Por haber estudiado en
Francia he vivido desde la Universidad alguna revuelta y sé con qué pasión se
defienden ideas y derechos, en la calle.
Cada cierto tiempo, los conflictos
sociales o políticos, necesitan solo una chispa para que los partidarios o
detractores, se enfrenten en la calle. La
Revolución, en Francia, es una lucha por los valores y derechos. La filosofía
de la vida no es patrimonio de todos, pero está viva.
En la Universidad, profesores y estudiantes sienten el latido de la sociedad: de los
trabajadores, de la familia y el futuro.
El ayer.
En Francia, antes de los Chalecos Amarillos, antes de Mayo del 68 y ya desde la Revolución de 1789, cuando tiene lugar una revuelta,
ninguna cuestión política o social vuelve a ser la misma de antes. Se hace
saber, primero, que en democracia, es el pueblo quien decide y segundo, que
quiere vivir mejor.
Las guerras mundiales, en
general, se han hecho en nombre de la
libertad de los pueblos. Pero las revueltas, huelgas y marchas populares,
en general, se hacen en nombre de otros
valores y derechos.
Pero, con el tiempo
"los moldes se han roto" o se han vuelto inservibles. En este caso " y il faut casser les moules", hay
que romper los moldes y hacerse unos nuevos. Pueden ser políticos, pero sobre
todo mentales e ideológicos, a cualquier nivel. Cuando los diques que defendían
los valores han cedido y "un
torrente de fango invade el mundo", sienten la necesidad de echarse a
la calle; por ejemplo, el relativismo, el declive de la familia, la erosión de
la autoridad, el abandono de la ética y la transcendencia del ser humano. La
filosofía y la ética, son fundamentales para desarrollarse como personas y
profesionales con futuro.
La ética es anterior a
cualquier "apellido" (budista, islamista, católica). Entronca con las
tradiciones filosóficas y humanas. Por eso abarca a todas las variedades de
etnias, lenguas y culturas. Permite
convivir socialmente con el respeto y la acogida.
En su día, algunos escritores
analizaron las causas que impulsaron la Protesta de Mayo del 68. Encontraban
razones sociológicas y filosóficas y las consecuencias, políticas, psicológicas
y sociales. La prueba de que aquella no
fue una protesta puntual, es que se sostuvo durante semanas, o meses.
La actual Revuelta de los chalecos amarillos del 17 de noviembre 2018, refleja un malestar social y se ha extendido por el
país, pese a la cesión del Presidente Macron.
Europa entera está en un momento
delicado, por la cris del Brexit que afecta a todos los estados miembros, el
problema de los migrantes, el independentismo, etc.
Pero
Francia no es una isla, lo saben. Los medios de comunicación son, en parte, altavoces
de lo que allí sucede; dan imágenes sesgadas, de disturbios y violencia
policial. ¿Puede haber efecto contagio y extenderse? Hay sectores infiltrados
entre los Chalecos amarillos: grupos
extremistas y radicales. Están tomando el mando. De hecho ya no se oye el
principal eslogan de los chalecos "¡Demasiados
impuestos!". Ahora, aunque los manifestantes no son tan numerosos ya entra
todo: "Por los salarios, las
pensiones y la protección social".
Se ha producido un cambio cualitativo, en esta
crisis: el Gobierno italiano se entromete
al apoyar a los chalecos amarillos: "Tanto en Francia como en Italia la política se ha vuelto sorda a las
exigencias de los ciudadanos, excluidos de las decisiones que afectan al pueblo".
No hay que aceptar todo lo
que se vea o digan. Hay que ser críticos. En la historia, incluso actualmente,
hay dictaduras que se parecen a una democracia, pero son una prisión, pues como
decía A. Huxley : "sería básicamente, un sistema de esclavitud
en el que gracias al consumo y el entretenimiento, los esclavos amarían su
servidumbre". Algunos se dan cuenta y tratan de escapar.
