Atrás
quedaba la terrible experiencia de la Gran Guerra, entre 1914-1918, que dejó
más de 8 millones de víctimas militares y 6,6 millones de víctimas civiles.
Con
esa agresividad y la dura experiencia de
la Primera Guerra Mundial, una persona inquieta y preocupada, como Albert
Einstein preguntaba, en 1932, si habría alguna forma de salvar a la humanidad
de la amenaza de la guerra.
Freud
le respondió: "Una cosa le puedo
decir: todo lo que estimula el crecimiento de la civilización, trabaja al mismo
tiempo, en contra de la guerra".
Faltaban
solo 7 años para el comienzo de la Segunda Guerra Mundial, que alteró las
relaciones políticas y la estructura social del mundo. Tras la conflagración, las
estimaciones de víctimas van entre 50 y 60 millones de personas fallecidas, si
bien algunos las elevan hasta más de 100 millones..
Quienes
hemos recorrido alguno de los escenarios, hemos visto videos o leído libros de
historias (no manipuladas), en algunos de los países contendientes, después de más de 70 años, hoy, seguimos
llevando en la memoria, algo de aquello, porque como escribió, Oscar Wilde, "la memoria es el diario que llevamos con
nosotros a todas partes".
El
mismo Einstein, dejó escrito en unas líneas su "Teoría de la felicidad". Esas líneas fueron escritas en
un papel con membrete del Hotel Imperial de Tokio. Y, dada su importancia, fue
subastado en Jerusalén en 2017. El papel dice simplemente: "una vida tranquila y modesta trae más alegría que una búsqueda de
éxito ligada a un constante descontento".
Y
es que hoy, como hace casi un siglo, puede repetirse aquí, lo que escribió Sigmund Freud:
El malestar de la cultura.
Alumnos,
padres de los mismos, los docentes en general y personas que, sin ser críticas,
tienen dos dedos de frente, están más que asombrados, indignados con "los
arreglos" que el gobierno piensa hacer en la enseñanza de la Historia,
eliminando la Filosofía, y permitiendo que se pase de curso y obtener un título
con suspensos. De hecho, "El Gobierno aprueba un nuevo Bachillerato
menos exigente y más ideológico" (https://www.elmundo.es/espana/2022/04/05/624c451ffdddff6a458b457f.html).
Así
que, uno de nuestros académicos, Arturo Pérez Reverte, poniendo a cada uno en
su sitio, ha escrito: "Ojalá fueran
malvados". Porque "en
los casos más brillantes de maldad, serlo exige una capacidad intelectual de la
que los imbéciles comunes carecen. Y éstos a los que me refiero son sólo
políticos mediocres sin preparación ni sentido del ridículo. Analfabetos a los
que el azar, el esperpento de un país asombroso como es España, sitúan en
puestos que les permiten tomar decisiones tan limitadas, tan estólidas, tan
miserables como su propia altura.
No es verdad, pese
a lo que sostiene gente docta, que haya una conspiración contra las
Humanidades: contra la enseñanza de la historia, la filosofía, la literatura,
el griego, el latín y todo cuanto supone cimiento cultural de la tres veces
milenaria cultura occidental (...)
Una y otra vez, el gobierno, o los
sucesivos gobiernos, se pasan por el forro de leyes y decretos las advertencias
y protestas, no sólo de educadores cualificados, sino de las Academias y otras
instituciones vinculadas al cuidado y enseñanza de las Humanidades. La
contradicción es que, mientras los responsables del disparate sostienen que los
alumnos de bachillerato deben acabar capacitados para interrogar el mundo de
modo crítico, les niegan al mismo tiempo la panoplia de herramientas
defensivas, los conocimientos básicos para entender el desarrollo y antecedentes
de la sociedad en que viven; con el detalle siniestro de que, al hurtar los
hechos, además del pensamiento y la cronología necesarios para situarlos
–estudiar fechas es educación fascista, han llegado a decir–, los dejan inermes
frente al revisionismo histórico, la manipulación partidista, demagógica y
populista de un pasado sin el que es imposible entender el presente. (https://www.zendalibros.com/perez-reverte-ojala-fueran-malvados/)
La invasión de
Ucrania
Sobre
Ucrania y la invasión sabemos poco, aunque las desavenencias han sido
históricas y llevan muchos años. Hay
memoria de acontecimientos más allá de este siglo.
