sábado, 17 de enero de 2015

Un hecho, interroga. El otro, acusa

     

      
        Lo más humano y lo más terrible se dan cita en un supermercado de París. Una joven madre, en peligro de muerte, da el pecho a su hijo. Mientras, el yihadista Coulibaly perpetra su matanza. La madre, por instinto, salva la vida de su bebé y el bebé, al no llorar aterrado, salva la vida de su madre y varias personas escondidas a su lado. El amor se impuso al miedo.

        Durante los últimos días, casi todo el espacio en los medios lo ha llenado los ataques terrorista a periodistas y judíos, en Francia. El eco mundial y la respuesta de la mayoría de países, ha sido sin precedentes. Pero sigue la amnesia interesada.

        Bien es verdad que no hubo esa respuesta similar en España, tras el 11M con un ataque más feroz y con más vidas truncadas. Aquí no hubo unidad política. Se instrumentalizó la matanza cargando la responsabilidad del ataque no a los terroristas, sino al partido gobernante.
                                       
        En Francia, 43  jefes de estado y de gobierno y otros líderes políticos y casi dos millones de personas han salido a defender la libertad contra los ataques a la libertad. No hubo sólo muertos por el ataque a Charlie Hebdo, también hubo 4 víctimas, entre los rehenes judíos del supermercado.
        ¿Por qué esa movilización en París, por el ataque del día 8 mientras y no se alzó la voz, por los 2.000 masacrados en Nigeria, justo pocas horas antes? Amnistía Internacional comunicó el día 10, que "el ataque a Baga y a los pueblos del entorno, había sido el acto más mortífero de Boko Haram". Dispararon indiscriminadamente sobre la población y "algunas personas que se escondieron en sus casas fueron quemadas vivas".
        Aquí en España la gente se ha dividido, entre el apoyo a la libertad o a la autocensura, "para no provocar". ¿Quién o qué provocó a quien para que acribillaran o abrasaran a esas 2.000 indefensas personas yemeníes?

       Imaginación contra el terror. Se han publicado viñetas de la Libertad tomado la bandera de Francia y un lápiz para guiar al pueblo. El mundo anda tan mal que ser periodista, articulista o humorista es una profesión de riesgo. Como Quijotes del siglo XXI se enfrentan a molinos gigantes de incomprensión y fanatismo. Incluso una española se ha imaginado así la Torre Eiffel como un lápiz. A mí me llegaron lápices al móvil.

        Los ataques a la libertad de expresión, son una cobardía que, antes o después, termina en la esclavitud. También el silencio es cobarde. Se es libre cuando se defiende la libertad, aunque duela, aunque haya despidos, e incluso muertos. Ese es el camino de la paz, el progreso, la felicidad. La crítica verbal o gráfica, ayuda a la democracia. No hay por qué estar de acuerdo con todo, ni en las formas, ni en el fondo. No vale todo. Ni una publicación satírica justifica un crimen, ni tampoco la supuesta pertenencia a una religión. El terrorismo no es una religión. Si una religión ampara el terrorismo, es una secta.

        El precio de la libertad puede ser muy caro. Pero el precio de la cobardía es infinitamente superior porque se lanza el mensaje a los enemigos, de que por ese camino pueden obtener lo que quieran, cuando quieran y donde quieran. "Mejor morir de pie que vivir de rodillas", había dicho uno de los periodistas que mataron. Yo también lo pienso. La gente tiene la impresión de que "la fuerza del islamismo en Europa es consecuencia directa de la cobardía y del compadreo"(La.Razón,10/01/15).

        Seguro que a mis lectores les interesa saber que las casualidades no existen. Que las coincidencias son lo único que vemos de los hilos que con manos expertas y visión de conjunto, van moviendo, día tras día, la existencia de todos y de cada uno. "Muchas veces no se trata de entender el por qué, sino el para qué ocurren las cosas"(M.S).

        Cierto que, ser libre no quiere decir ser imprudente, desafiante o provocador. La ética personal y profesional, cuanto más clara y más puesta en práctica, más luz transmite. La cobardía que hasta ahora ha mostrado la sociedad occidental, consistía en esconder la cabeza y pensar que algo así no podía llegar, porque el fanatismo, de dentro y de fuera, estaba lejos (en el tiempo y en el espacio). Pues no. ¡Está aquí! Algunos llevamos años viéndolo y  así lo hemos escrito.

       Ahora parece que se van a reforzar las medidas de seguridad y el Parlamento Europeo lo va a intentar e invita a los estados a llegar a consensos. Tras los atentados, resulta que esas medidas "ahora sí" son compatibles con la libertad.  Lo que es verdad es que bajo el imperio de la ley tanto los ciudadanos europeos como los emigrantes pueden vivir y convivir como ciudadanos y como hermanos. Libertad, sí. Justicia siempre e igual para todos. La verdad hace libres.

