Más que el tiempo que vivimos en la Tierra, es importante el cómo vivimos, la actitud que tenemos y los pasos que damos cada día.
La gente habla mucho de "memoria histórica", sin tener las ideas demasiado claras. La opinión pública parece desorientada o confundida por la interesada propaganda, ya que además de una Ley de Memoria histórica (La Ley 52/2007, de 26 de diciembre), hay Asociaciones para la Recuperación de la Memoria Histórica; Base de Datos y Centros de Documentación de la Memoria Histórica, y hasta manifestaciones con personal inducido, que protestan ante diversos organismos, porque no avanza la memoria histórica, o porque avanza en una sola dirección.
A parte de la política y de la ideología, la "memoria histórica" puede interesar en muchos campos y en muchas ocasiones. Por ejemplo, estamos en una semana en la que tampoco hay uniformidad de criterios para denominarla: para unos es una Semana Grande, para otros una Semana de Vacaciones, o una Semana Corta -por los días que no se trabaja-, para otros es la Semana Santa.
Cabe preguntarse si del 29 de marzo al 4 de abril de 2021, es la misma semana para todos. En el calendario el jueves y el viernes están señalados en rojo, igual que los días de fiesta o los domingos. Alguien se pregunta ¿por qué? ¿Hay una razón de Memoria histórica de alguien o de algo, o es por otra razón?. La respuesta es importante.
La Memoria Histórica de la semana: el juicio y la muerte de un inocente.
Aunque millones de personas han oído hablar o conocen la importancia de los acontecimientos que se conmemoran esta Semana, algunos no lo tienen claro y, pasan olímpicamente de la realidad histórica.
La última cena de Jesús de Nazaret con sus amigos, y los acontecimientos que le empujaron a un juicio, ante el Prefecto de Judea, y a su muerte en una cruz, tienen una base real, histórica, y si el gobernador de esa provincia romana, tuvo algo que ver.
"En el teatro de la antigua ciudad romana de Cesarea Marítima, localizada en la actualidad en Israel, un arqueólogo desenterró una piedra con un nombre y un título inscritos en latín: Pontius Pilate, Praefectus Judaea".
El fragmento de la roca mencionada, fechado en los años de gobierno del emperador Tiberio y del gobernador Pilato, en la que se hace referencia a uno y a otro, está expuesto en el Museo de Israel, en Jerusalén.
Es esta la primera evidencia histórica, física, que se conserva sobre la existencia de Poncio Pilato, Prefecto de Judea y, uno de los protagonistas principales de la ejecución de Jesús".
Además, Tácito, uno de los más destacados historiadores romanos, menciona al Procurador de Roma en aquella localidad, y a Jesús, de quien los cristianos tomaron el nombre, cuando Nerón trató de culpabilizar a los cristianos del incendio de Roma, en el año 64.
Y, según narra el texto de Mateo, Pilato fue el hombre que se lavó las manos, ante la presión popular, antes de empujar a Jesús a morir en la cruz: "Entonces Pilato, viendo que nada adelantaba, sino que más bien se promovía tumulto, tomó agua y se lavó las manos delante de la gente diciendo: yo soy inocente de la sangre de este justo. Allá vosotros. Y todo el pueblo respondió: "su sangre sobre nosotros y sobre nuestros hijos". Entonces les soltó a Barrabás; y después de azotarle, les entregó a Jesús para que fuera crucificado" (Mt. 27, 23-26).
Dicen los médicos, que las enfermedades pueden ser de dos clases, orgánicas y mentales, y ellos están cada vez más seguros de que una enfermedad o debilidad mental puede generar males orgánicos, y también a la inversa es posible. Tanto las unas como las otras, tiene repercusiones sociales e incluso mundiales e históricas. Al igual que sucede con las acciones de los humanos. Aunque en un momento concreto, por ignorancia o inconsciencia, ningún humano sea capaz de abarcar la repercusión de un hecho, de un acto o de un acontecimiento tan importante.
