domingo, 19 de abril de 2020

¿Cómo se le dice, a un niño o a una niña, que no es libre?

         Si desde que abren los ojos empiezan a batir sus alas y revolotean por las estancias de la casa buscando una posibilidad para salir volando, como cuando iban al encuentro de otros niños para ir juntos al cole... ¿les digo que canten "resistiré", aunque saben que nada hay más importante que la libertad?                                     
         Si ellos, que no tienen pasado, quieren lanzarse al aire y descubrir cada día la aventura y el gozo de estar vivos...¿cómo negarles el sol que les hace crecer sanos y con alegría?                       
         Si no tienen la responsabilidad de buscar el sustento, si a ellos siempre les han alimentado sus padres con sus besos y lo poco que necesitan para alimentarse y salir corriendo, ¿debemos decirles que cuando crezcan entenderán las leyes que se les imponen?

         Si lo poco que han aprendido de la libertad es que es contagiosa, porque lejos de obligar para favorecer que los demás la ejerzan...¿cómo se le explica a un niño,  o con autismo, o con una "capacidad especial", con parálisis cerebral o con una enfermedad "rara", que "es libre, mientras le invito a quedarse en casa y pintar o jugar?

         Si los niños no saben de enemigos, ni peligros, -grandes, ni pequeños- porque esas palabras son más grandes que su ser... ¿Tienen que aceptar que hay enemigos invisibles, como el virus, que hasta pueden matar, y que el mundo que les dejamos está herido?

         Si en casa y en la escuela han escuchado que lo importante no es estar libres, sino serlo, por qué tienen que a prender tan duramente el riesgo de vivir en sociedad...¿Pueden entender que es la fuerza del cariño, la única protección contra el riesgo de vivir aquí y ahora?

         Si no están enfermos, ni se aferran al nido de su hogar, como hacen algunos mayores que lo han perdido todo, porque han perdido la ilusión...¿cómo hacerles entender que la dicha de estar vivos, tener unos padres, un hogar, y algo que comer, es prepararse para afrontar con esperanza lo que la vida en este planeta les envíe en cada momento?

         Si la libertad se ejerce cada día entre los semejantes, por qué tienen que estar encerrados entre cuatro paredes, sintiendo la soledad de los abuelos, de las otras familias y de los otros niños...¿Van a ser más fuertes sin ejercitar los músculos ni la voluntad, si ellos sueñan con el deporte, y también sueñan?

         Si los niños necesitan libertad  y aire para volar su cometa... ¿Por qué se les priva de ver la luz y nos obligan a los papás a tirar de la cuerda y enrollarla, para que se limiten a volar en su habitación o en su patio o su jardín?

       Si la libertad, al contrario de la manipulación, es un camino al que se llega tras una elección libre, y los niños no estén libres... ¿Seremos los padres libres por ser  sus cuidadores y guardianes?

              Si preguntan los niños y saben, como los mayores, que las estrellas también mueren sin saber la razón... ¿tendremos que morirnos para poder ser libres y estar con quien queremos?

        Si cada vida que termina, sola, en cualquier lugar, no nos hace más libres...¿Por qué no podemos estar junto a ella, cuando parece que va a irse, y hacerle compañía?

              Si alguien piensa que el destino es un juego y los niños siempre están dispuestos a jugar...¿Existe alguien tan poderoso que sea capaz de impedir que los niños jueguen, se diviertan, sonrían y sean felices? ¿Por qué tenemos que impedírselo los padres, si su alegría y su risa son capaces de curar todos los males?

              Si hasta los vecinos de su calle o de su barrio, cuando alguno de los niños cumple años, aprovechan la salida al balcón para darles ánimo y desde cada vivienda brota un sincero: "cumpleaños feliz", capaz de emocionar a ellos, a sus padres, y a todo el vecindario, ¿cómo no van a recordar ya siempre esa fecha solidaria en que no tenía libertad para abrazar y les mandó un beso por el aire desde la palma de su mano?