        Francia ha sufrido y ha gritado, estos días. "Libertad. Igualdad. Fraternidad". Lo suscribo sin miedo. No hace falta colgar la pancarta de "Je suis Charlie".

         No hay que tener miedo, ni tolerar ni consentirlo todo, ni olvidar la historia ni negar los principios básicos de la civilización occidental. Además de ser imposible, es un error querer contentar a todos.  Cuando no hay razón, cualquier excusa es buena. Los fanáticos se sienten ofendidos por los escritos de Salman Rushdie, por las viñetas de las caricaturas de Mahoma, en Dinamarca, o en el París, también se indigna por la indumentaria de las mujeres, por su presencia en reuniones a las que solo aceptan si se presentan en hiyab, por supuestas blasfemias, imposibles de probar, por practicar otra religión o por ir a la escuela a estudiar. No se indignan por la muerte de periodistas, policías y civiles en Francia en Siria o Nigeria.

        Se debe dejar claro, que quien haya nacido o llegue al mundo libre, que la ley es para todos, sin distinción de razas, sexo, ideologías políticas o credos religiosos. Y al que no lo sepa habrá que enseñarle, pero quien no quiera entenderlo o no lo acepte, que se atenga a las consecuencias. No podemos consentir la islamización de nuestras ciudades. No se trata de imponer un estilo de vida, se trata de que por lo menos no nos lo impongan a nosotros. "Si queremos tener realmente una sociedad abierta en Europa necesitamos que todos esos millones de musulmanes muestren su lealtad abierta a la democracia y a la sociedad donde viven"  (Hermann Tertsch).
 
          Hay que hacer labor integradora desde la nación acogedora, pero también desde la voluntad de quienes llegan. Si se tiene esa voluntad se encuentra la forma de expresarlo. Uno de los héroes del supermercado fue precisamente un joven de Mali, "sin papeles" (Lassana Barthily) que escondió a un grupo de personas. ¡Ya tiene la ciudadanía francesa!

           Seamos sinceros, claros y consecuentes. Es escandaloso además de hipócrita, que para los países democráticos, para Naciones Unidas y para la sociedad civil en general, que esas otras muertes sean menos lloradas, menos recordadas y no tengan el mismo eco mediático y social  que los trabajadores de Charlie Hebdo.

          ¿O no es verdad que esto ha sucedido y sigue sucediendo? Por si quedaba alguna duda, ha sido Al Qaeda, precisamente en Yemen quien ha reivindicado el ataque de París. Ojo, porque en el vídeo difundido por la organización, se habla de los lugares que han golpeado, con mención explícita de España: "Esas heridas no se curarán ni en París, ni en Nueva York, ni en Washington, ni en Londres ni en España".


        ¿Por último, no es verdad que los terroristas han colgado vídeos de que están empleando incluso a niños y niñas cargándolos de explosivos, para que se inmolen y produzcan una masacre, o para que a sangre fría asesinen o degüellen a seres indefensos? ¿Hasta cuándo?


     Parece, pues, necesario acabar con el cinismo y la hipocresía. ¡Lápices, sí! Pero... hay que ponerse las pilas y actuar. Nada de cobardías para defender la vida y la libertad, ¡aquí y en París! Nadie puede ignorar que la libertad y la vida están en peligro en muchas partes. Individualmente o desde el sofá nunca se ha ganado una batalla. Menos una guerra tan sutil y generalizada como la del fanatismo político-religioso.    

PUBLICADO EN EL HERALDO DEL HENARES: columna LA TANGENTE.17-01-2015:
http://www.elheraldodelhenares.es/pag/noticia.php?cual=24271
BITACORA DE BELMONTE EN CIVICA, 23-01-2015:
 http://investigadoresyprofesionales.org/drupal/content/un-hecho-interroga-el-otro-acusa

9 comentarios:

  1. Muchas gracias José Manuel. Gracias por todas tus publicaciones, que tratas con gran conocimiento, y ardua investigación.
    Ciertamente, por desgracia, en nuestro país, vale más, el ventajismo político, que las vidas. Lo vimos el 11 M, y lo vimos con el anuncio del gobierno, de abandonar el proyecto prometido, de reforma de la ley del aborto.
    Pero en Andalucia, se está llevando la palma, y en algún momento se teñirá de rojo, las calles cordobesas, por dar alas al Islamismo, radical, reclamando la Catedral, como mezquita. Espero que puedas escribir sobre esto, y sirva para despertar a los ciudadanos que parece no va con ellos.
    Un abrazo. Emilia