Es muy difícil entender, y casi imposible saber ni sentir la repercusión que un gesto o un acto puede tener para una persona, un pueblo o para la humanidad. Habría que estudiarlo y repensarlo con cuidado. Así que correrán ríos de tinta, pasarán siglos, los artistas -cada uno a su modo- interpretarán la debilidad aparente de una autoridad y, el hecho de entregar a un inocente al pueblo, para que muera clavado en una cruz. Para salvar al pueblo mismo, según había dicho Caifás: "¿No les parece preferible que un solo hombre muera por el pueblo y no que perezca la nación entera?» Juan 11, 50.
Hay paradojas y coincidencias, porque todo es más de lo que vemos, o encierra más de lo que parece. Hay constancia histórica de los hechos. Hay debate entre naturaleza, historia y cultura y debe abrirse el abanico porque se sabe poco de "el inocente condenado y ajusticiado". Y sin embargo, puede ser el lado más luminoso de la historia. ¿Quién? ¿Por qué? ¿Para qué? El mundo gira tan aprisa, que muchos prefieren no hacerse preguntas o ignorar las respuesta. La intuición, los signos y los textos de algunos contemporáneos, envuelven a Jesús y su enseñanza en un halo que sobrepasa los límites históricos del ser humano, Jesús de Nazaret.
Aquellos días fueron de aparente fragilidad o debilidad, de sufrimiento y humillaciones del Maestro, ante o por las autoridades y poderes de la tierra, tanto políticos como religiosos. ¿Podía ser la envoltura material y humana del infinito espíritu que le habitaba? Porque ya no había duda, puesto que desde la cárcel, el preso Juan Bautista envió a dos personas para hacerle directamente la pregunta clave: "¿Eres tú el que había de venir, o esperaremos a otro?". Su respuesta fue en hechos, no en palabras: "Id y contad a Juan lo que oís y veis..."(Mt 11, 4).
¿Y si el aparente fracaso de Jesús, su prisión, su dolor, su corona de espinas, su humillación encerraran una gran contradicción, y si fueran el mayor oximorón de la vida y de la historia? ¿Es posible que el motivo de la muerte de Jesús colgado de una cruz, se convirtieran y fueran la mayor prueba de compasión y amor a sus amigos, a su madre y a la humanidad? Eso trastocaría todas las ideas y categorías humanas de poder y de grandeza.
Parece que eso-de alguna manera- está escrito, explícitamente en el diálogo con Pilato: "Entonces Pilato entró de nuevo en el Pretorio y le preguntó: "¿eres tú el Rey de los judíos...? Respondió Jesús: Mi reino no es de este mundo; si mi reino fuera de este mundo, mis servidores pelearían para que yo no fuera entregado a los judíos; pero mi reino no es de aquí. Le dijo entonces Pilato: ¿Luego, tú eres rey? Respondió Jesús: Tú lo dices, yo soy rey. Yo para esto he nacido, y para esto he venido al mundo, para dar testimonio a la verdad. Todo aquel que es de la verdad, oye mi voz. Le preguntó Pilato: ¿Qué es la verdad?" (Jn 18,36-39).
Al final, desde la cruz de la que pendía, exclamó: "todo está cumplido". Y entregó el espíritu. La misma cruz quedaba alzada como signo, que une el cielo con la tierra y los confines del universo. Y, en la cruz, el "Titulus Crucis", para todos y para siempre. De hecho, "es un fragmento de madera deteriorada (original o copia de la original) donde Poncio Pilato mandó escribir "la causa de la condena a muerte de Cristo", en 3 idiomas, hebreo, latín y griego.
Actualmente dicha tabla se encuentra en la Basílica de la Santa Cruz de Jerusalén, en Roma. Según la tradición es la mitad del título original y parte del mismo. Para la mayoría de los historiadores, la inscripción o títulus de condena de Jesús de Nazaret, constituye uno de los datos más sólidos del carácter histórico de su pasión".
(https://es.wikipedia.org/wiki/Titulus_crucis).
Este año, la memoria histórica de aquellos hechos y la tradición del pueblo, canceladas las procesiones, los pasos con las imágenes de la Semana Santa, vuelve otra vez al recuerdo, al pasado directo y silencioso, al interior, a lo más profundo de la verdad y de uno mismo. Se vuelve al misterio total, a la contemplación que permite el sacrificio del hijo, que viene a manifestar la verdad del perdón en Jesús crucificado, a la esperanza y pruebas bíblicas, de que la muerte no es el final, porque contra toda esperanza, resurge, se erige en estandarte de la resurrección y la inmortalidad.
https://youtu.be/4_jy90N7Bc8
Su memoria, su venida, su enseñanza, su ejemplo y su muerte, nos ha hecho mejores a todos, porque nos acompaña cada día (Mt 28,20) y ha conseguido que su recuerdo no sea doloroso, para que seamos capaces de hacer algo por los demás que merezca la pena.
