Las necesitamos, urgentemente.
Por lo que sabemos
hasta la fecha, al menos 5,5 millones de niños y niñas de
Ucrania están en grave peligro de sufrir daños físicos, graves trastornos
emocionales y desplazamientos, tras la escalada de ataques.
De hecho, los bombardeos,
ya han obligado a 1,5 millones de niños y niñas a huir del país, y más
de 800 niños y niñas han sido heridos en esta guerra y al menos 400 han muerto.
La guerra ha
reducido o impedido gravemente el acceso a la enseñanza presencial y más
de 2.700 centros educativos han sido dañados, y otros 337 destruidos en un año
de guerra.
Conviene recordar que
los ataques contra escuelas y hospitales están clasificados por Naciones Unidas
como una de las seis violaciones graves. Rusia debe detener inmediatamente
estos bombardeos y cumplir con el Derecho Internacional Humanitario.
¿Han arreglado algo
las armas? ¡NO! Al contrario, solo hacen
destruir y matar, para lo que están hechas. Luego…aunque los gobiernos sigan
apoyando -por interés- el negocio de las armas, no se debe seguir por ese
camino porque terminaremos si es que no estamos ya, en manos de algún loco, o
sencillamente aniquilados por una catástrofe o una hecatombe.
Opinar se puede, decir a otros lo que deban hacer o dejar de hacer, es otra
cosa. Sin embargo, las armas y las
guerras no han arreglado nada. Algo va mal. Puede ser que en las instituciones haya
corruptos o que las personas sin valores no convencen.
Pese a la advertencia
de la Sra. Bronson y de la amenaza rusa, ¿alguien duda que los tanques llegarán
a Ucrania y se aumentará el miedo y el desastre? España ya ha decidido sumarse
al envío.
Entonces, ni armas, ni
palabras diplomáticas, tramposas y llenas de mentiras. A nivel mundial, ya
está bien de perder el tiempo enfangados en la corrupción, la crispación y el fanatismo
político y el menoscabo de la democracia. Hay que volver a lo esencial: la voluntad
de vivir en paz, que la justicia internacional haga cumplir los acuerdos
internacionales, y que sea prioritario respetar la vida, respetar la paz e
implicarse, TODOS, en mejorar el medioambiente.
La justicia necesita
ideas nuevas, gestos que ayuden a pensar, silencios profundos para interiorizar
y acciones que hablen por si solas y lleguen a todos, sin necesidad de
traductores. La Humanidad necesita hacer visible el renacer la esperanza, la fe
en la vida y que la luz de la alegría acabe con el dolor y las cenizas de la guerra.
Y… todo ello, con la sencillez y la curiosidad de un niño que disfruta jugando
mientras llena su mente con lo positivo que contempla y comparte con los demás.
Resumiendo, necesitamos:
¡Hechos y Personas responsables, capaces y comprometidas!
He pensado en quienes
han estado en Ucrania y representan –solo con decir su nombre- el triunfo sobre
las ruinas. Me refiero a 1) Banksy,
el graffitero más famoso del mundo, y a 2) José Andrés, el
chef que ha sido nominado al premio Nobel de la Paz por su
compromiso con los afectados de los desastres naturales y su respuesta ante las
necesidades humanitarias.
Uno y otro, han
encontrado la forma, -después de pensar lo que sucede- para dejar su impronta enseñando
al mundo a pensar y actuar. ¡Hechos elocuentes!
1) Los grafitis de Banksy en Ucrania, sobrecogen por su acierto. Son la alegoría del triunfo sobre las armas y el poder de quienes las manejan. El reivindicativo artista británico Banksy ha plasmado con arte sus grafitis sobre paredes de edificios en ruinas. Es el triunfo de la vida sobre la sin razón. Tal vez simplemente recuerdan lo que él viene repitiendo: que “la vida es bella”. El artista ha confirmado su trabajo en Ucrania publicando en su cuenta de Instagram. Sus grafitis impactan por la idea que transmiten y el entorno en que están. Ahí pueden ver la fuerza del arma poderosa de los débiles que llegará al corazón y contagiará a cuantos la vean, en contraste con la destrucción explosiva de las armas convencionales.
En un grafiti, se muestra a una niña equilibrándose sobre escombros reales del edificio en ruinas. Fue la primera obra que se encontró de su paso por el país.
En otro grafiti, un niño derriba en un combate de judo a un gran luchador cuya cara, parcialmente oculta, recuerda a la del presidente ruso, Vladímir Putin, que tiene cinturón negro de este deporte.
2) El chef Jose Andrés y su equipo, habla desde los hechos, desde lo que han visto que se necesita, después de evaluar la situación. Su equipo no espera un año, porque hay soluciones en la guerra, con la destrucción, el dolor y el hambre, que no pueden esperar. ¡No llevan más armas que el corazón desnudo! Muchas veces, lo que necesitan procuran encontrarlo allí mismo.
Dicen estar preparados
para una respuesta rápida, en la frontera o desde el interior, llegando hasta
donde se pueda para que las personas no se sientan abandonadas, ni solas, a
pesar de los bombardeos. Fue meridianamente claro, en el programa El
Hormiguero, en España. Aquí ha estado varias ocasiones. Merece la pena escucharle.
El famosos Chef
asturiano, dice que las personas, cuando ven lo que intentas hacer para ayudar,
se implican ayudando como pueden y son parte de la solución.
Como humanos tienen
sentimientos. A veces sienten impotencia hasta el llanto, pero intentan adaptarse
para seguir ayudando, desde un lugar concreto o desde otro cercano, sin bajar
la guardia.
Ni la guerra, ni el incremento de armamento -por muy sofisticado que sea-, son la solución, aunque Ucrania o cualquier otro país lo pida. ¡Solo ayuda a la venta de armas y más muertes! ¡Pura espiral de violencia, terror y miedo!
