viernes, 1 de febrero de 2013

Comparte, es el secreto.







http://www.youtube.com/watch?v=jbZUB8vtGg8

           Pocas veces las ideas, se ponen al alcance de todos. Parece como si la gente de la calle no pudiera tener acceso a las verdades. Y sin embargo, los secretos están ahí, a merced de los que osan descubrirlos.
          En alguna ocasión lo hemos sentido, lo hemos vivido. En la cristalina fuente de los ojos que nos miran, hemos tenido ocasión de contemplar el infinito. La vida devuelve siempre multiplicada, la generosidad. Lo sabemos todos. Lo experimentamos. Pero se olvida fácilmente, lo que nos hizo temblar de alegría o de felicidad.
           Los genios de la imagen y del marketing, son capaces de meter en la máquina lo imposible y hacerlo realidad en un momento. Hay que arriesgar. A medio camino, entre el ridículo y la suerte, salta la sorpresa. Nada, nunca, llega a nuestras manos sin nuestra colaboración. Nada, nunca, nos puede traer la dicha sin pasar por los demás. Nadie puede experimentarlo por nosotros. Nadie puede sustituirnos en la vida, el crecimiento, el saber.
          Hay que intentarlo. Hay que ser. Podemos. Siempre, alguien nos está mirando. Siempre, cada acción es un ejemplo, bueno o malo, nunca indiferente. Nuestro gran error, es creer que nadie nos ve, o no interesa a nadie lo que hacemos. Estamos ahí, nos vemos nosotros, somos nosotros los interesados. Es importante, aunque nadie nos vea, no mentirnos, no engañarnos. Ser nosotros siempre. Se pueden hacer realidad los sueños.
         Un anuncio. Una máquina. Una bebida. Un poco de felicidad. ¿Qué es la vida? Un momento para compartir. Nadie nos quita nada, al compartir. Es tan sólo la ocasión de multiplicar la alegría. Ser felices haciendo felices a otros. Lo exige la máquina, el sentido común, el altruismo, el crecimiento como personas.
        Una imagen puede sustituir muchas palabras.  Puede dejar sólo y en silencio. Puede preguntar, y exigir una respuesta. ¿Qué harías? ¿Y si no hubiera máquina? Seguro que tenemos el corazón más grande que un cajero lleno de secretos. Podemos hacer realidad todos los sueños. Los nuestros y también los de otros. ¿Por qué no? “Solo si te comprometes a compartirlo”. “Destapa la felicidad”. Dar para tener.  Yo, no  tengo inconveniente. ¿Y tú? Para pensar. Está un clic, si quieres verlo.

http://www.youtube.com/watch?v=jbZUB8vtGg8

PUBLICADO EN EL HERALDO DEL HENARES: BLOG LA TANGENTE, 02-92.2013:http://www.elheraldodelhenares.es/pag/noticia.php?cual=16195; 
BITACORA DE BELMONTE en CiViCa, O2-02-2013: http://www.investigadoresyprofesionales.org/drupal/content/comparte-es-el-secreto; REVISTA UTOPIA, 18-03-2013: http://revista-utopia.blogspot.com.es/2013/03/comparte-el-secreto-jose-manuel-belmonte.html.

6 comentarios:

  1. Muy bueno el vídeo, no lo había visto
    Rm

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    1. De eso se trata, de que la gente lo vea y sea capaz de pensar.
      Gracias.
      José Manuel.

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  2. En efecto lo importante es compartir, pero es tal la cantidad de alternativas que tenemos que a veces o mejor "nos tienen que dirigir, para ver hacia donde hemos de compartir, y nos dirige una máquina no nuestro corazón"

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    1. Yo creo que es el corazón quien debe saber las prioridades para compartir. Las máquinas pueden ayudar, ciertamente, pero
      solo en momentos puntuales.
      Gracias Antonio. Un abrazo,
      José Manuel

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  3. Te respondo al articulo.
    No conocía este anuncio pero me ha gustado, es genial y el comportamiento de la gente fenomenal.
    Efectivamente como dice el refrán " manos que no dais que esperáis".
    Con ejemplos y actitudes así todos seriamos más generosos y más felices. Hacen falta más maquinas de la felicidad para poder compartir alegrías y ser felices en estos tiempos tan difíciles.Quien da con alegría da más.La mejor manera de mostrar nuestro agradecimiento es aceptar todo con alegría. Un corazón alegre es el espejo de un ser bueno. Contagia.
    Gracias,
    Ángel García.

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    1. Muy bien traído el refrán, Ángel.
      No sé si se necesitan muchas máquinas de la felicidad. Pero si la felicidad está por ahí, sería suficiente intentara hacer felices a otros, y eso ya nos haría a nosotros.
      Un corazón generoso, es alegre.
      Gracias, y un abrazo.
      JOsé Manuel

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