José Manuel Belmonte
PUBLICADO EN
ESPERANDO LA LUZ 3-04-2021
http://belmontajo.blogspot.com/2021/04/la-memoria-historica.html
EL HERALDO DEL
HENARES 4-04-2021
https://www.elheraldodelhenares.com/op/la-memoria-historica/
CIDEVIDA 9-4-2021
http://civica.com.es/blog/la-memoria-historica/
La memoria histórica debe serlo de toda la Historia, no solo de una fracción; de lo contrario sería una memoria poco justa.
ResponderEliminarUn beso con historia.
Evidentemente, Eva, aunque interesantes, he querido ahorrar a los lectores, las historias de Teofrasto (o "Tirtamo"), de Artajerjes que como sabes sucedió a su padre, de Marco Vitruvio, de Chindasvinto, que sucedió a Tulga, o a Julia Domna, por citar a una mujer, mujer de un emperador y madre de Caracalla...es muy difícil abarcar todo y contentar a todos. Por eso, me limité a algunas de las personas y algunos de los hechos, "una fracción" que han marcado la semana, que hoy vivimos. ¡Mis disculpas!
EliminarDe todos modos, ¡gracias!
Un abrazo.
Tengo mi criterio formado (o eso creo) sobre lo que quiere decir Ley de Memoria Histórica , y también Recuperación de la Memoria Histórica y no necesariamente son una buena pareja o compañeros de viaje.
ResponderEliminarEs realmente vergonzoso que el rigor histórico necesite una Ley y dudo mucho que otros países la apliquen, pero está visto que estas tierra son tan quijotescas y de libro de caballerías que uno nunca sabe si la historia contada no es mas que una novela de caballeros.
Lo mismo ocurre cuando mezclamos el dato histórico cuyo rigor es basado en un proceso de investigación (una ciencia), con datos procedentes de libros basados en creencias. Ciencia y creencia tampoco suelen ser buenos compañeros de viaje.
Los Evangelios fueron escritos cientos de años después de la muerte de Jesús y además "seleccionados" por una autoridad interesada. Seguramente su rigor es incuestionable para los creyentes cristianos; no lo sé. Pero también se que es cuestionable para los que no se ven afectados por sus inclinaciones religiosas. ¿Entonces, qué hacemos?
A mi, el rigor histórico de la figura de Jesús, me importa poco. Poco o menos que poco, las atribuciones que se hacen de su "divinidad familiar" o su labor redentora. Redentora de qué...?
Sin embargo el mensaje que desprende, más aún si se añaden las fuentes apócrifas, sí me interesan y son un tesoro para la humanidad. Y es tanto su valor, que las decenas de siglos de las barbaridades de la Iglesia, no han sido suficiente para restarle ni un ápice.
Saludos y buena Pascua.
Respeto, tu opinión siempre. Creo que los lectores merecen que haga alguna precisión, no porque yo sea especialista, sino porque los estudios hechos por especialistas están al alcance de todos, en Internet. Textualmente dices: "Los Evangelios fueron escritos cientos de años después de la muerte de Jesús y además "seleccionados" por una autoridad interesada".
EliminarNormalmente los historiadores buscan, en lo posible, las fuentes más cercanas cronológicamente a los hechos que narran, porque puede haber personas vivas que pueden conocer los hechos directamente. Sean relatados por escrituras "canónicas" (es decir, provenientes de un circulo cercano a los hechos y la persona de Jesús) o apócrifas (en general, bastante posteriores en el tiempo).
Según los investigadores, el Evangelio de Marcos, fue escrito poco antes de la caída de Jerusalén, probablemente entre los años 65-75.
El de Lucas, debió ser escrito algún tiempo después, probablemente sobre 80-85
El de Mateo, se calcula que fue escrito aproximadamente entre 64-110.
Y el de Juan, durante los últimos diez años del primer siglo, posiblemente e el 95-100.