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    1. Está avanzando la violencia, pero lo que más duele es la indiferencia ante la muerte, el terror y la masacre.
      Se mira hacia otra parte mientras se piense que los terroristas se encuentren físicamente lejos de nuestro país y de nosotros mismos.
      Pero... llevamos años contemplando la destrucción en Siria, Irak, Egipto, Nigeria, Sudan. Los medios de comunicación son testigos y propagadores del radicalismo del islamismo, pero ni los padres ni los gobiernos quieren verlo en nuestras ciudades, hasta que hay jóvenes que van, les usan, y lavan el cerebro y vuelven dispuestos a todo en cualquier momento y en cualquier lugar.
      Sigue sin imponerse el imperio de la ley, y los criterios claros para todos. NO hay unión para imponer esos criterios ni en casa, ni en la Unión Europea. ¿Que esperamos? Pues que la Izquierda avanza sin complejos frente al centro-derecha cobarde.
      De momento, los musulmanes y la izquierda se alían contra el cristianismo y la derecha, en Jerez, en Córdoba, y donde puedan hacer daño
      ¿Van a despertar si escribo? Si llevo años haciéndolo.
      Un abrazo, y muchas gracias Emilia,
      José Manuel

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  2. Buenos dias, José Manuel, he leído tu artículo y dices grandes verdades.

    Ante todo decirte que condeno enérgicamente los atentados de Paris y los de Nigeria y todos los demás.

    Pero YO NO SOY CHARLIE HEBDO, también te lo digo, pues esta revista de humor publica viñetas claramente ofensivas al judaísmo, al cristianismo y al islam.

    También te digo que soy pesimista y que los musulmanes en Europa no tienen ningún interés en integrarse; más al contrario, quieren islamizarnos.

    Europa y Occidente son cobardes. Cuando una sociedad quiere rechazar su propia religión, el cristianismo, otra religión, el islam, lucha por imponerse.

    Y es que somos tontos por no decir otra cosa: o nos ponemos las pilas o en Europa habrá sangre.

    Los partidos de izquierda y extrema izquierda están traicionando a Europa, a España y al Cristianismo. Y lo pagaremos muy caro si la gente vota a Syriza o Podemos, al Psoe o a IU...
    Mientras tanto la derecha reniega de sus principios... mal vamos.

    David Recio

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  3. Gracias, David.
    Estupendo análisis, que los hechos, cada día vienen a confirmar. Te agradezco tu respuesta, que aprecio y valoro como se merece. El trabajo en el periódico también nos ha permitido conocernos. Así que, seguiremos en la brecha.
    Un abrazo,
    José Manuel

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  4. Sí, Aurora.
    Toda la razón. Me gustaría añadir, que caminamos hacia la insensibilidad del dolor ajeno. Cuanto más terrible, en más gente, menos nos conmueve. A este paso, el corazón de piedra o hielo está transformando a los humanos en autómatas.
    Me duele, como a ti, comprobar el dolor ajeno, pero también esta situación tan poco altruista. Sin duda hemos hecho muchas cosas mal pero es peor aún no reconocerlo. ¿Cómo se puede cambiar?
    Gracias. Un abrazo.
    José Manuel

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  5. El mundo tiene que dar un giro grande José Manuel, un giro que debemos provocar nosotros. Da miedo mirar un poquito más allá por lo que pueda pasar, pero hay que ser valientes y optimistas e intentar cambiar, ablandar el corazón. Muy buen escrito amigo. Un fuerte abrazo y buen fin de semana. @Pepe_Lasala

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  6. Gracias Pepe:
    Seguro que se puede cambiar si lo intentamos, Tal vez primero hay que ponernos frente al espejo para darnos cuenta que por el camino que vamos no podemos seguir porque lleva al fracaso.
    Un gran abrazo y que tengas un buen fin de semana.
    José Manuel

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  7. Estamos en un país cobarde y con miedo, donde se han perdido principios y valores, confundidos por la justicia, sin educación, sin dignidad o con muy poca, con una Universidad tomada y traicionada por los que no quieren a España ni al cristianismo, doblegados a nacionalistas y separatistas, con una deuda millonaria, sin querer esforzarnos, sin voluntad de ahorrar ni trabajar... con todo esto "Sabemos bien el riesgo y peligros que corremos y a donde vamos". creo que estamos en una país muy enfermos y ¿ dentro de un año ?, veremos, Ojalá esté confundido y no sea esta la realidad que tenemos ,un saludo
    Ángel

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    1. Hola Ángel:
      Es posible que tengas razón. De todos modos, en mi artículo intenté hacer un análisis de la sociedad europea y mundial... más que un análisis de un momento actual de la España concreta.
      De todos modos, gracias por estar ahí.
      Un abrazo,
      José Manuel

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