Recordemos
que según Oscar Wilde, el diario que llevamos con nosotros es, la
memoria. Y para los expertos, la memoria
autobiográfica tiene dos funciones: una
personal y otra social.
Por
la función personal, "la
selección que hacemos de los recuerdos, modula nuestro estado de ánimo,
estimulando emociones agradables o desagradables...y moldean el concepto que
tenemos de nosotros mismos".
Gracias al aspecto social, "el
significado que damos a las reminiscencias, determinan una parte importante de
nuestra disposición hacia los demás, nos ayuda a dar significado a nuestra vida
en el contexto del mundo que nos rodea" (L.Rojas Marcos, en La fuerza del optimismo).
Por
esta ventana salimos al mundo y por ella
nos llega lo que pasa ahí fuera. De algún modo, nada nos es ajeno ya que
nuestra biología y nuestra cultura modelan nuestra manera de percibir y
entender las cosas. Lo que somos y al cristal -o pantalla por el que nos llega
la vida-, nos enseñan que cuanto más se valora y se respeta al individuo, las libertades y la
cooperación, más se cuestiona la eficacia de las guerras para resolver desavenencias.
No
se puede negar lo que sucede, ni cerrar los ojos a la realidad, que los medios
nos hacen llegar de las guerras actuales, ni de la invasión de Ucrania. De camino o esperando, en Bucha había civiles, y en la estación Kramatorsk había muchas personas en el momento del ataque, la mayoría de ellas niños, mujeres y ancianos. El horror es denunciable. ¡Hay
responsables!
Como
dice Amnistía Internacional: "Los asesinatos deliberados de civiles, la violación, la tortura y el trato
inhumano de los prisioneros de guerra son violaciones de los Derechos Humanos y crímenes de guerra. Quienes
cometen directamente crímenes de guerra deben ser penalmente responsables de
ellos. Según la doctrina de la responsabilidad del mando, los superiores jerárquicos,
incluidos los comandantes y líderes civiles, como ministros y jefes de estado,
que sabían o tenían motivos para saber de los crímenes de guerra cometidos por
sus fuerzas pero no intentaron detenerlos ni castigar a los responsables,
también debe ser considerados penalmente responsables".
La ocasión de
ayudar
Aunque
sea paradójico, la solidaridad humana se pone de manifiesto, especialmente, en
las tragedias. Tampoco se pueden cerrar los ojos, ante los millones de
desplazados. La acogida ha sido admirable,
y tendrá que incrementarse aún. Hay héroes, en casa, incluso jóvenes. Son
capaces de esconder su miedo, para ayudar a otros; como el soldado ucraniano
que consuela y ayuda a los supervivientes del hospital de maternidad de
Mariúpol.
Entre
los extranjeros, que están desde el
principio allí y, se enfrenta como puede y sabe al poder de la destrucción, se
encuentra nuestro gran José Andrés, y su
ONG World Central Kitchen. Se multiplica y multiplica
los alimentos para llevar de comer, tanto en la frontera a los que huyen del
país, como en el interior, en Bucha.
Puede verse a nuestro héroe con casco y chaleco antibalas, repartiendo
comida a la población. El Chef
asturiano más internacional con su ONG ha escogido la solución más humana,
social, cercana y efectiva. Algunos políticos habrán ayudado con sus ideas o
propuestas, a la solución de la crisis, pero dudo que la población civil
ucraniana les haya valorado tanto como lo que viene haciendo el español día
tras día, desde finales de febrero. Propongo pues, que cuando cesen las hostilidades,
se valore el compromiso humano de José Andrés, con un reconocimiento
internacional.
El
presidente de Ucrania, Volodimir
Zelenski, viene repitiendo por videoconferencia en diversos foros internacionales,
y en la misma ONU, que no pueden quedar impunes los crímenes de guerra de Putin
y Rusia, en Bucha y otras ciudades. (https://youtu.be/sKiQN0__rs8).
El
5 de abril ha comparecido por videoconferencia ante el Congreso de los
Diputados de España. Es como si nos trasladáramos
a guerras pasadas. "Aunque estemos
en 2022 parece que estuviéramos en 1937",
La
verdad es la primera víctima de toda guerra, https://youtu.be/f-PYbDTqjFQ, pero la guerra de
Rusia contra Ucrania, (con ayudas directas o encubiertas, con armas o
sanciones, intentos de acuerdos o armisticios), se debe mejorar o puede irse al desastre de una III Guerra
Global.
