jueves, 6 de diciembre de 2018

Una escapada a la Naturaleza.

 Salimos de casa con la niebla y el frio, rumbo al norte, rumbo a la montaña.  Buscábamos algo más  que lo ya conocido, la ruta de los dinosaurios y las icnitas , más que historia,  más que Numancia y otras grandes batallas, más  que poesía con Gustavo Adolfo Bécquer, Antonio Machado y Gerardo Diego, más que el nacimiento de un gran  río como el Duero, más que el olmo seco o la Laguna Negra o La Fuentona... buscábamos el Paraíso Natural, desconocido y bello.

La Naturaleza nos sorprende siempre. En cualquier época. En cualquier lugar. Cualquier día.



















Después de Numancia y de Garray, por la carretera hacia Logroño y Navarra, llegamos a Almarza, desde donde se divisa a la derecha, la  amplia ladera de la sierra de Montes Claros.
















Una hermosa panorámica de su ladera sur, permite divisar la gran Reserva Natural que buscábamos.











Es el "El Acebal de Garagüeta",  Según  Wilkipedia: "es el mayor bosque de acebos existente en la Península Ibérica y de Europa meridional. Comprende 406 hectáreas de bosque, de las cuales 180 son masa pura continua de acebos que crecen de forma laberíntica formando bóvedas en las que se refugian tordos, corzos y zorzales".

















Después de reponer fuerzas, continuamos la ruta hasta Arévalo de la Sierra. Y a 300 metros, tomamos el desvío hacia la izquierda que permite llegar a la entrada de la Reserva Natural.









Hay que subir 2 kms por un camino de montaña, carretera no asfaltada, hasta la cerca y el aparcamiento.  Había un autocar y varios coches.  El paso, es individual, pero libre. Y desde allí se inicia el recorrido a pie de varios kilómetros,  que puede hacerse por camino amplio, para coches, o tractores forestales. 














En la medida que nos acercamos, en un día diáfano, llaman la atención los colores vivos, y la nieve en las montañas lejanas.











Suelen pastar algunos animales en la ladera, En lo alto, apenas se divisan los molinos eólicos, que  parecen centinelas que protegen tanto la reserva de acebos, como  la paz de los pueblos que se extienden a sus pies.









Nosotros queríamos descubrir cómo la Naturaleza, se adorna en esta época del año, y desafía  la dura climatología  del otoño o del invierno.




Después de brindar al sol, y agradecer el día, y la vida...Con  la nieve cerca, y la policromía  llenando  el paisaje y los sentidos, nos dispusimos a pasar un dia inolvidable.








La belleza de esta maravillosa estampa, para quien no haya estado allí, es difícil de describir.  Tal vez si os dejamos algunas imágenes, podáis haceros una idea remota. Cualquier época es buena, pero en esta época, El Acebal está espléndido.  













El acebo, cada árbol verde  oscuro y brillante, es pura vida.  Crece lentamente. Pero puede llegar a  alcanzar los cien años.










Sus frutos, en racimo, son bayas de color rojo intenso muy llamativas que llevan en su interior varias semillas. Son venenosos para los humanos. Estos frutos son adorno que realza la belleza del árbol y atrae a las aves y otras especies, que se aprovechan de ellos justo cuando no han desaparecido otros alimentos. Tan solo el escaramujo,  una baya que procede de un rosal silvestre llamado rosa canina, suele dar sus frutos, por esa época.












Los acebos son árboles curiosos. Los hay machos  y los hay hembras. Los frutos que adornan y enriquecen solo aparecen en los árboles hembras. Por ello necesitan la cercanía de algún árbol macho para fecundar las flores.









El acebo una especie protegida, por lo que está prohibido cortar ramas o arrancar las plantas que crecen espontáneamente en nuestros bosques.













El acebo para los celtas es un árbol Sagrado.  Dicen que es el árbol de la buena suerte.












 Aunque los humanos nos esforzamos estos días en los adornos navideños, la Naturaleza no se adorna con luces porque todo es luz y vida. Tal vez nos desee a todos buena suerte y prosperidad, desde el silencio y la paz de la montaña y del acebo.







 En un momento, parecía que alguien estaba colocando la estrella sobre el árbol.







José Manuel Belmonte


PUBLICADO EN
ESPERANDO LA LUZ  06-12-2018
http://belmontajo.blogspot.com/2018/12/una-escapada-la-naturaleza-para-aprender.html
EL HERALDO DEL HENARES 07-12-2018

https://www.elheraldodelhenares.com/op/una-escapada-a-la-naturaleza/

8 comentarios:

  1. Que relató tan bueno No se, si ya me está yo imaginando en ese bellísimo paraje. Gracias ☀️

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    1. Buen día: La Naturaleza es siempre acogedora, y está abierta a todos, incluso a los lucenses. Los amigos correcaminos, aquí, en Córdoba o en Portugal... se sentirán como en casa.
      Un fuerte abrazo.
      José Manuel.

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  2. Hola José Manuel! Disfruté un montón con tú salida a la naturaleza....y tú precioso artículo.Después de ver las imágenes tan lindas de los acebos y otras al natural no se necesitan luces ni arbolitos ni otros adornos artificiales, la naturaleza ya lo tiene todo. Felices Fiestas Amigo para tí y los tuyos. Un besazo. Marina PF

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    1. Buen Día amiga Marinita:
      Me pareció que un día espléndido, con sol, paisaje, adorno espectacular, música callada y silencio del viento, junto al repiqueteo de los campanos o campanillas de los animales que pastaban, podía y debía compartirse, para que que otros también disfrutaran.
      También, feliz puente para ti y los tuyos.
      José Manuel.

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  3. Unas imágenes naturales, bonitas, y una descripción detallada y hasta poética por tu parte.

    La imagen de Ángela :)))), con un cierto toque épico que la hace muy simpática.

    Fuerte abrazo a los dos.

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  4. Es verdad Ernesto:
    Fue un día de sensaciones agradables. En Soria lo natural cala. Y hasta esa foto "épica", donde Ángela y el Sol brindan, con la nieve al fondo. nos pareció una imagen perfecta par reflejar el momento y recordar la escapada y el día.
    Gracias por estar ahí.
    Un abrazo grande
    José Manuel

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  5. La luz,los árboles, los pájaros,ese brindis al sol. la recíproca buena compañía... Así, la felicidad.

    Abrazo a vuestro abrazo.

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    1. Se trataba de eso, ser feliz abrazando la luz, los acebos que dicen son los de la buena suerte, el colorido natural, del rojo, verde oscuro, azul cielo y nieve al fondo, y hablar y escuchar, que la naturaleza también dice, comunica, y siente.
      Un regalo encontrarte por aquí. No he podido leerte, si algo subiste, pero lo haré, porque tienes un don.
      Un abrazo con el alma.
      José Manuel

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