Siempre hay que estar atentos.
Hemos evolucionado, pero como dijo José
Saramago: "No tenemos la
democracia, tenemos la plutocracia, el poder de los ricos. El poder real lo
tiene el dinero". El futuro de esa sociedad es cada vez más
materialista, más consumista y más individualista. Pero...también el pensador portugués ha
quedado atrás.
El hoy.
Ante el hiperconsumo, los más débiles: niños,
ancianos, migrantes, parados o enfermos, mujeres y madres desprotegidas, pueden
ver sus derechos amenazados o lo que es peor: "cosificados, utilizados y "desechables",
cuando no interesan. Hay que escapar de
ese poder, o esa dictadura. Esa vida es
incosistente, como decía, el polaco Zygmunt Bauman, La Modernidad Líquida.
Europa está siendo invadida
por otras culturas y otras creencias. Se
han ido perdiendo las raíces. La convivencia ya difícil, ha sufrido altibajos,
con brotes racistas y atentados.
Christian Robin, un orientalista francés, lo dice con más fuerza.
En esas condiciones el mundo está muerto. Por eso escribe: Resucitar (Ediciones Encuentro).
Su legado es que "los muertos no
saben que están muertos, pero tampoco los vivos saben que están vivos". Entonces,
tiene que haber un renacer, que será
difícil porque se ha echado a Dios de la vida.
Según Robin, estamos viendo
una raza de hombres que parecen instruidos y son analfabetos; manejan cacharros
electrónicos pero ya no comprenden nada de las almas. En su afán de hacer
dinero, se está contaminando el mundo y están desalojando de sus asentamientos,
a los pocos indígenas que quedan, protegidos por la UNESCO.
Tal vez en los animales y en los
niños alejados de todo eso, se puede descubrir la nueva humanidad. Se tambalea
el mundo viejo, no porque sea viejo, sino porque está surgiendo el nuevo.
https://www.facebook.com/ac.nina/videos/905842269805526/
Como dije, la idea de Saramago
ha quedado atrás. Los "amos del mundo" no paran. Los ricos siguen
siendo ricos, pero la clase media se va diluyendo ante la voracidad de los
Estados. De hecho, el movimiento
del 17 de noviembre o la Revolución de los chalecos amarillos nació como una
respuesta, a lo que hoy se conoce como "la posdemocracia impositiva".
Fue al imponer el Gobierno un nuevo impuesto a los carburantes, cuando los
chalecos, salieron a la calle. En principio repercutía en la gente normal,
la mayoría del pueblo, que se desplaza a trabajar y necesita llevar los hijos a estudiar etc.
Lo había anunciado en 2009 el filósofo alemán Peter Sloterdijk, en su
obra Fiscalidad voluntaria y responsabilidad ciudadana. Tarde o
temprano, la gente terminaría por darse cuenta de "el saqueo del futuro por el presente". Es decir, un atraco
impositivo tributario, por parte del estado (en Francia y en otros países), para
mantener su aparato despilfarrador burocrático, en nombre del Estado de Bienestar. La subida del
carburante, justificada para "reducir el consumo de energías
fósiles", la soportan la mayoría de los trabajadores, pequeños
propietarios, transportistas y agricultores.
Sin embargo no se sube el queroseno,
ni se gravan las grandes fortunas. Al contrario, se les autoriza las artimañas
para evadir impuestos. Evitan el Fisco, con sociedades interpuestas, que evaden
miles de millones. (Esta semana mismo en
España, el Registro ha aflorado 5.000 sociedades de este tipo que operan en
países instrumentales, o paraísos fiscales).
Es "un saqueo del futuro a la mano que da", el ciudadano, por
parte de "la mano que toma",
el Estado. El descontrol y despilfarro
del Estado convierte a aquellos en "deudores
presentes y futuros", de manera arbitraria y contra su voluntad. ¡Esa
es la verdadera causa de la rebelión!
