Entre
las flores camuflado, está el mes de mayo de este año en Córdoba. Aunque
oficialmente la "Fiesta de los patios" cordobeses en 2020 abarca del
4 al 17, va a lucir como siempre, pero no se va a celebrar.
El
Covid-19 ha obligado a suspender La Semana Santa y las Procesiones en toda
España, La Feria de Abril de Sevilla, Las Fallas de Valencia, Las Cruces de
Mayo, Las Romerías de La Virgen de la Cabeza en Jaén, La de de Barbatana en Guadalajara
y San Isidro en Madrid.
No
es que la clara luz de Córdoba y su Patrimonio de la Humanidad, hayan entrado
en una "Noche oscura", pero por fuerza, han dejado el brillo
multicolor que la habita, entre las flores olvidado o tal vez suspendido o...
solo pospuesto.
¿Se
puede detener la primavera? ¿Puede la floración aguardar a que alguna autoridad
permita la desescalada para que los admiradores la puedan contemplar con todo el
arte y el encanto de las casas de los barrios típicos, y el gusto y maestría de
los cuidadores de los patios? (Para ausentes o lejanos, ver fotos o vídeos).
https://youtu.be/Z4ggZ31JhEw
No suele haber casualidades, sino adaptación a las
necesidades. Dicen los estudiosos, que debido a su asentamiento y a la
climatología seca y calurosa, sus habitantes -primero los romanos y después los
musulmanes- necesitaron construir viviendas con la posibilidad de rodearse de
un poquito de frescura. Centraron las casas en torno a un patio que en
principio solía tener una fuente o un pozo al menos para recoger el agua de la
lluvia.
Con esa estructura para defenderse del calor, los
musulmanes adaptaron la entrada desde la calle, a través de un zaguán o pasillo
detrás de la puerta de la calle por el que se accede a la vivienda individual o
a varias viviendas, en caso de tener planta superior.
Teniendo agua, rodearon el patio de abundantes plantas
con flores de colores y vegetación,
ofrecían una sensación añadida de frescor, confort y también belleza. Esa
tradición vital y festiva de casas con sus patios, perfeccionada con los años,
profusamente engalanada ha ido expresando la identidad en barrios y entre todos,
de un pueblo, a lo largo de siglos. Se perfeccionó en la segunda mitad del
siglo XX y en lo que llevamos del XXI ha alcanzado la difusión y el reconocimiento
mundiales. La belleza, el arte y el cuidado ha sido reconocido y estimulado con
los galardones y premios institucionales y las visitas de los turistas. Así es
como Córdoba con sus patios ha llegado a ser reconocida en 2012, como Patrimonio
Cultural Inmaterial de la Humanidad, por la UNESCO.
https://youtu.be/9jwLK4oEYGs
Según informaciones de las asociaciones, "existen dos tipos claros de
patios: Un primero de casa unifamiliar, donde las estancias se distribuyen
alrededor de este. Suele estar enclaustrado y el suelo es enlosado o empedrado.
Un segundo, de casa de vecinos, hoy en día menos populares, desde donde se
accede a las viviendas. Suele tener dos plantas, con lo que el patio se
enriquece con balcones corridos, escalera y tejadillo. Es frecuente el pozo en
lugar de la fuente y lavadero común".
https://youtu.be/8OCPHrnIlIs
Los
propietarios de todos los patios participantes en el concurso abren sus patios
y el público puede visitarlos. Lo que muchos no saben es que es posible visitar
patios de Córdoba durante todo el año
y casi diríamos que fuera de las fechas del Festival es cuando mejor se pueden
conocer porque no suele haber aglomeraciones de visitantes. Este año, quizá sea
la mejor alternativa.
El
barrio más característico es el del Alcázar Viejo, y la parroquia de San
Basilio, aunque también los encontramos por el barrio de Santa Marina,
alrededor de San Lorenzo y la Magdalena. Cerca de la Mezquita, barrio de la
judería presenta también ejemplos de gran belleza y antigüedad. Pero
tal vez el exponente más bello se
encuentra en el Palacio de Viana, del siglo XIV, que ofrece doce patios diferentes además de un
hermoso jardín.
Pero,
entre patios y flores, alguien pensó que toda esa belleza, no cae del cielo
cada año, que todo es obra del gusto, constancia y esmerado cuidado de las personas
y asociaciones que ahí viven y sienten, que son los cuidadores de los patios,
que encarnan y encadenan la mejor tradición.
Homenaje a los cuidadores de los patios.
En el Grupo de la puerta del Rincón, hay un añadido especial: una mujer regando las macetas de la pared, con la tradicional caña. Es un homenaje a la mujer (a todas) que con su cuidado de regar las macetas, quitar las hojas muertas, ordenar en pared cada maceta según el color de la cerámica y las flores, la limpieza del patio, con la fuente o el aljibe, hacen pervivir la tradición y atraen al visitante.
Pero faltaban, en el homenaje a los cuidadores de los patios, las imágenes del abuelo y el niño, que en la tradición encarnan el pasado y el futuro. Ahí se plasma la transmisión de la tradición simbolizada en la maceta que el abuelo tiende al nieto encaramado en la escalera. Ellos cuidan y colaboran en la belleza del patio.
https://youtu.be/57bfKuhLMEw
Me viene a la
memoria el genial artículo de la cordobesa, ManuelaFC que firma como, Dama de
agua, y titula "Open". Se
imaginó haciendo el estudio previo y teniendo
todo a punto, abre una tienda de ropa, imaginando un éxito seguro. Primer día y
segundo sin que entre nadie, al tercero, viendo pasar desde dentro la gente sin
fijarse, angustiada, ve una mujer que entra, y al acercarse para saludarla y
atenderla, la mujer se vuelve hacia ella y se descubre a sí misma...y poco a
poco la tienda se va llenando y...¡Un éxito!