Sin duda muchas personas piensan que hay otras soluciones. Lo difícil es ponerse de acuerdo. Entonces…me uno a lo que escribió Antonio Gala: “¡Que el Dios de todos los hombres, llámese como se llame, nos proteja de nosotros mismos, porque nosotros no sabemos!” (En su Quintaesencia).
José Manuel Belmonte
El siglo XX tuvo dos grandes conflictos, de los cuales no aprendimos nada, o muy poco. Posiblemente, a causa de los poco que aprendimos, el conflicto del siglo XXI tiene la especialísima característica de ser una guerra mucho más «global» de lo que aparenta, pero en la que los muertos los provoca un invasor, los sufre el invadido que es armado por una cantidad de naciones bajo el amparo de un tratado (OTAN).
ResponderEliminarEl temor -al menos el mío- es que este siglo quizás no llegará a tener dos conflictos (entiéndase globales) como los tuvo el anterior. Mucho me temo que si el pueblo ruso no se da cuenta de lo que su gobierno está haciendo, y para la sinrazón, el conflicto acabará siendo definitivo y terminal. No habrá otro.
Es cierto lo que dices de las dos guerras mundiales del siglo pasado, de las que aprendimos poco o nada. También es verdad que esta del siglo XXI es más global de lo que aparenta, pero de una forma o de otra, nos afecta más de lo que los medios nos dicen los medios manejados desde las instituciones públicas. Es cierto que el invasor provoca muertes y destrucción en Ucrania, pero los heridos, los desplazados, los acogidos en otras naciones, como la nuestra, y los daños de las consecuencias de falta de alimentos en los graneros de Ucrania, los costes por la carestía de cortes del petróleo, del gas etc., los padecemos los europeos.
EliminarPor lo tanto, ni los rusos, ni los políticos, ni la justicia ni las naciones integrantes de la ONU, están obligando a detener el conflicto y sus consecuencias. Dices bien; que “puede ser definitivo y terminal”. Lo dicen los científicos del RELOJ a 90” de la media noche.
Para muchos como yo, no se trata de enviar armas para que Rusia sufra también las consecuencias. Armas contra armas, quien tenga más armas de destrucción masiva, o tenga menos consciencia ética para usarlas, pueden apretar el botón rojo y …nos vamos a al garete.
Por eso, los ciudadanos y los medios tienen que obligar a sentarse en LA ONU, o en una mesa redonda, y que no se levante nadie, hasta un acuerdo total, definitivo y que haya una compensación humanitaria, por los daños causados.
Los Tribunales internacionales, en nombre del Planeta, tienen que dictar justicia cuanto antes, y disponer de medios para exigir que se cumpla.
Y mientras tanto, detener el envío de más armas. Hay que detener el negocio y a quienes lo utilizan.
Me alegra verte fuerte.
Un abrazo Ricard.
Siempre que veo en televisión a Zelenski hablar, lo veo pidiendo armas a la OTAN. Yo no digo que se rinda, digo que después de tanta sangre derramada, después de tantas consecuencias gravísimas colaterales (toda Europa como mínimo lo estamos padeciendo) cómo es que no pide la intermediación, de quien sea, de quien pueda parar tanta tragedia. Mientras haya donaciones de armas esto no se para, Rusia combate contra la OTAN, dos pesos pesados, y esto a lo único que nos puede conducir es a que el conflicto tome mayor embergadura y acabemos utilizando armas nucleares o biológicas a gran escala. Pienso que hay algo que se nos escapa, nos faltan datos. Estoy convencida de que al margen de las intenciones rusas, coexisten los beneficios que "otros" están obteniendo de esta guerra.
ResponderEliminarSAludos.
Esos beneficiados a que aludes, parecen numerosos, para después de 1 año, no haber minorado la tensión, ni en la zona ni en el mundo. Y, en estos días, va en aumento. Las armas no detienen “nada”.
EliminarDesconozco qué intermediarios, pueden parar esta guerra. Pero, algo podemos cada uno desde el interior, desde donde conectamos y tenemos la fuerza de la unión. Como dicen los Sutras, “estamos pensando los unos en los otros, sintiendo cada quien desde su rincón la fuerza de la comunión. Estamos en nuestras diferentes casas, pero a la vez conectados en un mismo latido, sobre todo en un mismo anhelo, en una misma voluntad de iniciar una etapa definitivamente diferente”.
La vida del corazón no es ciega y muchos corazones tienen poder. A veces lo olvidamos.
Un abrazo.
Me temo que Putin, no ha leído los Sutras. Y si los ha leído, se ha roto las costillas de la risa que le ha dado.
ResponderEliminarOs entiendo a los dos (Manuela y J.Manuel). Decidle a los que están pasando un frío brutal, con las casas reventadas y llorando a sus muertos, que no se preocupen, que todos estamos conectados en un mismo latido. Decídselo a ver que os responden. Decídselo a las madres que tienen a sus hijos como "CARNAZA DE CAÑON" porque no hay suficiente coraje para acabar con esto.
Luego, si os queda energía, preguntaros el porqué de la tibieza de las sanciones.
¿Sabeis que pasa? —Pasa que, como decía Eugenio el de los chistes, hay mucho ruso en Rusia. O dicho de otro modo. Si ellos no paran a Putin, nadie lo parará. Mi opinión es que estamos yendo aceleradamente hacia un conflicto global.
Cierto lo que apuntas: "si ellos no lo paran... iremos a un conflicto más peligroso". Creo que has ido por delante, por que tienes el "vicio" de pensar. Lo repetiré en el próximo escrito.
ResponderEliminarUn abrazo sincero.