El Estado no quiere ver que al
ciudadano también le interesa el medio ambiente. "Les impone su voluntad vía impuestos", sin que se tenga en
cuenta otra opinión. ¿No hay otra forma
para cuidar el medioambiente y el cambio climático?
La era de lo efímero, del hiperconsumo
y del vacío.
Cuando se lucha, aunque sea por una causa justa, es difícil pensar en otra
cosa. Pero como seres humanos y, como individuos, pensar es necesario. Es
verdad que Macron ha rectificado o se ha dado una tregua de 6 meses. Pero la
protesta sigue. Los sindicatos nacionales y los estudiantes siguen manteniendo
el pulso contra Macron. La revuelta está
impactando en la seguridad vial, ya que se han destrozado más del 60% de los radares, y puede
repercutir en las asociaciones de transporte y el aumento de accidentes.
¿Qué está pasando? Las
noticias de aquí y las de allá, son inquietantes. ¿Estamos en la era del vacío? ¡Es para pensar! Como apuntaba antes, los filósofos lo vienen advirtiendo.
https://youtu.be/zwiCgQEvsUI
Uno de los más eminentes
pensadores, el filósofo y sociólogo francés,
Gilles Lipovetsky, ha escrito ensayos célebres. Dice que cuando se pulverizan o se tiran por tierra los patrones intelectuales y morales suele caerse en la trivialidad más anodina y en el peligro de lanzarse al consumismo. Los patrones que imperan, en el arte, en los medios, y la empresa son : éxito, dinero y moda.
Pero el dinero nos distrae con muchas cosas, hasta darnos cuenta que ahí no se encuentra la felicidad.
Gilles Lipovetsky, ha escrito ensayos célebres. Dice que cuando se pulverizan o se tiran por tierra los patrones intelectuales y morales suele caerse en la trivialidad más anodina y en el peligro de lanzarse al consumismo. Los patrones que imperan, en el arte, en los medios, y la empresa son : éxito, dinero y moda.
Pero el dinero nos distrae con muchas cosas, hasta darnos cuenta que ahí no se encuentra la felicidad.
Recordemos algunos de los últimos títulos de Lipovetsky: El crepúsculo del deber; El imperio de lo efímero;
La felicidad paradógica; La era del vacío; La sociedad de la decepción.
https://youtu.be/OO6f4NcIVhQ
Los problemas nunca son eternos. Quizá nada será igual mañana, -ha caído la popularidad de Macron- pero la filosofía ha precedido y durará más que los chalecos amarillos.
"Aunque el mundo se esté convirtiendo en un lugar mejor, las personas de países con economías sólidas piensan todo lo contrario", Julius Probst.
Hay que redescubrir el
potencial del ser humano y la mejor forma de convivencia social.
Ser lo que somos sin decepción y sin caer en hiperconsumismo ni en el vacío. Desde ahí se puede reformar la política, con la ética y la vida. ¡Manos a la obra!. Como decía Gabriela Mistral: "Donde haya un árbol que plantar, plántalo tú. Donde haya un error que enmendar, enmiéndalo tú. Donde haya un esfuerzo que todos esquivan, hazlo tú. Sé tú el que aparta la piedra del camino". No todo puede ser altruismo, pero sin pensar en los demás, hay solo vacío.
Ser lo que somos sin decepción y sin caer en hiperconsumismo ni en el vacío. Desde ahí se puede reformar la política, con la ética y la vida. ¡Manos a la obra!. Como decía Gabriela Mistral: "Donde haya un árbol que plantar, plántalo tú. Donde haya un error que enmendar, enmiéndalo tú. Donde haya un esfuerzo que todos esquivan, hazlo tú. Sé tú el que aparta la piedra del camino". No todo puede ser altruismo, pero sin pensar en los demás, hay solo vacío.