Y en general escritos en un grupo o una comunidad, con ideas o conocimientos diferentes, ej.: el autor de Marcos no conocía de las Epístolas de Pablo, etc.
Saludos, y buen día.
Me parece que los arquetipos tanto en estado puro como interrelacionados, e incluso parciales, se repiten a lo largo de la historia con el telón de fondo de cada cultura y sus circunstancias históricas temporales.
ResponderEliminarEl término memoria histórica , bueno, cada cual la interpretará a su manera. Solo por los hechos se pueden considerar las cuestiones, hechos demasiado enmarañados y prostituidos de una naturaleza humana digna de la obnubilación que arrastre consigo.
Ignoro si esto será cierto o no, seguramente no lo sea para la mayoría, pero cada cual se atiene a su capacidad de observación, de correlación y de la experiencia personal más o menos mediatizada por el entorno, sus orígenes y circunstancias culturales.
emejota, me parece tu criterio ponderado y reconozco que es cierto que " pero cada cual se atiene a su capacidad de observación, de correlación y de la experiencia personal más o menos mediatizada por el entorno". No es que sea mejor ni peor simplemente, ¡Es innegable!
EliminarDicho lo cual, y contando con ello, ¿no se puede intentar saber más? Esa es la cuestión. Según lo que uno crea o alcance a responder, posiblemente también tendrá repercusiones en la vida y la actitud personal de cada uno.
Lo de la memoria histórica me parece una memez, dicho esto, sólo hay una historia digna de ser tenida en cuanta, la que narra los hechos demostrables con pruebas fehacientes no con intuiciones, medias verdades cuando no falseamientos interesados por intereses propios.
ResponderEliminarEn nuestra cultura celebramos la pasión y muerte de un señor del que su recuerdo dio pie a una religión que ha marcado nuestra forma de ser.
De aquí a unos años estaremos celebrando a lo mejor, simplemente las fiestas de la llegada de la primavera.
Un saludo.
Alfred, con ser una invención "la memoria histórica" muy reciente, el recuerdo de los acontecimientos ocurridos, tal vez sea excesivo calificarlos de ese modo. Creo que los humanos en general y la mayoría de sus actos, tienen más intuición, más trascendencia y repercusión, que lo que solemos encuadrar dentro de "ciencia o demostrables científicamente", -incluido el nacer y el morir-.
EliminarNo creo descubrir nada, pues además de pensador y viajero, eres poeta, y por eso traigo aquí y dejo dos versos de Quevedo: "serán ceniza, más tendrá sentido;/ polvo serán, más polvo enamorado". ¡Puede, el amor, estar y trascender, más allá de los límites del tiempo (si es que existe).
Un saludo.
Todo está politizado, se oye hablar de "Memoria histórica" y se piensa en la guerra civil española, únicamente. Claro que los Evangelios responden a un determinado momento de la historia totalmente trascendental para la humanidad entera. Hemos pasado de creer a pies juntillas todos los detalles de la vida de Cristo a no creernos nada. Lo cierto es que detrás de lo que sabemos de su historia hay todo un elenco de estudiosos que admiten algunos datos como metafóricos para poder explicar el mensaje con mayor claridad y muchos otros datos como ciertos, contrastados, ocurridos un día ya hace tantos años. En cualquier caso es una historia que nos debe servir para reflexionar y lo de menos es si ocurrió o no.
ResponderEliminarSAludos.
Por supuesto, Manuela, "nos debe servir para reflexionar". Sin embargo la conexión histórica, Pilatos- Jesús de Nazaret, "si ocurrió o no", no me parece que sea un tema menor. Los historiadores la consideran muy importante, por varias razones: 1) Porque probaría la realidad histórica de la existencia de Jesús de Nazaret. 2) Porque el "títulus crucis" probaría la crucifixión, o de qué modo murió ese "inocente", llamado Jesús. Y la injusticia porque no hallando delito en él, se lo entregó para que lo crucificaran. 3) Lo que allí sucedió, sigue teniendo una repercusión para la humanidad, o al menos para una gran parte de la misma, tanto religiosa como socialmente. Si creyentes y no creyentes, siguen llamando "Semana Santa" a esa semana cada año, ¿a qué se debe?
EliminarSaludos.