¿Por
qué traigo este recuerdo, de esa persona que vive en Madrid, el día que hablo
de Córdoba y sus patios?
Porque no ha sido fruto de mi imaginación, pero he sentido algo parecido a ella, he sentido un respingo, (sacudida violenta del cuerpo, causada por un sobresalto o una sorpresa, según la RAE).
-¿Por
qué? ¿Qué te ha pasado?
-Porque
estas esculturas, me parecían un complemento perfecto en estos patios tan
bellos, y que lejos de romper la armonía de los Patios y la belleza de la
vegetación con el colorido de viviendas, paredes, defendiendo del calor a los
habitantes y llenando el conjunto, incluir el agradecimiento a los cuidadores,
con esas esculturas me ha parecido una genialidad. Además, la idea de plasmar en esas figuras, el
pasado, la realidad presente y el futuro de una tradición secular, ilumina la
historia de los Patios de Córdoba, desde dentro.
Aunque
la inauguración de esas esculturas no tuvo lugar en el mismo recinto, ni
siquiera en el mismo año, sí que estuvo presente el artista y gran escultor
cordobés. ¡Mi más sincera enhorabuena!
Lo
asombroso: descubrir que el autor de esas obras, era: José Manuel
Belmonte, a quien a pesar de todo no tengo el gusto de conocer. ¡Me
encantaría!
Estoy empezando a conocer a un Cántabro
que vive en Guadalajara con ese mismo nombre, pero no es escultor. Seguro que
se alegra de tener un artista, no pariente, y cordobés, descubriendo que
estaba... entre las flores olvidado. Tenemos mucho en común la tierra que pisamos, el amor a la belleza, además del nombre y apellido,
aunque mi padre nunca haya estado en Córdoba.
José Manuel Belmonte
Para
ver más imágenes...
PUBLICADO EN
ESPERANDO LA LUZ 16-05-2020
EL HERALDOP DEL HENARES
17-05-2020
CIVICA 16-5-2020
Muy bonito José Manuel.
ResponderEliminarGracias a ti, Esther, luchadora por la justicia, la verdad la belleza y la vida. Incansable y comprometida.
EliminarUn fuerte abrazo.
Que alma sensible, amigo mío, no me sorprendo, sino que es una confirmación grata y esperada.
ResponderEliminarYo no soy parcial para ponderar estas obras de arte, que solo se consiguen, con ese tipo de almas, con mucho amor y mucho trabajo, que para muchos no compensaría.
Muchos besos
Gracias siempre Emilia.
EliminarNo hay casualidades. Como cordobesa luchadora, ahora desde Galicia también defiendes la belleza, la justicia y la Vida. ¡Qué alegría ver, en primera linea, mujeres que con una gran personalidad, desde su familia y sus organizaciones, cada día lo dais todo!
Nada pasa desapercibido!
Un beso.
Pues sí, soy Cordobesa, del Campo de la Verdad, allí me crié en una casa que mi madre encalaba día si y día también.
ResponderEliminarLos geranios, la hermandad con el vecindario, la alegría que da la luz... es algo que va con uno, formando parte de uno mismo, sin antes ni después. Córdoba es así, Córdoba es elegante, es arte, es especial.
El esmero, la ilusión con la que cuidan sus patios, sus terrazas, las ventanas con sus macetas... es digno de alabanza
Me alegro mucho que te haya gustado mi "Open" y hayas hecho referencia de ella en tu blog.
SAludos.
Sí que es especial y digno de que se conozca y se valore. Tu misma siempre irradias alegría, optimismo y con tus fotos y escritos, intentas como los antepasados de esa hermosa ciudad, descubrir lo que ayude a pensar, sea en tus cuentos, sea en tus entradas en esta larga etapa de confinamiento.
Eliminar¿cómo no iba a acordarme de tu "Open", si me sugirió la forma de "escapar" de la rutina, poniendo en valor La Fiesta de los Patios, este año que no se puede celebrar, pero que siempre merece, una visita... por la belleza, por el arte, por la gracia y el salero y hasta el habla. ¡Me encanta!
Un abrazo grande.
Hola Josemanuel.
ResponderEliminarUn magnífico mensaje de primavera y todas sus manifestaciones en la Naturaleza y en nuestra vida. Y tu especial alusión a los preciosos Patios Andaluces, que reflejan tan bien la magia y sensibilidad de sus gentes...
Suelo pasar muy poco por los blogs; sin embargo me gusta leer el de Manuela, aunque pocas veces deje huella. Me gustan mucho sus relatos con ese toque fantástico, que generalmente, suele poner en ellos.
Y gracias, Josemanuel por tu siempre y generosa complicidad poética. Con un abrazo.
Tal vez lo que siempre enamora y casi nadie puede ver, es la complicidad. El apreciar la brisa, la luz de un patio engalanado a la usanza cordobesa, y descubrir que el artista que ensalzó a la mujer, y piensa en el futuro del abuelo con el niño, se llama y se apellida (en primer apellido) como yo... no deja de ser una sorpresa.
ResponderEliminarNo le puse versos, porque cada patio es un poema, y cada maceta un verso y cada flor una caricia infinita que es mucho más que un regalo.
Un abrazo primaveral.