Los embalses que se hicieron en
la España predemocrática, el de Entrepeñas
(1956) y Buendía (1957), fueron punto
de partida "para el envío del agua excedentaria desde la
cuenca del Tajo a la del río Segura",
según el Proyecto de Aprovechamiento
Conjunto de los Recursos, en 1967. Precisaba que el derecho al
trasvase, sería en el caso de "existencia
de caudales sobrantes en la cuenca alimentadora (río Tajo), y del estado de sequía en la cuenca
receptora (río Segura)". 5O
años después esa precisión, se ha ignorado.
http://belmontajo.blogspot.com.es/2018/04/aunque-el-agua-rebosa-y-se-tiravuelven.html
Desde la Ley General de Aguas del año 1969 existen gran número de instituciones con atribuciones sobre el agua y sobre el riego. Y el agua, se ha convertido en "un
negocio", "un problema", y hasta en "un arma". Por lo
que, el valor del agua es mucho más, que
su precio.
Recordemos que además de las 2 Españas, la húmeda y la seca, había 2 muros ideológico-político-autonómicos, muy enfrentados: uno de izquierda y otro de derecha. Por si eso no fuera suficiente a la hora de acordar decisiones, la mayoría de los organismos de cuenca son Confederaciones Hidrográficas, en cuencas que incluyen varias comunidades autónomas. Son parte de la administración del Estado y al mismo tiempo, son herramientas para la toma de decisiones a nivel local.
En los años 70 se proyectaba un gran trasvase
del Ebro de 1.400 hm3/año a Barcelona , que levantó la impopularidad en Aragón
-alimentada desde la manipulación de un fácil sentimentalismo popular
aragonesista enardecido -, hizo que la nueva ley evitara el término trasvase en favor de un nuevo eufemismo:
“transferencia”.
Los slogans como el de “nos
roban el agua”, “nos dejan sin futuro” sirvieron entonces y al final de los 90.
Desde 1975, con las primeras etapas de la democracia y las autonomías, se pasó de puntillas sobre el problema nacional del agua, si bien se regaron las parcelas nacionalistas, que desde entonces han crecido y tensionado políticamente a los sucesivos gobiernos.
Desde entonces se viene caracterizando España, por la proliferación de obras, planes y proyectos que -en el sentir de la ciudadanía-, permiten a nuestros políticos suculentas comisiones que enriquezcan sus bolsillos y los de los amigos afines.Desde 1990, prácticamente cada dos años se realizaron nuevas propuestas de ley que no prosperaban.
En el año 2000, la Directiva marco del agua (DMA) de la UE, supuso un fuerte impulso para un planteamiento pionero sobre la protección del agua, basado en las formaciones geográficas naturales -las cuencas hidrográficas- y el señalar que todas las aguas europeas deberían tener buenas condiciones, antes del 2015.
En 2001 el Plan Hidrológico Nacional (PHN) intentaba con el excedente de agua, que se arroja al mar y es de todos, responder a la necesidad de agua del litoral Mediterráneo. El principal escollo del proyecto era "transferir" agua desde la cuenca del Ebro al litoral mediterráneo, que podría beneficiar a: Barcelona, Castellón, Valencia, Alicante, Murcia y Almería. Suponía una inversión 4.200 millones, ya que era una gran estructura permanente, para beneficio de la cuenca mediterránea. De ese presupuesto, 1.200 millones los pagaba la UE. Costaría, pues, 3.000 millones. El proyecto suscitó una gran oposición política y mediática. Los intereses agitaron enfrentamientos entre comunidades, aunque finalmente fue aprobado por el Parlamento. Y es que
"los trasvases han sido y son la
“quintaesencia” de los conflictos del agua en España.... Los grandes
trasvases, como los proyectados en el Ebro, son obras que llevan asociadas
un inimaginable mundo de intereses económicos y políticos, que a los ojos y
apetencias de los interesados las hacen irrenunciables...", según Javier
MARTINEZ GIL, Catedrático Emérito de Hidrogeología, en Zaragoza.
https://youtu.be/IbFPkm3iSpI
En 2004, Zapatero paraliza y anula el PHN, del gobierno anterior. No importaba que el proyecto del PHN estuviera ya en marcha, ni que se perdiera todo, incluso la subvención comunitaria. El Ejecutivo, con la Ministra del Medio Ambiente Cristina Narbona, diseña el Programa A.G.U.A (acrónimo de Actuaciones para la Gestión y Utilización del Agua). La principal oposición al PHN era que el río Ebro no tenía suficientemente agua para trasvasar y, que no se respetaba el medioambiente. De todos modos, el agua sobrante del Ebro terminaría en el mar y lo sigue haciendo. Así que habría que utilizar agua salada, "desalinizarla" para utilizarla para riego y consumo. Para ello se instalarían 51 DESALADORAS, repartidas por el litoral mediterráneo.
Anunciaron, que según las directrices comunitarias sobre el agua DMA, con el nuevo proyecto se llevaría el agua a los ciudadanos con el menor coste, mayor calidad y mejor gestión y sería 400 millones más barato que el PHN. Además, la financiación europea de 1.200 "la vamos a intentar conseguir con la suma de todas nuestras actuaciones".