               Si nuestro futuro, -el de la Humanidad y del Mundo-, son los niños, esta experiencia de privación de libertad, puede sino traumatizar, por lo menos dejar secuelas...¿Por qué los padres tenemos que cooperar en esa reclusión de los nuestros, cuando hay personas, aquí y en otros países, que van y vienen y las televisiones se encargan de que aparezcan en nuestra casa, haciendo que los niños  piensen que el peligro y el encierro, solo afecta a los que callan y consienten?

              Si en los tiempos que vivimos, algún sabio, maestro, catedrático o asesor de quien o quienes tomen decisiones en cada país...puede decirme ¿cómo se le dice a un niño, que no es libre? Estaría encantado de escucharle y los papás y mamás con sus hijos en casa sin poder salir, después de un tiempo, -que para ellos  es una eternidad-, porque para ellos el tiempo no existe, a ellos y a mí nos encantaría saberlo.

             Si hay otras formas de combatir la epidemia en otros países, y  con otros criterios, solo con poner en práctica, la prudencia, el sentido común, la distancia y la higiene, como hicieron en La Residencia Mirasierra  en Cercedilla, de Madrid, con más de 50 internos, con resultado de cero contagios. ¿No es un ejemplo de dirección y estrategia, ante el virus?
Las Residencias no están pensadas para curar, sólo para cuidar.  ¡Tampoco los hogares  de las familias! Pero a veces la prudencias y el cuidado salvan vidas. La mejor forma de cuidarlas. ¡Enhorabuena!
            Si también los animales saben que es mejor vivir sin jaula y aprenden a escapar y liberarse, ¿Cuando aprenderemos de los animales?
https://youtu.be/9q_nvUDTCao  

             Sí, lo sé y se lo repetimos, los médicos, enfermer@s, limpiadoras, fuerzas y cuerpos de seguridad, AUME, y entidades consideradas de primera necesidad, reponedores, transportistas, repartidores, cajer@s, cocineros y ayudantes, también tienen sus hijos, y muchas veces ni pueden verlos, porque se autoimponen un control de no poder ir a casa, para no contagiarles, y aunque cada día desde la ventana, los niños son los primeros en aplaudir para darles ánimo, también tienen compasión y sufren; para los niños, y para todos los de casa  son héroes.     


José Manuel Belmonte

PUBLICADO EN

ESPERANDO LA LUZ  19-04-2010
EL HERALDO DEL HENARES    20-04-2020

CIVICA20-04-2020


8 comentarios:

  1. Qué triste todo esto José Manuel, también saber y ver cómo otros países lo han gestionado de manera que no afecta tan dramáticamente a la población en general. Claro que es una nueva enfermedad que puede asustar por no conocerla, pero que no traten tanto tiempo como a marionetas que suponen no saben cuidarse a sí mismas es muy duro de aceptar. Te mando un saludo.


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    1. Gracias Maru: La situación me duele en el alma, como a ti. Efectivamente otros países, han gestionado el virus y la crisis de forma diferente, menos traumática. Pero... había que pensar en los ciudadanos, tomar decisiones importantes de valorar material de protección de que disponiéndonos, y , si no era suficiente, comprarlo y no que 18 autonosuyas tuvieran que arreglárselas según sus gobiernos-recursos-y-la cercanía de la Dama Negra. Y lo peor, mandar a luchar contra ella, a los más generosos, sin protección.
      Confinar a 47 millones no ha sido el mayor problema, el mayor problema es que nos hayan tratado como un rebaño, y hayan sacrificado a quienes han levantado este país. Espero que, el confinamiento nos haya servido para pensar que la justicia, antes o después pondrá a cada uno donde debe.
      Un abrazo y toda la esperanza.

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  2. Todos andamos estos días debatiendo y reflexionando a veces en voz alta o machacando el teclado, sobre las conveniencias, inconveniencias, aciertos y desaciertos. Pero intento no perder de vista que lo hacemos mas con el corazón que con el cerebro. Ojo! digo esto referiéndome a que en realidad, nos faltan datos para poder tener un criterio y objetivar con finura la cuestión.
    También yo me revelo y no solo por los niños. Y me pongo de muy mala leche cada día viendo "el parte" con mayoría de portavoces belicos, cuando esa mayoría debería ser científica.
    Hoy me estreno en tu blog que acabo de conocer. Tengo la impresión de que aquí me sentiré cómodo.
    Tengamos ánimo y confiemos en la comunidad científica.

