualquier situación: el sol sale.              
              Ayer lo aprendí, en el concierto por NIPACE.                          
              Me lo enseñaron ellos. Lo vi en todo. Lo sentí.                                   
              El rostro de los niños, su sonrisa, sus ganas de vivir y de luchar.   

              Las mamá, los papás, las familias, con amor, con dolor, con alegría.                                                   
              Repartían abrazos, besos y risas. El alma entera se veía al trasluz.    
              La juventud que colabora y vendían recuerdos, como ayuda.           

              Los técnicos que ponen sus conocimientos para rehabilitar y ayudan.

              El equipo todo de la Fundación, saludando, mostrando lo que se puede hacer.

              Guadalajara entera llenando el aforo del teatro y vibrando con la música.

              Era de noche. Comenzó una lluvia suave, como si el cielo quisiera estar allí.

              Los paraguas por la calle ponían la nota de color.

              Al ir llegando la gente intercambiaba saludos y gestos de amistad.

              ¿Quién no conoce a alguna de estas familias especiales? Se saludaban.

              El programa de la Música Concierto por NIPACE lo recibían al pasar.

              Poco a poco fueron pasando y se fueron acomodando en sus butacas.

              Todos parecían traer ganas de ser solidarios y de disfrutar.

              El telón estaba subido y se veían las sillas de los músicos y un piano.

              Cuando se apagaron las luces entraron los componentes de la orquesta.

              La Directora, Elisa, espléndida, hizo su aparición y comenzó la velada.

              El Coro Ciudad de Guadalajara, con vestimenta negra, llegó a continuación.

              La Escolanía, totalmente de blanco, entró para la segunda canción.

              Cada actuación era acompañada con la proyección de un video especial.

               El público había quedado atrapado por la magia de la música y la imagen.

               Se le veía disfrutar, por el calor de los aplausos. Y ...así hasta el final.

               Con el  HALLELUJAH de Cohen llegó la apoteosis. Todo fue una maravilla.

               Tantas personas en el escenario vibrando musicalmente y dando  lo mejor de
               sí por una causa extraordinaria como NIPACE, impone  y   emociona.

               Ramón, Presidente de la Fundación Nipace, entregó un ramo a la Directora.

               Luego se dirigió al público para agradecer su presencia y su colaboración.
               Habló con cariño de los niños y también del cariño que recibían en Nipace.

               Puso en valor el papel de la familia, en especial de las madres . Lo son todo.

              Y Elisa, premió a la audiencia con ELOISE, como despedida apoteósica.

              El amor, ha sido el ala, de este vuelo musical, por estos niños especiales.

              Nos llevamos el regusto, la humanidad reconfortada y la certeza de que
              en cualquier situación y de cualquier situación el sol sale y brilla, si hay                amor.
     
              Siempre  hay un por qué y un para qué. En este caso hubo también un                   de  quien LA SOCIEDAD MUSICAL CORO Y ESCOLANIA de                         Guadalajara, y para quienes, los niños y la FUNDACION NIPACE.

José Manuel Belmonte.

PUBLICADO EN
ESPERANDO LA LUZ  27-10-2018
http://belmontajo.blogspot.com/2018/10/siempre-sale-el-sol.html

EL HERALDO DEL HENARES  27-10-2018
https://www.elheraldodelhenares.com/op/siempre-sale-el-sol/

6 comentarios:

  1. Un entrañable relato de todo el evento, participantes, causas, motivos y resultados. Por lo que comentas fue extraordinario.

    Felicitaciones a todos!

    Un abrazo José Manuel.

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  2. Sí que lo fue, Ernesto.
    Pero lo más importante, para mí al menos, es que me pude acercar a los niños y sus padres, en su humanidad y su lucha, su esperanza. Me permitieron hacerles una foto aquí y ahora. Con toda naturalidad.
    Por casualidad, después de hablar con varias familias, pasé por el tenderete de la exposición que la Fundación puso para ayudarse con la venta de algunas cosas de recuerdo.
    Allí me encontré esa pulsera, que dice, que a pesar de todo y en todo, sale el sol. Y quise agradecérselo, poniéndome a escribir de mañana, para mandarlo al periódico.
    El concierto fue extraordinario y los músicos y cantaores pusieron lo mejor de sí, pero los verdaderamente extraordinarios son los niños y sus familias, y cada uno de sus vidas.
    Alguien acaba de enviarme, al wasap una idea parecida, e igualmente esperanzadora: "Ninguna tormenta acaba con la luz".
    Eso es lo que quise decirles, con mi agradecimiento por dejarme acercar a ellos.
    Un abrazo
    José Manuel

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  3. Estimado José Manuel,
    Como has transformado cada escena vivida en poesía, con la destreza y la belleza que te caracteriza.
    Has trazado en cada verso una bella pincelada de color de este mágico cuadro de experiencias y plasmado todas las emociones vividas, tanto dentro como fuera del escenario.
    Feliz de haber formado parte de esta grata vivencia y de haberte podido abrazar y saber de tu disfrute.
    Espero que sigamos compartiendo muchos años nuevas emociones tan gratas e intercambiar nuestras experiencias.
    Un fuerte abrazo amigo.
    Carlos Alejandro.
    (PD: Espero que en mi tercer intento entre el comentario, pues los otros dos volaron a los nube, jeje)

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    1. Carlos:
      Ese abrazo a ti y a tu mujer, fue la cumbre de la noche, pero ya no formaba parte del Concierto y no podía siquiera mencionarlo. Llevaba también la música del alma y también rebosaba humanidad, pero se situaba en el plano sublime de la amistad, y ahí sigue, como el buen vino envejeciendo, aumentando en grados y sabores, para descorcharlo cuando llegue el momento, que llegará, espero.
      No le puse poesía, solo la emoción de haberme topado con la sencilla humanidad de niños y padres que se crecen y realizan en el amanecer de cada día, cuando sale el sol. Y cuando descubres eso, o te callas o lo gritas a los cuatro vientos y agradeces su valentía, su humanidad, y lo que enseñan con su ejemplo.
      Y cuando lo haces, descubres que solo hiciste lo correcto, sin embargo otros que no escriben, ni dibujan, ni viven de la música y el canto, lo dieron todo desde dentro; y... "nadie podrá decir que no hayas escrito el mejor texto, realizado el mejor dibujo, ni interpretado ¡¡el mejor concierto de tu vida!!". ¿Te suena? ¡En grado superlativo!
      ¡¡Qué grande eres y qué feliz me siento al tenerte por amigo!!
      Un abrazo y besos a repartir.
      José Manuel.

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  4. Qué encuentro de testimonios familiares tan entrañables. Me alegro mucho todos los que habéis podido disfrutar de ese maravilloso concierto y por el amor que os tenéis los unos a los otros. Un fuerte abrazo.
    Marina PF

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    1. Marinita:
      Seguro que de haber estado cerca, habrías asistido y disfrutado de un concierto entrañable, peo también de la posibilidad de hablar con los verdaderos protagonistas.
      Uno se lleva en el corazón no solo el gusto de las melodías seleccionadas, sino el calor de la humanidad compartida, sencilla, entrañable y viva. Los luchadores diarios en un mundo en evolución y en camino, también tienen que sentir que no están solos, que todos somos diferentes y todos iguales, todos familia.
      Hay muchas formas de ayudar y compartir.
      Gracias por estar ahí, un abrazo.
      José Manuel.

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