"El invierno del mundo", puede estar incubando "la tristeza del invierno". El sol es vida. Con él la tarea del hombre es avanzar hacia su razón de ser. A veces, un poeta, un cantante o un escritor puede ser también, filósofo. Algunos, como el argentino Facundo Cabral, fueron todo eso y más, hasta morir; enseñan "mil y una razones para sonreír".
www.facebook.com/RafaelFloresNaranjo/videos/2228360547394844/
José Manuel Belmonte.
PUIBLICADO EN
ESPERANDO LA LUZ 11-01-2019
http://belmontajo.blogspot.com/2019/01/los-chalecos-amarillos-y-la-filosofia.html
EL HERALDDO DEL HENARES 11-01-2019
https://www.elheraldodelhenares.com/op/los-chalecos-amarillos-y-la-filosofia/
CIVICA 23-01-2019
http://civica.com.es/blog/los-chalecos-amarillos-la-filosofia/
CIVICA 23-01-2019
http://civica.com.es/blog/los-chalecos-amarillos-la-filosofia/
El mundo al revés ,cuando elegimos democráticamente y no nos sentimos protegidos ,y nuestros niños menos .
ResponderEliminarExcepcional como siempre.
Un saludo y un placer leerte ..
¿Cómo cambia todo tan rápidamente? ¿Se manipula el voto o se creen con derecho a manipular el voto y a los ciudadanos? La ola de frío podía ayudar a pensar. ¡No todo vale!
EliminarGracias por estar ahí.
Un fuerte abrazo.
José Manuel
Aquí en España las protestas son visibles dependiendo del partido que está en el poder,no de la reivindicación propiamente dicha.No cambiamos nunca.Saludos. Domingo
ResponderEliminarToda la razón, Domingo. No quise aprovechar el tema, para echar una mirada hacia dentro de nuestro país. Hubiera sido desbordar el tema y alargar los límites del articulo. España no se oye o sigue de vacaciones. Parece que todo es una balsa. Ni siquiera cuando nos tocan el bolsillo. Y sin embargo, como decía mi paisano A. Ussía: "Mientras los contribuyentes estamos siendo saqueados –unos más que otros-, por unos impuestos sin límite ni escrúpulos, nos enteramos, de cuando en cuando, del destino de nuestro dinero..." y ahí sí viene el cabreo, los viajes en avión de unos y otros, las ayudas, subvenciones, inversiones en personas y territorios donde interesa para mantener el sillón. Y ni aún así el ciudadano medio se echa a la calle, ni los sindicatos convocan, ni el gobierno rectifica. ¿Para qué? ¡Está todo okupado!
EliminarUn fuerte abrazo,
José Manuel
Buenas tardes. Hoy me estoy dedicando a leer tus últimos artículos. El último lo acabo de leer. Te agradezco que los escribas. Me gusta mucho que nos informes de temas realmente interesantes, con toda la información complementaria que añades. Eres un magnifico maestro de la vida, mejor que muchos informativos y, en cualquier caso, un complemente valiosísimo de los mismos.
ResponderEliminarGracias.
C. Uriarte.
Hola, buenas tardes.
EliminarAprendí en mi infancia, que "nadie es más que nadie". Idea que popularizó mi paisano Revilluca. Decir libremente lo que pienso, es un simple ejercicio de mi derecho a la libertad de expresión. Respeto lo que otros digan, siempre el respeto sea mutuo.
Cierto que en la sociedad, por unas razones o por otras, se están traspasando los límites del respeto al ciudadano. Se manipulan interesadamente las noticias, para imponer la ideología de género o el pensamiento único, con amenazas, incluso con violencia. Con cesiones políticas territoriales y vía impuestos se ahoga el derecho de expresión, y de réplica.
Agradezco, que personas como tú aprecien lo que se dice y el esfuerzo que se hace para decir con respeto lo que se dice y encontrar los apoyos externos o de autoridad que apoyan las ideas.
Con todo mi aprecio, quiero decirte GRACIAS.
Un fuerte abrazo,
José Manuel