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  3. En mi corto entender, puedo decir que eres muy prudente en tus expresiones, y que es cierto que a los ciudadanos de a pie, "nos faltan datos...para objetivar con finura la cuestión". Pero cualquiera, si lo estima oportuno puede opinar.
    Coincido en que sería bien recibido que los portavoces (2 o 3) de un grupo de expertos científicos debería salir a decir lo que estimaran pertinente sobre la situación. Ni siquiera diariamente, para no añadir más que el dato estadístico. Ah, y sin estar flanqueados por cuerpos de seguridad, cuyo papel no es -me parece- hacer de portavoces.
    Había leído algo de lo abundante y bien que escribes, por una admiradora y seguidora. Dado que no dispongo de mucho tiempo, ni había comentado, ni me había hecho seguidor, pero todo llegará. Principio quieren las cosas. Y tu primer paso, y esa impresión de que te vas a sentir bien, es una doble invitación a dar más pasos y hacer camino hacia el mutuo descubrimiento. El confinamiento, puede ser un buen momento, para la escapada. La imaginación y el deseo que la hace posible son libres.
    Yo también confió en la comunidad científica y en lo que cada día me hace descubrir.
    Soy un Montañés y vivo en Guadalajara.

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  4. Hola José Manuel: Bo puedo estar mas de acuerdo contigo, yo por ser abuelo de nietos pequeños, también sufro de esta situación y se lo difícil que es darles una explicación a causa del maldito bicho.
    Lo único que deseo es que esto se pase pronto, antes de que por otros motivos esto se complique más a la vista de como nos están cambiando la mentalidad y por dónde nos quieren llevar.
    Un fuerte abrazo.
    Ángel.

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    1. Buen día, confinado pero libre, amigo Ángel. No me extraña que con esas joyas de nietos, estés un poco inquieto (por ellos más que por tus hijos y tú mismo).
      Seguro que ellos están más confiados que lo que podéis estar los abuelos. Tal vez aprendamos más si nos fijamos en los niños,que sinos encerramos con las noticias y las estadísticas que nos sirven y esperan que creamos. Los niños, son los mejores maestros. Hay que escucharles y ver cómo juegan, ríen y casi nunca juzgan ni se ocupan de los políticos. Por eso no tienen miedo.
      Cuando salgas a por las cosas necesarias, no se te olvide respirar el aire de primavera que tiene la Naturaleza, que ahora la lluvia se ha encargado de limpiar,casi cada día.
      Un abrazo de verdad.

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  5. Todos queremos salir, más, todos lo necesitamos, pero hay que hacerlo cuando se pueda y de la manea que corramos menos riesgo en contagiarnos. Los niños y los ancianos son la parte de la población que mejor se adaptan, pero estas circunstancias que nos rodean son de vida o muerte. Yo hubiese visto bien que salieran media hora con un padre o madre cada día, al igual que los ancianos también deben salir, pero que vayan al super, a la farmacia... donde más peligro de contagio hay. Yo ya me veo con la curva de nuevo hacia arriba. Si no, al tiempo.
    SAludos.

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  6. Y al Banco. ¡Hay que potenciar las cuentas de los niños! Con estos bandazos se pone de relieve la cultura y el talante. Qué se reserva apara los "ancianos"... Ah, si, en medio de la crisis, se intenta aprobar con cierta urgencia un proyecto de ley.
    Hablas de la curva... otra vez hacia arriba. ¿Para cuándo se escuchará y se dará voz a los expertos? Un médico publica una carta en la que dice textualmente: "el confinamiento nos llevará a la ruina del país y no solucionará la epidemia". Al parecer lo que podría haber frenado o frenar, no ha existido o "Si no hay mascarillas ni tests para todos este Gobierno es inútil e ineficaz, porque tiempo ha tenido" (Juan Antonio Soult Rubio)
    Saldremos, confío, pero no solo tenemos que adaptarnos,porque aunque sea de viuda o muerte, o precisamente por ello, para poder vencer, se necesita que sean los expertos y estrategas quienes marquen las pautas. Se está terminando el cuarto mes...y hay mucho dolor.
    Un abrazo.

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