(https://www.lamoncloa.gob.es/consejodeministros/ruedas/paginas/2004/r1806040.aspx).
En política, saber vender es
esencial, aunque sea humo. Prometer, no cuesta nada y además evitaba el enfrentamiento
con la oposición regionalista. Nadie,
podía decir, a priori que la promesa
o el órdago lanzado, no fuera cierto.
1.- De la utopía y el órdago, al baño de
realidad
El 7-2-2012, de aquella utópica pretensión de desalar casi 800 hectómetros cúbicos al año, se constataba, 8 años después, que sólo habían entrado
en funcionamiento 17 de las 51
instalaciones anunciadas, con un rendimiento que apenas supera los 100 hectómetros
cúbicos anuales. Además, contra lo prometido, el agua era más cara y de baja calidad. ¿Y la gestión?
¿Se puede llegar a saber algo? Las Desaladoras y Potabilizadoras Hidráulicas "se vuelven opacas al interponerse empresas estatales y estar impulsadas bajo el paraguas de interés general". Como indicaba el catedrático citado J. Martínez: "tienen un efecto droga", en el sentido de que crean dependencias crecientes y generan nuevas apetencias que no tienen límite de satisfacción posible. Cuestan mucho dinero público...un dinero expuesto siempre a la picaresca de los grandes desvíos presupuestarios, difícilmente comprensibles pero siempre legales...de forma que lejos de esa pretendida vertebración y unión del país en torno a lazos de dependencia y solidaridad hidrológicos son motivo de desunión y enfrentamiento visceral".
https://okdiario.com/investigacion/cristina-narbona-mintio-comision-senado-interventor-no-avalo-contratos-gurtel-del-psoe-3490927
NOTA 2: LO QUE HOY SE SABE
ESPERANDO LA LUZ 09-5-2021
http://belmontajo.blogspot.com/2021/05/el-rio-que-nos-llevan-1.html
El HERALDO DEL HENARES 09-5-2021
El rio que nos llevan (1) – El Heraldo del Henares
CiViCa 13-5-2021
http://civica.com.es/bioetica/rio-nos-llevan-i/
Lamentable, todo lo que hace referencia al uso y gestión del agua en nuestro país, es más un arma que un bien común. Para los espabilados de turno una fuente fácil de enriquecimiento.
ResponderEliminarSaludos.
Creo, Alfred que coincides con tu apreciación, con el sentir mayoritario de los ciudadanos de a pie. Y en los dos párrafos, claro.
EliminarUn saludo cordial.
Resumiendo mi anterior comentario (desaparecido por el incidente):
ResponderEliminarEl agua es una de las víctimas más señalable del cambio climático y el calentamiento global. Si las prospectivas de hace veinte años, la situaban como un problema para finales de este siglo, hoy ya nos hablan de una previsión inferior a los treinta años. Y nuestras latitudes están dentro de la franja geográfica que será más afectada.
Auguran, guerras por el agua. No quiero ni pensarlo.
Por cierto sé que es totalmente correcto, pero eso de España predemocrática me suena a eufemismo complaciente. Yo me quedo con lo de España franquista, que es lo que era en las epocas que mencionas.
Saludos!
Las previsiones más pesimistas, van por esos derroteros, en cuanto a calentamiento global, las consecuencias del cambio climático y la subida del nivel de los mares.
EliminarLamentablemente también la lucha por el agua, o las guerras próximas. A los países ricos parece interesarles más en vender armas, que en ser más solidarios, llevando agua a quienes no la tienen.
Ricard, cada uno es libre para calificarlos periodos que hemos vivido, como le parezca. Simplemente quiero puntualizar, que estos 2 pantanos, grandes y fenomenales, se proyectaron y se construyeron, con mucho trabajo, u se terminaron en los años que se indica. ¿Se han mejorado, ampliado en periodo "democrático"? ¿Se han construido otros parecidos, donde se necesitaba? Yo he vivido aquí, desde hace más de 50 años, he trabajado aquí y reconozco que ni los Gobiernos Nacionales ni Autonómicos han hecho más que "utilizar el agua", "llevársela", a pesar de que muchos pueblos cercanos no tenían agua, ni para riegos ni para el consumo, en épocas de verano. Lo que he dicho en varios artículos, y seguiré diciendo, que tal vez el eufemismo al que te refieres, estuviera más cerca de las necesidades ciudadanas, que aquellos que vinieron después en periodo democrático.
En el caso del agua, en la pandemia y en el estado de alarma, echo de menos un gobierno que gobierne, no 17 que nos vuelvan locos, tengan que acudir a los jueces y a la policía apara todo y... se lleven la pasta.
Un abrazo.
Ricard, cada uno es libre para calificarlos periodos que hemos vivido, como le parezca.
ResponderEliminarPor supuesto. ¿Acaso digo lo contrario? Me limito a decir que esa expresión, me parece lo que me parece (a mi, independientemente de la intención del que la expresa). Añadiré indulgente al adjetivo complaciente.
Son solo opiniones personales, no pretendo originar un debate. España predemocrática: Para mi, lo sigue siendo. La democracia en este país no es más que un disfraz donde se esconden las oligarquías mas escabrosas.
Ahí, coincido totalmente. ¡Nada que matizar!
EliminarGracias, Ricard.