Para
el asesor de la Presidencia ucraniana, Oleksiy Arestóvich, "Todo lo que acordemos debe
ser mejor que lo que había antes de la guerra. Si no, ¿de qué habrían servido las víctimas que ha sufrido el pueblo
ucraniano?".
Creo
que todos esperamos que no llegue a usar esas armas. La potencia destructora de
las mismas, que los "humanos" ya tenemos, sería suficiente para
aniquilarnos. Al poner la tecnología de destrucción por encima de la
supervivencia humana nos deja vendidos y al albur o
el azar de cualquier psicópata, capaz de dar una orden o apretar un
botón.
Hay que revertir esa posibilidad, porque "la peor calamidad es tolerable si uno cree
que pasará" escribió, en 1976, Bruno Beettelheim, en Sobrevivir. Pero, mientras la tecnología sobrepase a la humanidad, el Planeta y
nuestro futuro, estarán vendidos a un loco o a un idiota.
Si
alguien lo duda, que vuelva a escuchar a Freddy Vega, creador de la plataforma de educación Platzi, para
quien "la tecnología tiene el poder de elevar a las personas", o convertirse en la peor arma.
No
olvidemos que el temible misil nuclear ruso “Satán”, que Putin mostro en su
momento, podría impactar en 10 objetivos diferentes. Y que el Satán 2, podría destruir Francia
entera, pues su potencia es 2.000 veces mayor que la de Hiroshima. El
"nombre" escogido, ¡tiene tela!
¡Solo
la paz, aparentemente más frágil, ha demostrado tener más alcance y más
adeptos! ¡Satán puede horrorizar pero no
vencer!
PUBLICADO
EN
ESPERANDO
LA LUZ 9-4-2022
http://belmontajo.blogspot.com/2022/04/el-poder-de-destruir-o-la-ocasion-de.html
CIVICA 10-4-2022
http://civica.com.es/blog/poder-destruir-la-ocasion-ayudar/
EL
HERALDO DEL HENARES 10-4-2022
https://www.elheraldodelhenares.com/op/el-poder-de-destruir-o-la-ocasion-de-ayudar/
Cuando empezó esta miserable invasión, me autoimpuse no hablar de ella. Lo logro a medias porque alguna vez se me escapa la palabra. Pero procuro no opinar y me limito a publicar algún video denuncia y poco más. Desde el tiempo en que éramos jovencitos de una forma u otra siempre hemos vivido a la sombra del árbol de la paz, pero con guerras en el otro extremo del prado o del bosque. Es triste constatar como la historia es un rosario donde las cuentas son las guerras. Guerras de todo tipo. La humanidad parece no tener remedio y es algo que me entristece y desanima.
ResponderEliminarSe desplazan los intereses interesados que hacen desplazarse los frentes de las guerras. El Sol que nos alumbra, desplaza también la sobra del árbol de la paz y, lo que parecía un abrigo cuando éramos más jóvenes, puede achichárranos unas veces o helarnos si quedamos mirando a las estrellas, porque nuestro desplazamiento es más lento que el desplazamiento del Planeta.
EliminarEs verdad, que la evolución de la consciencial de los humanaos, individual y colectivamente, salvo pequeñas excepciones, no va al ritmo de las necesidades de quienes han pensado que ante la locura de las guerras, habría que pensar en abandonar a la que hasta ahora hemos venido en llamar " La Madre Tierra".
Esperemos que esta Guerra de Ukrania, también pase, aunque los contendientes se crean poderosos.
Tienes todo el derecho a callar, ¡a ver si escampa!
Un abrazo.
Yo, dado que hay censura por todas partes, prefiero no opinar, de quienes cometen crímenes contra la humanidad, dado que ya se cometen bastantes con el beneplácito de muchos, son que haya guerra. Se trata de otra guerra.
ResponderEliminarPero hay que tener acceso a toda la información de forma veraz, para opinar. Por lo tanto yo sólo digo no a las guerras
¡Y yo también! El tener información, a pesar de la censura, y de quienes tratan de imponer la verdad, o "su verdad" no es simplemente "resignación". Es buscar la verdad, sin juzgar pero sabiendo lo que justo, legal y humano. Lo cortés no quita lo valiente.
EliminarUn abrazo.